ENFERMEDAD DIVERTICULAR DEL COLON.





La diverticulosis del colon es una enfermedad del siglo XX.  Desde entonces, su incidencia ha ido en aumento y principalmente se reporta en países occidentales: puede afectar a un tercio de la población mayor de 45 años de edad y a dos tercios de los mayores de 85 años; entre ellos, de 10% a 25% van a desarrollar diverticulitis. El 95% de los divertículos del colon afectan a sigmoides; 35% de ellos pueden presentar esta alteración en algún otro segmento del otro colon y son extremadamente poco frecuentes por debajo de la reflexión peritoneal.

 

Aunque puede parecer obvio, conviene recordar algunas definiciones relacionadas con la enfermedad.

 

La diverticulosis es la sola presencia de los divertículos en el colon, mientras que la enfermedad diverticular nos muestra un amplio espectro de signos y sintomas asociados con la diverticulosis, extendiéndose desde el discreto malestar en el cuadrante inferior izquierdo del abdomen, hasta las complicaciones de la diverticulitis.

 

Hablamos de diverticulitis cuando hay presencia de inflamación e infección. La diverticulitis complicada se define como la acompañada de un absceso, fistula, obstrucción o perforación libre intrabdominal.

 

La etiología de la enfermedad diverticular es multifactorial, Los diverticulos del colon se forman por una combinación de aumento de la presión intraluminal en el colon y debilidad de la pared muscular. Esta hiperpresión localizada seria la consecuencia de una contracción muscular excesiva, aislando segmentos de sigmoides "tabicados". En el interior de estos segmentos se desarrollan fuerzas de pulsión muy elevadas favoreciendo una hernia de mucosa y submucosa en los puntos débiles de la pared. En las zonas más débiles de la pared del colon es donde entran los vasos sanguíneos. Las comunicaciones epidemiológicas han establecido el aumento de la prevalencia de la enfermedad diverticular en las poblaciones occidentales; esto constituye la base de la teoría de la fibra, desarrollada por Painter y Burkitt, relacionando su bajo consumo con una disminución del bolo fecal.

 

 El aumento de la actividad neuronal colinérgica y una disminución de la actividad no colinérgica se ha demostrado en la diverticulosis. Esta alteración podría conducir a un aumento de la tonicidad; sin embargo, no está claro si este hallazgo tiene una relación casual con la formación de los divertículos.

 

Al examinar las piezas operatorias del colon con enfermedad diverticular se encuentra un engrosamiento de las capas musculares de la pared intestinal. El análisis microscópico ultraestructural de las células musculares ha demostrado que la anomalía no reside en ellas. La única diferencia con la población promedio está en el aumento considerable de la tasa de elastina de las bandeletas longitudinales. Este engrosamiento de las taeniae coli podría inducir una contracción exagerada de la musculatura circular, incrementando la distensibilidad de la pared cólica. Este defecto inicial se acentúa con la edad, lo que explica el aumento en la incidencia de la enfermedad en las poblaciones mayor edad. 

 

La complicación más frecuente es la inflamatoria, conocida como diverticulitis. La diverticulitis se manifiesta clínicamente como obstrucción, perforación, o fistulización a una víscera vecina, como desarrollo evolutivo "per se" del fenómeno inflamatorio parietal intestinal. También por continuidad a la pared vascular, en forma de hemorragia.

 

El factor inicial responsable de un episodio inflamatorio de diverticulitis parece ser el secuestro de un coprolito intradiverticular, lo que lleva a edema y a una erosión parietal, con aumento paralelo de la presión intradiverticular, disminución del flujo sanguíneo parietal y aumento de la población bacteriana. La debilidad del saco diverticular hace que aparezcan microperforaciones, con la contaminación de los tejidos circundantes que, en su evolución, pueden dar lugar a las demás complicaciones mencionadas.


La diverticulosis es la simple presencia de divertículos en el colon, sin haber una manifestación clínica en el paciente.

 

 La enfermedad diverticular tiene sintomatologia variada, como el dolor crónico o el sangrado de los diverticulos.

 

La diverticulitis se presenta cuando existe inflamación de los divertículos, que involucra la pared del colon. La diverticulitis del colon se clasifica dentro de los trastornos del sistema digestivo, y se clasifica con perforación y absceso, Y sin perforación ni absceso.



Entre 10% y 25% de los pacientes con diverticulosis presentarán diverticulitis a la edad promedio de 62 años.

 

El bajo consumo de fibra y el estreñimiento crónico no son factores de riesgo para desarrollar diverticulosis; sin embargo, una dieta alta en fibra puede proteger contra el desarrollo de enfermedad diverticular.

 

Los pacientes con enfermedad diverticular presentan síntomas crónicos caracterizados por dolor en el cuadrante inferior izquierdo sin antecedentes documentados de fiebre o leucocitosis. Tienen evidencia radiológica o endoscópica de divertículos, pero no hay datos de estenosis, absceso, perforación u obstrucción.

 

La colitis asociada a divertículos es una entidad que además de presentar síntomas de enfermedad diverticular se acompaña, la mayoría de las veces, de H sangrado transrectal y diarrea.

 

Si existe sospecha de colitis asociada a divertículos, neoplasias o enfermedad inflamatoria intestinal se deberá realizar una colonoscopia.

 

 

La utilización de mesalazina con rifaximina es más efectiva para prevenir la enfermedad recurrente, en comparación con la rifaximina como monoterapia.

 

La utilización de mesalazina con probióticos para la enfermedad diverticular no complicada logra mantener a los pacientes sin síntomas con buenos resultados.

 

El sangrado afecta a 3%-15% de las personas con enfermedad diverticular. Su diagnóstico se realiza con base en los criterios de Zuckerman, Prakash y Jensen de evidencia endoscópica: sangrado activo, vaso visible, coágulo adherido y erosiones diverticulares.

 

La aspirina y el resto de los AINE se asocian a un riesgo alto y persistente de sangrado diverticular.

 

La obesidad aumenta el riesgo de sangrado y complicaciones inflamatorias de la enfermedad diverticular.

 

La mayoría de los pacientes con sangrado de origen diverticular puede ser tratada de manera conservadora, sin requerir tratamiento quirúrgico, ya  que 70% a 90% remite de manera espontánea; la colectomía subtotal se reserva para aquéllos con sangrado masivo.



El diagnóstico de diverticulitis se puede establecer fácilmente con la historia clínica y con la exploración física cuando existe el antecedente confirmado de un cuadro previo.

Los diagnósticos diferenciales son: síndrome de intestino irritable, gastroenteritis, obstrucción intestinal, apendicitis, colitis isquémica, cáncer de colon, infección de vías urinarias, litiasis renal y enfermedades ginecológicas.

 

Un episodio de diverticulitis debe estar documentado necesariamente con ciertos hallazgos por tomografía computada (TC): imágenes compatibles en cortes axiales con divertículos, inflamación de la grasa pericólica, engrosamiento de la pared del colon y absceso pericolónico o a distancia.

 

La proteína C reactiva con un nivel >50 mg/l ha demostrado mejorar el diagnóstico clínico de la diverticulitis aguda.

 

La edad, uno o más episodios previos, síntomas localizados en el cuadrante inferior izquierdo, aumento del dolor con el movimiento, ausencia de vómito, resistencia localizada en el cuadrante inferior izquierdo y proteína C reactiva >50 mg/l son predictores independientes de diverticulitis de colon izquierdo.

 

Se debe realizar una historia clínica y exploración física dirigida para establecer el diagnóstico. Son útiles una biometría hemática completa, examen general de orina y placas simples de abdomen.

 

No se debe realizar estudios endoscópicos inferiores hasta después de 6 semanas del cuadro de diverticulitis, o su sospecha diagnóstica, por riesgo de perforación. 



La estadificación de la gravedad mediante TC permite seleccionar a los pacientes candidatos a tratamiento no quirúrgico. Permite predecir también  el riesgo de complicaciones posteriores al tratamiento conservador.

 

La TC de abdomen y pelvis es el estudio más apropiado para el diagnóstico de la diverticulitis aguda. Su precisión aumenta con la utilización de medio de contraste oral, intravenoso y rectal.

 

Para clasificar los hallazgos por TC, la utilización de la escala modificada de Hinchey por Kaiser es una buena opción ya que permite establecer la extensión A de la enfermedad y su impacto para la terapéutica que se utilizará.

 

Estadio 0- Diverticulitis leve 

Estadio la - Inflamación pericólica y flemón 

Estadio Ib Absceso menor de 5 cm en la proximidad del proceso inflamatorio primario 

Estadio II Absceso intrabdominal, pélvico o retroperitoneal. Absceso distante al sitio inflamatorio primario 

Estadio III - Peritonitis purulenta generalizada 

Estadio IV - Peritonitis fecal


El tratamiento conservador de la diverticulitis no complicada (Hinchey 0 o la) tiene un éxito de resolución de 93% al 100% en los pacientes que la presentan.

 

El tratamiento ambulatorio de la diverticulitis no complicada es factible siempre y cuando el paciente se encuentre sin vómito y pueda citarse para seguimiento; debe tolerar la dieta líquida y los antibióticos por vía oral.

 

Si el paciente no cumple con los criterios para el tratamiento ambulatorio, o no hay mejoría, deberá hospitalizarse. Iniciar antibióticos intravenosos dirigidos contra gram negativos y anaerobios. Modificar su dieta.

 

Los antibióticos utilizados deben cubrir bacterias anaerobias y gram negativos. Se puede utilizar una combinación de ciprofloxacino o ceftriaxona con metronidazol. Se puede utilizar un solo antibiótico, como el imipenem o el meropenem.

 

El tiempo necesario de tratamiento con antibióticos en el paciente hospitalizado no ha sido definido con evidencia. 

Se recomienda la utilización de antibióticos en el paciente hospitalizado, y para su posterior egreso por 7 a 10 días. 

El tratamiento conservador con antibióticos tiene éxito hasta de 73% en los pacientes con un absceso menor de 4 a 5 cm de diámetro. 

El tratamiento no quirúrgico puede ser apropiado en una población seleccionada si la edad o las comorbilidades médicas impiden una cirugía segura.



Habitualmente se realiza un procedimiento de Hartmann en diverticulitis complicada (Hinchey IV y Hinchey III seleccionados); sin embargo, se debe considerar la morbilidad y mortalidad asociada a una segunda cirugía (cierre de Hartmann).

 

La resección con anastomosis primaria tiene una ventaja significativa en términos de menor morbilidad, mortalidad y menor estancia hospitalaria en comparación con el procedimiento de Hartmann. 

En cuanto a resultados de la primera cirugía, la resección con anastomosis primaria у el procedimiento de Hartmann son comparables en  pacientes con peritonitis generalizada. 

El riesgo de una considerablemente ileostomía permanente es menor y complicaciones que el de un procedimiento de Hartmann.

 

Es preferible en casos de diverticulitis peritonitis generalizada con perforación realizar una anastomosis primaria con una ileostomía derivativa, en lugar de un procedimiento de Hartmann. 

Es recomendable realizar una ileostomía en asa en lugar de una colostomía en asa de colon transverso, para derivar una anastomosis colorrectal.

 

Se recomienda efectuar sigmoidectomía de urgencia en pacientes con peritonitis difusa, o cuando no hay mejoría de la sepsis en pacientes hospitalizados con tratamiento médico. 

En pacientes sin mejoría después del drenaje percutáneo o del tratamiento médico, se debe considerar tratamiento quirúrgico. 

La cirugía laparoscópica en pacientes con diverticulitis aguda complicada con peritonitis puede ser realizada por cirujanos expertos en la técnica. No se cuenta con evidencia suficiente para generalizar la recomendación, pero se han llevado a cabo de manera segura resecciones y anastomosis procedimientos de Hartmann con una baja tasa de complicaciones y conversiones.

 

En pacientes con diverticulitis Hinchey II el lavado peritoneal muestra resultados promisorios con una alta eficacia y baja morbilidad y mortalidad y una mínima necesidad de estoma. 

En los pacientes con diverticulitis Hinchey III, la seguridad y la eficacia del tratamiento con lavado peritoneal laparoscópico es incierto y lo seguirá siendo hasta que los resultados del primer ensayo aleatorizado sobre el tema estén disponibles.

 

Hay una recurrencia baja de la diverticulitis en pacientes a quienes no se les realiza una resección de forma electiva, posterior a un lavado peritoneal y drenaje, en seguimientos hasta por 48 meses.

 

En la actualidad son pocos los casos con diverticulitis aguda Hinchey IV tratados con lavado y drenaje laparoscópicos de la cavidad abdominal como para emitir recomendaciones de este abordaje de tratamiento.


Está demostrado, con alto nivel de evidencia, que la PMC debería evitarse antes de una cirugía de colon. 

Hasta 23% de los pacientes con un cuadro de diverticulitis presenta recurrencia. La mayoría presenta una sola recurrencia, incluso después de un cuadro de diverticulitis complicada.

 

El número de episodios previos de diverticulitis aguda no es determinante para realizar la sigmoidectomía. La gravedad por TC del primer episodio es un factor de predicción para inferir una evolución poco favorable.

 

El riesgo de necesitar una cirugía de urgencia no deberá utilizarse como justificación para una colectomía electiva, después de un cuadro de diverticulitis manejada de forma conservadora. La mayoría de los episodios de diverticulitis con peritonitis ocurre en la presentación inicial de la enfermedad.

 

En pacientes cuyo segmento colónico se mantiene in situ, es esencial descartar la presencia de carcinoma de colon.

 

La indicación de sigmoidectomía posterior a un cuadro de diverticulitis aguda deberá realizarse de manera individualizada.

 

Pacientes con presencia de fístula o estenosis requieren de cirugía electiva.

 

No existe evidencia que justifique la utilización de drenajes posteriores a una anastomosis colorrectal para prevenir complicaciones de la anastomosis u Ka otras. 

El borde distal de la pieza resecada debe ser el recto proximal y el borde proximal deber ser colon sin datos de inflamación o engrosamiento. No es  necesario extirpar todos los segmentos del colon con divertículos.

 

Se debe abandonar el concepto de realizar sigmoidectomía después de un segundo episodio de diverticulitis no complicada. 

La sigmoidectomía laparoscópica electiva en diverticulitis no complicada es factible y con un bajo porcentaje de complicaciones, menos dolor, aumento en la calidad de vida y menor tiempo de hospitalización. 

 

Desde el punto de vista técnico, el realizar una anastomosis manual, con sutura mecánica mediante compresión, tiene las mismas tasas de fuga  anastomótica.


Los pacientes que han recibido o tienen trasplante de órganos, quimioterapia, o consumen medicamentos inmunosupresores están en mayor riesgo de perforación y formación de absceso en su primer cuadro de enfermedad diverticular. Además, en este grupo de pacientes se requiere un mayor número de cirugía de urgencia, con una mayor mortalidad.

 

El uso de antibióticos en diverticulitis aguda no complicada está justificado en caso de septicemia, mal estado general, embarazo e inmunosupresión.

 

La colectomía electiva posterior a un cuadro de diverticulitis en pacientes inmunosuprimidos se debe basar en las mismas recomendaciones que en los pacientes inmunocompetentes.

 

Es importante identificar alteraciones sutiles en los pacientes inmunosuprimidos para realizar una cirugía de urgencia o electiva.

 

Se debe tener precaución en la cirugía de los pacientes inmunocomprometidos, ya que tienen una mayor mortalidad perioperatoria

 

Los pacientes <50 años de edad deben ser tratados bajo los mismos criterios que los >50 años, ya que no existen diferencias clínicamente significativas para v. modificar el manejo entre ambos.



Dependiendo de la experiencia del coloproctólogo o cirujano general, referir pacientes por:

 

  • Recurrencia de la diverticulitis
  • Falta de recursos o experiencia para tratar diverticulitis complicada




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