FRACTURAS MANDIBULARES


 

En los traumatismos graves y en los accidentes de alta velocidad los afectados suelen sufrir múltiples lesiones, simultáneamente las fuerzas de mayor intensidad tienen una probabilidad más alta de ocasionar fracturas.

Debido a su prominente posición anatómica la mandíbula es un blanco vulnerable a las lesiones.

 

Entre los huesos faciales la mandíbula ocupa el segundo lugar en frecuencia de fracturas y constituye la mayoría de las lesiones traumáticas tratadas por los cirujanos maxilofaciales. La etiología varia de un país a otro, pero a nivel mundial las principales causas de fractura mandibular son los accidentes de automovilísticos y las agresiones físicas

 

La incidencia de estas lesiones es más alta en los hombres jóvenes.

La mandíbula es el único hueso móvil del esqueleto facial, conforma el tercio inferior del tamaño de la cara y desempeña un papel importante en el lenguaje, en la deglución y en la respiración; además ocupa una prominente zona estética dando a los individuos una característica facial única.

 

El diagnóstico de las fracturas de mandíbula es fundamentalmente clínico, sin embargo, es necesaria la realización de pruebas de imagen para ayudar al diagnóstico y a la decisión terapéutica. El manejo involucra hospitalización e intervención quirúrgica en más de la mitad de los pacientes con fractura mandibular, el tratamiento puede clasificarse como abierto o cerrado de acuerdo al método de reducción utilizado.

Se refiere a la solución de continuidad ósea que ocurre en cualquier zona anatómica de la mandíbula.

PROMOCION DE LA SALUD

Entre los huesos faciales, la mandíbula ocupa el segundo lugar en frecuencia de fracturas. 

Las principales causas de las fracturas mandibulares son :

  1. • Agresión física: 41-49%
  2. • Accidentes automovilísticos: 29%
  3. • Caídas: 17%
  4. • Actividades deportivas: 16%
  5. • Accidentes laborales:7%
  6. • Misceláneos: 5%

 

Estos datos pueden variar dependiendo de la localidad o región del país; en zonas rurales los accidentes automovilísticos son la causa más común.

 

Se recomienda promover entre la población:

  1. • Utilizar el cinturón de seguridad
  2. • Conducir automóviles con bolsas de aire
  3. • No manejar en estado de intoxicación etílica o con efectos de estupefacientes
  4. • Usar protectores bucales al practicar cualquier deporte: football, basketball, jockey o patinaje, entre otros
  5. • Utilizar casco al andar en bicicleta, independientemente de la edad
  6. • Emplear caretas en la jornada laboral
  7. • Utilizar asientos con cinturones de seguridad especiales para niños menores de 12 años, los cuales se deben adaptar de acuerdo a la edad y talla del niño
  8. • Evitar que los niños viajen en el asiento delantero del automóvil.


GRUPOS VULNERABLES

 

Niños (2 a 10 Años de Edad)

Los mecanismos de lesión más frecuentes en las fracturas mandibulares de los niños son las caídas o los golpes en el mentón. 

Promover el uso de barandales en la cama (particularmente en las literas) como medida de prevención de fracturas mandibulares en los niños.

 

Adultos Jóvenes (De 20 a 40 años de edad)

Enfatizar en adultos jóvenes la utilización de dispositivos auxiliares de protección durante actividades laborales o deportivas. 

Se recomienda la remoción de los terceros molares por el cirujano maxilofacial.

 

 

Mandíbula Atrófica, Osteoporótica y Osteorradionecrosis

La atrofia mandibular es una consecuencia de la reducción de la vascularidad y del flujo sanguíneo, debido a la pérdida del estímulo masticatorio por ausencia de órganos dentarios.

 

En la atrofia mandibular hay menor cantidad de hueso alveolar con respecto al hueso basal mandibular.

 

Enfatizar en individuos con atrofia mandibular el uso de dispositivos auxiliares de protección durante las actividades deportivas o laborales.


Los principales datos clínicos relacionados con la fractura mandibular son:

• Dolor en los movimientos mandibulares

• Pérdida de la oclusión

• Asimetría facial

• Movilidad anormal con la palpación

• Crepitación en los movimientos mandibulares

• Equimosis sublingual y de la encía

• Trismus

• Salivación

• Halitosis

• Desviación mandibular

 

Para establecer el diagnóstico de fractura mandibular buscar intencionadamente:

  • • Alteraciones oclusales
  • • Desplazamiento de fragmentos óseos
  • • Movilidad anormal
  • • Dolor local
  • • Desviaciones mandibulares
  • • Halitosis
  • • Sialorrea

 

La anatomía y el desarrollo de los cóndilos de la mandíbula determinan los patrones de fractura en los  niños.

 

Los cóndilos de la mandíbula son más susceptibles a lesiones por aplastamiento, en contraste con otras zonas de la mandíbula como el cuello del cóndilo mandibular debido a su estructura delgada y corta.

 

Además de la flexibilidad ósea de la mandíbula en el niño, existen otros factores que influyen en el desarrollo de una fractura como la dirección, el grado, la magnitud y el punto preciso de aplicación de la fuerza.

 

La distribución más común de las fracturas mandibulares en los niños, de acuerdo a un estudio es:

  1. • Cóndilos y subcondíleas: 50%
  2. • Sínfisis y parasinfisis: 30%
  3. • Angulo mandibular: 20%

 

Los mecanismos de lesión mas frecuentes en las fracturas mandibulares de los niños son las caídas o los golpes en el mentón.

 

Sospechar fractura condílea, subcondilea o hemartrosis temporomandibular, en aquellos niños con laceraciones heridas o contusiones mentonianas.

 

Como dato clínico característico de fractura subcondílea observar si existe desviación de la línea media dental durante la apertura bucal. 

Se recomienda clasificar las fracturas expuesta de mandibula con base a la clasificación propuesta por Gustillo (ver anexo 5.3, cuadro 1)



ESTUDIOS DE RADIOLOGIA

La mejor radiografía para la valoración de fracturas mandibulares es la panorámica.

Las series simples de la región mandibular, incluyendo las laterales oblicuas proveen información adicional especialmente, sobre el cuello del cóndilo, ramas y sínfisis.

 

Las radiografías periapicales con múltiples angulaciones proporcionan información confiable acerca de los cambios en la raíces dentales y hueso alveolar posterior a lesiones traumáticas. Además se pueden identificar cuerpos extraños impactados en el tejido blando.

 

En todo paciente con sospecha de fractura mandibular se debe solicitar:

• Perfil mandibular que incluye las siguientes proyecciones: posteroanterior, lateral oblicua derecha e izquierda, Towne para cuello de cóndilo mandibular

• Radiografía panorámica  (ver anexo 5.3, cuadros 2 y 3)

 




Tipíficar la fractura mandibular utilizando la clasificación anatómica (ver anexo 5.3, cuadro 4 y figura 1). 


Investigar fracturas en tallo verde en los pacientes pediátricos

 

ESTUDIOS DE TOMOGRAFIA.

Para la detección de fracturas mandibulares la sensibilidad de la tomografía helicoidal es de 100% y la de la radiografía panorámica del 86%.

 

La TC y la 3D proporcionan una situación exacta del tipo de lesión, incluso la presencia de cabalgamiento de fragmentos así como de luxaciones y fracturas condileas.

 

Se recomienda complementar el diagnóstico de fractura mandibular con estudio de tomografía computarizada y reconstrucción tridimensional en los siguientes casos:

• Duda diagnóstica en los estudios radiográficos

• Pacientes con pérdida del estado de alerta

• Condiciones de salud grave (ejemplo choque hemodinámico)


TRATAMIENTO FARMACOLOGICO

De acuerdo a la intensidad del dolor en las fracturas, en general, se utilizan analgésicos no opioides del tipo de paracetamol, antiinflamatorios no esteroideos (AINES), inhibidores selectivos de Cox-2 y opioides de puente (tramadol).

 

Para control del dolor leve a moderado, se recomienda utilizar analgésicos no opiáceos, como:

  1. • Paracetamol, a dosis de 500 mg. a 1 gr. cada 4-6 horas (dosis máxima 4 gramos), o
  2. • Ketorolaco a dosis de 30 mg. cada 6 horas por vía oral o intravenosa, por un tiempo no mayor a 5 días (dosis máxima 120 mg. al día).

 

En los niños, los cirujanos proporcionan analgésicos orales (paracetamol) para el control del dolor posoperatorio en dosis acorde a su peso. Este método tiene como desventajas: inicio tardío de acción y pérdida del medicamento si ocurre emesis.

 

Los neonatos y lactantes hasta los dos años tienen una función renal diferente a la de los adultos, por lo que el uso de analgésicos antiinflamatorios no esteroideos está contraindicado. Las alternativas analgésicas incluyen el uso de paracetamol, analgésicos opioides y la analgesia con técnicas de anestesia regional.

 

 En los niños, se recomienda usar paracetamol:

• Por vía oral: 10 a 15 mg por kg, por dosis cada 4 horas o

• Por vía rectal 15-20 mg por kg por dosis, en caso necesario.

Tiempo máximo: 5 días

 

En los casos de fracturas expuestas es recomendable la administración de antimicrobianos desde el ingreso a urgencias, por vía intravenosa y en las primeras horas después de la lesión.

 

Entre los huesos faciales, la mandíbula es la región que se infecta con mayor frecuencia después de la reducción quirúrgica de una fractura. Los antibióticos están indicados en las fracturas mandibulares, deben iniciarse en cuanto se detecta la fractura y continuar hasta que sea reducida y fijada. 

En las infecciones de las fracturas abiertas tipo I y II los organismos mas frecuentemente involucrados son S. aureus, estreptococo y gérmenes aerobios gram negativos.

 

El tratamiento antimicrobiano que se recomienda para las fracturas tipo I y II es cefalosporinas de primera o segunda generación y como alternativa quinolonas; para las fracturas tipo III se recomienda agregar un aminoglucósido.

 

En las heridas contaminadas con tierra o heces o aquellas que presentan tejidos con áreas de isquemia es recomendable agregar penicilina (ver anexo 5.3, cuadro 5).

 


El tiempo de administración de los antimicrobianos dependerá del tipo de fractura.

 

Se recomienda mantener el esquema antimicrobiano durante 7 a 10 días en las fracturas tipo I, II y III (excepto condileas) por estar expuestas al medio bucal. 

Se recomienda enfatizar al paciente con fracturas mandibulares realizar aseos con antisépticos bucales y cepillado dentogingival periódicamente, durante todo el tratamiento.


Tratamiento Quirúrgico en Niños

Las indicaciones para tratamiento quirúrgico de reducción abierta con fijación interna rígida se determinan por la anatomía de la mandíbula y la fase de desarrollo en la que se encuentra, así como por la demanda biomecánica de cada paciente y el grado de desplazamiento de los segmentos mandibulares. 

En los niños se dificulta la colocación de placas y tornillos para la reducción abierta y fijación interna rígida de la fractura, debido al riesgo de lesionar los gérmenes dentarios en el espesor del cuerpo mandibular.

 

No existen indicaciones específicas para el tratamiento quirúrgico de las fracturas mandibulares en los niños. La decisión de intervenir quirúrgicamente se llevará a cabo con base a los factores señalados en las evidencias previas. 

Las fracturas mandibulares en el paciente pediátrico, son una patología muy particular porque se localizan en el hueso en crecimiento.

 

Las fracturas mandibulares en el niño se manejan siguiendo los mismos principios que en el adulto, sin embargo hay diferencias anatómicas y de dentición que deben ser consideradas. 

En los niños la inmovilización se utiliza por periodos cortos, con el propósito de evitar complicaciones como anquilosis mandibular.

 

 

En los niños con fractura mandibular condílea o subcondílea se recomienda inmovilización por un tiempo máximo de dos semanas así como movilización temprana. 

La fijación interna rígida de titanio puede causar alteraciones de crecimiento y desarrollo, por esto es necesario hacer una segunda cirugía para la remoción del material de osteosíntesis una vez que se haya dado la consolidación.

 

El uso de material de fijación reabsorbible en pacientes pediátricos ofrece las siguientes ventajas:

  1. • Proporciona adecuada estabilidad inicial de la fractura
  2. • Permite degradación y eliminación graduales del material de osteosintesis
  3. • Es bien tolerado por los tejidos blandos lo que provee un patrón de consolidación normal
  4. • Elimina la necesidad de una segunda intervención quirúrgica para remoción de material de fijación

 

Es recomendable utilizar material de fijación reabsorbible en pacientes pediátricos, con las consideraciones necesarias de acuerdo a la edad del paciente y la demanda biomecánica de cada caso.


Tratamiento no Quirúrgico (Conservador) en los Adultos

El objetivo del tratamiento conservador es permitir una buena función sin reducción anatómica completa debido a la pronta movilización.

 

El bloqueo intermaxilar (BIM) es una técnica que permite reducir las fracturas oclusivas mediante la unión de dos arcos que se fijan al maxilar y a la mandíbula, de esta forma una arcada ejerce presión sobre la otra.

Existen diferentes tipos de arcos para el BIM:

• Arco plano, flexible, de gancho de Ginestet-Servais

• Arco plano, flexible de gancho de Erich

• Arco media caña, flexible o rígido, de gancho soldado de Jacquet

• Arco de clavijas

 

Para fracturas no desplazadas, estables, favorables o incompletas en las que no se observan cambios en laoclusión, se recomienda reducción cerrada utilizando fijación interdentomaxilar. 

Para inmovilizar ambas arcadas maxilar y mandibular como parte del tratamiento conservador se sugiere utilizar arcos de Erich.

 

Se recomienda realizar una fijación semirígida con los arcos barra de Erich, la cual consiste en que cada diente (incluyendo el primer molar) sea alambrado en cada lado de ambas arcadas, y posteriormente, colocar tracción elástica o candados de alambre entre ellos.


Tratamiento Quirúrgico en los Adultos

El grado de desplazamiento, la longitud y la dirección del trazo, así como el número de fragmentos y la pérdida del material óseo son los criterios que definen la personalidad de la fractura y determinan que paciente es candidato para el tratamiento quirúrgico.

 

El método o sistema de osteosíntesis se selecciona con base a los siguientes aspectos clínicos y preferencias del paciente:

  1. • Personalidad de la fractura
  2. • Volumen de la masa muscular
  3. • Integridad de la masa dental
  4. • Antecedentes de tabaquismo, consumo de drogas y de bebidas alcohólicas
  5. • Compromiso del paciente para seguir las indicaciones terapéuticas después del procedimiento.

 

Las opciones de osteosíntesis para el tratamiento quirúrgico de las fracturas mandibulares son:

1. Osteosíntesis compresiva

        • Con tornillos

        • Con placas y tornillos

2. Osteosíntesis no compresiva

        • Con placas y tornillos

 

En pacientes con masa muscular delgada que sufren de una fractura mandibular lineal con desplazamiento único, menor a 5 mm de distancia, sin daño dental, sin antecedentes de consumo de drogas y de bebidas alcohólicas se recomienda: utilizar el sistema de placas y tornillos 2.0 para mandíbula bajo el principio de carga compartida.

 

En aquellos pacientes con masa muscular abundante y piezas dentales insuficientes que sufren de una fractura mandibular caracterizada por un desplazamiento mayor a 5 mm, con múltiples trazos en cualquiera de las zonas anatómicas, y que tienen incapacidad o poca disposición para seguir las indicaciones posquirúrgicas, así como antecedentes de tabaquismo, consumo de alcohol o drogas, se recomienda: utilizar materiales de osteosíntesis de mayores dimensiones, para poder cumplir con el principio de carga absorbida, y disminuir así el riesgo de complicaciones al brindarles mayor estabilidad a los trazos de fracturas mandibulares.

 

 

Para el manejo de las fracturas sinfisiarias y parasinfisiarias se recomienda la reducción abierta y fijación interna con tornillos de deslizamiento.  

En pacientes con fracturas sinfisarias de trazo lineal simple, con desplazamiento menor a 5 mm se deben seleccionar aquellos sistemas que cumplan con el principio de carga compartida, así como considerar los abordajes intraorales.

 

En caso de diastasis lingual de fracturas sinfisiarias y parasinfisiarias se recomienda utilizar placas LC-DCP (low contact dynamic compression plates) con moldeado y pretensado de las mismas. 

Las fracturas del cuerpo, rama y ángulo mandibular que tienen trazo simple lineal, con desplazamiento menor a 5mm, son susceptibles de manejo con placas de 2.0 para mandíbula, dado que se cumplirá el principio de carga compartida.

 

Las fracturas sinfisiarias, parasinfisiarias, del cuerpo, rama y ángulo mandibular que son multifragmentarias y con desplazamiento mayor a 5 mm requieren de material de osteosintesis de mayor perfil, dado que es obligado cumplir el principio de carga absorbida, para evitar inestabilidad de los fragmentos durante el período de consolidación.

 

En fracturas subcondíleas únicas con desplazamientomedial mayor de 90 grados y en las fracturas subcondíleas dobles recomienda la reducción abierta, pudiendo ser con sistemas de miniplacas 2.0 o tornillos de deslizamiento.

 

En aquellos casos con hueso mandibular de mala calidad requerirán consideraciones especiales para seleccionar el material de osteosíntesis de dimensiones mayores (por ejemplo en hueso atrófico u osteoporótico producido por radioterapia, cirugías previas fallidas o por infección).

 

Los criterios terapéuticos que se recomiendan para la selección del material de osteosíntesis en atrofia mandibular son:

  1. • Utilizar implantes de mayor espesor y tamaño, con un número suficiente de tornillos a cada lado de la fractura
  2. • Cumplir con el principio de carga absorbida para  buscar estabilidad inter-fragmentaria adecuada y así, limitar los posibles trastornos de consolidación

 

Se recomienda utilizar los siguientes sistemas de osteosíntesis diseñados exclusivamente para el tratamiento de hueso con atrofia:

• Sistemas de 2.4 de reconstrucción

• Sistemas cerrojados (o unilock)

 

En casos con cirugía previa y resultados no favorables (retardos de consolidación), se requerirá reintervención con criterios más agresivos en relación a material de osteosíntesis en dimensión y extensión, así como aplicación de injerto óseo.

 

Los casos de lesión tumoral o quística agregada serán valorados de acuerdo a las dimensiones de la masa aresecar, así como a la atrofia resultante posterior a la resección, con el propósito de determinar la magnitud del implante que se requiere, el cual debe proporcionar la estabilidad suficiente para soportar la demanda biomecánica mandibular.


Referir al segundo nivel de atención médica a los pacientes con sospecha de fractura mandibular, en caso de no contar la unidad con el especialista en cirugía maxilofacial y los recursos para el tratamiento se deberá enviar al tercer nivel.

 

Los pacientes politraumatizados con fractura de mandíbula requieren tratamiento interdisciplinario. 

Los pacientes con sospecha de fractura mandibular y lesiones múltiples asociadas deben referirse al tercer nivel de atención médica para un tratamiento interdisciplinario.


Para la vigilancia y seguimiento de los niños con fractura mandibular (de cualquier tipo) se recomienda:

1. Revalorar una semana después del tratamiento  (cerrado o abierto) y cada semana durante al menos 4 semanas. Posteriormente, la valoración clínica se realizará de la siguiente forma, en:

    • Tratamiento cerrado: cada 2 semanas durante un mes, una vez al mes durante 4 meses, cada 6 meses durante dos años y anualmente hasta que el niño complete el crecimiento y desarrollo facial.

    • Tratamiento abierto: mismo esquema de citas que en  el tratamiento, pero 3 meses después de la cirugía retirar el material de fijación en caso de haber utilizado titanio.


2. Informar al padre o tutor que en caso de detectar limitación de la apertura bucal o asimetría facial acuda para valoración antes de su cita programada.

 

Para los adultos adultos adultos con fractura mandibular (de cualquier tipo) se recomienda, en:

1.Tratamiento cerrado:

• Cita una semana después del tratamiento y valoración semanal para vigilar la oclusión y cambiar la tracción elástica durante 6 a 8 semanas

• Retiro de tracción elástica (6 a 8 semanas después del tratamiento) cita una semana después para control clínico, retiro de arcos barra y alta

 

2.Tratamiento quirúrgico:

• Cita a la consulta externa una semana después del egreso hospitalario para retiro de puntos y control clínico

• Valoración clínica semanal durante 5 semanas y alta









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