DERMATITIS DE CONTACTO
La dermatitis
por contacto es un reacción inflamatoria aguda o crónica que se desencadena por
una repuesta a un agente externo
Existen
dos tipos principales; la dermatitis de contacto irritativa que ocurre por el
resultado del daño directo al estrato corneo por agentes físicos y químicos
llamados contactantes (reacción no inmunológica), y la de tipo alérgica que es una
reacción de hipersensibilidad retardada tipo IV a agentes químicos externos
(alérgenos), que solo ocurre en individuos susceptibles que han sido
previamente sensibilizadas.
Se
estima que la dermatitis de contacto irritativa es responsable del 80% de todos
los casos, siendo el 20% secundario a dermatitis de contacto alérgica. Dentro
de la clasificación de la dermatitis por contacto, existe un subgrupo que
incluye a la dermatitis por contacto fototóxica y fotoalérgica que requiere
exposición a radiación ultravioleta para desencadenar una reacción; así como la
urticaria por contacto que puede ser no inmunológica e inmunológica (mediada
por IgE), que dada su baja frecuencia no son motivos de esta revisión.
Los alérgenos más frecuentes son el níquel
(8.6%), el timerosal y la combinación de fragancias. La
dermatitis de contacto es la tercera causa de enfermedades ocupacionales,
representando del 70 al 90% de las causas laborales que afectan la piel.
Existen factores predisponentes para el
desarrollo de dermatitis por contacto, estos son una combinación de
factores relacionados con el individuo (endógenos) o el ambiente (exógenos).
Dentro
de los factores endógenos encontramos:
Edad: considerando que hay
disminución de la reactividad cutánea a mayor edad.
Sexo: se ha visto que es más
común en mujeres por mayor exposición a agentes, así como por la propia
susceptibilidad individual.
Topografía: la
cara, el dorso de las manos y pliegues interdigitales son los que están más
expuestos a irritantes químicos.
Atopia: personas con
antecedente de dermatitis atópica debido a la alteración en la barrera cutánea.
Factores genéticos:
estudios en gemelos indican que puede existir mayor susceptibilidad
independientemente de la atopia.
Los
factores ambientales más comunes son temperatura, humedad y oclusión debido a la
alteración de la barrera cutánea que favorece la penetración de sustancias
irritantes y alérgenos.
Entre las causas más frecuentes de dermatitis por contacto irritativa encontramos a los cosméticos, jabones, detergentes, productos en aerosol, cemento y pegamento, entre otros.
Existen
profesiones de mayor riesgo para el desarrollo de este problema y en algunos
casos puede tener un origen ocupacional. Dentro de los irritantes laborales
podemos distinguir los irritantes inmediatos que son sustancias corrosivas que
provocan la aparición de lesiones a los pocos minutos de la exposición, y los
irritantes acumulativos como los disolventes que provocan lesiones tras una
exposición repetida con un periodo de latencia de días, semanas o meses.
Los
alérgenos responsables de dermatitis de contacto son pequeñas moléculas que al
ser identificados por las células de Langerhans inducen una respuesta
inflamatoria mediada por linfocitos T con un perfil de citoquinas específico,
es necesario que un individuo se exponga en más de una ocasión a la molécula
para inducir esta respuesta de hipersensibilidad, depende de la cantidad,
duración y frecuencia de la exposición así como el sitio de aplicación el
tiempo en que se desarrolle este fenómeno, que puede ser desde pocos días a
meses o años.
Los
sensibilizantes pueden variar de acuerdo a la población estudiada y su estilo
de vida, de tal manera que en un estudio en población española se observó que
los sensibilizantes más frecuentes son: cromo, níquel, formaldehído, cobalto,
plásticos, resinas acrílicas, cosméticos y medicamentos. El estilo de vida y ocupación de las personas
es fundamental en la historia clínica dirigida para el estudio de las
dermatitis por contacto
A nivel
mundial la dermatitis por contacto es una de las diez dermatosis más frecuentes
tanto en niños como en adultos.
En la
mayor parte de los casos es una enfermedad crónica cuyo principal factor de
riesgo es la exposición laboral a sustancias irritantes y/o sensibilizantes.
Las formas graves de la dermatitis por contacto tienen un alto impacto en la calidad
de vida del paciente, independientemente si es una dermatitis de contacto
irritativa o alérgica. De hecho, cuando la topografía afectada son las manos,
ésta enfermedad puede ocasionar incapacidad y pérdida de la actividad laboral
de quien la padece.
En
estos pacientes, principalmente en los hombres, se ha detectado una prevalencia
alta de ansiedad y depresión cuando existe un desencadenante ocupacional.
Además
del impacto en la vida del paciente, la dermatitis por contacto tiene una
repercusión en los costos directos e indirectos de la atención médica cuando se
retrasa la identificación del agente causal.
Lo
anterior demuestra que el retraso en la identificación del agente irritante o
sensibilizante dificulta que el paciente pueda evitarlo y de esta forma
prolonga el cuadro clínico y las repercusiones psicológicas y laborales de la
enfermedad.
El
cuadro clínico de la dermatitis por contacto se caracteriza por eritema,
escama, vesículas y ampollas durante la fase aguda; mientras que en la fase
crónica se presenta la liquenificación y fisuras.
La
morfología de la dermatitis alérgica de contacto, también denominada eczema de
contacto alérgico, es eritema, pápulas, edema y posiblemente vesículas. En una
etapa
posterior, si la exposición al alérgeno continúa, la dermatitis puede volverse
crónica y presentarse con escamas, fisuras y liquenificación.
Ninguna
clasificación del eczema es completamente satisfactoria y no es exclusiva de la
dermatitis por contacto, sin embargo es la manifestación clínica más común;
Sehgal en su revisión simplifica las etapas en:
1. Aguda: las características
clínicas van desde el eritema hasta la dermatitis florida con eczema,
inflamación, vesículas dolorosas, exudado, formación de ampollas y necrosis
tisular.
2. Subagudo:
caracterizado por eritema, pápulas y costras.
3. Crónica:
liquenificación caracterizada por engrosamiento exagerado de la piel, escama e
hiperpigmentación.
La
clasificación anterior es fácil de entender y facilita el enfoque del
tratamiento. (Ver Figuras 1 a 4)
Durante
el curso del tratamiento, deben vigilarse las posibles variaciones del cuadro
clínico. Se propone como variantes:
1. Dolor crónico,
2. Manifestación
cutánea recurrente, manifestación cutánea hiperqueratósica, pulpitis y eczema
interdigital.
PRUEBA DEL PARCHE
El
pilar del diagnóstico en la dermatitis por contacto alérgica es la prueba del
parche. Esta prueba tiene una sensibilidad y especificidad que oscila entre el
70% y 80%.
Se recomienda el uso de la prueba del parche como prueba diagnóstica en pacientes con sospecha clínica de dermatitis por contacto de tipo alérgico.
La
prueba del parche deberá de emplearse en la identificación del agente causal.
En
varias revisiones, diversos autores concuerdan en describir como indicaciones
para realizar la prueba de parche las siguientes:
1.
Localización en manos, pies, cara y párpados, así como presentaciones
unilaterales.
2.
Ocupaciones de alto riesgo. (Ver Cuadros 2 y 4)
3.
Dermatitis de etiologia desconocida.
4.
Empeoramiento de una dermatitis previamente estable;
5.
Falla al tratamiento y
6.
Otras afecciones que pueden simular una reacción alérgica de contacto tales
como eritema multiforme, liquen plano, psoriasis y reacciones granulomatosas o
linfomatoides.
La
interpretación de la prueba del parche deberá de ser realizada por dermatólogos
ó alergólogos con adiestramiento formal en la interpretación de resultados.
En las
revisiones realizadas por la Sociedad Europea de Dermatitis por Contacto y en
la de la Academia de Alergia, Asma e Inmunología coinciden en posponer la
prueba del parche en pacientes que presenten las siguientes condiciones:
-Dermatitis
grave y generalizada,
-Tratamiento
inmunosupresor sistémico,
-Dermatitis en la espalda u otras áreas del
cuerpo elegidas para aplicar pruebas de parche,
-Sitios
tratados recientemente con corticoesteroides tópicos, 7 días son considerados
adecuados;
-Exposición
UV reciente del área de prueba.
No
existe evidencia que contraindique la aplicación de la prueba del parche
durante el embarazo, como precaución se sugiere posponerla.
La
prueba del parche es útil en el diagnóstico de dermatitis por contacto alérgica;
sin embargo, en muchos de los casos existen pruebas falsas positivas para el
níquel cobalto, timerosal y fragancias
Se
sugiere que todo paciente se aplique humectantes en diversos momentos del día,
independientemente si el problema se encuentra controlado o activo y/o utiliza
otro tratamiento tópico farmacológico.
La
dermatitis aguda es generalmente húmeda y requiere tratamiento con una
preparación hidrofílica (geles, lociones, cremas), mientras que la dermatitis
crónica comúnmente requiere ungüentos como petrolato sólido ó emolientes con silicona
y glicerol.
Se
recomienda elegir los emolientes en base al cuadro clínico de la dermatitis por
contacto.
Se
recomienda implementar cuidados especiales de manos como medidas preventivas y
de control en casos de dermatitis por contacto ya sea en área laboral o para
las tareas diarias. (Ver cuadro 6)
El uso de fomentos secantes como polvos coloides o sulfato de cobre, y pastas secantes como óxido de zinc, es de utilidad en caso de dermatitis agudas con lesiones húmedas y costras, los cuales además de mejorar los síntomas ayudan a disminuir riesgo de sobreinfecciones.
Se
deberá evitar la sustancia(s) irritante o sensibilizante (alérgeno) que sean
responsables de la dermatitis por contacto, así como otras sustancias o
prácticas de riesgo para prevenir sensibilización secundaria.
Se
deberán utilizar los esteroides tópicos de mediana y baja potencia en el
tratamiento inicial de la dermatitis por contacto sintomática.
Se
deberá considerar al elegir el esteroide tópico la topografía de las lesiones:
en cara, pliegues y genitales de baja potencia; áreas como palmas y plantas de
alta potencia. El tiempo debe ser el conveniente para prevenir la atrofia (ver
cuadro de esteroide tópicos)
Se debe determinar y dejar claro al momento de la atención al paciente la cantidad de medicamento que debe aplicar por zona y la duración del tratamiento, con el fin de conseguir una mejoría rápida, tratando de limitar efectos adversos
Se
recomienda el uso de esteroides tópicos e inhibidores de la calcineurina para
la restauración de la barrera cutánea, que justifica el tratamiento en los
casos de eccema crónico, donde predomina liquenificacion, fisuras y escama.
Los
inhibidores de calcineurina como tacrolimus y pimecrolimus, inhiben la
actividad de los linfocitos T y células de Langerhans, que se traduce en un
efecto antinflamatorio directo en la piel sin los efectos adversos de los
esteroides tópicos, por lo que se plantea como una opción de tratamiento en el
eccema.
Los
inhibidores de calcineurina son una opción de tratamiento antinflamatorio por
periodos de tiempo más prolongados que los esteroides tópicos, con un buen
perfil de eficacia y seguridad en pacientes con dermatitis por contacto.
Se
deberá además de instaurar un tratamiento farmacológico en dermatitis por
contacto, investigar la causa específica y evitarla, de no ser asi el control
de la enfermedad será pobre aún con un tratamiento específico.
El
tratamiento tópico que incluye intervenciones no farmacológicas y
farmacológicas es en la mayoría de los casos suficiente para el control y/o
curación de la dermatitis por contacto, pero es necesario asegurarse de la
adherencia al tratamiento, de lo contrario se podría clasificar como refractaria
aunque no lo sea.
Corticosteroides (Eficacia)
Se
recomienda el uso de corticosteroides sistémicos en casos graves de dermatitis
por contacto, el que se sugiere es la prednisona a dosis de 0.5 mg/kg/día, sin
exceder los 60 mg/día, durante los primeros 7 días. Posteriormente reducir el
50% de la dosis los siguientes 7 días y suspenderlo entre las 2 semanas
siguientes.
Antihistamínicos (Eficacia)
No se
recomienda el uso de antihistamínicos orales en el tratamiento de la dermatitis
por contacto en adultos.
Azatioprina (Eficacia)
Se
recomienda el uso de la azatioprina como segunda línea de tratamiento para la
dermatitis por contacto crónica y con
tendencia a la generalización, en los pacientes cuyo alergeno causal sea
imposible de evitar o cuyo origen sea ambiental.
La
dosis recomendada es de 100 mg/dia dividida en 2 tomas vía oral hasta por 6
meses. En algunos pacientes, puede indicarse la dosis de 300 mg por semana.
Se
recomienda que antes de considerar el tratamiento farmacológico con azatioprina
en adultos con dermatitis por contacto se insista en las medidas generales del cuidado
de la piel y evitar el agente causal.
Se
recomienda solicitar biometría hemática completa y pruebas de función hepática
y renal antes del inicio del tratamiento con azatioprina y repetir estos
estudios de laboratorio cada 3 meses durante el mismo con la finalidad de
detectar eventos adversos.
Metotrexato (Eficacia)
Se
recomienda el uso del metotrexato como segunda línea de tratamiento para la
dermatitis por contacto crónica y con tendencia a la generalización. La dosis
recomendada es de 15 mg/semana hasta por 6 meses.
Se
recomienda suspender el metotrexato en caso de eventos adversos graves como
mielosupresión y hepatotoxicidad.
Ciclosporina (Eficacia)
Se
recomienda el uso de ciclosporina a una dosis de 3 mg/kg/día hasta por 8
semanas en el tratamiento de la dermatitis por contacto en adultos con
dermatitis atópica.
Su uso
se sugiere en casos de dermatosis generalizada.
Alitretinoína (Eficacia)
Se
recomienda el uso de alitretinoína vía oral a una dosis de 30 mg/día en el
tratamiento de la dermatitis por contacto en manos resistente a tratamiento con
esteroides tópicos de larga evolución.
Se
recomienda solicitar un perfil de lípidos completo antes y durante el
tratamiento con alitretinoína en adultos con dermatitis por contacto en manos.
Se
recomienda referir al dermatólogo a los pacientes que requieran pruebas al
parche. El dermatólogo debe contar con un entrenamiento formal de al menos 6
meses en la realización de este tipo de pruebas o en una unidad de
investigación sobre esta enfermedad.
En las
instituciones en las que las pruebas al parche las realice el alergólogo, el
dermatologo valorará la referencia de los pacientes con dermatitis por contacto
alérgica para la identificación del alergeno.
Se
recomienda referir al dermatólogo a los adultos con dermatitis por contacto
recidivante en manos y/o que tengan más de 3 meses de evolución, para valorar
la realización de las pruebas al parche.
Se
recomienda una vigilancia estrecha de los aduttos con dermatitis por contacto
que requieran tratamientos con esteroides tópicos de forma continua durante más
de 6 semana
Se
recomienda referir al dermatólogo a los adultos con dermatitis por contacto en
manos que requieran tratamiento con esteroides tópicos por más de 3 meses.
Se
sugiere que después de 6 semanas de tratamiento continuo se cambie a un
tratamiento intermitente, es decir, una aplicación 3 veces por semana en días
alternos.
Se recomienda referir al dermatólogo a los adultos con dermatitis por contacto que después de 4 semanas de tratamiento con esteroides tópicos de forma continua no presenten una mejoría de al menos el 50%.
Se
recomienda referir al dermatólogo a los adultos con dermatitis por contacto que
presenten recidivas del cuadro clínico inmediatamente después de la suspensión del
tratamiento farmacológico tópico.
Se
recomienda referir al dermatólogo a los adultos con dermatitis por contacto
generalizada, principalmente aquellos con topografía en cara, cuello y
extremidades superiores.
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