ENFERMEDAD HIPERTENSIVA DEL EMBARAZO
La hipertensión es el trastorno medico más común del
embarazo y complican 1 de cada 10 gestaciones. La principal preocupación acerca
de la presión arterial elevada son sus posibles efectos perjudiciales, tanto
para la madre como para el feto.
Un desorden hipertensivo, se diagnostica cuando las
cifras tensionales están por encima de 140x90mm de Hg, después de la semana 20
de gestación, en paciente previamente normotensa, sin proteinuria
Los desórdenes
hipertensivos en el embarazo pueden ser clasificados como:
HIPERTENSIÓN GESTACIONAL:
Hipertensión que se presenta después de la semana veinte de gestación, proteinuria negativa. En el postparto (12 semanas) cifra tensionales normales (Hipertensión transitoria). Cifras elevadas (Hipertensión crónica).
PRE-ECLAMPSIA
Hace referencia a la presencia de cifras tensionales mayores o iguales a 140/90 mmhg, proteinuria mayor a 300 mg/24 h, Creatinina Sérica elevada (>30 mg/mmol), en la gestante con embarazo mayor a 20 semanas o hasta dos semanas posparto.
PRE-ECLAMPSIA CON DATOS DE SEVERIDAD
Cifras tensionales mayor o igual 160x110 mmHg y síntomas con compromiso de órgano blanco. Puede cursar con cefalea, visión borrosa, fosfenos, dolor en flanco derecho, vómito, papiledema, Clonus mayor o igual a 3+, hipersensibilidad hepática, Síndrome HELLP, trombocitopenia (plaquetas menores a 150.000 mm3, elevación de las lipoproteínas de baja densidad (LDL), enzimas hepáticas elevadas (ALT o AST).
ECLAMPSIA
Es una complicación de la pre-eclampsia severa,
frecuentemente acompañada de síntomas neurológicos, que incluye: convulsiones
(eclampsia), hiperreflexia, cefalea, alteraciones visuales (fotopsia,
escotomas, ceguera cortical, vasoespasmo retinal), enfermedad cerebro vascular,
edema pulmonar, abruptio placentae, puede aparecer hasta el décimo día
postparto.
HIPERTENSIÓN
CRÓNICA
Definida como la presencia de hipertensión arterial mayor
o igual a 140- 90 mmHg antes del embarazo, antes de la semana veinte de
gestación o hasta la semana sexta postparto, asociada o no a proteinuria.
HIPERTENSIÓN
CRÓNICA MÁS PRE-ECLAMPSIA SOBREAGREGADA
Hace referencia al desarrollo de pre-eclampsia o
eclampsia en una mujer con hipertensión crónica preexistente.
Los desórdenes hipertensivos están asociados con severas
complicaciones maternas y contribuyen a la mortalidad materna. Asimismo,
incrementan la presencia de parto pretermino, restricción del crecimiento
intrauterino, bajo peso para edad gestacional y muerte perinatal. Se estima que
su incidencia es de 5 a 10%.
El control prenatal de toda paciente embarazada debe
incluir la identificación de factores de riesgo para desarrollo de hipertensión
gestacional y/o preeclampsia, los cuales se deben reconocer de forma oportuna.
Los factores de riesgo reconocidos, asociados a hipertensión
gestacional y preeclampsia incluyen:
- Edad materna
- Paridad
- Raza
- Historia
familiar de pre-eclampsia
- Presión
arterial materna (Presión arterial Media)
- Embarazo
mediante técnicas de reproducción asistida.
- Índice de masa corporal
- Comorbilidad:
- Diabetes
mellitus
- Hipertensión
arterial crónica
- Insuficiencia
renal crónica
- Trastornos
inmunológicos (LES , SAAF)
- Trombofilias
Es recomendable la identificación de factores de riesgo
para preeclampsia, idealmente en el primer trimestre, cuando la prevención
puede tener un impacto benéfico.
Se recomienda la búsqueda intencionada de los siguientes
factores de riesgo asociados a trastornos hipertensivos asociados al embarazo:
- Paridad
- Historia
familiar de pre-eclampsia
- Diabetes
mellitus
- Hipertensión
arterial crónica
- Presión
arterial materna
- Edad
materna
- Índice de masa
corporal
Es recomendable la verificación de los signos vitales, incluyendo
la presión arterial en todas las consultas prenatales.
Es recomendable mantener cifras de presion arterial durante
el primer trimestre:
Sistólica: 115 a 120mmHg
Diastólicas: 65
a 80mmHg.
En aquellas paciente con diagnóstico de SOP previo a la
gestación y/ o resistencia a insulina que tomaban metformina como parte del
tratamiento, es recomendable continuarlo durante la gestación.
Factores feto-placentarios asociados al desarrollo de pre-eclampsia
son: embarazo múltiple, hidrops fetalis no inmune, enfermedad trofoblastica
gestacional, triploidias.
Es recomendable la identificación de factores personales,
cardiovasculares, metabólicos, tromboticos y feto- placentarios, para otorgar
tratamientos personalizados que podrían ofrecer una oportunidad para proveer
una prevención personalizada de los trastornos hipertensivos del embarazo.
Es recomendable el manejo
temprano de la presión arterial, insulino-resistencia, perfil anormal de
lípidos, deficiencia de calcio o hiperhomocisteinemia para favorecer la
reducción de la tasa de preeclampsia en casos seleccionados.
Los algoritmos de predicción de
preeclampsia en el primer trimestre incorporan múltiples factores de riesgo como:
- Personal
- Placentario
- Cardiovascular
- Metabólico
- Trombotico
Es recomendable identificar
grupos de riesgo para desarrollo de trastornos hipertensivos del embarazo, estableciendo
un diagnóstico temprano de la enfermedad y una reducción de las complicaciones asociadas
con preeclampsia.
Se recomienda la identificación
de factores de riesgo maternos, el cálculo de IMC y presión arterial media desde
la primera consulta de control prenatal.
Se recomienda la medición del índice de pulsatilidad de las arterias uterinas y cálculo de IP medio entre la semana 11-13.6, en caso de contar con los recursos (Ultrasonido Doppler y operador capacitado).
Se recomienda que en aquellas pacientes
en quienes se detecte riesgo de hipertensión gestacional y/o preeclampsia
durante el embarazo deben ser vigiladas por el personal médico de primer nivel.
La evaluación de los trastornos hipertensivos en el embarazo incluye la evaluación del riesgo de preeclampsia, la gravedad de la preeclampsia y la presencia de hallazgos relevantes adicionales, incluyendo causas identificables de hipertensión o Enfermedad renal.
Actualmente existen tres métodos
de estimaciones proteinuria. El mas popular es el análisis de la tira reactiva
en orina y es semicuantitativa, la segunda es el "patrón oro"
cuantificación de proteinas en orina de 24 horas, pero está limitado por su
disponibilidad y limitaciones de tiempo, finalmente la tercera es la estimación
de la relación proteína urinaria: creatina (UPCR) en muestras de orina aleatoria,
sin embargo el valor de los puntos de corte de este último método varía de
acuerdo a cada centro hospitalario
Las mujeres embarazadas
con baja sospecha de preeclampsia deben ser evaluadas para la detección de
proteinuria en cada visita prenatal a través de tira reactiva, por lo menos 1
vez al mes.
Las mujeres diagnosticadas
con hipertensión gestacional o hipertensión arterial crónica y embarazo o mujeres
con riesgo elevado para el desarrollo de preeclampsia, es recomendable
solicitar pruebas para la medición de proteinuria (recolección de orina de 24
horas para cuantificar la cantidad de proteinuria) en cada visita de control
prenatal.
Un resultado por
tira reactiva de 1+ requiere confirmación a través de recolección de orina de
24 horas para cuantificar la cantidad de proteinuria, debido a que se correlaciona
con 0.3 g o más de proteinuria.
Si se detecta hipertensión
durante el embarazo en mujeres previamente sanas o en aquellas con alto riesgo
de preeclampsia (>140/90mmHg o proteinuria por tira reactiva en orina >
1+ o cuantificación de proteínas en orina de 24 horas > 300mg/24 horas o
índice de proteina:creatina >0.28), se sugiere evaluar la hospitalización a
corto plazo, para distinguir la hipertensión gestacional, preeclampsia o hipertensión
arterial crónica secundaria y en caso de confirmarse el trastorno hipertensivo
iniciar el tratamiento adecuado.
Es recomendable en
las mujeres jóvenes que son diagnosticadas con hipertensión en etapas tempranas
del embarazo, evaluar causas secundarias de hipertensión.
Los exámenes de
laboratorio recomendados para monitorear a las pacientes con trastornos hipertensivos
del embarazo son: Hemoglobina y hematocrito, recuento plaquetario, AST, ALT, Deshidrogenasas
lactica (DLH), creatinina y en presencia de proteinuria, cuantificación de
proteínas en orina de 24 horas.
La medición de ácido
úrico suele utilizarse como marcador de la gravedad de la preeclampsia.
Para todas las mujeres
con embarazo e hipertensión crónica, es recomendable que reciban una valoración
basal de la función renal, que incluya creatinina sérica, Nitrógeno ureico en
sangre y cuantificación de proteína urinaria en recolección de 24 horas en cada
consulta prenatal
En la mujer con hipertensión
crónica y embarazo se recomienda evaluar el daño en órgano blanco. La evaluación
depende de la gravedad, pero se recomienda incluir la evaluación de la función
renal, la electrocardiografia y la evaluación oftalmológica.
La monitorización
del feto incluye ultrasonido fetal (para evaluar el peso fetal y el volumen del
líquido amniótico), prueba sin estrés (para evaluar la reactividad del ritmo
cardiaco fetal) o la determinación del perfil biofísico (para evaluar el bienestar
fetal).
Amerita hospitalización urgente
aquella paciente que presente: hipertensión severa, dolor en epigastrio, dolor
en hipocondrio derecho, nausea y vómito, aun cuando no se demuestre de manera
inmediata proteinuria.
PROFILAXIS
CON ACIDO ACETIL SALICILICO
Las dosis baja de aspirina (AAS)
se asocian a una mejor invasión trofoblastica a las arterias espirales por
incremento de la producción de factor de crecimiento placentario, disminución
de la apoptosis de las células trofoblasticas , asi como un mejor balance en el
perfil de citosinas .
Se recomienda el uso de AAS a
dosis bajas (80- 150mg) administración nocturna, en pacientes de alto riesgo o
con screening positivo para preeclampsia antes de la semana 16.
No se recomienda la
administración de AAS en pacientes de bajo riesgo, así como el inicio de profilaxis
más allá de la semana 16.
El uso de AAS se debe suspenderse
a la semana 36 de gestación debido a sus efectos en la capacidad de coagulación
neonatal.
Las recomendaciones
para la suplementación de calcio, se basan en ensayos controlados aleatorios que
incluyen al menos 1 g/ d de suplementos orales para las mujeres con una ingesta
dietética baja de calcio, definida como ≤600 mg / día.
No se recomienda el uso de
anticoagulantes como profilaxis para preeclampsia, en ausencia de patología como
trombofilias o síndrome de anticuerpos antifosfolipidos.
TRATAMIENTO
NO FARMACOLOGICO
No se recomienda la restricción de calorías durante el embarazo para mujeres con sobrepeso u obesidad, ya que no se ha asociado con una menor incidencia de preeclampsia o hipertensión gestacional, y la restricción calórica puede contribuir a la cetosis en el feto.
Se recomienda la ingesta
de dietas normosodicas en mujeres de riesgo bajo.
Se recomienda en
las pacientes con bajo riesgo para preeclampsia establecer un plan de ejercicio
de forma individualizada.
TRATAMIENTO
FARMACOLOGICO
HIPERTENSIÓN GESTACIONAL
No todas las pacientes con hipertensión
gestacional requieren tratamiento antihipertensivo.
El tratamiento debe ser
considerado cuando la presión arterial se encuentra persistentemente por arriba
de 90 mmHg.
Por su seguridad para el uso durante el embarazo, se recomienda la metildopa como medicamento de primera línea en el tratamiento de hipertensión gestacional
La metildopa puede tener efectos
secundarios como sedación y alteración de los patrones de sueno por su efecto a
nivel central que disminuye el tono simpático.
Un potencial efecto secundario es
la ligera elevación de enzimas hepáticas, lo que puede causar confusión en el diagnóstico
de complicaciones hepáticas.
Se recomienda el uso de
bloqueadores de canales de calcio como parte del tratamiento de hipertensión gestacional.
Es posible continuar el
tratamiento con bloqueadores de canales de calcio cuando se requiere usar
sulfato de magnesio de acuerdo a criterio médico.
Se debe utilizar hidralazina como
alternativa de segunda línea en el tratamiento de la hipertensión gestacional
tomando en cuenta los posibles efectos secundarios y la dosificación.
HIPERTENSIÓN ARTERIAL SISTÉMICA
Durante el embarazo, el
tratamiento con inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina y los antagonistas
de los receptores de angiotensina 2 están contraindicados, ya que se asocian a daño
fetal.
El uso de diuréticos en la
paciente con hipertensión crónica durante el embarazo se asocia con disminución
volumen de plasma materno, lo que puede condicionar reducción de la perfusión placentaria.
Es recomendable sustituir los
inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA) y los antagonistas
de los receptores de angiotensina 2 (ARA 2), por alfametildopa, nifedipino, o
hidralazina para control de la presión arterial en la paciente con hipertensión
arterial sistémica crónica y embarazo.
Se sugiere mantener las cifras de
tensión arterial por debajo de 130/80 mmHg.
La metildopa para mantener el
control de la hipertensión arterial durante el embarazo es el tratamiento de
primera línea.
Los bloqueadores de canales de
calcio constituyen la segunda línea de fármacos antihipertensivos administrados
durante la gestación.
En la paciente con hipertensión
crónica el objetivo es mantener la presión arterial ≤ 140/90 mmHg.
Cuando existen
condiciones comórbidas el objetivo debe ser mantener la presión arterial ≤130/80
mmHg.
Para las mujeres
con hipertensión gestacional tratada con antihipertensivos, se recomienda
mantener la presión arterial ≤140/90 mmHg
En cada visita prenatal debe
evaluarse las complicaciones de hipertensión crónica en el embarazo por medio
de la medición de la presión arterial, determinación de proteínas en orina, crecimiento
uterino y síntomas maternos de preeclampsia.
La vigilancia prenatal en la
mujer con hipertensión gestacional o hipertensión arterial sistémica crónica se
recomienda cada 2 a 3 semanas.
Se debe
proporcionar consejería con respecto a las estrategias de tratamiento, los
riesgos de la medicación a la mujer embarazada con diagnóstico de trastorno
hipertensivo en el embarazo
La vigilancia para
la restricción del crecimiento fetal que comienzan en el tercer trimestre por
medio de ultrasonido se recomienda realizarlo a intervalos de
2 a 4 semanas,
dependiendo de la presión arterial materna, los medicamentos, las
complicaciones y los hallazgos en las exploraciones previas.
Debido a la asociación
entre la hipertensión crónica y la muerte fetal el perfil biofísico modificado
(incluye prueba de condición fetal sin estrés y medición del
Líquido amniótico)
son pruebas recomendadas cada 1 a 2 semanas. Si el resultado del perfil es
bajo, puede recurrirse al perfil biofísico completo considerando la edad
gestacional, las condiciones maternas y medicación materna para determinar el
momento oportuno de la interrupción de la gestación.
Se recomienda el
inicio de pruebas de bienestar fetal a partir de las 32-34 semanas en pacientes
con trastorno hipertensivo del embarazo controlado, y se puede considerar
realizarlas a edades gestacionales menores si existen condiciones de muy alto
riesgo para la madre y el feto.
La prueba de bienestar fetal sin estrés es recomendable realizarla de forma semanal en embarazos >32 semanas. La recomendación para las pruebas semanales se basa en la baja probabilidad de muerte fetal intrauterina en los 7 días siguientes a una prueba tranquilizadora en la mayoría de las condiciones clínicas.
En las unidades que
cuenten con el recurso, la velocimetría Doppler puede realizarse en la evaluación
de pacientes con trastorno hipertensivo y sospecha de feto con restricción del
crecimiento intrauterino (RICU) o durante el seguimiento de fetos con
diagnostico confirmado de RCIU.
Las mujeres
embarazadas en riesgo de desarrollar preeclampsia deben recibir una orientación
anticipada con respecto a los síntomas de la preeclampsia (incluyendo dolor de
cabeza severo, problemas de la visión (borrosa, destellando) y dolor severo
debajo de las costillas para ser reportado al personal de salud en cada visita
prenatal y preferentemente consignándolo en el expediente clínico.
Se recomienda que en mujeres con hipertensión
crónica y embarazo bien controladas el nacimiento sea considerado entre las 38
y 39+6 semanas de gestación, favoreciendo la via vaginal.
Se recomienda la inducción de
trabajo de parto en mujeres con trastorno hipertensivo controlado después de
las 38 semanas considerando las condiciones obstétricas.
Ameritan hospitalización urgente aquella paciente que presente: hipertensión severa, dolor en epigastrio, dolor en hipocondrio derecho, nausea y vómito , aun cuando no se demuestre de manera inmediata proteinuria.
Se recomienda la referencia de
primer a segundo nivel de atención en casos de paciente con:
Diagnostico
de trastorno hipertensivo en el embarazo.
Datos
clínicos que sugieran la aparición de preeclampsia (cifras tensionales >140/90mmHg,
síntomas visuales, cefalea persistente, dolor epigástrico, proteinuria).
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