ADICCIONES



Para atender debidamente los problemas de salud ocasionados tanto por el consumo como por la dependencia de sustancias psicoactivas existen evidencias científicas sólidas sobre la eficacia de la aplicación de estrategias de atención primaria para disminuir los factores de riesgos asociados.



Adicciones: es un concepto general que se utiliza en el sector salud para referirse al conjunto de trastornos referidos en la décima revisión de la clasificación estadística internacional de enfermedades Y problemas relacionados con la salud. (CIE 10), en el apartado f 10- 19 que corresponde a los trastornos mentales y del comportamiento debidos al consumo de sustancias psicotrópicas o psicoactivas.

 

Sustancias psicoactivas o drogas: son sustancias que al ser introducida en el organismo tienen efectos sobre el sistema nervioso central. Entre ellas se encuentran el tabaco, el alcohol, los cannabinoides, cocaína, opioides, disolventes, sedantes, alucinógenos, estimulantes y otros como la cafeína.



Los factores de riesgo y protección contribuyen al inicio mantenimiento y evolución del uso de tabaco, alcohol y otras drogas. Estos factores pueden ser identificados a nivel individual familiar, escolar y comunitario.

 Los factores protectores en la familia como los estilos de crianza positiva, pueden ser clave en la prevención del uso de sustancias en los adolescentes.

 

Ejemplos de algunas prácticas protectoras son: el establecimiento de límites firmes y constantes, monitoreo conductual y la comunicación abierta con  los hijos.

 

Los programas que son útiles en la prevención de adicciones son los que consideran el desarrollo de habilidades cognitivo - conductuales a través de las siguientes técnicas: instrucción, demostración, ensayos, retroalimentación y reforzamiento.

 

Enseñar a los niños y adolescentes a decir "no"  es una forma efectiva de prevenir el consumo de drogas; sin embargo, aunque esto es necesario, no es suficiente para lograr el cambio conductual en la prevención del consumo de drogas, para que los programas preventivos sean efectivos en la comunidad de una integrarse de una manera multidisciplinaria: familia, escuela, campañas masivas en medios de comunicación, iniciativas de políticas públicas, otros tipos de organización y actividades de la comunidad.

 

El consumo de drogas se puede prevenir con las siguientes acciones:

 

Detectar factores de riesgo de manera efectiva dentro de la atención médica de rutina en el primer nivel de atención.

 

En casos de abuso y adicción proveer atención especializada (tratamiento).



Para retrasar el inicio de consumo de alcohol en adolescentes es necesario promover en la familia las siguientes estrategias (modelos de crianza)

 

Modelamiento de los padres

Limitar la disponibilidad del alcohol

Monitoreo de los padres

Relaciones padre e hijo de calidad

Involucramiento de los padres y mejorar la comunicación.

 

Para promover la disminución del consumo de alcohol en adolescentes es importante:

 

  • Limitar la disponibilidad del alcohol
  • Desaprobar el consumo
  • Mejorar la aplicación de reglas y la comunicación efectiva en la familia.


Fomentar el desarrollo de habilidades sociales en jóvenes escolares menores de 18 años de edad.

Resistencia ante el ofrecimiento de sustancias psicoactivas.

El desarrollo de las normas de comportamiento.

Las afiliaciones positivas entre compañeros.



Incluir las intervenciones preventivas dirigidas a la población juvenil el entrenamiento en habilidades para la vida, además de la participación de las familias en la prevención del uso y abuso del alcohol.

 

Para prevenir o reducir el consumo de drogas en niños y adolescentes, los profesionales de salud deben considerar la evidencia existente e individualizar la para la toma de decisiones acordes el contexto de cada persona.



Es importante involucrar, previa capacitación, a los miembros de la comunidad, la familia, las amistades y los compañeros de trabajo en el relevante papel de agentes de cambio, para brindar apoyo y orientación a las personas con abuso experimental o problemático de drogas, con la finalidad de que se solicite ayuda de profesionales de salud especializados en el marco de la detección temprana.




El AUDIT, el AUDIT-C  en las preguntas individuales son las pruebas de detección efectivas que los profesionales de la salud pueden utilizar para identificar personas adultas con abuso de alcohol en el primer nivel de atención.  El AUDIT debe aplicarse en contextos de atención primaria de las adicciones, siempre que se sospeché consumo de sustancias psicoactivas o factores de riesgo de consumo entre adultos con la finalidad de atender de manera oportuna y derivar a tratamiento especializado en caso necesario.

 


Aplicar la versión en español del ASSIT para la detección del uso abuso y dependencia de sustancias psicoactivas en adultos que asisten a centros de atención primaria.



El uso de instrumentos de tamizaje como el AUDIT en  las unidades de atención primaria a la salud es efectivo para identificar niveles de riesgo ante el consumo de alcohol en población adolescente, por lo que debe de aplicarse a todos los usuarios entre 10 a 17 años de edad que acuden a consulta en ese nivel de atención.

 El tamizaje de detección temprana de riesgo de consumo de alcohol debe aplicarse en población estudiantil de 10 a 17 años, aunado al requisito de presentación de examen médico expedido por una institución oficial, al inicio de cada ciclo escolar garantizando el principio de confidencialidad de la información.

 

Utilizar el ASSIST como herramienta para la identificación temprana de consumo de sustancias psicoactivas entre adolescentes que asisten a unidades de atención primaria, siempre que se suspende consumo o se identifiquen factores de riesgo.

 

Se sugiere la aplicación del POSIT, no solamente a aquellos adolescentes de quienes se sospecha que están utilizando drogas sino a todos los que puedan ser captados en diferentes contextos, como las escuelas y clubes deportivos, con el propósito de identificar posibles problemas en las diferentes áreas de la vida de los adolescentes, independientemente de que estén relacionadas o no con el uso de las drogas. Todo aquello con la intención de proporcionar apoyo a la etapa que están pasando: la  adolescencia.

 

Utilizar el POSIT  en adolescentes, estudiantes de secundaria y de enseñanza media, para evaluar el riesgo de uso y abuso de sustancias y poder realizar intervenciones oportunas.

 

Con la finalidad de identificar de manera temprana consumo de sustancias psicoactivas o riesgo de consumo de adolescentes en contextos de atención primaria, los profesionales de la salud deben considerar la evidencia existente individualizar la para la toma de decisiones acorde con el contexto de cada persona.



Los clínicos pueden proporcionar consejería breve con orientación conductual para reducir los episodios de consumo excesivo en adultos con un consumo de alcohol es riesgoso. Cuando se detecta un adulto con uso nocivo de alcohol en escenarios de primer nivel del profesional de la salud debe ofrecerle consejo breve.



Aun cuando cierta gama de opciones de tratamiento (terapia cognitivo- conductual, terapia familiar, terapia de grupo combinada con consejería breve, entrevista motivacional o terapia psicoeducativa)  pueden ser eficaces para reducir el consumo de sustancias en los adolescentes el personal de salud adicionalmente debe considerar en la elección de la intervención la accesibilidad al servicio para los usuarios y sus características socioeconómicas. Cuando se detecta un adolescente con consumo de alcohol o de otras drogas psicoactivas es ideal ofrecerle alguna alternativa de tratamiento acorde al contexto.

 

Incluir en el consejo breve componentes eficaces como:

Retroalimentación personalizada del consumo sus riesgos y consecuencias.

Comparaciones contra el consumo estándar de la población.

Cuestionamiento de las expectativas positivas sobre el alcohol.

Educación sobre los niveles de alcohol en sangre.

En contextos escolares es recomendable otorgar consejo breve a los estudiantes que son identificados con uso nocivo del alcohol.

 

 

Aplicar consejo breve en escenarios de urgencias es una excelente oportunidad para disminuir las consecuencias derivadas del consumo del alcohol y agresión en adolescentes que se encuentran en futuras lesiones.

 

El personal de urgencias debe ofrecer consejería breve a los adolescentes que ingresan al servicio y son detectados con consumo de alcohol o conductas agresivas.



Los resultados sugieren eficacia en los efectos de intervención cuando profesionales de la salud refieren a pacientes con dependencia, a recibir tratamiento. El profesional de la salud debe recibir a tratamiento a pacientes con dependencia a alcohol.

 

 

Los centros de urgencia deben contar con un mecanismo in situ para detectar consumo de riesgo y referir a pacientes tratamiento cuando lo requieran. En áreas de urgencias, los casos detectados con dependencia al alcohol se deben referir a un tratamiento más intensivo o a otro nivel de atención, si es necesario.

 

Con base en los hallazgos de ensayos clínicos aleatorizados es poco probable que las intervenciones breves sean eficaces para disminuir el uso de drogas en pacientes con consumo problemático en escenarios de atención primaria. En consumidores de sustancias psicoactivas (diferentes alcohol) se debe evaluar el caso y referir al siguiente nivel de atención, si es necesario (consumo riesgoso dependencia.)



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