CANCER DE MAMA
En México el cáncer de mama constituye la neoplasia maligna
más común y es la causa más frecuente de muerte por cáncer en la mujer, por lo
que supone el 20 al 25% de todos los casos de cáncer en la mujer contribuye con
un 15 a 20% de la mortalidad por cáncer.
La actividad física produce tardanza de la menarquia, mayor
porcentaje de ciclos anovulatorios y menor cantidad de hormonas sexuales
endógenas. Lo que se traduce en una disminución de entre 30 40% probabilidad de
desarrollar cáncer de mama en contraste con las mujeres sedentarias.
Son múltiples y es muy importante factor genético en aquellas
pacientes con el antecedente familiar de carcinoma de mama sobre todo en etapas
anteriores a la menopausia.
Dos genes BRCA1 y BRCA2 parecen ser los responsables de más
de la mitad de los cánceres de mama hereditario.
El diagnóstico se basa en los siguientes aspectos:
Autoexploración
Exploración clínica: es muy importante hay que palpar la mamá
y las áreas linfáticas. Son signos sospechosos de malignidad: un nódulo duro,
fijo y de contorno irregular, la retracción de la piel o del pezón, la
secreción sanguinolenta y unilateral y la presencia de adenopatías duras, fijas
y homolaterales.
Mamografía
Actualmente es el
método imprescindible en el diagnóstico precoz del cáncer de mama. Se
consideran signos mamograficos de posible malignidad los siguientes:
Microcalcificaciones agrupadas anárquicamente número igual o superior a cinco, no diseminadas, lineales o ramificadas, de distribución segmentaria y de tamaño simétrico. Las microcalcificaciones son signos sospechosos de malignidad que aparece más precozmente en la mamografía.
Presencia de un nódulo denso espiculado, de bordes imprecisos, con retracción de la piel o con edema cutáneo. Este edema es debido al bloqueo de los ganglios linfáticos subdérmicos por las células cancerosas, a veces, este hallazgo es observado más precozmente que en las que la exploración clínica cuya manifestación es la típica piel de naranja.
Pérdida de la arquitectura y destrucción del tejido mamario.
Densidades focales asimétricas.
En general es la indicación de cuándo debe realizarse una mamografía es la siguiente:
- Mujeres asintomáticas de 40 a 49 años de edad, con riesgo medio, realizar mastografía anual.
- Mujeres asintomáticas de 50 a 74 años de edad, cada uno o dos años.
- Mujeres mayores a 74 años de edad realizar mastografía cada 1-2 años si tiene buena salud.
- Mujeres con riesgo alto de cáncer de mama, realizar anualmente a partir de los 30 años de edad, pero no antes de los 25 años de edad, si existe mutación BRCA1 y 2 o aquellos que no se han realizado la prueba pero tiene familiares de primer grado afectadas.
- Mujeres con hermanas o madres con cáncer de mama premenopáusicas realizar anualmente a partir de los 30 años de edad.
- Mujeres con antecedentes de radiación de tórax recibir entre los 10 y 30 años iniciarán 8 años después de la radioterapia pero nunca antes de los 25.
- Mastografía anual desde la edad de diagnóstico en mujeres con neoplasia lobular con diagnóstico por biopsia, hiperplasia ductal atípica, carcinoma ductal in situ, cáncer de mama invasor o de ovario
La evolución de las mamografías, así como el seguimiento a
realizar, se basa en el sistema internacional.
Ecografía
Es un método diagnóstico complementario en la mamografía.
Ayuda a diferenciar entre una lesión sólida y una quística.
Permite guiar la punción de lesiones tanto para estudio
citológico como histológico y realizar
el estudio axilar para descartar posibles adenopatías.
Resonancia magnetica
Su indicación fundamental es la detección de multifocalidad
de recidivas en cicatriz y de carcinoma oculto.
Punción aspiración con aguja fina (PAAF)
Ante toda sospecha de patología mamaria se debe realizar una
PAAF con estudio citológico de material
obtenido. Es una prueba económica, con pocas complicaciones y gran valor
diagnóstico de una sensibilidad del 91% y una especificidad del 96%.
Biopsia con aguja gruesa (BAG)
su sensibilidad es del 89% y su especificidad del 100%, yi no
precisa patólogos especialmente entrenados al contrario de cómo ocurre con la
PAAF, permitiendo distinguir las formas invasoras de las no invasoras, en
tumores muy pequeños admiten la extirpación de lesión con márgenes libres.
BIOPSIA
Esta prueba proporciona el diagnóstico definitivo. Debe
realizarse a toda mujer con sospecha de cáncer de mama. Es posible llevarla a
cabo de manera ambulatoria con anestesia local un quirófano bajo anestesia
general, enviando parte tumor para estudio anatomopatológico. En el caso de
tumores visibles por mamografía pero no palpables, se puede practicar la
biopsia tras marcaje de la zona con
control radiológico y posponer la cirugía hasta obtener el resultado histológico
teniendo cuidado de referenciar bien los bordes es lo que se llama biopsia con
arpón.
La OMS clasifica el cáncer de mama según en su lugar de
origen (ductales o lobulillares), según su carácter (in situ o invasivo) y por
su patrón estructural:
No invasores
Carcinoma intraductal o carcinoma ductal in situ (CIDS)
Representa el 80% de los casos de carcinomas in situ. Se
trata de una proliferación celular de aspecto maligno dentro de la unidad
ducto- lobulillar que no ha atravesado la membrana basal y, por tanto, no
invade el estroma circundante. El 60% de los carcinomas infiltrantes tienen
asociado componente in situ. La edad media de aparición es de 49 años. La forma
de presentación más habitual es asintomática
(75- 85%), identificamos en las mastografías aunque también pueden
debutar como un tumor palpable, secreción y enfermedades de paget. El objetivo
del tratamiento quirúrgico es obtener un control local óptimo para prevenir las
recidivas, ya que la mitad de las mismas adoptan un patrón infiltrante y la
otra mitad son nuevamente carcinomas in situ.
La elección entre cirugía conservadora, asociada o no a una
radioterapia, o mastectomía se realizará en función de las características
químicas biológicas y para ello es preciso basarse en el índice pronóstico de
Van Nuys modificado. No es necesaria
la linfadenectomía axilar. El empleo de la biopsia selectiva del ganglio
centinela tampoco está indicado de manera sistemática y se reservó únicamente
para casos seleccionados de tumores de gran tamaño y con alto grado nuclear por
ser más probable que contengan focos de microinvasión o que vayan a ser
sometidos a mastectomía.
Carcinoma lobulillar in situ (CLIS).
Es multicéntrico en un 60%- 90% de los casos y tiende a ser
bilateral no simultáneo (35 a 60% frente al 10 20% en el ductal) no es una
lesión palpable unidad síntomas; es un proceso silente. Toda paciente
diagnosticada de CLIS tiene un 20 a 35% de posibilidades de padecer un cáncer
invasivo en el seguimiento a 20 años. En el tratamiento es posible realizar
mastectomía unilateral o bilateral, con o sin reconstrucción inmediata. No
procede biopsia selectiva del ganglio centinela, ni linfadenectomía axilar. No
hay indicación de radioterapia post-operatoria.
Invasores: cáncer canicular invasivo o ductal
infiltrante (es el más frecuente, representante del 70- 80% de los casos).
Clasificación según el grado histológico
El grado histológico de cada tumor es un factor importante
para determinar el pronóstico.
Grado I: bien
diferenciado
Grado II: moderadamente
diferenciado.
Grado III: mal
diferenciado.
Son signos o síntomas
de sospecha de cáncer de mama:
- Tumor palpable de consistencia dura, no doloroso, con escaso desplazamiento y de bordes irregulares.
- Ganglio de mayor consistencia, duro, no doloroso, persistente que tiende a formar conglomerados de crecimiento progresivo.
- Edema en la piel (piel de naranja)
- Retracción cutánea
- Ulceración de la piel
- Ulceración o descamación del pezón
- Telorrea (secrecion serosanguinolenta)
El inicio suele ser asintomático. La localización más
frecuente es cuadrante superoexterno. En más del 80% la primera manifestación
clínica es la presencia de un tumor o induración. Un 15 a 20% acude por
presentar alteraciones en el complejo areola- pezón. En etapas más avanzadas
puede originar retracción, ulceración, edema cutáneo en piel de naranja.
Disemina tan fácilmente que debe considerarse como una
enfermedad sistémica casi desde el principio.
Diseminación linfática
Es la principal vía de
diseminación en el cáncer de mama Los
grupos más frecuentes afectados son las
axilares homolaterales, los de la cadena mamaria interna y en tercer
lugar los supraclaviculares.
El tamaño del tumor primario está directamente relacionado
con el porcentaje de metástasis ganglionares.
La afectación
ganglionar se realiza habitualmente de manera escalonada siguiendo los
tres niveles de Berg.
Nivel I por debajo del borde inferior del
músculo pectoral menor
Nivel II posterior al pectoral menor
Nivel III subclavicular en el ángulo de la
vena axilar.
Existe una vía de extensión loca linfática hacia el higado a
través del ángulo epigástrico.
Metástasis
Las metástasis pulmonares son las más frecuentes ( 63%). Se
han descrito un patrón diferente de metástasis sistémica asociado al carcinoma
lobulillar infiltrante, y son más frecuentes en ese tipo de cánceres que en el
ductal la afectación de la serosa peritoneal, retroperitoneo,
tractogastrointestinal y órganos
genitales, por lo que además puede producirse la metástasis a muchos años
después del tumor primitivo mamario.
El cáncer de mama constituye la primera causa de metástasis
ósea afectando a pelvis, columna, fémur, costillas, cráneo. La metástasis en el
encéfalo también tiene como principal origen el cáncer de mama. La afectación
de leptomeninges es especialmente frecuente en el cáncer lobulillar. El cáncer
de mama también es el que provoca con mayor frecuencia metástasis en el ojo
pudiendo ser bilateral y ocasionando visión borrosa.
Se encuentra en desuso en el término carcinoma mínimo de
mama.