CARCINOMA BASOCELULAR




Un carcinoma es una forma de cáncer que proviene de células de tipo epitelial o glandular. Los dos grandes grupos de carcinomas son los carcinomas epidermoides y los adenocarcinomas.

El carcinoma epidermoide se divide en dos formas: el carcinoma de células escamosas y el carcinoma basocelular.

 

El carcinoma basocelular es un cáncer de piel común que surge de la capa basal de la epidermis y sus apéndices. Inicia en la piel e invade otros tejidos u órganos internos, siendo localmente invasivos, agresivos y destructivos tanto en la propia piel como en las estructuras circundantes, incluyendo el hueso.

El cáncer de piel es una enfermedad de origen multifactorial, donde los agentes ambientales juegan el papel más importante.

 

El mayor factor de riesgo de cáncer cutáneo es la exposición a la luz del sol y los antecedentes de quemaduras solares.

Las personas con antecedentes de carcinoma basocelular tienen un mayor riesgo de desarrollar nuevas lesiones.

 

De los tumores cutáneos malignos, el carcinoma basocelular es el de mayor frecuencia con un 74%, seguido del epidermoide con 14% y el melanoma maligno con 3%. Es importante resaltar que el carcinoma basocelular ha aumentado en los últimos años en todo el mundo, y con mayor fuerza en países tropicales debido a conductas inapropiadas, como exponerse al sol desde la infancia, usar cámaras de bronceado y aplicarse bloqueador solar una sola vez al día.

 

La topografía más frecuente del carcinoma basocelular fue la cara (82.3%) con predominio en la nariz. Este tipo de cáncer afecta a todos los grupos de edad, sin discriminar ocupación o sexo, y la edad más frecuente de aparición es en adultos mayores de 50 años.

Este tumor es de crecimiento lento, con escaso riesgo de metástasis y muy baja mortalidad, pero puede tener gran poder destructivo

 

Las variantes clínicas más frecuentes del carcinoma basocelular son: tumoral (nodular), superficial, esclerodermiforme y pigmentado. (Ver tabla 1 de variantes clínicas e histológicas de carcinoma basocelular en anexos.) (Figura 1, Figura 2 y Figura 3)







 Mientras que las  variantes histológicas son: nodular, superficial, infiltrante, morfeiforme, metatípico o basoescamoso y mixto.

Los carcinomas de células basales localizados en la cabeza y cuello son más propensos a recurrir comparados con los del tronco y extremidades. En una revisión retrospectiva de 27 años de curetaje y electrodesecación los sitios de alto riesgo corresponden a las áreas de "máscara" de la cara, que incluyen la cara central, la región periocular, el párpado, la ceja, la nariz, región perioral, el labio, la barbilla, la mandíbula, la oreja, la región postauricular y la sien, así como las manos, pies y genitales. Las mejillas, la frente, piel cabelluda y el cuello son los sitios de riesgo intermedio, mientras que el tronco y las extremidades tienen el riesgo de recurrencia más bajo.

 

La cirugía se considera el tratamiento de elección del carcinoma basocelular por 2 motivos principales: permite obtener los más altos porcentajes de curación y facilita el control histológico de los márgenes de resección. En el subgrupo de pacientes con carcinoma basocelular de bajo riesgo de recurrencia o con contraindicaciones médicas para la cirugía, las nuevas alternativas de tratamiento no quirúrgico pueden ofrecer un excelente resultado oncológico y cosmético.

 

El carcinoma basocelular es el tumor maligno más frecuente en seres humanos, La incidencia de carcinoma basocelular es mayor en los hombres que en las mujeres, y la incidencia estandarizada a nivel mundial para el año 2000 fue de 93.9/100,000 en hombres y de  77.4/100,000 para mujeres.

 

En México el carcinoma basocelular representa entre el 75 y 80% de los tumores malignos cutáneos.

Se ha asociado a una morbilidad significativa. El principal factor de riesgo es la exposición a la luz ultravioleta; si esta exposición se realiza en la infancia, tiene un alto impacto en el desarrollo del carcinoma en la vida adulta.

 

Por la alta incidencia de esta patología debería ser considerado un problema de salud pública.

Una vez establecido el diagnóstico, surge la oportunidad para prevenir nuevos casos y recurrencia ya que esto conlleva a evitar complicaciones.

El carcinoma basocelular representa una carga económica para los servicios de salud y puede causar una alta morbilidad, ya que la mayoría de las lesiones aparece en lugares visibles del cuerpo que necesitan la intervención de un equipo multidisciplinario para la reconstrucción quirúrgica.

 

Aunque la mortalidad es baja, con altas tasas de curación, el carcinoma basocelular tiene una capacidad destructiva local de gran impacto. Destacan las repercusiones funcionales, laborales, económicas y sociales por las regiones anatómicas afectadas.

 

Los pacientes con el diagnóstico de carcinoma basocelular son considerados como grupo de alto riesgo para el desarrollo de otras neoplasias cutáneas, de ahí la necesidad de contar con los recursos en las diferentes instituciones de salud para la atención oportuna de estos casos.

 

La presente guía servirá de apoyo a los médicos en el diagnóstico oportuno y tratamiento del carcinoma basocelular; la evidencia disponible en esta guía repercutirá de forma directa en el corto plazo en la calidad de vida de los pacientes y a largo plazo disminuirá los costos en salud derivados del tratamiento de la enfermedad.



La dermatoscopia es útil para el diagnóstico clínico de carcinoma basocelular. Un estudio retrospectivo de  609 pacientes de carcinoma basocelular demostró que las lesiones muestran un amplio espectro de  característica dermatoscópicas locales y globales. El observador capacitado mediante la dermatoscopia  puede realizar un diagnóstico con una sensibilidad del 97% y una especificidad de 87%.

 

Se debe realizar biopsia de piel cuando el diagnóstico clínico está en duda o cuando las características histológicas pueden influir en el tratamiento.

 

Se recomienda ante la sospecha clínica carcinoma basocelular realizar biopsia mediante técnica de huso hasta tejido celular subcutáneo incluyendo bordes de la neoformación.

 

La resonancia magnética nuclear muestra una alta exactitud para delimitar la extensión del carcinoma basocelular con una sensibilidad del 100% y una especificidad de 88.5%.

 

Se recomienda el uso de la Resonancia Magnética en caso de tumores de gran tamaño, que puedan comprometer estructuras extracutáneas y de tipo histológico infiltrante o basoescamoso.



Factores pronósticos

 

Los factores pronósticos incluyen:

• Tamaño y topografía del tumor

• Definición de los márgenes

• Características histológicas

• Falla a tratamientos previos y/o tumores recurrentes

• Factores de inmunosupresión

 

Tomando en cuenta estas características se clasifican los carcinomas basocelulares en tumores de riesgo bajo, riesgo intermedio y riesgo alto (Ver cuadro 2)




 

De acuerdo con el tamaño tumoral se considera:

• De bajo riesgo para comportamiento biológicamente agresivo:

Tumores < de 2 cm en topografías de bajo riesgo

Tumores < de 1 cm en topografía de riesgo intermedio y alto.

• De alto riesgo para comportamiento biológicamente agresivo:

Tumores > de 1 cm en topografía de alto riesgo

 

Por topografía son:

• De alto riesgo para recurrencia: nariz y áreas periorificiales de cabeza y cuello

• De riesgo intermedio: frente, mejillas, mentón, piel cabelluda y cuello

• De riesgo bajo: tronco y extremidades.

 

Los tumores con márgenes mal definidos clínicamente son de mayor riesgo de recurrencia que aquellos bien definidos (Por ejemplo, el carcinoma basocelular morfeiforme)

 

En cuanto a las características histológicas se consideran variantes agresivas los subtipos morfeiforme, infiltrante y metatípico; otros datos de agresividad son la invasión perineural y perivascular.

 

Se sugiere definir y clasificar de acuerdo al riesgo de agresividad del tumor basándonos en el contexto clínico del paciente, así como en las características morfológicas e histológicas de los carcinomas basocelulares con fines pronósticos, para elegir la mejor opción de tratamiento y disminuir riesgo de recidivas

 

El manejo de los pacientes con carcinomas basocelulares y la elección de un tratamiento requiere un equipo multidisciplinario, de acuerdo con la condición del paciente y de los recursos disponibles en las unidades de servicios. Los personajes involucrados son el médico familiar, dermatólogo,cirujano oncólogo, radioterapeuta, médico internista, anestesiólogo y patólogo.

 

Es importante tomar en cuenta las preferencias y condiciones de los pacientes al elegir una opción de tratamiento, a veces; la opción más viable o segura no es el tratamiento más eficaz.


TRATAMIENTO QUIRÚRGICO

 

La extirpación quirúrgica completa del tumor con márgenes de seguridad, es el tratamiento de elección en el carcinoma basocelular de bajo riesgo. 

El manejo quirúrgico debe enfocarse en lograr extirpación completa de la lesión, manteniendo la función y de ser posible conservando la anatomía y estética de la zona a tratar.

 

Se sugiere la extirpación quirúrgica estándar en carcinoma basocelular con un margen quirúrgico de 2-3 mm en tumores clasificados de baja agresividad histológica cuando la topografía sea nariz y párpado donde la capacidad de reconstrucción es limitada, y de 3-5 mm en otras áreas afectadas que no tengan esta limitante.

 

Se recomienda la extirpación quirúrgica estándar con márgenes de 3-5 mm hasta tejido celular subcutáneo en carcinoma basocelular de riesgo bajo o intermedio con posibilidad de curación del 95%. 

No se debe considerar necesariamente recidiva de Enfermedad , cuando en el reporte histológico los márgenes quirúrgicos hayan resultado positivos.

 

Cuando se realice una extirpación quirúrgica estándar en tumores de alto riesgo, se recomiendan márgenes 5-10 mm que abarque hasta tejido celular subcutáneo, con técnica de rebanada de pastel, y la reparación posterior sea mediante cierre lineal, injerto de piel o cierre por segunda intención. Cuando la lesión sea de gran tamaño y requiera una reconstrucción amplia, se sugiere cierre por segunda intensión hasta contar con reporte de márgenes y lecho quirúrgicos, lo que permita reintervenir en el momento oportuno.

 

En el caso de que posterior a la extirpación estándar se reporten márgenes o lecho quirúrgico con tumor, y se trate de carcinomas histológicamente agresivos, se recomienda una re-extirpación quirúrgica estándar o cirugía de Mohs.  

Al realizar una extirpación quirúrgica de un carcinoma basocelular se debe solicitar al médico patólogo o dermatopatólogo un reporte detallado de las características histológicas, con especial importancia en los márgenes y lecho quirúrgico, lo cual es necesario para el seguimiento e intervenciones posteriores que se requieran.

 

El manejo quirúrgico de los pacientes puede hacerse en áreas de cirugía ambulatoria bajo anestesia local o tumescente cuando las condiciones generales del paciente y tipo de tumor a tratar lo permita; cuando no es así ameritaría intervención quirúrgica en un área apropiada bajo anestesia general o sedación y con la intervención del equipo médico correspondientes.


Cirugía Micrográfica de Mohs

La cirugía micrográfica de Mohs combina una técnica quirúrgica de cortes horizontales secuenciales, en los  que se va analizando histológicamente a la par los bordes y márgenes quirúrgicos, para preservar la mayor cantidad de tejido sano posible, sus indicaciones son:

 

  1. Tumores mal delimitados o recurrentes a otros tratamientos
  2. Variedades histológicas agresivas (morfeiforme, infiltrante, metatípico)
  3. Carcinomas en topografía de alto riesgo de recurrencia (piel cabelluda, nariz, mentón)

 

Se recomienda la Cirugía de Mohs para carcinomas basocelulares clasificados en base a factores pronósticos de alto riesgo, o cuando el área topográfica no permita extender los límites recomendados para cirugía convencional (por ejemplo, del borde palpebral), también al pretender conservar la mayor cantidad de tejido con fines de mantener la anatomía estética.

 

La cirugía de Mohs es el tratamiento de elección en caso de tumores de alta agresividad histológica que hayan sido previamente extirpados con reporte de margen y lecho quirúrgico tomado.

 

Es importante la capacitación en cirugía de Mohs del personal involucrado en el manejo de estos problemas, para incorporar esta modalidad de tratamiento a la mayoría de los centros de atención.

Curetaje y Electrodesecación

Esta técnica consiste en resecar una lesión mediante rasurado mecánico con bisturí, cureta o electrocauterio y posteriormente cauterizar el lecho quirúrgico; puede requerir más de un tratamiento, y se ha utilizado en carcinomas basocelulares primarios nodulares o superficiales con resultados variables; sin embargo, no es posible confirmar histológicamente si en el lecho quirúrgico persiste actividad tumoral.

 

Se recomienda el curetaje con electrodesecación de carcinomas basocelulares localizados en tronco y extremidades, de variedades histológicas de baja agresividad.

Puede considerarse esta modalidad de tratamiento en los siguientes casos:

• Tumores bien definidos, menores de 1 cm, con variedades histológicas de bajo potencial de agresividad (nodulares, superficiales)

• Topografías de bajo riesgo, como tronco y extremidades

• Cuando exista un operador experimentado en la técnica

 

El rasurado y electrodesecación es un tratamiento que se realiza habitualmente bajo anestesia local, en unidad de cirugía ambulatoria, y aunque no tiene gran dificultad técnica si es necesario que el médico reciba entrenamiento específico para la práctica

 

No se debe utilizar este tratamiento en carcinomas de alto riesgo, por alta probabilidad de recidivas; tampoco en áreas estéticamente delicadas como en la cara, ya que se anticipa que la cicatrización puede no tener resultados cosméticos satisfactorios 

Puede reservarse para pacientes no candidatos a otras modalidades de tratamiento, por su contexto clínico, preferencias o falta de acceso a otras opciones de manejo.


NO CANDIDATOS A MANEJO QUIRUGICO

Se recomiendan como tratamientos de primera línea, de acuerdo con las características clínicas e histológicas del CBC, la extirpación quirúrgica, la cirugía de Mohs, el curetaje más electrodesecación y la radioterapia

 

Se recomiendan como tratamientos de segunda línea, considerando las características clínicas e histológicas del CBC, los siguientes: criocirugía, curetaje más criocirugía, 5-fluorouracilo, imiquimod y la terapia fotodinámica con MAL o ALA.

 

Se recomienda como primera opción de tratamiento, la extirpación quirúrgica, excepto en los casos de adultos con alguna contraindicación.

 

Tratamientos de Superficie

 

 Terapia Fotodinámica (TFD) comparada con Extirpación Quirúrgica

La terapia fotodinámica es una opción de tratamiento para el carcinoma basocelular superficial cuando el tratamiento quirúrgico está contraindicado

La terapia fotodinámica es una opción de tratamiento para el carcinoma basocelular nodular cuando el tratamiento quirúrgico está contraindicado.

 

La terapia fotodinámica es una opción de tratamiento a considerar en adultos con CBC no candidatos a manejo quirúrgico, cuando el tumor sea considerado de bajo riesgo para la recurrencia.

 

Terapia Fotodinámica (TFD) comparada con Criocirugía 

La terapia fotodinámica es igual de efectiva que la criocirugía. Se recomienda la terapia fotodinámica en lugar de la criocirugía, en pacientes con carcinoma basocelular no candidatos a extirpación quirúrgica, cuando el resultado cosmético sea importante para el paciente

 

Terapia Fotodinámica (TFD) comparada con 5-FU comparado con Imiquimod 

Se recomienda el uso terapia fotodinámica (un ciclo de 2 aplicaciones de MAL) o 5-fluorouracilo (2 aplicaciones diarias por 4 semanas) en lugar de imiquimod tópico, en pacientes no candidatos a tratamiento quirúrgico.

Se recomienda el uso del fluorouracilo en lugar de la terapia fotodinámica, en adultos con carcinoma basocelular no candidatos a tratamiento quirúrgico, por su seguridad, en términos de un menor número de episodios de dolor grave.

 

En adultos con carcinoma basocelular no candidatos a manejo quirúrgico, la terapia fotodinámica es una buena opción de tratamiento cuando el paciente no pueda realizar un tratamiento tópico prolongado con 5-fluorouracilo (durante 4 semanas).

 

Imiquimod

Se recomienda el imiquimod como opción de tratamiento, en adultos con CBC no candidatos a tratamiento quirúrgico, sólo en tumores clasificados como de bajo riesgo para la recurrencia, sólo si no se cuenta con la opción de terapia fotodinámica o 5- fluorouracilo tópico

 

Se recomienda el imiquimod como tratamiento de carcinoma basocelular, en aquellos pacientes no candidatos a manejo quirúrgico, cuando la variante clínica e histológica sea superficial.

Criocirugía

 

Criocirugía comparada con Radioterapia

La radioterapia es más efectiva e igual de segura que la criocirugía para el tratamiento de carcinoma basocelular, en pacientes no candidatos a extirpación quirúrgica. Se recomienda su aplicación antes que la criocirugía, por el menor riesgo de recurrencias al año.

 

Criocirugía comparada con Extirpación Quirúrgica

No se recomienda la criocirugía como opción terapéutica para el carcinoma basocelular, en pacientes no candidatos a cirugía, cuando existan otras alternativas disponibles más eficaces.

 

Radioterapia

 

Se recomienda la radioterapia como alternativa terapéutica en pacientes con CBC no candidatos a extirpación quirúrgica. Se recomienda los siguientes esquemas de radioterapia (todos tienen BED3 de 100Gy) (ver cuadro 1) para obtener un buen resultado cosmético:

i. 50Gy / 15 fracciones

ii. 36.75Gy / 7 fracciones

iii. 35Gy / 5 fracciones

 

La radioterapia está contraindicada en pacientes con síndromes genéticos con predisposición a cáncer de piel, como el síndrome de Gorlin y el Xeroderma Pigmentoso. Tampoco se recomienda en adultos menores de 60 años por el riesgo de inducir la aparición de un segundo carcinoma basocelular en el área tratada.

 

La radioterapia se recomienda en adultos con CBC no candidatos a tratamiento quirúrgico, en tumores:

1. con extirpación incompleta,

2. recurrentes,

3. clasificados de alto riesgo para la recurrencia

4. con invasión a hueso y cartílago

5. localizados en orejas, manos, piernas y genitales. (Ver cuadro 1)

 

CARCINOMA BASOCELULAR LOCALMENTE AVANZADO Y METASTASICO

 

Radioterapia

 

Se recomienda la radioterapia en los casos de CBC localmente avanzados y metastásicos, como monoterapia o en combinación con el tratamiento quirúrgico.

 

Quimioterapia

 

Por el momento, no existe evidencia para recomendar la quimioterapia, o la combinación con extirpación quirúrgica y radioterapia para el tratamiento de los casos de CBC localmente avanzado o metastásico.

 

Inhibidores de la vía Sonic Hedgehog (SHH)

 

Se recomienda el uso del vismodegib para el tratamiento del CBC localmente avanzado y metastásico. 

En los casos de CBC localmente avanzado se recomienda el tratamiento con vismodegib previo al tratamiento combinado con cirugía y radioterapia.


Los cuidados generales para pacientes con historia de CBC que se recomiendan son:

• Fotoprotección: con filtros solares de amplio espectro o pantallas solares, además de uso de sombrero, sombrilla y ropa que cubra áreas de riesgo.

• Evitar prácticas que favorezcan el bronceado Autoexploración en toda la superficie cutánea.

 

En condiciones ideales en pacientes con CBC el seguimiento debería ser toda la vida, pero al no poder otorgar este beneficio la mayoría de las instituciones de salud, se ha propuesto seguimiento cada 6-12 meses posterior al tratamiento entre 3-5 años en los siguientes casos:

• Pacientes con alto riesgo de recurrencia

• Tumores recurrentes que recientemente hayan recibido un tratamiento

• Historia de múltiples carcinoma basocelulares.

• Carcinoma basocelular metastásico, y en esta circunstancia el seguimiento debe ser por un equipo multidisciplinario de acuerdo a las necesidades en cada paciente. 

No se recomienda de forma rutinaria el uso de retinoides tópicos y orales como medida de prevención secundaria en pacientes con historia de CBC

 

Existe controversia en la bibliografía en cómo hacer el seguimiento de pacientes con carcinoma basocelular, en esta guía se propone que debe evaluarse por su médico tratante posterior a un tratamiento a los 3, 6 y 12 meses; pasado ese tiempo el seguimiento puede ser anual en el servicio de dermatología hasta completar 3-5 años de acuerdo a las características de cada caso.




Se recomienda referir a especialidad de dermatología a los adultos con sospecha de carcinoma basocelular, que presenten neoformaciones exofíticas con o sin ulceración, asintomáticas, sin respuesta a tratamiento convencional.

 

Se recomienda confirmar la sospecha de carcinoma basocelular con realización de biopsia cutánea, de acuerdo con resultado histológico referir a especialidad de oncología quirúrgica a los pacientes clasificados con alto riesgo de recurrencia.

 

Se recomienda posterior a tratamiento de carcinoma basocelular realizar contrarreferencia para seguimiento por parte de dermatología.




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