CANCER DE ENDOMETRIO



CÁNCER DE ENDOMETRIO


La incidencia del cáncer de endometrio aumentado en los últimos años. Es más frecuente por encima de los 50 años con un pico máximo a los 70 años.



Paridad: la infertilidad o nuliparidad posee un mayor riesgo.

Ciclo menstrual: la menarquia precoz, la menopausia tardía y los ciclos anovulatorios aumentan la incidencia, ya que la anovulación somete el endometrio a un estímulo constante estrogénico sin oposición de progesterona.

 

Obesidad: las mujeres obesas convierten los andrógenos a estrógenos en la grasa periférica. La estrona aunque es menos potente que el estradiol, es un estrógeno y, como tal estimula el endometrio aumentando, el riesgo relativo de padecer un cáncer de endometrio a medida que la masa corporal se eleva.

 

Diabetes, hipertensión y dieta rica en grasa animal.

 

Factores hormonales: los estrógenos aislados administrados sin gestágenos durante largos periodos, posiblemente inducen la aparición de cáncer en endometrio.

El tamoxifeno, que se administra como tratamiento complementario en pacientes con cáncer de mama, también parece aumentar la incidencia (pertenece al grupo de los SERM; actúa como antiestrógeno en la mamá pero con acción estrogénica en el endometrio, favoreciendo  la hiperplasia).

Enfermedades ováricas mayor riesgo de cáncer de endometrio cuando existen humanos en las células de la granulosa - teca.



Anticonceptivos orales combinados.

Tabaquismo.



El cáncer endometrio se clasifica en dos tipos los cuales desde el punto de vista epidemiológico y pronóstico no guarda relación uno con otro.

 

Tipo 1: Adenocarcinoma de tipo endometrioide,hormonodependiente y desarrollado por la secuencia hiperplasia-carcinoma. Se relaciona con exposición a estrógenos. Presenta un buen pronóstico en general, con una lenta evolución.

 

Tipo 2: se trata de tumores de alto grado que histológicamente corresponden a los carcinomas de tipo seroso y de células claras. Es más frecuente en la posmenopausia su relación con la exposición a estrógenos. Su evolución es más agresiva y de pronóstico que el tipo 1, ya que suele diagnosticarse en estadios más avanzados.








El cáncer de endometrio es una neoplasia que produce síntomas aún en sus estadios más precoces, siendo el síntoma más común el sangrado uterino anormal. Únicamente del 1 al 5% de las pacientes pueden estar así temáticas en el momento del diagnóstico.

 

Se debe sospechar en mujeres con las siguientes condiciones clínicas:

 

  • Sangrado uterino anormal en pacientes con factores de riesgo
  • Sangrado uterino anormal con antecedentes de terapia estrogénica sin oposición, hormonoterapia con tamoxifeno.
  • Cualquier sangrado uterino en la postmenopausia.

 

La metrorragia en agua de lavar carne suele aparecer en carcinomas avanzados como el cáncer de cérvix y el cáncer de endometrio.





El diagnóstico es fundamentalmente histológico a partir de material de una biopsia endometrial la muestra para el estudio anatomopatológico puede obtenerse por diversos métodos:

  • Biopsia endometrial ambulatoria.
  • Legrado uterino fraccionado endometrial y endocervical
  • Histeroscopia.
  • La ecografía endovaginal es la primera exploración complementaria a realizar en el estudio de una hemorragia uterina anormal debido a su alta capacidad para detectar engrosamientos significativos del endometrio mayor o igual a 4 mm en posmenopáusicas y mayor o igual a 2 mm en premenopáusicas así como su capacidad para analizar las características del contenido de la cavidad.

 

 

No existe método de cribado para cáncer de endometrio se recomienda sólo en pacientes de alto riesgo como aquellos que son portadoras de mutaciones asociadas con síndrome de cáncer colorrectal hereditario no polipósico.



Los factores pronósticos de cáncer de endometrio se dividen en uterinos (tipo histológico, profundidad de invasión miometrial, invasión vascular, receptores hormonales) y extrauterinos (positividad de citología peritoneal, extensión anexial, metástasis ganglionares, implantes peritoneales)




El tratamiento fundamental en el cáncer de endometrio en quirurgico. Se puede realizar por vía laparoscópica o por laparotomía. Ambos abordajes deben incluir; lavado peritoneal, exploración de la cavidad abdominal,histerectomia total, salpingo ooforectomía bilateral, linfadenectomia pélvica y para aortica. En caso de estirpe de células claras, serosa- papilar o indiferenciada, se debe realizar además omentectomia  y toma de biopsia  peritoneales y de cúpula diafragmática.

 

En pacientes que desean preservar la fertilidad deberán cumplir los siguientes requisitos:

 

  • Edad menor de 40 años
  • Adenocarcinoma tipo endometrioide bien diferenciado
  • Sin invasión endometrial
  • Receptores hormonales positivos.
  • Paridad no satisfecha.
  • Vigilancia estrecha durante el tratamiento.
  • Completar histerectomía y salpingo-ooforectomía posparto
  • Consentimiento informado.

 

Es posible la radioterapia como tratamiento adyuvante a la cirugía o como alternativa en aquellos casos en los que no es factible el tratamiento quirúrgico se puede transmitir radioterapia externa y braquiterapia. Sera indicación de radioterapia adyuvante, además de la estadificación clínica: edad mayor de 60 años, presencia de infiltración vascular y/o linfática, tamaño tumoral mayor de 20 mm y afectación del tercio inferior del útero.

 

La hormonoterapia en el cáncer de endometrio se emplean enfermedad avanzada y metastásica y en el tratamiento de las recidivas no rescatables con otros tratamientos. Los fármacos más frecuentes utilizados son los gestágenos a altas dosis como el acetato de medroxiprogesterona o el acetato de megestrol.

La quimioterapia en el cáncer de endometrio se utiliza en estadios de alto riesgo de recidiva ( IBG3,IIG3,IIIA, IIIB) y en la enfermedad metastásica.


Las pacientes con cáncer de endometrio se dividen en tres grupos con fines de tratamiento y seguimiento, según el riesgo de recurrencia de acuerdo a la estadificación y los factores pronósticos según se indica en la tabla.


 

El tratamiento detallado por estadios es el siguiente:

Estadio I: con bajo riesgo tratamiento quirúrgico estándar.

Estadio I con riesgo intermedio: se recomienda radioterapia pélvica adyuvante tras el tratamiento quirúrgico.

Estadio II: histerectomía radical salpingo-ooforectomía bilateral, linfadenectomia pélvica y paraortica seguida de radioterapia adyuvante.

Estadio III: si es posible, tratamiento quirúrgico y, como alternativa, radioterapia externa y braquiterapia asociada a quimioterapia adyuvante.

Estadio IV: radioterapia, quimioterapia y/o  hormonoterapia.




Existe un riesgo de recurrencia global de 13% dentro de los primeros tres años.

Consulta cada 3 a 6 meses durante los primeros dos años.

Consulta cada seis meses después del tercer año y hasta completar 5 años vigilancia, siendo anual a partir del quinto año.

Citología cervical cada seis meses por 2 años y posteriormente anual

Radiografía de tórax anual

Determinación de Ca-125.






















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