TRATAMIENTO QUIRURGICO DE LA DM2 EN ADULTOS CON IMC 30 A 34.9 KG/M2
Debido
a que la obesidad es el principal factor de riesgo modificable para el
desarrollo de enfermedades crónicas no transmisibles como la diabetes mellitus,
enfermedades cardiovasculares (que son las dos principales causas de mortalidad
general en adultos mexicanos) y ciertos tipos de cáncer; la obesidad ha sido
reconocida como uno de los problemas de salud pública más importantes del país.
No obstante, hasta hace poco se ha reconocido que la obesidad es un problema
prioritario que requiere de atención y acciones intersectoriales inmediatas
para mejorar la prevención, diagnóstico oportuno y control en la población.
Las
estrategias habituales para el control de peso y metabólico de los pacientes
con DM2 han demostrado un desempeño subóptimo, es así que tras el advenimiento
de la cirugía bariátrica se ha abierto una nueva modalidad terapéutica, que
poco a poco ha mostrado una alternativa importante al tratamiento habitual
Como
toda nueva modalidad terapéutica, resulta atractiva utilizarla de manera
generalizada, por tanto, establecer las pautas que aseguren que este tipo de
intervenciones representan una verdadera oportunidad de beneficio con el mayor
grado de seguridad es prioritario. Al momento, la cirugía bariátrica parece ser
una opción efectiva y segura en el manejo de los pacientes con obesidad y DM2,
lo que se traduce en la oportunidad de una mejora sustancial en la calidad de
vida
A través de múltiples publicaciones se ha demostrado la eficacia de la cirugía bariátrica para la pérdida de peso y el control metabólico en pacientes con obesidad mórbida, sin embargo, está parcialmente definido el beneficio que puede tener en los pacientes con IMC de 30 a 34.9 kg/m, por lo cual se hace mucho más importante una adecuada selección de los candidatos a este tipo de intervenciones, motivo por el cual se planteó la realización de esta guía de práctica clínica, que ayudará a establecer los criterios que orienten a los médicos para elegir a los pacientes con mayor potencial de mejora y a la selección de la técnica quirúrgica más adecuada.
Cirugía bariátrica: cirugía
para la pérdida de peso que reduce el tamaño del estómago o conecta el estómago
directamente a la parte inferior del intestino delgado, con la finalidad de
modificar la absorción de nutrientes, con la intención de controlar la obesidad
El termino cirugía metabólica hace referencia a la capacidad de la cirugía
bariatrica para mejorar el control de la diabetes a través de modificaciones en
los niveles de diversas hormonas gastrointestinales encargadas del metabolismo
de los carbohidratos y lípidos.
Obesidad: estado en el cual el
peso corporal es superior a lo aceptable o deseable y generalmente se debe a
una acumulación del exceso de grasas en el cuerpo. El estándar puede variar con
la edad, sexo, genética o medio cultural. Se clasifica con base al IMC: un IMC
superior a 30 kg/m se considera obeso y un IMC mayor a 40 kg/m se considera
obeso mórbido.
Diabetes
mellitus tipo 2 subclase de diabetes mellitus que no responde a
la insulina. Se caracteriza inicialmente por resistencia a la insulina e
hiperinsulinemia finalmente por intolerancia a la glucosa, hiperglucemia y los
síntomas característicos asociados a esta última. La DM2 ya no se considera una
enfermedad que se encuentra exclusivamente en los adultos.
La
cirugía bariátrica se sugiere como opción terapéutica en caso de que el
tratamiento convencional haya fallado y se pretenda un control más estricto de
la DM2. Podemos hablar que de manera general, no se ha logrado un consenso a
nivel internacional en cuanto a los criterios para indicar la cirugía
bariátrica en pacientes con diabetes tipo 2 y obesidad grado I. Por una parte,
la Food and Drug Administration (FDA) aprobó el uso de la banda gástrica
laparoscópica para pacientes mayores de 18 años con IMC de 30 a 40 kg/m2 y con
alguna condición médica relacionada a la obesidad, como la DM2 y que hayan
fracasado a las alternativas para bajar de peso y de control metabólico. Por
otro lado, la Federación Internacional de la Diabetes propone como criterio de
elegibilidad para cirugía bariátrica a los pacientes con DM2 con IMC 30 kg/m2 y
un control metabólico subóptimo a pesar de un manejo médico adecuado.
En los
estándares de la American Diabetes Association (ADA) acerca del cuidado de los
pacientes obesos y con DM2 del 2015, se recomienda no generalizar el uso de la
cirugía bariátrica para pacientes diabéticos y con IMC 30 a 34.9 kg/m basados
en el hecho de que existe poca evidencia proveniente de ensayos clínicos que
demuestre la efectividad de esta intervención en esta población
La
cirugía bariátrica puede ser considerada como una opción terapéutica para
personas con DM2 e IMC 34.9 kg/m2, los cuales tengan un control deficiente de
sus cifras glucémicas y además tengan un riesgo cardiovascular incrementado,
siempre tomando en cuenta las situaciones individuales (Tabla 3).
Es
indispensable identificar los factores de riesgo cardiovasculares más
relevantes en la evaluación de un paciente que será candidato a una cirugía
bariátrica. El exceso de grasa abdominal (grasa central y la grasa abdominal)
es reconocido como el factor de riesgo más importante e independiente de riesgo
cardiovascular que parece influir de manera negativa en los sistemas endocrino
y cardiovascular en donde se ven reflejadas las consecuencias más peligrosas y
malignas de la obesidad.
Como
parte de la evaluación de todo paciente con IMC $34.9 kg/m2 candidato a cirugía
bariátrica se debe de realizar la medición del indice cintura/altura para
evaluar el RCV. Un valor mayor de 0.5 será un criterio a considerar para elegir
la cirugía bariátrica como tratamiento para el control metabólico.
No hay
evidencia robusta que defina los rangos de edad para que un paciente sea
candidato a cirugía bariátrica, la mayor parte de los ensayos clínicos
incluidos en diversas revisiones sistemáticas incluyen a hombres y mujeres con
un rango de edad de 18 a 65 años. Es necesario someter a consenso entre médico
y paciente la relación beneficio/riesgo para la realización de este tipo de
intervenciones.
Se
recomienda no utilizar el IMC de manera aislada como criterio único de
elegibilidad para la realización de la cirugía bariátrica, es indispensable
evaluar otras variables en el control metabólico histórico de cada paciente así
como el grado de apego al tratamiento médico.
Las
recomendaciones que establece la ADA y la EASD (European Association for the
Study of Diabetes) para definir los cambios en el régimen terapéutico de la DM2
se basan en las cifras de HbAlc (hemoglobina glucosilada), cuando estás son
mayores de 7% es necesario intensificar los esquemas de tratamiento. El
Instituto Nacional de Excelencia Clínica (NICE), sugiere realizar cambios en el
manejo médico cuando el paciente presenta una HbAlc 26.5% y se encuentra en
tratamiento con un solo agente terapéutico, en este punto recomienda
incrementar un agente terapéutico más al tratamiento convencional. Cuando a
pesar de esto las cifras de HbA1c son de 7% o mayores, se recomienda establecer
una triple terapia con diferentes agentes antidiabéticos e inclusive otras
estrategias más allá del ámbito farmacológico. Sin embargo, un punto importante
a considerar es que no se toma en cuenta el tiempo necesario para definir una
estrategia terapéutica como fallida.
Es
importante tener en cuenta que por cada punto porcentual de HbA1c arriba del
nivel normal se produce un incremento del RCV en un 15-20%.
Se
recomienda evaluar los resultados del tratamiento médico mediante
cuantificaciones periódicas de la HbAlc. Con base a las cifras de HbAlc se
deberán tomar las decisiones para intensificar el tratamiento o proponer otro
tipo de intervenciones para el control glucémico.
Se debe
determinar la relación tiempo de tratamiento médico/niveles de HbAlc como un
criterio de elegibilidad para las intervenciones quirúrgicas las cuales tienen
el potencial de mejorar la calidad de vida, cuando los pacientes son
adecuadamente seleccionados
Establecer
el momento ideal en el cual la cirugía se ofrezca como una opción terapéutica
que no represente un riesgo y ofrezca una oportunidad real de mejoría aún no se
ha determinado y debe ser un parámetro individualizado.
Otros
factores importantes que se deben de considerar para ofrecer la cirugía
bariátrica como tratamiento de elección son:
La preferencia del paciente cuando se exponen de manera amplia los riesgos y beneficios, la importancia del cumplimiento de todas las indicaciones posoperatorias y el cambio de comportamiento sobre los hábitos alimenticios
Los riesgos a la salud asociados con la morbilidad y mortalidad perioperatoria
La complejidad y la reversibilidad de un procedimiento
La duración de la DM2 y el grado de la función residual de las células B
El
régimen de seguimiento para el procedimiento y la capacidad del paciente para
que se apegue a este.
Se
sugiere no indicar la cirugía bariátrica en pacientes con las siguientes
condiciones: Abuso de drogas o alcohol en curso
Enfermedad
psiquiátrica no controlada Falta de capacidad de comprensión de los
riesgos-beneficios
No
haber contemplado las alternativas y los cambios de estilo de vida necesarios
que requiere la cirugía bariátrica
Intención
de embarazo encontrarse embarazada: en este caso las pacientes deben de
prevenir el embarazo un año antes y uno después de la cirugía
La
falta de un equipo multidisciplinario; es necesario evaluar las condiciones
específicas y generales que pueden contraindicar la cirugía electiva aumentar
considerablemente el riesgo de la cirugía, las complicaciones posteriores o los
malos resultados.
Aunque
el IMC es una medida de asociación con el grado de obesidad en adultos
ampliamente utilizada, no se recomienda considerarlo como elúnico indicador de
riesgos para la salud relacionados con la obesidad para ciertos grupos, debido
a que no se corresponde con el mismo grado de tejido adiposo en diferentes
personas.
Todos
los pacientes deben ser evaluados en forma multidisciplinaria como mínimo por
un equipo conformado de un endocrinólogo, nutriólogo, psiquiatra o psicólogo y
cirujano bariatra, para determinar la presencia de comorbilidades asociadas a
la diabetes (además de la obesidad) así como especial atención a los factores
que pueden afectar la recomendación de la cirugía bariátrica y los factores
relacionados al procedimiento anestésico.
Historia
y examen físico general para excluir causas secundarias de alteraciones
metabólicas de los carbohidratos (síndromes endocrinos relacionados con la
obesidad y la diabetes)
Medir
niveles de glucosa e insulina en ayunas, HbA1c, perfil de lípidos, incluyendo
el colesterol total, triglicéridos, colesterol LDL, colesterol HDL y el cálculo
de la proporción de colesterol total, péptido C. índice de HOMA Presencia de
retinopatía
Nefropatía (prueba de la microalbuminuria) Pruebas de función hepática
Anticuerpos
contra las células beta pancreáticas.
Realizar
una evaluación psicológica: para determinar la disposición de la persona para
cambiar las conductas; identificar las barreras para la pérdida de peso y
control glucémico; patrones de alimentación y probables trastornos
psiquiátricos
Existen factores preoperatorios los cuales se sugieren ser evaluados ya que podrían influir en los resultados de un candidato a cirugía bariátrica y que además pueden ayudar a seleccionar el tipo de intervención:
Edad, género, distribución de grasa corporal Duración de la DM2, niveles preoperatorios
de HbAlc, múltiples fármacos anti diabéticos, niveles de péptido C, dislipidemia
Bajo coeficiente intelectual Hernia hiatal con sintomatología importante, reflujo gastroesofágico Expectativas del paciente, presencia de desórdenes alimenticios, y la presencia de una enfermedad coexistente que requiera tratamiento médico a largo plazo, en el cuál la absorción de los medicamentos podría verse afectada
Las
personas que sean seleccionadas como aptas para las intervenciones quirúrgicas
deben ser capaces de dar un consentimiento plenamente informado de lo que es la
cirugía bariátrica, por lo que puede estar contraindicada si la persona no es
capaz de comprender la naturaleza del procedimiento y la necesidad de
compromiso a los planes de cuidado posoperatorio.
Se
deben definir adecuadamente los factores preoperatorios tanto del personal
médico e infraestructura hospitalaria como también del paciente que podrían
influir potencialmente en los resultados esperados, esto mediante la evaluación
y toma de decisiones conjuntas del equipo multidisciplinario y paciente.
No
existe evidencia consistente que ayude a tomar la decisión de como asignar a un
paciente a un procedimiento bariátrico específico, sin embargo, la evidencia
generada hasta el momento sugiere que en general, este tipo de intervenciones
tienen un porcentaje bajo de complicaciones y un grado superior de efectividad
a corto plazo comparadas con el tratamiento convencional en cuanto al control
metabólico y la pérdida de peso.
Se
sugiere la utilización de cirugía bariátrica por vía laparoscópica. Las
intervenciones realizadas por medios laparoscópicos resultan más seguras cuando
se comparan con la cirugía convencional en lo que se refiere a un menor riesgo
para presentar infección de la herida y hernias incisionales.
Se
necesita mayor investigación para probar la superioridad de la laparoscopia en
cuanto a la disminución del riesgo para fugas de la anastomosis, el índice de
reintervenciones y las muertes secundarias a este tipo de procedimientos.
Se
recomienda considerar a la cirugía bariátrica como una opción de tratamiento
eficaz en la reducción de grasa corporal en los pacientes con obesidad grado I
y diabetes tipo 2 e IMC de 30 a 34.9Kg/m?, especialmente en aquellos que
presenten depósitos de grasa a nivel abdominal que representen un factor
relevante para el mal control metabólico. Sin embargo, la prioridad deber ser
siempre el control metabólico.
Los procedimientos bariátricos con mayor efectividad para la remisión de la diabetes resultan ser en primer lugar la MG/TI, seguido de la DBP con o sin switch duodenal, sin embargo son cirugías muy complejas, y asociadas con alto riesgo de complicaciones nutricionales a largo plazo.
El MBG es aún considerado en Estados Unidos una técnica en fase de experimentación por lo que solo recomendamos la realización de este procedimiento en centros especializados que cuenten con la experiencia quirúrgica para la realización de este tipo de cirugía y con la experiencia adecuada del equipo multidisciplinario para el seguimiento postoperatorio de estos pacientes.
Dadas
las características sociodemográficas y socioeconómicas de México, no
recomendamos la utilización de la MG/TI ni la DBP, ya que los pacientes
sometidos a estas intervenciones requieren un seguimiento muy estrecho, además
de fácil acceso al uso de suplementos alimenticios y vitamínicos, aunado a la
poca experiencia que se tiene en el seguimiento de estos pacientes.
El BGYR es el procedimiento quirúrgico que ha demostrado tener la mejor relación riesgo/beneficio en pacientes con DM2. Se recomienda utilizar esta intervención como procedimiento de elección para el tratamiento de la DM2 en pacientes con IMC de 30 a 34.9Kg/m2.
Se
deben de tener presentes las complicaciones más frecuentes al momento de
realizar este tipo de intervenciones para poder evitarlas. La complejidad de la
intervención influye directamente en la complejidad severidad de las probables
complicaciones, aunadas a las inherentes a una
intervención quirúrgica. La propuesta de las intervenciones bariátricas
es inducir una mejoría significativa en los marcadores metabólicos del paciente
diabético como un objetivo primario y con el mayor nivel de seguridad para el
paciente.
No se
puede asegurar para ninguno de los procedimientos de cirugía bariátrica, que no
se presentarán complicaciones a largo plazo pacientes con IMC de 30 a 34.9Kg/m2
EFECTO
METABOLICO DE LA CIRUGIA BARIÁTRICA
Se han observado niveles elevados de GLP-1 y de otras hormonas intestinales que favorecen la saciedad y el metabolismo de la glucosa posterior alas siguientes técnicas de cirugía bariátrica:
Bypass
gástrico en Y de Roux
Derivación
biliopancreática Manga gástrica laparoscópica
Se
recomienda realizar los procedimientos bariátricos que involucren un proceso
restrictivo y malabsortivo a la vez, ya que ayudan a reducir de manera
significativa las complicaciones micro y macrovasculares mediante un control
metabólico rápido y efectivo.
La
disminución de los niveles de HbAlc se relaciona directamente con la
disminución de los eventos coronarios, isquémicos y de la mortalidad.
Los
resultados en diferentes investigaciones en humanos y modelos animales, están
demostrando que existen cambios sistémicos complejos posteriores a la cirugía
bariatrica, ejemplo de ello son los cambios en la secreción hormonal, en los
niveles de moléculas inflamatorias, entre otros proteína C reactiva,
interleucina 6 y molécula de adhesión intercelular - 1, GLP 1 (Péptido similar
al glucagon 1), PIG (Péptido Inhibidor Gástrico). Sin embargo, en la práctica
clínica diaria se sugiere no realizar en forma cotidiana la medición de los
valores de alguno de estos marcadores para determinar la mejoría metabólica del
paciente con DM2 que fue sometido a cirugía bariátrica.
Se
deben cuantificar la HbAlc, glucosa en ayuno y perfil de lípidos de manera
inicial para evaluar la respuesta metabólica a la cirugía bariatrica, ya que
son los parámetros que se modifican en el periodo postoperatorio temprano (Ver
tabla 4). Se deberán evaluar el primer mes postoperatorio posteriormente cada
tres meses durante el primer año posterior a la cirugía En el segundo año se
recomienda realizar el mismo chequeo cada 6 meses y posteriormente una vez
anualmente durante los años subsecuentes.
Se debe
evaluar adecuadamente el estado nutricional y suplir los déficits observados
dependiendo de la modalidad quirúrgica seleccionada
Sugerimos
que se debe considerar tres parámetros constantes para definir la remisión de
la DM2 basados en la reducción de los niveles absolutos de HbAlc (6-7%), los
niveles de glucosa sanguínea y la no necesidad de medicamentos.
No se
debe ofrecer la cirugía bariátrica a los pacientes como una estrategia para la
remisión parcial o total de la diabetes, sino como una estrategia que coadyuve
a mejorar el control metabólico y a una mejor calidad de vida.
Aunque
hay algunos datos disponibles, aún es muy escasa la evidencia para poder
definir cuáles son las metas a corto, mediano y largo plazo en el control
metabólico del paciente sometido a cirugía bariátrica con IMC de 30 a 34.9
Kg/m?; se requiere más investigación y seguimiento a largo plazo con
estandarización de las definiciones para poder determinar las metas. Se sugiere
establecer metas realistas y de manera individualizada.
La
cirugía parece ser una modalidad de tratamiento efectiva, que prolonga la vida
a través de la reducción de la mortalidad relacionada a la diabetes.
Para
asegurar un menor índice de recurrencia de la DM2 en pacientes sometidos a
cirugía bariátrica se recomienda que el paciente tenga un diagnóstico de la diabetes
al momento de la cirugía menor a 5 años y que la modalidad quirúrgica
seleccionada sea el bypass gástrico en Y de Roux.
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