ADULTO "GRAN QUEMADO"

 



El trauma más severo que podemos sufrir los seres humanos son las quemaduras, ya que tienen mayor repercusión tanto fisica, psicológica y social comparadas con otros tipos de lesiones.

 

En México de acuerdo a información publicada en el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (SINAVE) en el año 2009, establece a las quemaduras como una de las 20 principales causas de enfermedad con una incidencia en el 2008 de 110.08 casos por cada cien mil habitantes.

 

Afortunadamente la mayoría de las quemaduras son de menor impacto para quien las sufre, sin embargo existe un porcentaje menor de pacientes con quemaduras graves las cuales ponen en riesgo su vida y requieren un manejo multidisciplinario desde el primer contacto con el sistema de salud, está demostrado que uno de los factores que más influyen en la disminución de la morbimortalidad de estos pacientes es la rapidez en el inicio de un tratamiento adecuado adquiriendo, vital importancia en la atención prehospitalaria.

 

A pesar de que existe amplia literatura con los principios actuales de curación de heridas y elección de apósitos sintéticos o biológicos, se encontró limitada información que describa un protocolo del manejo prehospitalaria de estos pacientes, cabe destacar que de poco sirve disponer de Unidades de Quemados si la atención inicial que recibiera el paciente fuera tardía o de mala calidad.


Atención prehospitalaria de las urgencias médicas.

Es la otorgada al paciente cuya condición clínica se considera que pone en peligro la vida, un órgano o su función, con el fin de lograr la limitación del daño y su estabilización orgánica funcional, desde el primer contacto hasta la llegada y entrega a un establecimiento para la atención médica con servicio de urgencias (NOM-237-SSA1- 2004)

 

Quemaduras: Son las lesiones producidas en los tejidos vivos por agentes fisicos, quimicos y eventualmente biológicos, los cuales provocan alteraciones que varían desde el eritema hasta la destrucción de las estructuras afectadas.

 

Gran quemado:

Se considera al paciente gran quemado adulto a los que posee las siguientes características:

 

  • Índice de gravedad mayor de 70 puntos AB o B (2o y 30 > de 20 % de SCT). 
  • Adultos mayores 65 años con 10 % o más de quemaduras AB o B (2o y 30 > de 20 % de SCT) 
  • Todo paciente con quemaduras respiratorias o por inhalación de humo. 
  • Todo paciente con quemaduras eléctricas por alta tensión . 
  • Todo paciente con quemaduras asociado a politraumatismo. 
  • Quemados con patologías graves asociadas.

A nivel mundial se ha reportado que el fuego es la causa más frecuente de lesiones por quemaduras, 67% de estas ocurren en el hogar. 

Las quemaduras son consecuencia fundamentalmente de accidentes domésticos (55 60%), laborales (15-20%) y en mucho menor grado, son debidas a accidente de tráfico, autoagresión y agresión de otras personas.

 

El sexo masculino es el más afectado con 52%. por grupo de edad la mayor incidencia fue en el grupo de 25-44 años con 38,033, seguido por el de 1-4 años, 2009. con 13,968. 

Los meses con mayor número de incidencia de accidentes por quemadura ordenados de mayor a menor fueron diciembre, septiembre, abril y julio.

Agente térmicos (87%):

  • Fuego ò llama (33%): producidos por la combustión de sólidos, liquidos o gases,
  • minerales,
  • Explosiones (7%),
  • Escaldaduras (30%): liquidos calientes (contacto, inmersión o vapor),
  • Contacto (15%): objeto caliente, Frio: congelación (2%),

 

Agentes Químicos (6%): 

Cáusticos:

  • Ácidos
  • Álcalis

 

Eléctricas (5%): 

  • Fuente doméstica (corriente alterna) Cables de alta tensión e Industrial (corriente directa )
  • Atmosférica (rayos )

 

Energía radiante (1%)

  • Radiación solar,
  • radioterapia y otros.

 

Biológicas (1%)

• Seres vivos (peces, batracios, insectos y plantas)


Las quemaduras se clasifican de acuerdo a extensión, profundidad, localización y presencia o ausencia de una lesión por inhalación.

 

Según su extensión: 

MENORES: Afectan menos del 20% de

superficie corporal total, no teniendo repercusión sobre el estado hemodinámico del paciente.

 

GRANDES: Afecta más del 20% de la superficie corporal total teniendo repercusiones en el estado hemodinámico del paciente dando origen al gran quemado.

 

Existen diferentes escalas de valoración para el cálculo de la extensión de la superficie corporal quemada; escala de Lund y Browder, Pulasky y Tenninson o regla de los 9 de Wallace (Ver anexos).

 

Para lograr mayor precisión en la valoración inicial de la extensión de la superficie corporal quemada es útil contar con la escala de Lund and Browder, es conveniente que cuente con esta escala de valoración en el equipo de la ambulancia.

 

POR SU PROFUNDIDAD: 

Existen diferentes escalas de valoración para la estimación de la profundidad de la quemadura; Escala de Converse-Smith (1°, 2°. y 3er. Grado). Escala de Benaim (A, A-B, B) (Consultar en anexos las caracteristicas de cada una de ellas).

 

POR SU LOCALIZACIÓN: 

Existen áreas del cuerpo denominadas:

 

Zonas neutras: Tienen poco movimiento y en donde la retracción que sufren durante el proceso cicatrizal es menor, la posibilidad de dejar secuelas funcionales disminuye.

 

Las zonas especiales se subdividen en: 

Estética y funcionales (cara, cuello, genitales, periné y mamas en la mujer).


EVALUACIÓN DE LA ESCENA

La primera responsabilidad del equipo de emergencias es evitar conductas de riesgo; en segundo lugar, su prioridad será identificar a las víctimas, garantizar su rescate y ponerlo a salvo lo más lejos posible del lugar del suceso para iniciar su atención

 

Pliegues de flexión que tienen gran movilidad y capacidad de extensión (manos, codos, axilas, pies entre otros).

 

La integridad del personal de atención es una prioridad en el manejo de operaciones de emergencia, por consiguiente debe autoprotegerse como minimo con calzado antiderrapante, lentes protectores y guantes, uso de mascarilla.

 

El coordinador del equipo debe realizar una inspección rápida del lugar, evaluando la naturaleza del evento, las condiciones del lugar y la magnitud.

 

La atención de un evento deberá estar basada siempre en proteger, informar y socorrer utilizando todas las medidas de protección a los afectados con el fin de no aumentar sus lesiones.

 

Establecer una coordinación con las diferentes instituciones que ayudan a minimizar los riesgos que pongan en peligro la seguridad del personal paramédico (Centro Regulador de Urgencias a nivel local, Secretaría de Seguridad Pública y/o Tránsito, SEDENA, C.F.E., Heroico Cuerpo de Bomberos, Protección Civil )

 

El personal paramédico debe recoger la mayor información posible sobre cómo ocurrieron los hechos:

 

  • ¿Con que se quemó? 
  • ¿Cuánto tiempo estuvo la persona en
  • contacto con el agente causal? 
  • ¿Fue en lugar cerrado o abierto? 

  • ¿Existió un trauma extra?


QUEMADURA TÉRMICA

 

Quemadura térmica se produce por la exposición de los tejidos a difrentes temperaturas (calor ò frio). Pueden ser producidas por calor en forma de fuego ò llama, explociones, liquidos calientes (escaldaduras), vapor, objetos calientes, y por frio en forma de congelación.

 

En el lugar del accidente se debe retirar a la victima de la causa de la fuente térmica, con el fin de detener la progresión de la lesión. 

Las quemaduras térmicas más frecuentes en adultos son aquellas ocasionadas por fuego (40-45 %).

 

Quemadura por llama; la prioridad es extinguir el fuego, utilizando los recursos que se encuentren al alcance (cubriendo al lesionado con una manta o cualquier otro textil no flamable, hacer rodar al lesionado por el suelo, utilizando agua o extintor anti incendios.

 

A pesar de que múltiples literaturas mencionan hacer rodar al paciente aún en llamas, no se recomienda esta acción ya que se pueden causar lesiones asociadas, contaminación de la(s) herida(s) y/o mayor fijación del agente causal a la piel de la víctima.

 

VALORACIÓN PRIMARIA 

Consiste en garantizar la supervivencia inmediata del lesionado gran quemado adulto debe manejarse inicialmente como un paciente politraumatizado, aplicando el protocolo establecido de una manera rápida y eficiente. 

A. (Vía aérea y control de columna cervical) 

B. (Ventilación) 

C. (Circulación) 

D. (Déficit neurológico) 

E. (Exposición y proteger del entorno)

 

A. (VIA AEREA) 

Sospechar de quemaduras en vía aérea cuando el accidente ocurrió en un lugar cerrado, en presencia de quemaduras facial y cuello, quemaduras de vibrisas, ronquera, estridor inmediatamente asegurar vía aérea. 

La columna cervical debe ser asegurada en pacientes quemados, con sospecha de traumatismo.

 

B. (VENTILACIÓN) 

Cuando el accidente ocurrió en un lugar cerrado es primordial la administración de oxígeno en concentraciones altas a través de mascarilla reservorio con válvula de no re inhalación de 10 a 15 litros por minutos

 

C. (CIRCULACIÓN) 

Aseguras 2 vías de acceso intravenoso con catéter de grueso calibre idealmente en zonas no quemadas, si no es posible se deberá accesar en áreas quemadas.

 

Iniciar fluidoterapia idealmente con 500 ml/hr de solución Ringer Lactato, si no se cuenta con ella se administrara Solución Hartman o Solución Salina para 60 minutos hasta la llegada al centro hospitalario siempre que el lesionado tenga más del 20% SCO

 

Evaluar pulsos distales, coloración, llenado capilar y sensibilidad.

 

D. (DÉFICIT NEUROLÓGICO) 

Exploración neurológica breve: 

Determinar el nivel de conciencia utilizando la escala ATLS, 2008 de coma de Glasgow Revisar pupilas para determinar su tamaño, simetría y reactividad.

 

El paciente quemado se encuentra generalmente alerta y orientado, de lo contrario se debe sospechar de lesiones asociadas, hipoxia, intoxicación por bióxido de carbono (CO), TCE, drogadicción y alteraciones neurológicas preexistentes.

 

 

E. (EXPOSICIÓN Y PROTEGER DEL ENTORNO) 

 Desvestir completamente al lesionado evaluando rápidamente la extensión de la quemadura, sin ATLS, 2008 perder tiempo en valorar de forma precisa la extensión de la superficie quemada.

 

Si la ropa se encuentra adherida a la piel, no desprenderla solo recortarla alrededor. 

Cubrir al lesionado con paños o mantas limpias de preferencia estériles, evitando la hipotermia, nunca aplicar ningún tipo de vegetal, salsas, dentifrico, vinagre, huevo, miel de colmena, sábila etc.; ya que solo complicará la lesión.

 

Retirar anillos, pulseras o cualquier objeto metálicos para evitar el efecto de torniquete que produce el edema. 

No se debe iniciar la valoración secundaria hasta que la valoración primaria ha sido terminada.

 

Valoración Secundaria: 

Reevaluar las acciones iniciales (A B C D) y la respuesta del paciente a las mismas. Examen físico detallado, en busca de lesiones que hayan pasado desapercibidas en la evaluación primaria incluyendo una evaluación completa de los signos vitales.

 

Realizar historia clínica completa mediante la nemotecnia SAMPLE 

S (Signos y síntomas) 

A (Alergias) M (Medicamentos que toma) . 

P (Historia médica pasada y actual) 

L (Últimos alimentos ingeridos) 

E (Eventos relacionados con la enfermedad y/o accidente)

 

La evaluación de la quemadura: para definir su extensión, profundidad, en el ámbito prehospitalaria no se realiza con exactitud, pero permite determinar  el estado de gravedad para canalizarlo al centro hospitalario más adecuado

 

QUEMADURAS POR ESCALDADURA: Es la quemadura producida por cualquier tipo de líquido caliente; agua, vapor, aceites. La severidad de la lesión depende de la temperatura del líquido y del tiempo de exposición.

 

El manejo prehospitalario de estas quemaduras como en todo paciente traumatizado se basa en ABCDE. El abordaje especifico en estas quemaduras es: Exposición del área afectada(s) seguida de la aplicación de apósito o compresas y/o agua corriente a temperatura ambiente.

 

QUEMADURAS POR CONGELAMIENTO:

Superficial: Es un problema que afecta de manera parcial y reversible los tejidos del cuerpo. Se forman cristales de hielo, pero poco o ningún daño tisular. Los sintomas principales son dolor y molestia dentro de las regiones afectadas.

 

Profundo: Se produce al congelarse los tejidos. Las zonas más vulnerables del cuerpo son nariz, manos, pies, dedos (manos y pies) y genitales masculinos debido a su localización distal.

 

Regularmente se presentan en temperaturas menores a 25 oC

 

Lo principal del tratamiento inicial es el recalentamiento de la zona afectada, debe evitarse cualquier tipo de traumatismo y masaje en estas zonas. De existir zonas cruentas deberá manejarse como cualquier quemadura según su profundidad, localización y extensión.


DEFINICIÓN

Quemadura Quimica: es la lesión causada por la exposición directa de la piel, ojos y cualquier otro órgano a sustancias como:

 

Ácidos (sulfúrico, muriático, exalico, entre muchos otros. Se utilizan en la industria y en el hogar)

 

Álcalis (sodio, potasio, boro, litio, amonio y calcio. Se encuentra limpiadores) en cementos y Otros agentes corrosivos o irritativos (derivados del petróleo) que provocan lesión a nivel sistémico generando lesión dérmica y subdérmica profunda.

 

La gravedad de la lesión quimica es directamente proporcional con el agente causal, su concentración, volumen y tiempo de exposición.

 

Lesión por ácidos: provocan la coagulación de las proteinas, formando una barrera que limita en cierto modo la capacidad de penetración del producto.

 

Lesión por álcalis (bases): provocan una licuefacción de las proteínas, permitiendo su penetración en profundidad, llegando incluso producir а saponificación del tejido graso, por ello, las lesiones producidas por álcalis suelen ser más graves.

 

Todo personal de atención inicial, debe estar protegido para evitar el contacto directo con el agente quimico.

 

MANEJO PREHOSPITALARIO

 

El manejo prehospitalario de estas quemaduras como en todo paciente traumatizado se basa en ABCDE.

 

El abordaje específico en estas quemaduras es: retirar la ropa contaminada con los productos químicos, para evitar la prolongación del contacto lo que provoca un daño tisular mayor.

 

Una buena medida preventiva consiste en colocar todas las pertenencias del paciente en una bolsa de plástico o contenedor que tenga cierre hermético, para su aislamiento evitando así contaminaciones secundarias.

 

Quemadura por ácidos, se debe realizar lavado con agua corriente a temperatura ambiente o solución fisiológica de la zona afectada por un tiempo no menor de 10 minutos.

 

Quemaduras producidas por ácido acético el cual se encuentra en vinagre se debe irrigar con agua.

 

Quemaduras producidas por ácido muriático (cloro), que se encuentra en blanqueadores y productos para limpieza de metales se deben irrigar con abundante agua.

 

Quemaduras producidas por ácido nítrico, que se encuentra en gravado de metales, hierro fundido, acero se deben irrigar con agua.

 

Quemaduras producidas por ácido sulfúrico que se encuentra en hierro fundido, acero, laboratorios se deben irrigar con agua.

 

Quemaduras por álcalis, el lavado de estas quemaduras debe realizarse hasta por 60 minutos, evitando frotar el área afectada ya que la tendencia de penetrar en la piel produce destrucción celular.

 

Cuando la quemadura es producida por hidróxido de sodio (sosa caustica), que en productos limpiadores de dre limpiadores de horno. El tratamiento es irrigar con abundante agua.

 

En quemaduras producidas por trifloruro de boro que se encuentra en la elaboración de vidrio, curtido de cuero, material para fotografía, insecticidas para blattodeas (cucarachas).

 

En quemaduras producidas por potasio que se encuentra en fertilizantes liquidos, jabones y detergentes se debe irrigar con abundante agua.

 

Quemaduras producidas por amonio, que se encuentra en productos para limpieza doméstica e industrial, fertilizantes, pesticidas y plásticos, se deben irrigar con abundante agua.

 

Quemaduras causadas por hidróxido de calcio (calidra o cal) que se utiliza en la construcción de debe de cepillar para retirar posteriormente lavar con agua.

 

En quemaduras provocadas por sodio y potasio metálico y cal, está contraindicado el lavado con agua, se debe realizar con aceites minerales o doméstico.

 

Si existe afectación ocular, el lavado deberá realizarse durante 10-15 minutos en caso de contacto con ácidos, debiendo ser más generoso en la duración del lavado cuando la quemadura sea por álcalis (30-60 minutos).

 

Para lavado ocular lo ideal es con solución salina, pero si no se tiene a la mano, el agua limpia es otra opción.

 

Si el paciente se encuentra estable, el traslado al centro hospitalario no es prioritario lo primordial es la eliminación del químico por medio del lavado exhaustivo en el sitio del accidente antes del traslado.


DEFINICIÓN

 

Las quemaduras eléctricas son lesiones producidas por el paso de la corriente a través del organismo. La intensidad de la quemadura eléctrica está determinada por el voltaje, tipo de corriente (alterna ò continúa), el recorrido del flujo de corriente, la resistencia del punto de contacto (músculo, articulaciones, tendones, huesos) y la susceptibilidad individual.

 

Este tipo de quemaduras son las más graves y causa más frecuente de amputaciones. 

La gravedad de las lesiones depende de 3 factores principales: 

a) Amperaje y voltaje de la fuente eléctrica 

b) Resistencia de los tejidos 

c) Duración de la exposición

 

Cuando la corriente eléctrica viaja del punto de contacto hacia el interior del cuerpo, se convierte en calor, que sigue el flujo de la corriente y causa daño extenso a los tejidos en su camino.

 

El daño a los tejidos no ocurre únicamente en el lugar de contacto con la piel, sino que puede abarcar a otras áreas subyacentes a la zona de entrada o de salida, causan efectos tardíos y lesiones profundas graves que no corresponden a la apariencia de la piel y tejidos superficiales.

 

MANEJO PREHOSPITALARIO 

La corriente alterna se considera más peligrosa que la directa, porque las alternancias causan contracciones musculares repetitivas (tetánicas), que pueden congelar a la víctima con el conductor hasta que se retira de la fuente de electricidad. Esta tiene mayor probabilidad de inducir a fibrilación ventricular que la corriente directa.

 

El manejo prehospitalario de esta quemadura como en todo paciente traumatizado se basa en el ABCD E, el abordaje especifico en esta quemadura es; La prioridad más importante de la escena en una lesión eléctrica es protegerse a si mismo y a los testigos de ser las próximas víctimas.

 

No intente liberar al paciente de la fuente de corriente incluso si tiene intención con objetos no conductores de electricidad (cuerda, garrocha de madera, etc.) ya que el alto voltaje aún tendrá la capacidad de brincar a una distancia relativamente corta.

 

Nunca se acerque a una línea de alta tensión, espere hasta que una persona calificada haya inactivado la potencia antes de acercarse al paciente quien pudiera estar muy cerca de la muerte sino es que ya haya fallecido.

 

El voltaje doméstico, por ejemplo de lámparas y otros aparatos parecidos no será de tal precaución.

 

Una vez que se ha realizado la valoración primaria como en todo paciente con trauma, intente determinar el camino que tomo la corriente a través del cuerpo y busque una herida de entrada y una de salida, mediante la palpación cuidadosa de la piel y los tejidos blancos.

 

Cuando el calor ha dañado gravemente tejidos profundos, el musculo circundante se edematiza y se vuelve duro como una roca. 

Si encuentra un abdomen o una extremidad rígidos, hay probabilidad de lesión interna grave. 

Evaluar y descartar la presencia de quemaduras circulares y/o sindrome compartamental en extremidades, tórax y abdomen, mediante el llenado capilar, la coloración de la piel y pulsos periféricos.

 

Los requerimientos de liquidos para las víctimas de quemaduras eléctricas son mayores que las de las personas que han sufrido quemaduras térmicas, por lo que es de vital importancia el aseguramiento de los accesos intravenosos.


El enfermo con quemaduras graves, presenta edema rápidamente dando como resultado perdida de agua, sodio, albumina y eritrocitos y por lo tanto el estado de shocke se hará presente al menos que se inicie rápidamente la reposición de líquido.

 

La fluidoterapia inadecuada era una causa común de muerte en pacientes quemados como resultado de la disminución de la perfusión tisular y la consecuente falla multiorgánica.

 

La infusión de liquidos debe iniciarse a altos volúmenes desde el lugar del incidente, siendo de elección el Ringer Lactato o solución Hartmann según formula de Parkland.

 

Puesto que la mayor parte de los traslados no se demoran más que unas horas desde el momento del trauma hasta la llegada a un centro especializado, no es preciso el cálculo de la fórmula de Parkland, siendo más práctico el inicio de fluidoterapia a un ritmo de 500 ml/hr en pacientes adultos. Ajustes más exactos deberán realizarse en el medio hospitalario, apegándose a las fórmulas existentes.

 

Es importante que los procedimientos de canalización no se extiendan necesariamente en la escena, estos deben limitarse a solo dos intentos.


La American Burn Association ha identificado los siguientes criterios de referencia. Los pacientes que sufren cualquiera de las siguientes lesiones por quemaduras deben transferirse a un centro especializado en quemados:

  •  Quemaduras de segundo grado > 10% SCO.
  • Quemaduras de cara, manos, pies, genitales, perineo, y articulaciones mayores Quemaduras de tercer grado
  • Quemaduras eléctricas (incluyendo las producidas por rayos)
  • Quemaduras químicas
  • Lesiones por inhalación
  • Quemaduras acompañadas de enfermedades preexistentes
  • Quemaduras acompañadas por trauma, siendo que la quemadura representa el mayor riesgo
  • Quemaduras a niños hospitales sin servicio pediátrico
  • Pacientes con necesidades especiales ya sean sociales, emocionales rehabilitación


Para un adecuado traslado del paciente quemado, es necesario tener en cuenta las siguientes medidas generales: 

Antes de realizar el traslado se debe establecer coordinación con el centro regulador de urgencias local, proporcionando la mayor información posible obtenida acerca del paciente y del accidente, para la asignación del hospital receptor. 

Los pacientes deben ser trasladados una vez que se haya conseguido estabilización hemodinámica y una via aérea permeable. 


Las condiciones para el traslado son: 

a) El transporte se hará según las necesidades y los  medios disponibles (ambulancia o helicóptero). 

b) El tiempo no es un factor importante si no hay lesiones traumáticas asociadas que pongan en peligro la vida del paciente.

 

Durante el traslado los cuidados al paciente gran quemado adulto son: 

Asegurar la vía aérea, reevaluando continuamente su permeabilidad. 

Oxigenoterapia. 

Monitorizar constantes vitales. 

Vias venosas permeables. 

Aislar las quemaduras para evitar contaminación 

Evitar la hipotermia

 

En quemaduras de cara y cuello sin lesión de columna cervical, trasladar con cabecera elevada a 30° para evitar la formación de edema facial.

 

En caso de quemaduras en extremidades durante el traslado, están deberán estar elevadas por encima del nivel del tórax, para disminuir en lo posible la formación de edema.

 

El manejo durante el traslado debe ser cuidadoso para evitar lastimar más las áreas quemadas, por ejemplo; las correas de la camilla no deben presionar áreas quemadas o impedir la libre circulación.

 

En la práctica, se ha observado que no siempre es posible sujetar al paciente completamente ya que esto les genera intenso dolor, por lo que se le permite adoptar la posición más cómoda para disminuirlo, y de esta forma se facilite su traslado.

 

Al momento de realizar la entrega del paciente al hospital receptor se debe proporcionar un informe detallado sobre el estado hemodinámico del paciente, valoración orientativa de las quemaduras y resultado de la evaluación SAMPLE, así como el tratamiento otorgado durante la atención prehospitalaria.

 

Proporcionar información sobre las características del accidente.

 

Agente causal: tipo, hora de comienzo y tiempo de exposición.

 

Lugar donde ha sucedido: lugar abierto o cerrado (sospecha de inhalación de bióxido de carbono).


La palabra "triage" proviene del vocablo francés "trier" cuyo significado es selección, escoger y priorizar

 

Cuando existen múltiples víctimas, el caos puede dificultar nuestras acciones, por ello, en este contexto toma gran importancia el concepto de triage o de selección, con el fin de optimizar recursos y poder asegurar a cada lesionado el tratamiento más adecuado.

 

La clasificación debe identificar aquellos pacientes críticos que necesiten reanimación inmediata, y separarlos de los demás; además, de aquellos que no deberán recibir asistencia ya sea por ser leve sus lesiones y solo precisar autocuidados o porque sufran lesiones mortales.

 

De esta manera se distingue cuatro colores para evaluar y priorizar a los pacientes: 

• Código Rojo (Primera Prioridad). 

• Código Amarillo (Segunda Prioridad). 

Código Verde (Tercera Prioridad). Código Negro (Sin Prioridad)

 

CATEGORIZACIÓN: 

CÓDIGO ROJO (PRIMERA PRIORIDAD). 

  • Problemas respiratorios no corregibles en el mismo sitio.
  • Paro cardiorespiratorio que se haya presenciado enese momento
  • Pérdida apreciable de sangre (1 litro)
  • Pérdida de conciencia Perforaciones torácicas o abdominales
  • heridas penetrantes
  • Algunas fracturas graves (pelvis, tórax y vertebras) Quemaduras complicadas por compromiso a nivel de la vía aérea

 

CÓDIGO AMARILLO (SEGUNDA PRIORIDAD)

  • Requieren cuidados, pero sus lesiones no son de tanta gravedad como para que sus vidas corran peligro.
  • Quemadura tipo AB con más del 30 % de la superficie corporal comprometida 
  • Quemadura tipo B con más del 10 % de superficie corporal comprometida 
  • Quemaduras complicadas por lesiones mayores o tejidos blandos o menores fracturas 
  • Quemadura tipo B que involucran áreas críticas como manos, pies, cara sin problemas de via aérea 
  • Pérdida de sangre moderada (500 cc) 
  • Lesiones dorsales con y sin daño de columna vertebral 
  • Pacientes conscientes con daño craneoencefálico importante (confusión mental, hematoma subdural)

 

CÓDIGO VERDE (TERCERA PRIORIDAD). 

Se clasifican en lesiones menores y lesiones mortales. Se incluyen estas últimas en tercera prioridad porque la posibilidad de sobrevida es baja y requieren demasiada atención médica que van en desmedro de la atención dirigida a pacientes con mejores posibilidades de vida.

 

LESIONES MENORES SIN RIESGO PARA SU VIDA: 

  • Fracturas menores
  • Abrasiones, contusiones
  • Quemaduras menores
  • Quemaduras de tipo AB menores del 15 % de superficie corporal
  • Quemaduras tipo B menores del 2% de superficie corporal
  • Quemaduras tipo A menores del 20% de superficie corporal.

 

LESIONES MORTALES POCAS POSIBILIDADES DE SOBREVIDA:

Quemadura tipo AB y B mayores del 40% de la superficie corporal

Quemaduras tipo AB y B mayores del 40% de la superficie corporal asociado a lesiones craneoencefálicas o torácicas mayores

Lesiones craneales con exposición de masa encefálica y paciente inconsciente Lesiones de columna vertebral con ausencia de sensibilidad y movimientos Paciente mayor de 60 años con lesiones mayores graves

 

CÓDIGO NEGRO (SIN PRIORIDAD): 

Pacientes fallecidos. 

El triage debe hacerse en el mismo lugar del suceso, por una persona capacitada y con experiencia suficiente para decidir en base al pronóstico del individuo, evacuando primero al que más posibilidades tienen de vivir.










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