PATOLOGIA DEL CUERPO UTERINO Y ENDOMETRIAL
Mioma es un tumor benigno compuesto
fundamentalmente de fibras musculares
lisas, son los tumores más frecuentes de todo el tracto genital femenino y,
probablemente el tumor benigno más habitual de la mujer.
Tiene una prevalencia de un 20 a 25%
en la raza caucásica signo mayor en la raza afroamericana.
La edad de máxima incidencia se
establece entre los 35 y 54 años. Suelen ser múltiples en la mayoría de las
ocasiones.
Factores de riesgo
- Edad entre 20 a 70 años mayor incidencia de los 35 a los 45 años
- Nuliparidad
- Obesidad y sobrepeso
- Menopausia tardía
- Menarquia temprana
- Tumores ováricos productores de estrógenos
- Anticonceptivos orales
Etiopatogenia
Se desconoce la etiopatogenia de los
miomas, aunque se acepta que tanto los estrógenos como la progesterona aumentan
el tamaño de los miomas ya que tienen involucionar tras la menopausia.
Clasificación
Según su localización, se distinguen
los siguientes tipos:
Miomas subserosos 40%: situados bajo el peritoneo visceral uterino. Pueden alcanzar gran tamaño siendo por su
localización poco sintomáticos.
Miomas intramurales 55%: son los más frecuentes y proliferan en la porción central
del miometrio.
Miomas submucosos de 5 a 10%: realizan protrusión en la cavidad uterina, por lo que son
más sintomáticos pueden ser pediculados y procesarse a través del orificio cervical
(se habla entonces de mioma parido)
Cambios degenerativos
Los cambios degenerativos son debidos
a alteraciones vasculares, infecciones o degeneración.
Degeneración hialina 65%
Es el más frecuente se sustituye el
tejido miomatoso por material hialino acelular. Sucede con más frecuencia en
los miomas subserosos.
Degeneración quística 4%
El tejido hialino se licúa y forma
cavidades quísticas.
Degeneración roja
Es una forma de
defender a Sión por necrosis qué ocurre cuando el mioma crece mucho en poco
tiempo, por lo que se produce un infarto muscular agudo que provoca dolor e
irritación peritoneal. Es la degeneración más frecuente durante el embarazo.
Degeneración maligna sarcomatosa: es
poco habitual.
Clínica
Alrededor de un 50% 80% de los miomas
son asintomáticos, por lo que supone un hallazgo casual en la exploración
ginecológica en una ecografía. En los casos sintomáticos la clínica es variable
en función del tamaño, de la localización y del número de miomas.
Hemorragias uterinas:
Constituyen el síntoma más frecuente.
Las más intensas son las debidas a miomas submucosos, aunque los miomas
intramurales también puede producir metrorragia. Suelen provocar un aumento en
la cantidad y la duración de menstruación (menorragia) es más raro que
ocasionen sangrados intermenstruales irregulares.
Dolor: puede ser crónico y
persistente con sensación de pesadez o agudo originado por la torsión de miomas
pediculados.
Síntomas de compresión
El aumento del tamaño del útero puede
producir compresión de otros órganos vecinos como vejiga, recto, uréteres e
intestino.
Anemia: es frecuente la anemia microcítica
hipocrómica secundaria e hipermenorrea. Es posible que exista poliglobulia, así
como trombocitosis.
Embarazo y mioma
Infertilidad: el mioma puede impedir
la información o la implantación. El riesgo de aborto aumenta.
Crecimiento: el 20% de los miomas
crecen durante el embarazo y regresan tras el parto, sufriendo de nuevo una
fuerte influencia hormonal.
Degeneración roja
Por un rápido crecimiento del mioma,
suele aparecer durante el embarazo.
Parto: está aumentado la incidencia
de partos pretérmino, abrupto placentae, anomalías de la presentación fetal
(transversa y nalgas) dolor, distocias dinámicas, retención de placenta,
etcétera. Si la situación baja del mioma impide el parto vaginal, estará
indicada cesárea.
Una mujer que se ha realizado
miomectomia tiene riesgo de placenta previa o rotura uterina.
Diagnóstico
Historia clínica y exploración
física:
La sintomatología orienta y, por tacto
bimanual, se detecta tamaño forma y consistencia se palpan mejor los miomas subserosos
(son accesibles a la exploración)
Exámenes de laboratorio
Ultrasonido transvaginal
Es el método más útil ya que es
posible determinar tamaño localización y complicaciones. Presenta una
sensibilidad del 85% para detectar miomas de 3 centímetros o más.
H
Se realiza en casos en los que los
estudios no son concluyentes es útil para diagnosticar y tratar los miomas
submucosos.
Resonancia magnética: es útil en
casos con dificultad para realizar el diagnóstico presenta mayor especificidad
y sensibilidad que ultrasonido o que el coste es la gran limitante.
Tratamiento
El tratamiento dependerá de la
sintomatología del deseo de descendencia y el tamaño del útero.
Conducta expectante: en miomas pequeños y asintomáticos con revisiones periódicas cada seis
meses. También en miomas durante el embarazo.
Embolización:
es una alternativa a la miomectomía, sintomáticos muy vascularizados y no
pediculados (fundamentalmente intramurales)
o en miomas recidivantes ya
sometidos a cirugía. Consiste en la
localización de las arterias uterinas mediante la introducción de contraste a
través de un catéter insertado en arteria femoral. Una vez localizada, se
introducen pequeñas partículas embolizantes que producen esquemas en el tejido
del mioma reduciendo así su tamaño.
Tratamiento médico
Análogos de la GnRh: disminuyen el volumen y la
vascularización de los miomas. No
producen muerte celular y por ello al finalizar el tratamiento vuelven a
crecer, por tanto, los efectos beneficiosos del tratamiento no son temporales.
Las ventajas de la utilización de los
análogos previos a la cirugía son las siguientes: disminuye la hemorragia
intraoperatoria, facilitan la resección laparoscópica de miomas subserosos
inducen atrofia endometrial por lo que posibilitan su resección histeroscópica
en caso de miomas submucosos.
También pueden utilizarse cuando están
contraindicados el tratamiento quirúrgico. Otros tratamientos utilizados son
sintomáticos: AINES, antifibrinolíticos como el ácido tranexámico para
disminuir la cantidad de sangrado preparados con hierro para la anemia y
analgésico.
Tratamiento quirúrgico puede ser conservador y radical
Conservador miomectomía
Mujeres jóvenes sin paridad
satisfecha sintomáticas y o miomas de Gran tamaño mayor de 6 cm
El abordaje quirúrgico de la
miomectomía puede realizarse por laparotomía o por histeroscopia, en mioma submucosos. La laparotomía por vía
abdominal ha demostrado ser la técnica de elección.
La histerectomía total es la extirpación
del conjunto del cuerpo uterino y del cérvix, mientras que la subtotal o
supracervical es solamente la extirpación del cuerpo uterino.
Indicaciones de la histerectomía
La cirugía radical histerectomía está
indicada en pacientes con deseos reproductivos cumplidos y en las siguientes
patologías: miomatosis (mioma sintomáticos o de Gran tamaño o si fracasa el
tratamiento conservador) adenomiosis, hiperplasia endometrial, endometriosis,
hemorragia uterina anormal y dolor pélvico crónico relacionado herencias en la
enfermedad pélvica inflamatoria.
En mujeres con patología benigna de
útero se recomienda como primera opción de tratamiento quirúrgico histerectomía
vaginal (puede realizarse en la mayoría de los casos sin prolapso uterino)
debido al menor número de complicaciones presenta menor tiempo quirúrgico y
menor incidencia de morbilidad.
En el tratamiento de la endometriosis
se considera la histerectomía con doble salpingooforectomía como tratamiento
quirúrgico definitivo, con el tratamiento farmacológico no ha sido eficaz, la
sintomatología interfiere con el estilo de vida y la paciente presenta deseo
reproductivo satisfechos.
Los agonistas de la hormona
liberadora de gonadotropinas son ampliamente utilizados para el tratamiento
preparatorio de los miomas uterinos, tanto para la miomectomía como la
histerectomía ya que produce una reducción significativa del tamaño uterino
administrado 2o 3 meses previos a la cirugía; pueden cambiar el abordaje
quirúrgico, mejorar los parámetros hematológicos a la industria amenorrea,
acortar tiempo quirúrgico, ideal pérdida sanguínea y dolor postoperatorio.
Son protrusiones benignos del
endometrio contienen abundantes vasos sanguíneos por lo que son causa frecuente
de metrorragia en la menopausia la transformación maligna de pólipo endometrial
es rara aunque es frecuente la sucesión con adenocarcinoma de endometrio (10 a
13%).
Clínica
La edad más frecuente de aparición es entre los 30 y los 60 años. El síntoma más habitual es la metrorragia aunque a menudo son asintomáticos
Diagnóstico
Es anatomopatológico aunque la
ecografía transvaginal o la histeroscopia puede poner ante la sospecha.
Tratamiento
El tratamiento consiste en la
extirpación quirúrgica mediante histeroscopia, por lo que se organiza estudio histológico
para descartar malignidad siempre (en casos seleccionados de mujeres
asintomáticas, se puede adoptar una conducta expectante con control periódico)
Es un trastorno que consiste en la
proliferación del endometrio por acción de los estrógenos sin el efecto
compensador de la progesterona. Es una enfermedad que se da fundamentalmente
mujeres con ciclos anovulatorios.
Sospecha de hiperplasia endometrial:
- Posmenopáusicas
- Pesó mayor igual de 90 kg
- Antecedentes de infertilidad más nuliparidad
- Historia familiar de cáncer de endometrio Colón
- DM2
- Terapia con tamoxifeno
Anatomía patológica
Hiperplasia
simple
La hiperplasia simple presente un
endometrio con alteraciones en la arquitectura de la glándula y puede mostrar
chistes que dan aspecto de queso suizo
Hiperplasia
compleja
En ella hay un aumento en el número
del tamaño de las glándulas endometriales con un estroma más escaso entre ellas.
Hiperplasia
simple con atipias
Para lecciones de hiperplasia simple
se asocian atipias celulares
Potencial
evolutivo
Entre el 1 al 3% de las hiperplasia
sin atipia desarrollarán un carcinoma endometrial
La hiperplasia atípica puede
considerarse precursora del carcinoma endometrioide pero no de otros tipos histológicos
que son los de peor pronóstico.
Factores de riesgo
En general se acepta los mismos
factores de riesgo que para el adenocarcinoma de endometrio: obesidad,diabetes,
hipertensión, anovulación, hemorragia disfuncionales perimenopáusicas y la
administración de estrógenos no compensados con progesterona.
Diagnóstico
El diagnóstico es anatomopatológico.
Ante la sospecha de patología endometrial por la presencia de clínica
(metrorragia perimenopáusica o posmenopáusica) o por hallazgos ecográficos
(engrosamiento endometrial mayor o igual a 4 mm en mujeres posmenopáusicas o
superior a 2 mm en mujeres postmenopáusicas o superior a 2 mm en mujeres
premenopáusicas) es obligatorio obtener material para estudio
anatomopatológico.
El método de diagnóstico de elección
es la histeroscopia biopsia, ya que ofrece la ventaja de visualizar la calidad
a la hora de realizar la biopsia otros métodos también no tienes una negra o
fraccionado o las cánulas flexibles tipo córnier o pipelle.
Tratamiento
Los dos factores más importantes a
tener en cuenta a la hora de elegir el tratamiento adecuado son edad de la
paciente y las características histológicas de la lesión.
Hiperplasia con atipia se realizará
extracto mía por el riesgo de degeneración maligna
Hiperplasia sin atipia
Mujeres en edad fértil y con deseos
de descendencia inducir la ovulación
Mujeres en edad fértil sin deseos de
gestación: se disponen de múltiples opciones que se individualizarán en cada
caso. Se pueden utilizar gestagenos, DIU levonorgestrel, tratamiento combinado
estrógenos gestagenos, danazol, análogos de la GnRh, las mujeres que rechacen
en tratamiento médico o en las que persista la hiperplasia pesar del
tratamiento médico se ofertará histerectomía.
Mujeres perimenopáusicas o
posmenopáusicas
Es posible utilizar gestageno durante
3 meses o tratamiento quirúrgico histerectomía.
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