INTOXICACION POR ALCOHOL ETILICO


 

La intoxicación etílica es la primera toxicomanía en muchos países del mundo. Afecta a todos los tramos de edad, en los dos sexos y en casi todos los grupos sociales. La mortalidad asociada sólo a la intoxicación etílica aguda es excepcional, pero puede ser un importante factor si coexiste con ingesta de otras drogas de abuso.

 

 Es responsable directo de más de la mitad de los accidentes de tráfico. El diagnóstico es fácil por la anamnesis y la clínica y se puede confirmar determinando el nivel de etanol en sangre.

 

El tratamiento es de sostén, intentando proteger al paciente de complicaciones secundarias.

El abuso de bebidas alcohólicas y la dependencia del alcohol representan en nuestro país un grave problema de salud pública, tanto por los costos que generan a la sociedad, como por efectos en los individuos y las familias. Se ha estimado que en México el abuso de alcohol, por si solo, representa el 9% del peso total de la enfermedad.

De acuerdo al Dictionary of Words about Alcohol se define intoxicación etílica como el estado de embriaguez derivado de los efectos del etanol sobre el organismo que pueden revestir distintos grados de gravedad (inclusive la muerte).

 

El Manual Diagnóstico y Estadístico de los trastornos mentales define a la Intoxicación aguda por alcohol por 4 criterios:

1. Ingesta reciente de alcohol

2. Comportamientos inadaptados o cambios psicológicos clínicamente significativos, desarrollados durante la ingesta o poco tiempo después incluyendo alteraciones sexuales inapropiadas, agresividad, cambios en el estado de ánimo, alteraciones de juicio, alteración de las funciones sociales y en el trabajo

3. Signos clínicos durante o poco tiempo después de la ingesta de alcohol que incluyan disartria, marcha inestable, nistagmus, pérdida de atención de la memoria, estupor o coma.

4. La inexistencia de una enfermedad general o trastorno mental que represente dichos signos.


Las manifestaciones clínicas dependen de la cantidad de alcohol en sangre, así como el periodo de tiempo en el cual se haya llevado a cabo la ingesta.

 

Tras su ingestión es rápidamente absorbido por la mucosa del estómago en un 30% y después por el intestino delgado proximal en el 70% restante.

 

El alcohol rápidamente cruza la barrera hematoencefálica, absorbiéndose en cerebro y produciendo cambios en el comportamiento. Se considera dosis tóxica de etanol en adultos de5g/Kg.

 

Las manifestaciones más importantes de la intoxicación etílica aguda son los cambios conductuales adaptativos como la desinhibición de impulsos sexuales o agresividad, labilidad emocional, deterioro de la capacidad de juicio y de la actividad social o laboral, lenguaje farfullante, descoordinación, marcha inestable, rubor facial, cambio del estado de ánimo, irritabilidad, locuacidad y disminución de la capacidad de atención.

 

La conducta habitual del sujeto puede acentuarse o alterase. A veces se asocia una amnesia de los acontecimientos durante la intoxicación.

 

Factores como la existencia de tolerancia, el tipo y la cantidad de bebida ingerida, la rapidez del consumo, toma simultánea o no de alimentos, circunstancias ambientales, personalidad, consumo de algún medicamento, influirán de forma notable en las características de la embriaguez.

 

La intoxicación aguda por alcohol etílico es tan frecuente y la población está tan habituada a ella que su atención suele ser asumida fácilmente por los dispositivos sanitarios existentes, aunque con frecuencia el personal sanitario no suele plantearse las complicaciones que de esta situación puedan derivarse.

 

20-30 mg/dl de etanol en sangre: afecta el control fino, el tiempo de reacción y hay deterioro de la facultad crítica y del estado de humor.

 

50-100 mg/dl de etanol en sangre: hay deterioro leve o moderado de las funciones cognitivas, dificultad para grandes habilidades motoras.

 

150-200 mg/dl: el 50% de las personas pueden estar muy intoxicadas con ataxia y disartria, grave deterioro mental y físico, euforia, combatividad.

 

200-300 mg/dl: náuseas, vómitos, diplopía, alteraciones del estado mental. 

 

300 mg/dl: generalmente produce coma, además hipotensión e hipotermia en personas que no beben habitualmente. 

400-900 mg/dl: rango letal, independientemente de que sea o no un alcohólico crónico.

 

La intoxicación patológica se refiere a la rápida aparición de una excitación extrema, con conductas irracionales o violentas, después de la ingestión de pequeñas cantidades de alcohol. Estos episodios duran de minutos a horas y suelen ir seguidos de un estado de somnolencia, del cual el paciente se despierta sin recordar nada. 

Las lagunas o amnesias alcohólicas (black outs), se refieren a las amnesias, en ocasiones de horas, que algunos pacientes presentan tras una intoxicación alcohólica aguda. 

La depresión vascular se debe a factores vasopresores centrales y a depresión respiratoria.

 

La hipotermia está favorecida por la primera fase de vasodilatación cutánea y sensación de calor, con aumento de la pérdida calórica y también pérdida del termostato central de la temperatura.

 

Trastornos de la motilidad esofágica y a la aparición de reflujo gastroesofágico, favoreciendo el desarrollo de esofagitis por reflujo. 

El consumo agudo y crónico de alcohol modifica la motilidad gástrica (vaciado gástrico).

 

El consumo excesivo de alcohol da lugar a un gran número de alteraciones pancreáticas, entre las que destacan la pancreatitis aguda edematosa o necrotizante, y la pancreatitis crónica con o sin insuficiencia pancreática secundaria.

 

El etanol ejerce un efecto inotrópico negativo que conlleva una reducción de la contractilidad cardiaca.

El etanol tiene un efecto directo sobre el ritmo cardíaco e incluso ingestas relativamente modestas de alcohol dan lugar a una taquicardia rítmica. La arritmia más comúnmente observada fue la fibrilación auricular paroxística.

 

Los pacientes alcohólicos tienen un mayor riesgo de sufrir una muerte súbita independientemente de que presenten o no una cardiopatía coronaria. De hecho, aproximadamente una cuarta parte de las muertes súbitas en personas jóvenes o adultas de mediana edad se relacionan con una sobreingesta de alcohol

 

Los efectos clínicos del etanol pueden tener una gran variabilidad entre diferentes individuos y a veces los niveles séricos no se correlacionan exactamente con el grado de intoxicación.  

Los estadios de la intoxicación alcohólica dependerán del grado de alcoholemia.

Criterios diagnósticos de la intoxicación etílica aguda según el DSM IV:

  1. - Ingestión reciente de alcohol.
  2. - Cambios psicológicos o de comportamiento, desadaptativos clínicamente significativos de los que suelen aparecer durante o poco después de su consumo: sexualidad inapropiada, comportamiento agresivo, labilidad emocional, deterioro de la capacidad del juicio y deterioro de la capacidad laboral o social, que se presenta durante la intoxicación o pocos minutos después de la ingesta de alcohol.
  3. - Uno o más de los siguientes síntomas que aparecen durante el consumo de alcohol o poco después:
    1.  Lenguaje farfullante.
    2.  Incoordinación,
    3.  Marcha inestable,
    4.  Nistagmus,
    5.  Deterioro de la atención o la memoria,
    6.  Estupor o coma.
  4. - Los síntomas no se deben a enfermedad médica o se explican mejor por la presencia de otro trastorno mental.

 

Pautas de diagnóstico de intoxicación por alcohol según la OMS

  1. -Estado transitorio consecutivo a la ingestión que produce alteraciones del nivel de conciencia, de la cognición, de la percepción, del estad afectivo,
  2. - Del comportamiento o de otras funciones o respuestas fisiológicas o psicológicas.
  3. - Suele tener una relación estrecha con la dosis ingerida, aunque hay excepciones en individuos con cierta patología orgánica subyacente, en los que dosis relativamente pequeñas pueden dar lugar a una intoxicación desproporcionadamente grave.
  4. - La desinhibición relacionada con el contexto social (por ejemplo, en fiestas o carnavales) debe también ser tenida en cuenta.
  5. - La intensidad de la intoxicación disminuye con el tiempo, y sus efectos desaparecen si no se repite el consumo.
  6. - A dosis bajas predominan los efectos estimulantes sobre el comportamiento. Al aumentar la dosis produce agitación y agresividad, y a niveles muy elevados da lugar a una clara sedación.

La intoxicación alcohólica como causa de alteración de la conciencia es un diagnóstico de exclusión y solo debería considerarse después de descartar otras causas como traumatismo craneal, hipoxia, encefalopatía hepática y otros trastornos metabólicos y psicológicos. 

Determinación de alcohol etílico en sangre. Existe una estrecha relación de los resultados obtenidos en suero y del aliento, por lo que éste último es un método fiable, aunque requiere cooperación del paciente.  

Hay que tener en cuenta que antes de obtener una muestra sanguínea para medición de niveles de etanol, es necesario limpiar la piel con suero fisiológico. 

El alcohol también se puede medir por orina. 

En la valoración inicial del paciente con intoxicación aguda resultara básico la toma de signos vitales (temperatura, presión arterial, frecuencia cardiaca, frecuencia respiratoria, saturación de oxígeno), Electrocardiograma y exploración neurológica general. 

 

Una de las alteraciones de laboratorio secundarias a una intoxicación etílica aguda es la presencia de acidosis metabólica, por lo que es necesario solicitar en estos pacientes gasometría arterial y electrolitos sérico.

 

La ingesta en ayuno de etanol o el abuso de éste lleva a estados de hipoglucemia por inhibición de la gluconeogénesis, motivo por el cual solicitar determinación de niveles de glucosa en sangre.

 

Es obligación establecer un diagnostico diferencial de la intoxicación etílica aguda con:

  1. - Esclerosis múltiple
  2. - Alteraciones cerebelosas
  3. - Hipoglucemias
  4. - Cetoacidosis
  5. - Hematomas subdurales
  6. - Hemorragias subaracnoideas
  7. - Fracturas de cualquier parte de la economía

 

La Tomografía computada (TC) de cráneo es de uso rutinario en pacientes aparentemente intoxicados y alteraciones del estado mental. 

Otra indicación para solicitar TC de cráneo es que el paciente lesión craneal externa, fracturas o en caso de que la profundidad del coma no corresponda con el grado de alcoholemia. 

 

Tener en cuenta el diagnostico de posibles intoxicaciones múltiples (opiáceos, alcohol, cocaína, etc.).

 

Recabar información de acompañantes si los hay, y de antecedentes de ingesta alcohólica, así como del modo de vida del paciente.

INTOXICACION LEVE

No se dispone de un antídoto específico para la intoxicación de alcohol. 

El tratamiento de la intoxicación etílica aguda es de sostén, intentando proteger al paciente de traumatismos secundarios. 

Vigilar permeabilidad de la vía aérea. 

Vigilancia estrecha de las posibles complicaciones como vómitos y trastornos respiratorios. 

Colocar al paciente en decúbito lateral izquierdo. 

En general los casos leves, si no hay signos de depleción de volumen ni hipoglucemia, no es necesaria la infusión de fluidos intravenosos. 

Como norma general todo paciente intoxicado se le practicará dextrostrix y pautarle una perfusión de glucosa si presentara hipoglucemia. 

Canalizar una vía con solución glucosada al 10% a un ritmo de perfusión de 14 gotas/minuto. Posteriormente se administrará 10g de glucosa I.V. en bolo.

Si han pasado más de 2 horas de la ingesta se puede remitir al paciente a su domicilio bajo vigilancia familiar. 

Mantener al paciente abrigado para evitar hipotermia.


INTOXICACIONES MODERADAS A GRAVES 

En estos pacientes es imprescindible solicitar etanol en sangre. 

Si el dextrostrix es imposible realizarlo, se recomienda la administración intravenosa de dextrosa. 

Monitorizar la paciente con vigilancia de la vía aérea, y hemodinámica. 

En caso de depresión respiratoria o coma, se seguirán las medidas y protocolos de soporto vital, así como prevención postural de bronco aspiración. 

Ante coma con aspiración o convulsiones se hará intubación y ventilación mecánica, así como tratamiento anticonvulsivante. 

Fluidoterapia. El paciente intoxicado tiene frecuentemente depleción del volumen secundario a que el etanol induce la diuresis y vómitos junto con una pobre ingesta oral. 

Se administrará glucosa intravenosa en todo paciente con alteración del estado mental previa tira reactiva y se trasladará al hospital. Se debe de atender en un lugar tranquilo y vigilarlo. Adoptar posición de seguridad. Control neurológico frecuente. 

Líquidos Intravenosos: se recomienda utilizar sol glucosada al 5%, con sol de cloruro de sodio al 0.45%. 

En caso de agitación psicomotriz el uso de haloperidol a dosis de 5 a 10mg intramuscular o intravenoso ha resultado benéfico. 

Los multivitamínicos se administran comúnmente de manera intravenosa en pacientes intoxicados en el servicio de urgencias. 

Se recomienda administrar 1 o 2 ámpulas de vitamina B6 en 30 minutos.

De la misma forma se recomienda administración de vitamina B1 o tiamina a dosis de 100mg/día intramuscular.

 

Se ha documentado que no se presentan deficiencias vitamínicas en los pacientes intoxicados de forma aguda por el alcohol y no justifican de forma rutinaria la administración de ellos. 

No hay antídoto específico para la intoxicación aguda por alcohol etílico, pero se han propuesto algunos medicamentos con el objetivo de disminuir la intensidad de los efectos y su duración, entre ellos están: cafeína, naloxona, flumazenil, los cuales no tienen ningún beneficio. 

Con un mecanismo de acción desconocido, la metadoxina (ion entre la pirdoxina y carboxilato de pirrodilona) se ha descrito en estudios experimentales, que incrementa el metabolismo del etanol a acetaldehído por el alcohol deshidrogenasa y su eliminación renal con mecanismo directo a SNC.

Se recomienda su uso a dosis de 300 a 900mg Intravenosos como dosis única.

 

No se recomienda el lavado gástrico en caso de intoxicación aguda, debido a la rápida absorción del etanol. 

No se recomienda el uso de carbón activado, ya que no bloquea el etanol, únicamente debe de considerarse su uso en caso de sospecha de ingesta conjunta de otras drogas.


Es imposible definir el nivel al cual el alcohol es universalmente considerado sin riesgo de daño. 

La complicación más frecuente es la acidosis láctica, en la cual se elevan los niveles de lactato sérico. 

El tratamiento radica en combinar glucosa con suero salino y a veces bicarbonato, si bien no siempre es necesario éste, ya que el Ph se corrige al restaurar el volumen circulatorio.

 

La acidosis metabólica, es otra complicación, la primera se debe al acumulo de metabolitos ácidos especialmente el ácido beta-hidroxibutírico. 

Acidosis Respiratoria como consecuencia del efecto depresor del alcohol sobre el centro respiratorio, disminuyendo la frecuencia y la capacidad de las respiraciones. 

Encefalopatía de Wernicke es característica del alcoholismo crónico y agudo por déficit de vitamina B1 (tiamina). Se presenta como un cuadro confusional con componentes amnésicos a los que se añaden problemas motores oculares, con parálisis de la musculatura extrínseca, disminución de la agudeza visual, fotofobia, nistagmus. 

Hiperlipemia, la cual no se considera situación de urgencia.

El Alcohol es una sustancia tóxica y su toxicidad está relacionada con la cantidad y duración de consumo.  

El alcohol etilico (etanol) es tóxico para la mayoría de tejidos del organismo. 

Consumido de forma esporádica y a dosis bajas sus efectos son rápidamente reversibles. 

Su consumo excesivo y crónico se ha asociado al desarrollo del síndrome de dependencia al alcohol, pero también a numerosas enfermedades inflamatorias y degenerativas que pueden acabar con la vida de los sujetos que lo sufren.  

El paradigma de las lesiones orgánicas producidas por el consumo crónico de alcohol es la cirrosis hepática.

 

Las lesiones hepáticas por alcohol suelen iniciarse en forma de esteatosis hepática. Para progresar posteriormente a una hepatitis alcohólica, una cirrosis hepática e incluso carcinoma primitivo de hígado. 

 

El desarrollo de las enfermedades depende en gran medida de la cantidad de alcohol consumido por el paciente, aunque también influye una cierta predisposición personal (vulnerabilidad genética). 

El abuso del alcohol está implicado en violencia domestica, abuso y maltrato infantil. 

En términos de productividad el alcohol contribuye a un ausentismo laboral, accidentes en el lugar de trabajo y un desempeño bajo. 

La dependencia alcohólica está asociada con altos niveles de problemas y en un curso crónico requiere varias intervenciones médicas y psiquiátricas.

Es indispensable que el médico especialista sea capaz de diagnosticar y valorar la dependencia alcohólica apropiadamente.

 

Ante toda Intoxicación etílica aguda descartar la presencia de otras drogas asociadas, especialmente en los intentos autolíticos. 

La toxicidad es mayor en el sexo femenino.





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