SANGRADO UTERINO ANORMAL
El
sangrado uterino anormal es una condición frecuente, el cual tiene un impacto
social y económico significativo.
Considerada
como la segunda causa de consulta ginecológica, después de las infecciones
cervicovaginal; por su origen puede ser de tipo anatómica o disfuncional.
En
México, de las mujeres que cursan con hemorragia uterina, anualmente solo 6
millones de ellas buscan atención médica; el diagnóstico se sospecha mediante
el interrogatorio y examen físico (exploración ginecológica), y posteriormente
confirmación mediante estudios de laboratorio y gabinete.
La
Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia considera que la
terminología estandarizada es esencial para la comunicación entre los
profesionales, por lo que el grupo de expertos considera que sea utilizado el
término de sangrado uterino anormal y eliminar conceptos como menorragia,
metrorragia y hemorragia uterina disfuncional, por lo que la terminología
actual utiliza para describir el sangrado uterino anormal en mujeres en edad
reproductiva
El
tratamiento está encaminado de acuerdo a la etiología, se divide el tratamiento
en médico y quirúrgico, de primer línea siempre se inicia con el médico, el cual
puede ser hormonal o no hormonal.
El
tratamiento médico debe ser indicado en todos los casos, y si no hay respuesta
al mismo, se decidirá tratamiento quirúrgico según el caso.
Sangrado Uterino Anormal es la variación del ciclo menstrual normal, e incluye cambios en la regularidad, frecuencia del ciclo, y duración del flujo o en la cantidad de sangrado menstrual asociadas a disturbios médicos que sólo pueden ser identificados por una historia clínica orientada a búsqueda de etiología complementando con métodos de laboratorio, gabinete y determinaciones hormonales como por ejemplo coagulopatías, disfunciones ovulatorias o desordenes primarios endometriales.
Hemorragia uterina anormal: es la
presentación aumentada en duración y cantidad del sangrado uterino.
La hemorragia uterina anormal es definida como una variación del ciclo menstrual e incluye cambios en la regularidad y frecuencia del ciclo, duración del flujo y/o cambios en la cantidad del flujo menstrual perdido.
Se debe
interrogar y explorar las características de duración, cantidad y frecuencia
en los sangrado menstruales, con fines de identificar, clasificar y estandarizar
la terminología de las alteraciones en el sangrado uterino.
Se
sugiere la utilización de la terminología estandarizada internacional para la
hemorragia uterina anormal.
Estudios
clínicos sobre historias menstruales determinaron que:
Duración normal del
sangrado menstrual Describe una pérdida de sangrado menstrual de 3 a 8 días
Ciclo regular se
presenta con una variación normal de ciclo a ciclo de + 2 a 20 días.
Cantidad normal es el
sangrado menstrual entre 5 a 80 ml por ciclo.
Frecuencia menstrual normal
es la presencia de Intervalos de sangrado de 24 a 38 días.
Es importante conocer las características de la menstruación consideradas normales y tomarlas como marco de referencia, para determinar si una paciente se encuentra con menstruaciones normales o bien con alteración en el patrón menstrual.
A toda paciente se debe interrogar su historia menstrual habitual considerando duración, intervalo y cantidad, ya que dentro de los patrones normales de la menstruación existen variaciones individuales consideradas como habituales en cada paciente.
El diagnóstico de sangrado uterino anormal se realiza a través de una historia clínica enfocada investigar las características del sangrado de acuerdo a la frecuencia, cantidad, duración y regularidad para el diagnóstico causal se complementara a interrogar uso de fármacos, dispositivo intrauterino o trastornos heredo-familiares o personales patológicos que puedan generar el sangrado uterino anormal., para complementar con una exploración física y ginecológica orientada búsqueda de la posible causa, y finalmente realizando estudios auxiliares de diagnóstico complementarios para un diagnóstico final.
Es
recomendable clasificar los trastornos menstruales en base a la FIGO conocida
como PALM-COEIN , considerando 9 categorías de acuerdo al acrónimo; en el grupo
Pólipo, Adenomiosis, Leiomioma, Malignidad, entendiéndose en el primer grupo
(PALM)integrado de componentes o entidades estructurales que son identificados
por técnicas de imagen o estudio histopatológico, y corresponde a la Hemorragia
Uterino Anormal de origen Anatómico.
Se
recomienda el uso del sistema de clasificación estandarizado propuesto por FIGO
para la identificación de las causas de hemorragia uterina anormal.
La
hemorragia uterina por disfunción anovulatoria o disfuncional se realiza por
exclusión de alteraciones anatómicas.
La
paciente con hemorragia uterina debe contar con historia clínica enfocada a
antecedentes heredo familiares(AHF) sobre coagulopatia, miomatosis uterina,
ingesta de fármacos relacionados a hemorragia y descripción de patrón menstrual
normal y actual conjuntamente con una exploración física ginecológica en
búsqueda de causa de hemorragia.
Para
realizar diagnóstico clínico de sangrado uterino anormal es necesario
documentar el interrogatorio sobre patrón menstrual que refiere la paciente,
siendo necesario realizar exploración física enfocándose a:
-Síntomas relacionados que puedan orientar a
anomalías anatómicas o histológicas
-Impacto en la calidad de vida
-Presencia de enfermedades concomitantes.
- Descartar embarazo
Interrogar
y documentar:
- Síntomas sugestivos de anemia.
- Historia Sexual y reproductiva.
- Impacto social y calidad de vida.
- Síntomas sugestivos de causas sistémicas de sangrado (hipotiroidismo, hiperprolactinemia, desordenes de coagulación como síndrome de ovario poliquístico, desordenes adrenales o hipotalámicos)
- Síntomas asociados tales como descarga vaginal, dolor pélvico crónico o sensación de opresión pélvica.
- Tratamientos farmacológicos (anticoagulantes, anticonceptivos hormonales) o utilización de dispositivos intrauterinos en las pacientes.
- Descartar embarazo
La
exploración física debe incluir:
- Signos vitales
- Peso y talla para valorar estado nutricional
- Exámen tiroideo
- Exámen de la piel(distribución de vello, acné, acantosis, petequias)
- Exámen abdominal (descartar tumoraciones abdominales o hepatoesplenomegalia).
La
exploración ginecológica debe incluir:
- Inspección de vulva, vagina ano, uretra y en caso de tener vida sexual cérvix.
- Exámen bimanual de útero y anexos (ya sea con tacto vaginal y abdominal en mujeres con vida sexual o rectal en núbiles).
- Descartar presencia de gestación
En toda
paciente con hemorragia uterina anormal se debe determinar la presencia de
obesidad, datos de hiperandrogenismo y datos de hipotiroidismo.
La
hemorragia uterina por disfunción anovulatoria o disfuncional se realiza por
exclusión de alteraciones anatómicas.
En
mujeres mayores de 40 años hasta la menopausia, a las cuales se ha descartado
inicialmente causas orgánicas de hemorragia uterina y que persisten con
episodios de sangrado, se sugiere descartar patología maligna endometrial.
Los
métodos directos son más exactos para el cálculo, sin embargo generalmente no
son accesibles en la práctica clínica y no son recomendables en forma
rutinaria.
En
promedio un tampón absorbe 5 ml y una toalla higiénica absorbe 15 ml.
Se
sugiere instruir a las pacientes para realizar un calendario menstrual
cuantificando el sangrado a través del número de dispositivos vaginales
empleados, que sirva de utilidad para la identificación de hemorragia uterina
anormal, considerando las variaciones del sangrado secundarias a los eventos
obstétricos. (ver anexo Cuadro 3).
Se
recomienda realizar biometría hemática, pruebas para trastornos de coagulación
en mujeres que tienen menstruación abundante desde la menarca; o con una
historia familiar o personal sugestiva de trastornos de la coagulación.
Aunque
la determinación de Hematina/alcalina es un método directo que con alta
capacidad de cuantificar la pérdida sanguínea no debe realizar en forma rutina
en todos los casos de sospecha de hemorragia uterina.
Realizar
prueba inmunológica de embarazo en toda mujer con sangrado uterino anormal de
causa con vida sexual.
Realizar
pruebas de función tiroidea; solo que existan hallazgos clínicos sugestivos de
enfermedad tiroidea.
Solicitar
perfil androgénico (testosterona total, testosterona libre, androstenediona,
DHEA Y DHEA-S, en caso de sospecha clínica de tumor androgénico
La
hemorragia uterina de origen anovulatorio resulta de una disfunción
hipotalámica y se diagnostica por niveles bajos de FSH y LH elevada.
Solicitar
niveles de FSH,LH, y prolactina en paciente que se sospeche de anovulación
crónica como causa desangrado uterino anormal.
Las
pruebas tiroideas están indicadas sólo si hay datos clínicos que hagan
sospechar alteraciones tiroideas.
Las
pruebas de coagulación están recomendadas en pacientes con hemorragia uterina
que inicio desde la menarca y de difícil control o por antecedentes familiares
de alteraciones en la coagulación.
Debiéndose
descartar la enfermedad de Von Willebrand.
El
ultrasonido es la primera elección de métodos diagnósticos, en pacientes con
hemorragia uterina para identificar anormalidades estructurales.
Los
estudios de imagen e histopatológicos están indicados si hay datos o sospecha
de alteraciones anatómicas.
Esta
justificado la solicitud del ultrasonido en mujeres con hemorragia uterina
anormal cuando:
- Útero palpable abdominal
- En el examen vaginal se detecta masa palpable de origen incierto
- Falla de tratamiento farmacológico
La
histeroscopía deberá realizarse cuando los resultados de ultrasonido no son
concluyentes.
Las
indicaciones para una biopsia incluyen:
- Línea endometrial igual o mayor a 12 mm por USG.
- Hemorragia uterina persistente, principalmente en
- mayores de 40 años o con peso igual o mayor a 90 Kg.
- Sospecha de malignidad.
Otra
indicación de biopsia de endometrio, cuando el espesor es mayor de 5 mm.
La biopsia de endometrio, con cánulas de aspiración endometrial, representa una técnica sensible y segura, pero deberá considerarse con cautela, la presencia de falsos negativos con cánula de pipelle o de Novak.
La toma de biopsia a través de legrado uterino instrumental, está indicado en caso de tener duda diagnóstica o falla de métodos diagnósticos no invasivos o alta sospecha de malignidad por lo que es la última instancia debido al riesgo de eventos adversos y de mayor costo.
Esta
indicado el uso de la histeroscopía, en los casos en que se sospeche patología
intrauterina submucosa como causa de hemorragia uterina anormal.
Las
lesiones focales endometriales que requieren biopsia deben ser evaluadas o
abordadas a través de histeroscopia.
Tratamiento no hormonal
En la
paciente con diagnóstico de hemorragia uterina de origen no estructural o
anatómico, el tratamiento de primera elección es médico.
El tratamiento médico inicial en la paciente con sangrado uterino anormal de causa no anatómica responde adecuadamente a tratamiento farmacológico, contando con las siguientes opciones:
- Antiinflamatorios no esteroideos (AINES)
- Anticonceptivos hormonales orales, ya sea orales, intrauterinos (levonorgestrel en sistema intrauterino),al igual que progestágenos como el acetato de medroxiprogesterona(AMP).
- El Danazol o agonistas de hormonas liberadora de las gonadotropinas.
Se sugiere
el uso de AINES como tratamiento inicial en pacientes con hemorragia uterina
anormal de origen no anatómico regular y no abundante.
Es
conveniente la terapia con antiinflamatorios no esteroideos en pacientes para
tratarse de primer vez y casos no severos preferentemente antes de usar
hormonales; éstos deben iniciarse 3 a 5 días previos al inicio del ciclo
menstrual y continuarse 3 a 5 días posterior al inicio del sangrado.
La
utilización de AINES deberá ser retirada si no se observa mejoría dentro de los
3 primeros ciclos de tratamiento, y sino hay respuesta en los tres primeros
ciclos se deberá pasar a otro tratamiento farmacológico.
El
levonorgestrel en sistema intrauterino se recomienda en pacientes con alto
riesgo de trombosis.
Otorgar
el tratamiento para corrección de enfermedades concomitantes, como
hipotiroidismo o anemia, antes del manejo con hormonales.
Tratamiento hormonal
Los
anticonceptivos orales combinados son buena opción para el control de la
hemorragia uterina, siendo de elección las microdosis en las adolescentes, en
caso de no respuesta pensar en el uso de combinación de AINES u otras alternativas
farmacológicas.
En caso
de estar indicadas las progestinas es recomendable indicarse de 2 a 10 mg por
día a partir del día 14 del ciclo durante 10 días.
Cuando
se decida el uso de medroxiprogesterona depósito debe indicarse dosis de 150 mg
cada 2 meses por un periodo de 3 ciclos considerando los efectos secundarios.
La
colocación del dispositivo liberador de levonorgestrel debe ser realizada por
personal médico capacitado, bajo consentimiento informado de la paciente, con
revisión al mes de la inserción y cita subsecuente cada 6 meses.
El
Danazol está indicado en caso de fallas a otros tratamientos debido a sus
efectos secundarios.
Los
GnRh en la hemorragia uterina anormal de origen no anatómico debe ser limitado
a escenarios en los cuales otros tratamientos médicos o quirúrgicos están
contraindicados, no estando recomendado su uso continuo mayor de 6 meses.
Informar
a las pacientes que requieran uso de GnRh de los efectos secundarios que
presentarán.
Tratamiento Quirúrgico
Considerar
el tratamiento quirúrgico cuando:
1.
Falla en el tratamiento médico.
2.
Contraindicaciones farmacológicas.
3.
Anemia con alteraciones hemodinámicas.
4.
Impacto en la calidad de vida
La
ablación endometrial puede ser considerada para mujeres con sangrado uterino
anormal con gran impacto en su calidad de vida o en:
-
Pacientes con falla al tratamiento médico que no deseen embarazo y que no sean
candidatas a histerectomía.
-Útero
sin anomalías anatómicas ni histológicas
-Fibromas
de pequeños elementos (menos de 3 cm de diametro)
Se sugiere uso de análogos de GnRH o danazol antes de la resección y ablación del endometrio en la fase proliferativa temprana del ciclo. Valorando el costo-beneficio y los efectos secundarios.
Considerar
e informar a las pacientes y a sus familiares los efectos secundarios de los
análogos de GnRH y el danazol.
En
pacientes con falla a tratamiento farmacológico sin enfermedad órganica, en que
este contraindicada la histerectomía, se puede utilizar como alternativa la
ablación endometrial principalmente en pacientes con:
- Edad mayor de 40 años.
- Tamaño del útero menor de 11 cm.
- Con enfermedades sistémicas que incrementen el riesgo anestésico.
- Sin deseos de embarazo posterior.
Serán
referidas de primer a segundo nivel de atención con historia clínica y
exploración física completa que incluya exploración ginecológica, biometría
hemática completa, prueba inmunológica de embarazo, ultrasonido pélvico y resultado
de papanicolau:
1.
Pacientes con hemorragia uterina anormal de origen no anatómico que han
recibido terapia médica no hormonal sin respuesta en mínimo 3 ciclos.
2.
Pacientes con hemorragia uterina anormal de origen no anatómico que persistan
con episodios de sangrado en quienes se han corregido causas posibles de
hemorragia.
3.
Pacientes con sospecha clínica de patología androgénica o tiroidea.
4.
Pacientes con sospecha de coagulopatía.
5.
Pacientes con hemorragia uterina anormal de origen no anatómico desde la
menarca.
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