ABDOMEN AGUDO
El término
abdomen agudo se aplica a cualquier dolor abdominal de inicio repentino (aunque
la evolución clínica de los síntomas puede variar desde minutos a semanas) que
presenten signos de irritación peritoneal, por lo que son imprescindibles ambos
datos para su diagnóstico. También se
incluyen las agudizaciones de procesos crónicos como pancreatitis crónica,
insuficiencia vascular, etcétera. Con frecuencia, se utiliza erróneamente como
sinónimo de peritonitis o de afectación que precisa intervención quirúrgica de
urgencia.
Lo más
importante en la valoración del paciente con abdomen agudo es la historia
clínica y la exploración física. Las pruebas de laboratorio y las de imagen
ayudan a confirmar o excluir posibles diagnósticos, pero nunca deben sustituir
al juicio clínico. Todo ello ayudará a tomar la decisión quirúrgica. Son
muchísimos los cuadros intraabdominales y extraabdominales que pueden causar
abdomen agudo y muchos de ellos no precisan cirugía como son la neumonía basal,
infarto agudo del miocardio,cetoacidosis diabética ,porfiria aguda
intermitente, enfermedad inflamatoria pélvica y diverticulitis aguda etcétera.
Por ello,
la indicación quirúrgica en un abdomen agudo vendrá por el grado de sospecha
que se tenga de la causa y la situación clínica del paciente. La buena
situación del paciente permite la utilización de pruebas complementarias
encaminadas a aclarar el cuadro. Si no ayudan y el cuadro persiste indicará laparotomía,
así como en pacientes con signos de gravedad.
La
progresión de un dolor sordo, mal localizado hacia otro agudo, mejor localizado,
se relaciona con la progresión de la patología y sugieren la necesidad de
intervención quirúrgica.
Se
denomina defensa abdominal y la contracción refleja de los músculos de la pared
abdominal que se produce en caso de inflamación del peritoneo. Se puede
detectar por simple palpación de los músculos.
La
irritación peritoneal es el proceso inflamatorio general o localizado de la
membrana peritoneal secundaria a una irritación química, invasión bacteriana,
necrosis local o contusión directa.
Como toda
patología en urgencias, se debe valorar si la presencia de inestabilidad
hemodinámica los obliga a descartar dos causas principales como son un
aneurisma de aorta abdominal disecado, o en su defecto, un infarto agudo de
miocardio
Si el
paciente está estable, de igual forma se debe descartar un infarto de miocardio
en pacientes con factores de riesgo, una aneurisma en aorta en un paciente con
masa palpable pulsátil en el abdomen.
El dolor
abdominal con datos de irritación peritoneal se debe identificar si es de tipo
difuso o localizado. Sí es difuso o de difícil identificación será prudente,
con base a la sospecha diagnóstica de la anamnesis, solicitar exámenes de
extensión para verificar el patrón neumático, cómo puede ser una radiografía de
abdomen en dos posiciones y una radiografía de tórax pensando en una función
intestinal o perforación de víscera hueca, exámenes para verificar la presencia
de líquido libre en el abdomen (ultrasonido, tomografía). Si el dolor es
localizado con datos de irritación peritoneal o defensa abdominal, se debe
evaluar por cuadrantes para identificar la causa más probable.
Hipocondrio derecho:
Posible presencia de
abscesos hepáticos, o si es un dolor que corta la inspiración a la palpación De
esta zona signo de Murphy nos puede hacer pensar en su patología de la vesícula
biliar, los cuales son corroborados por un ultrasonido.
Fosa
ilíaca derecha:
El dolor a la descompresión (signo de blumberg) o a la
defensa abdominal en esta zona nos debe hacer pensar en varias posibilidades;
primero, en mujeres se han de realizar exámenes de extensión de imagen para
descartar a patologías anexiales, del apéndice cecal, embarazo ectópico, entre
otras; mientras qué nombre se debe valorar la presencia de molestias
inguinoescrotal, ya que éstas pueden presentarse en la fosa ilíaca derecha por
irradiación del dolor.
Fosa
ilíaca izquierda:
Es de características parecidas al de la fosa ilíaca
izquierda, sin embargo, en paciente de más de 50 años se debe sospechar la
presencia de diverticulitis.
Hipocondrio
izquierdo:
En la región esplénica como complicación con un absceso o
incluso con una rotura esplénica sobretodo asociada a infección del virus Epstein
barr.
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