VIGILANCIA Y ATENCION AMIGABLE EN EL TRABAJO DE PARTO
El
nacimiento, es un proceso natural con un profundo significado cultural y
social, por lo que es fundamental que el personal de salud encargado de su
cuidado otorgue atención médica integral con calidad, calidez y seguridad, que
coadyuve a reducir la morbi-mortalidad materna con la aplicación de un nuevo
modelo de atención que limite el uso de prácticas clínicas innecesarias y
permita que la madre pueda reincorporarse a su vida familiar, social y laboral,
así como también que el recién nacido pueda continuar con normalidad su
crecimiento, desarrollo e integración en el entorno familiar y social.
Se recomienda que en la atención a todas las mujeres en trabajo de parto se procure mantener su dignidad, privacidad y confidencialidad, así como el asegurar la ausencia de daño y maltrato, permitiendo la posibilidad de una elección informada y continua durante el trabajo de parto y el nacimiento.
Se recomienda considerar a la fase latente del trabajo de parto como el periodo caracterizado por contracciones uterinas dolorosas que causan modificaciones cervicales y que incluyen dilatación cervical menor a 5 centímetros.
A las mujeres con embarazos no complicados se les debe dar la oportunidad de que inicien trabajo de parto espontáneo. Así mismo, se les debe ofrecer la inducción de trabajo de parto entre las semanas 41 y 42, para evitar los riesgos inherentes al embarazo prolongado.
El
personal médico no deberá indicar el ingreso de la mujer a sala de labor de la
mujer durante la fase latente del trabajo de parto (igual o menor de 4
centímetros de dilatación). (ver algoritmo 1)
En caso
de indicar el egreso a domicilio, se le debe de infomar a la mujer embarazada
acerca de los signos de alarma obstétrica y las diferencias entre las
contracciones de Braxton Hicks y las contracciones efectivas del trabajo de
parto, así como entre las pérdidas transvaginales normales y las sugestivas de
ruptura del amnios.
La fase
activa del trabajo de parto es un periodo de tiempo que se caracteriza por
actividad uterina regular y dolorosa, asociado a modificaciones cervicales.
Inicia a los 5 centímetros de dilatación y culmina con la dilatación cervical
completa.
El
ingreso a sala de labor de mujeres con embarazo normoevolutivo deberá
considerarse a partir de la fase activa del trabajo de parto. (ver algoritmo 2)
No se
recomienda la cardiotocografía rutinaria para establecer el bienestar fetal en
mujeres sanas con embarazo normoevolutivo que hayan desencadenado trabajo de
parto espontáneo.
Se
recomienda auscultar la frecuencia cardiaca fetal, ya sea con Pinard o con
monitor fetal Doppler, para establecer el bienestar fetal en el momento del ingreso
de la mujer a sala de labor.
No se recomienda realizar pelvimetría de rutina en mujeres sanas en el momento de su ingreso a sala de labor. No se recomienda el rasurado rutinario del vello púbico.
No se recomienda realizar enemas evacuantes en el momento del ingreso de la mujer a sala de labor. Se deberá favorecer la micción espontánea al momento del ingreso a sala de labor.
Se
requiere comunicación efectiva entre los proveedores del cuidado de la salud y
las mujeres en trabajo de parto, usando términos simples y culturalmente
aceptables.
Durante
la fase activa del trabajo de parto, se recomienda el acompañamiento continuo
(por familiar o personal de salud) en mujeres con embarazo no complicado.
Se
recomienda auscultar intermitentemente la frecuencia cardiaca fetal durante el
trabajo de parto de mujeres sanas (cada 15 a 30 minutos), ya sea con Pinard o
con monitor fetal Doppler, durante un minuto inmediatamente después de la
contracción.
No se recomienda realizar cardiotocografía continua en mujeres sanas que iniciaron espontáneamente el trabajo de parto.
En
mujeres con trabajo de parto no complicado, se recomienda la ingesta de
líquidos claros.
Se
recomienda la libre movilidad y adopción de la postura vertical durante el
trabajo de parto de mujeres sanas.
Dado que no se encuentra evidencia que apoye o rechace el uso de la exploración vaginal de rutina durante el trabajo de parto, se puede considerar la realización de tacto vaginal cada cuatro horas, durante la fase activa del primer periodo del trabajo de parto.
No se recomienda realizar amniotomía rutinaria para abreviar el trabajo de parto. No se recomienda el uso rutinario de oxitocina para abreviar el trabajo de parto.
No se recomienda el uso rutinario de antiespasmódicos para abreviar el trabajo de parto.
Dada la gran variabilidad reportada en la tasa de dilatación durante el primer periodo de trabajo de parto, no se recomienda emplear el criterio de dilatación de 1cm/h como referencia para diagnosticar la de falta de progresión de trabajo de parto.
La duración del trabajo de parto es un evento extremadamente variable, por lo que no se sugiere realizar el diagnóstico de detención del trabajo de parto con base a la evaluación estricta del patrón de dilatación/tiempo. (ver cuadro 1)
No se
recomienda dirigir el pujo materno durante el segundo periodo del trabajo de
parto.
Se recomienda retrasar, en una o dos horas, el momento de inicio del pujo materno durante el segundo periodo del trabajo de parto en mujeres con analgesia epidural.
Se recomienda escuchar intermitentemente la frecuencia cardiaca fetal al termino de una contracción, cada 5 minutos.
La paciente deberá ingresar a sala de expulsión cuando se encuentre en el segundo periodo del trabajo de parto (dilatación completa) y una vez que se haya evaluado el descenso adecuado de la presentación. (ver algoritmo 3)
Se
recomienda permitir la libre adopción de postura durante el nacimiento
(incluyendo la posición vertical) a mujeres con y sin analgesia epidural.
Se recomienda emplear técnicas para prevenir el trauma perineal durante el segundo periodo del trabajo de parto, como aplicación de compresas calientes y la protección manual del periné.
No se
recomienda realizar episiotomia rutinaria en ́mujeres sanas con trabajo de
parto espontáneo.
Puede valorarse la práctica de la episiotomía en casos de periné́ corto; presentación de cara, compuesta o de nalgas; así́ como ante la presencia de distocia de hombros o necesidad de parto instrumentado.
Siempre
deberárealizarse bajo analgesia adecuada, y la técnica recomendada es la
mediolateral.
Para
facilitar el nacimiento, no se recomienda aplicar presión en el fondo del
útero durante el periodo expulsivo (maniobra de Kristeller).
Se
recomienda realizar pinzamiento del cordón umbilical, por lo menos durante 60
segundos después del nacimiento en recién nacidos de término o pretérmino que
no requieran ventilación con presión positiva.
Se debe considerar el pinzamiento inmediato del cordón umbilical ante la presencia de desprendimiento de placenta, placenta previa, ruptura uterina, desgarro del cordón, paro cardiaco materno o asfixia neonatal.
Se
recomienda administrar uterotónicos durante el manejo activo del tercer periodo
del trabajo de parto, para reducir el riesgo de hemorragia posparto. (ver
algoritmo 5)
Se recomienda administrar 10 UI de oxitocina (IV o IM), como uterotónico de elección para el manejo activo del tercer periodo del trabajo de parto.
No se aconseja realizar revisión manual de cavidad uterina rutinaria, pues puede predisponer a endometritis.
No se
recomienda administrar antibiótico profiláctico en mujeres después de un parto
sin complicaciones.
Se
recomienda que los recién nacidos sin complicaciones tengan contacto piel con
piel durante la primer hora después del nacimiento, con la finalidad de
promover la lactancia materna. (ver algoritmo 4)
No se
recomienda la aspiración rutinaria de boca y fosas nasales en neonatos que han
nacido con líquido amniótico claro y que inician respiración espontánea
Se recomienda que a todos los recién nacidos se les administre 1 mg de vitamina K intramuscular después del nacimiento, como profilaxis para enfermedades hemorrágicas.
ANALGESIA
DURANTE EL TRABAJO DE PARTO
Se recomienda la analgesia epidural para el alivio del dolor en mujeres sanas que así lo soliciten, más no debe de ofrecerse de manera rutinaria. Se recomienda la analgesia epidural para el alivio del dolor en mujeres sanas que así lo soliciten, más no debe de ofrecerse de manera rutinaria
Se
recomienda administrar la anestesia regional en el momento en que la mujer en
trabajo de parto lo solicite, aún durante la fase latente.
Siempre
que se cuente con la posibilidad, la analgesia epidural deberá proporcionarse a
la mujer en trabajo de parto en el momento en que lo solicite, sin importar la
dilatación cervical que cuente, procurando emplear la menor dosis posible de
anestésico (ver cuadro 2) y monitorizando la frecuencia cardiaca fetal después
de su administración.
Se
recomienda el uso de técnicas de relajación para el control del dolor de
mujeres sanas durante el trabajo de parto, como respiración profunda,
relajación muscular progresiva y musicoterapia.
Se
recomienda el uso de técnicas manuales para el control del dolor de mujeres
sanas durante el trabajo de parto, como masajes o aplicación de compresas
calientes.
La
implementación del uso de la pelota obstétrica puede ser una estrategia para
disminuir el dolor durante el trabajo de parto.
LACTANCIA MATERNA
Después
del nacimiento, todas las madres deben de recibir apoyo para iniciar la
lactancia, dentro de la primer hora del puerperio.
Todas
las mujeres deberán recibir apoyo práctico que les permita establecer la
lactancia y manejar las dificultades más comunes.
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