DIAGNOSTICO DE LA PAREJA INFERTIL Y TRATAMIENTO CON TECNICAS DE BAJA COMPLEJIDAD
Las
parejas que experimentan problemas de infertilidad deben de ser tratadas por un
grupo multidisciplinario capacitado y sensibilizado en los problemas de
infertilidad, para incrementar las posibilidades de éxito y la satisfacción de
los pacientes.
El
manejo de la pareja infértil, requiere tacto y sensibilidad de los
profesionales de la salud involucrados en su atención, en particular cuando
conlleva un diagnóstico de infertilidad que abarca alteraciones en los ámbitos
funcionales y psicológicos. La información verbal que se le da a la pareja debe
de ser soportada por diversos estudios y protocolos basados en guías y normas
de tratamiento, que proponen un plan de estudio y manejo claro y adecuado a
cada pareja en estudio y no solo la nominación de paciente infértil. Asimismo realizar
el consentimiento informado de acuerdo al protocolo de estudio y manejo
establecido para la pareja.
La
complejidad creciente en el enfoque de la infertilidad humana ha cuestionado la
utilidad y la eficiencia de algunos procedimientos diagnósticos, que hasta hace
poco tiempo eran básicos y hasta cierto punto rutinarios.
La
infertilidad se define como la incapacidad de lograr el embarazo después de
tener relaciones sexuales regularmente, sin el uso de métodos anticonceptivos
durante un año
El estudio de la infertilidad podría comenzar después de 6 a 12 meses de tener relaciones sexuales sin el uso de anticonceptivos. Distintos factores asociados podrían ser indicativos de iniciar a los 6 meses el estudio tales como edad de la mujer (más de 35 años, anormalidades menstruales (oligo/amenorrea), conocimiento o sospecha de enfermedad uterina y/o trompas uterina, endometriosis o cirugías pélvicas oedad de la pareja o conocida como subfertil, etcétera
El proceso de reproducción humana comienza con el depósito de los espermatozoides en el interior de la vagina (coito); los espermatozoides migran a través del cérvix, útero y trompas uterinas encontrándose con el óvulo, llevándose a cabo la fecundación; entonces el embrión retorna a la cavidad uterina que será el sitio de implantación. Este proceso complejo se verá influenciado por múltiples factores que pueden estar alterados y deben de ser identificados para corregirlos y aumentar la posibilidad de lograr el embarazo, manejo que no siempre es fácil.
Por lo
que se han implementado diferentes técnicas:
• Las
de baja complejidad: son aquéllas que comprenden hiperestimulación ovárica
controlada, seguimiento del crecimiento folicular, relaciones sexuales
programadas o inseminación intrauterina de semen capacitado, que puede ser de
la pareja o de semen congelado en casos de azoospermia o alteraciones
cromosómicas en el hombre.
• Las
técnicas de alta complejidad: son aquellas que ameritan manipulación de gametos
y embriones en laboratorios especializados de reproducción humana en los que se
realiza la fertilización in vitro (FIV), con cultivo de ovocitos, selección
espermática (PICSI, IMSI), inseminación de espermas, inyección
intracitoplasmática de espermas (ICSI), cultivos especiales para el desarrollo
embrionario y la transferencia de embriones
Hay tres tipos de tratamiento para la fertilidad
•
Tratamiento médico (El uso de medicamentos para inducción de la ovulación),
•
Tratamiento quirúrgico (laparotomía laparoscopía, para ablactación de
endometriosis, histeroscopia) y
•
Reproducción asistida (inseminación intrauterina, fertilización in vitro,
transferencia de embriones).
Distintos
factores asociados podrían ser indicativos para dar inicio al estudio de la
pareja que no ha logrado un embarazo, entre otros:
• Seis
meses de actividad sexual regular sin protección,
• Más
de 35 años en la mujer,
•
Anormalidades menstruales,
•
Historia de enfermedad pélvica,
•
Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS),
•
Cirugías abdominales.
Es
posible esperar 2 años, manteniendo solo la recomendación de actividad sexual
regular sin protección.
La
infertilidad es un problema de pareja, el abordaje abarca al hombre y mujer, ya
que ambos se pueden ver afectados por las decisiones que rodean el estudio diagnóstico
y el tratamiento.
Para el
manejo de la pareja infértil se debe establecer un protocolo que inicia con el
estudio de cada miembro de la pareja.
Se
establece la causa y se determina si es susceptible de cambios con o sin
intervención farmacológica y/o quirúrgica, o con técnicas de reproducción
asistida de baja complejidad
Una
historia clínica y una exploración física cuidadosa pueden identificar síntomas
y signos significativos de una causa específica de infertilidad y con ello
ayudar a enfocar una evaluación terapéutica sobre el factor responsable.
Una
historia de ciclos menstruales regulares (24-35días), usualmente son
indicativos de ovulación, y se correlacionan con una correcta ovulación en un
97% de los casos; por lo que, una historia de alteracionesmenstruales es
fuertemente predictiva de anovulación.
Las
mujeres con ciclos menstruales regulares deberían ser informadas que es
altamente probable que su ovulación sea correcta.
A las parejas que están preocupados por su fertilidad, se les debe de informar que alrededor del 84% de las parejas de la población en general conciben dentro del primer año, sin el uso de métodos anticonceptivos y teniendo relaciones sexuales regulares; de las que no conciben en el primer año, aproximadamente la mitad lo hará en el segundo año. La tasa acumulativa de embarazo a los dos años es del 92%.
Las parejas con deseo reproductivo deben ser informadas que la fertilidad femenina declina con la edad. Esta disminución comienza en la mujer a los 35 años, siendo más intensa a partir de los 40. Teniendo relaciones sexuales regularmente, sin protección, el 94% de las mujeres en edad fértil de 35 años concebirán y las mayores de 38 años, el 77% se embarazarán después de 3 años de intentarlo.
Informar a la pareja que la periodicidad de las relaciones sexuales, cada 2 a 3 días, incrementa las posibilidades de embarazo.
No se recomienda sugerir a la pareja que coincida el momento de tener relaciones sexuales con el momento aproximado de la ovulación, esta indicación provoca estrés y puede resultar negativa para la fertilidad.
A las mujeres con un índice de masa corporal (IMC) menor a 19 Kg/m2 e irregularidades en la menstruación o amenorrea, se les debe informar que el aumento en el peso corporal podría incrementar las posibilidades de lograr una concepción.
Las
mujeres que tienen un IMC mayor 29 Kg/m2 deben ser informados de que es
probable que tarden más tiempo en embarazarse.
Las
mujeres que tienen un IMC mayor a 29 y que no están ovulando, deben ser
informadas que la pérdida de peso alrededor de un 10% puede aumentar los ciclos
ovulatorios y con ello las posibilidades de concepción.
Existen
evidencias que sugieren que mujeres infértiles, anovulatorias, con un IMC mayor
a 29 Kg/m2, y que participan en un programa de reducción de peso supervisado o
en un grupo de ejercicio, la dieta y el ejercicio ayudan a reducir el peso,
mejoran la ovulación, e incrementan la tasa de lograr un embarazo.
Debe
determinarse el índice de masa corporal (IMC) para poder identificar valores de
anormalidad (falta o sobre peso), igualmente se debe realizar la toma de la
tensión arterial.
Las
mujeres que fuman deben saber que esto probablemente reduzca su fertilidad. Las
mujeres debería de ser informadas que el tabaquismo pasivo probablemente afecte
su fertilidad
Las
mujeres que fuman se les deben ofrecer la derivación a un programa para dejar
de fumar a fin de apoyar sus esfuerzos en abandonar el hábito.
Las
mujeres que intentan quedar embarazadas deben ser informadas de no beber más de
una o dos unidades de alcohol una o dos veces por semana.
Debe
hacerse una investigación específica sobre la ocupación a la pareja, evaluar
los posibles factores de riesgo asociados y ofrecer asesoramiento de forma individualizada
y acorde con cada caso.
Historia clínica y exploración física del hombre infértil
Se
inicia un protocolo de estudio sobre una posiblei nfertilidad masculina:
• Al
iniciar el estudio de la infertilidad conyugal, después de 1 año de coito no
protegido sin conseguirse embarazo.
•
Cuando se sospechan antecedentes que puedan comprometer la fertilidad
masculina.
Los
hombres que tienen un IMC mayor a 29 Kg/m2deben ser informados de que tienen
probabilidad de tener una fertilidad reducida.
Los
hombres deben ser informados de que existe una asociación entre la elevación de
la temperatura escrotal y disminución en la calidad del semen.
Se
recomienda usar ropa interior holgada o poco ajustada; aunque no está claro si
el uso de ropa interior suelta o floja mejora la fertilidad.
Se
recomienda disminuir el sedentarismo laboral y la exposición prolongada al
calor en el área genital.
Los
hombres que fuman deben saber que existe una asociación entre el tabaquismo y
la reducción de lacalidad del semen (el impacto de ésta sobre la fertilidad masculina
aún es incierta) y que dejar de fumar mejorará su salud en general.
Debe
determinarse el índice de masa corporal (IMC) para poder identificar falta o
sobrepeso, igualmente se debe realizar una medición de la tensión arterial.
Dado
que ciertas profesiones exponen a la pareja a factores que pueden reducir su
fertilidad, el clínico debe hacer una investigación lo suficientemente amplia
de las condiciones laborales y otorgar un asesoramiento adecuado y acorde con
cada caso.
La prescripción
de medicamentos y el consumo de drogas pueden interfierir con la fertilidad,
masculina y femenina, por lo que una investigación específica sobre este
aspecto debe hacerse a la pareja infértil y otorgar el asesoramiento y en su
caso el manejo correspondiente.
La
pareja debe ser informadas que el estrés, puede afectar su relación emocional,
probablemente reduzcan la libido, la frecuencia de los coitos y la calidad del
semen; por lo tanto, contribuyen a aumentar los problemas de fertilidad.
El
estudio y tratamiento de la infertilidad ocasionan también alteraciones
psicológicas y estrés. Se sugiere recomendar a la pareja que tenga actividades
recreativas y deportivas.
La
pareja que va a ser sometida a estudio de su fertilidad debe ser informada en
todo momento de procedimientos, tratamientos o decisiones que se llevan a cabo
para el manejo de la infertilidad.
Historia
clínica y exploración física de la mujer infértil
Identificación
de causas de infertilidad en la mujer
En
primer nivel de atención se investigarán e identificarán:
•
Frecuencia y hábitos coitales (frecuencia 2-3 vecespor semana, frecuencia de
eyaculaciones, eyaculación intravaginal completa, posición coital,problemas de
erección);
• Uso
de lubricantes vaginales,
• Uso
de duchas vaginales
• Sobre
peso u obesidad
•
Estilos de vida
•
Infecciones urinarias y vaginales
Si se
establece la causa y es susceptible de mejorar:
• Se
darán las recomendaciones en base a sus antecedentes y hábitos y el tratamiento
médico que requiera el caso.
•
Evaluará el caso antes de enviarlo al siguiente nivel de atención para
continuar el protocolo de estudio.
Para el
estudio del factor neuroendocrino-ovárico, es importante entender que los
parámetros normales de las diferentes hormonas ginecológicas, no implican un
adecuado
funcionamiento ovárico, esto depende de laadecuada interrelación de las
diferentes hormonas del eje hipotálamo- hipófisis-ovario; por lo tanto,
aquellas alteraciones en la función hipotalámica como el estrés, el ejercicio
de alto rendimiento, los trastornos alimentarios severos como la anorexia, las
alteraciones en los niveles de prolactina y de hormonas tiroideas se asocian a
anovulación.
Problemas ovulatorios
Aproximadamente,
los trastornos ovulatorios son responsables de hasta un 15-25% de las causas de
infertilidad. La ovulación es un requisito imprescindible
para la
concepción y por ello se debe investigar siempre durante el estudio de una
pareja infértil.
La
anovulación y oligo-ovulación son responsables de hasta el 21% de la
infertilidad en la mujer.
La OMS clasifica a los trastornos ovulatorios en:
Grupo
1: Insuficiencia hipotálamo hipófisis (amenorrea hipotalámica o hipogonadismo
hipogonadotrófico).
Grupo
2: Disfunción hipotálamo-hipófisis.
Grupo 3
Falla ovárica.
La
determinación de niveles de prolactina no debería realizarse a la paciente
infértil con ciclos menstruales regulares, pero sí en aquella con trastornos de
la ovulación, galactorrea o sospecha de tumor hipofisario.
Las
mujeres con posibles problemas de fertilidad no son propensas que la población
general para tener patologías tiroideas, por ende no deben de realizarse
pruebas de función tiroidea. Sólo se realizarán estudios de función tiroidea en
pacientes con síntomas clínicos de esta patología.
Hay
controversia respecto a la prevalencia e importancia de los defectos de fase
lútea y tampoco hay evidencia sobre la efectividad de la terapia realizada con
P4, por lo que los defectos de la fase lútea deberían manejarse como una
infertilidad de causa desconocida.
En
mujeres de más de 35 años de edad, debería investigarse la reserva ovárica y
realizar un asesoramiento al respecto. La determinación basal de FSH y
estradiol en día 3 del ciclo no presenta una adecuada sensibilidad para
predecir resultados (valores superiores de FSH 15 mUI/ml en día 3 son
patológicos y se relacionan con un mal pronóstico reproductivo; valores menores
de 10 mUI/ml en el día 3 son normales, sobre todo si se asocian a estradiol
menor de 40 pg/ml).
Las
pruebas de reserva ovárica tienen una sensibilidad y especificidad limitada en
la predicción de fertilidad; sin embargo, la mujer con niveles elevados de gonadotropinas
basales debería ser informada de que probablemente su fertilidad está reducida
En el
segundo nivel de atención se realizará y complementará:
•
Historia clínica y exploración física,
•
Protocolo de estudio de infertilidad (perfil hormonal ginecológico o andrológico,
ultrasonido pélvico o testicular, histerosalpingografía,espermatobioscopia,
valoración de glucosa, colesterol y triglicéridos, interconsultas con otras especialidades,
según el caso).
El
protocolo de estudio en este nivel de atención estará en función a los recursos
con los que cuente la unidad.
En el
segundo nivel de atención se evaluarán los resultados de laboratorio y
gabinete, se establecerá un plan terapéutico y un pronóstico. Posteriormente se
determinará la respuesta al tratamiento. De no mejorar el pronóstico, se
enviará al siguiente nivel de atención para complementar protocolo de estudio e
iniciar el manejo con o sin intervención farmacológica y/o quirúrgica, o con
técnicas de reproducción asistida de
baja
complejidad.
Estudios
para evaluar infertilidad en la mujer
La
decisión de comenzar a solicitar exámenes de laboratorio y gabinete depende de
varios factores, entre otros:
• Edad
de la pareja y
•
Tiempo que ha estado tratando de embarazarse.
El abordaje en la pareja se dirige a la
evaluación de los siguientes aspectos:
•
Verificación de la ovulación,
•
Exámenes para evaluar el útero y las trompas de Falopio,
•
Exploración ginecológica completa con citología cervicovaginal. En caso de
sospecha clínica de ETS,deberán realizarse cultivos y pruebas pertinentes para
su confirmación,
•
Análisis del semen,
•
Informar a la pareja sobre la frecuencia y el momento propicios para tener
relaciones sexuales y que favorecezcan la concepción.
Función ovárica
La
posibilidad de encontrar disfunciones o desordenes ovulatorios que pudieran
explicar el fracaso reproductivo supone un aliciente para profundizar el
estudio y conocimiento de patologías posiblemente implicadas; sin embargo, es
preciso ser precavido en esta acción, pues tal incitación puede conllevar el
riesgo de aplicar determinaciones de difícil justificación, y que lo único que
consiguen es encarecer y complicar el estudio básico de la mujer sin aportar
ningún valor adicional al manejo.
Las
mujeres con ciclos menstruales regulares y con más de 1 año de infertilidad, se
les puede solicitar la determinación de P4 sérica en la fase lútea de su ciclo
(21 días de un ciclo de 28 días) para confirmar la ovulación.
Las
mujeres con ciclos menstruales irregulares se les pueden solicitar la
determinación de gonadotrofinas (FSH y LH) séricas basales y PRL y P4 en
segunda fase del ciclo menstrual.
Cuando
los ciclos son irregulares, la inducción de la ovulación es más apropiada que
cualquiera de los distintos métodos para
detectar alguna ovulación esporádica que puede ocurrir espontáneamente.
La
utilización de la curva de temperatura basal para confirmar la ovulación no
tiene seguridad para predecirla y no debería ser recomendada.
Por lo anterior, no deberían formar parte
del estudio básico de una pareja infértil:
• Gráficas
de medida de temperatura basal,
•
Pruebas de ovulación que determinan picos de LH en orina,
•
Niveles séricos de P4 en fase lútea media,
•
Determinación de cuerpo lúteo por ecosonografía o en el transcurso de una
laparoscopía en segunda fase (proliferativa) y
•
Biopsia endometrial.
Las
mujeres con ciclos menstruales regulares deberían ser informadas de que
probablemente su ovulación es correcta.
Niveles
de P4 superiores a 3 ng/mL son indicativos de ovulación, niveles entre 2 y 3
serían límites y deberían repetirse. Niveles superiores a 10 ng/mL son indicativos
de una adecuada producción de progesterona por el cuerpo lúteo.
La determinación de PRL no debería realizarse a la paciente infértil con ciclos menstruales regulares y sí en aquellas con irregularidades menstruales, galactorrea o sospecha de tumor hipofisiario.
Se ha sugerido que la determinación de PRL en la infertilidad inexplicada podría ser importante, pero la facilidad con la que numerosos factores influyen sobre las cifras de prolactinemia (estrés, momento horario, iatrogenicidad, etc.), y la posibilidad de un ascenso transitorio durante las fases folicular tardía y lútea, tanto en ciclos naturales como en estimulados, justifican una interpretación crítica de la hiperprolactinemia antes de considerarla como causa de oligo-anovulación o de una fase lútea inadecuada.
Endometriosis
La
existencia de asimetría de ligamentos uterosacros y la observación de
formaciones anexiales con características ecosonográficas mixtas son la
principal sospecha de endometriosis.
Dado
que los tratamientos médicos en endometriosis leves no mejoran la fertilidad,
en una paciente infértil con sospecha de endometriosis, debe realizarse
laparoscopía para confirmar el diagnóstico y valorar adecuadamente la extensión
de esta.
La
laparoscopía también debe utilizarse para investigar la permeabilidad tubarica,
plantear posibles resecciones de quistes de endometriosis (resección de endometriomas)
y vaporización o electro fulguraciónde lesiones endometriósicas menores.
No se les debe de ofrecer a las mujeres una biopsia de endometrio para evaluar la fase lútea como parte del estudio de los problemas de infertilidad, porque no hay evidencia de que el tratamiento médico de defectos de la fase lútea mejore las tasas de embarazo.
Aquellas
mujeres que obtuvieran resultados anormales en las pruebas de reserva, sí
deberían ser informadas de que poseen una fertilidad disminuida.
En el
caso de no haberse realizado un estudio de dicha infección, debería
administrarse antibioterapia profiláctica.
Las
mujeres infértiles sin antecedentes de importancia (EPI, endometriosis,
embarazo ectópico previo), se les puede ofrecer la HSG para el estudio de un
posible factor tubario por ser una técnica sensible, poco invasiva y más eficiente
que la laparoscopia.
La
principal prueba diagnóstica para el estudio de las malformaciones uterinas es
la histerosalpingografía.
Antes
de cualquier análisis de la funcionalidad o permeabilidad tubaria debería
conocerse las características del semen; existen indicaciones ligadas al factor
masculino que obvian la necesidad de conocer el estado de las trompas uterinas.
En
mujeres sin historia de endometriosis, embarazo ectópico, EPI o antecedentes
quirúrgicos potencialmente lesivos para la función tubaria, la
histerosalpingografía es la prueba diagnóstica de elección.
El uso
de la histerosonosalpingografía parece estar justificada como recurso de
primera elección diagnóstica aunque no haya desplazado aún a la
histerosalpingografía.
La
histeroscopía no debe realizarse a menos que exista una sospecha clínica de
patología uterina susceptible, después del tratamiento, de mejorar las
expectativas de fertilidad.
No
debería realizarse biopsia endometrial para estudiar la fase lútea en la mujer
por los bajos valores predictivos de la prueba y porque no hay evidencia de que
el tratamiento de los defectos de fase lútea mejoren las tasas de embarazo.
La
biopsia ovárica no ha demostrado utilidad como método para predecir la reserva
ovárica debido a la amplia variación en la distribución de los folículos a lo
largo de la superficie ovárica y su uso, por consiguiente no esta recomendado.
Puede
indicarse laparoscopía en lugar de la histerosalpingografía cuando se sospeche
una patología como la endometriosis, EPI, etcétera, y en las que el abordaje
laparoscópico permita a su vez la corrección quirúrgica.
No se
recomienda el uso rutinario de la prueba postcoito en la investigación de
infertilidad por no tener valor predictivo sobre las tasas de embarazo.
Las
mujeres que desconocen que comorbilidades tienen (tales como EPI, embarazo
ectópico previo o endometriosis), se les debe de ofrecer la histerosalpingografía
(HSG) para la detección de oclusión de las trompas uterina, porque esta es
una prueba confiable para descartar la oclusión de las trompas, es menos
invasivo y hace un uso más eficiente de los recursos que la laparoscopía.
Cuando
los conocimientos técnicos apropiados están disponibles, la detección de
oclusión tubaria utilizando histerosalpingosonografía con medio de contraste,
se debe de considerar ya que es una alternativa eficaz a la histerosalpingografía
para las mujeres que desconocen sus comorbilidades.
Las
mujeres que creen que tienen comorbilidades, se le debería ofrecer la
laparoscopía y tinte de modo que las trompas uterinas y otras patologías
pélvicas puedan ser evaluadas al mismo tiempo.
Identificación
de causas de infertilidad en el hombre
Si el
resultado del primer análisis de semen es anormal, deberá repetirse la prueba
de confirmación.
Se
recomienda repetir el análisis de semen de confirmación, 3 meses después de la
primera prueba,esta acción perimite dar tiempo para que el ciclo de formación
de espermatozoides se complete. Sin embargo, si una deficiencia de
espermatozoides (azoospermia u oligospermia severa) se ha detectado, la
repetición de la prueba debe llevarse a cabo tanpronto como sea posible.
La
detección de anticuerpos antiespermáticos no se debe ofrecer porque no hay
evidencia de un tratamiento eficaz para mejorar la fertilidad.
En una
pareja infértil debe hacerse un análisis de semen antes de realizar estudios
invasivos en la mujer.
Los
métodos y resultados del análisis de semen del hombre infértil deberían
realizarse e interpretarse de acuerdo a las recomendaciones de la OMS de 2010.
En la
actualidad no esta indicada la realización sistemática de determinaciones
hormonales en los hombres de parejas infértiles.
Estudios genéticos
En
función de los factores de riesgo detectados o diagnosticados antes, durante o
después de la realización de técnicas de reproducción asistida, es importante
informar y debatir adecuadamente con la pareja las implicaciones del
tratamiento.
Debe considerarse obligatorio en todos los casos deazoospermia de origen testicular o idiopática y recomendable en oligozoospermias (menos de 5 millones/mL) el estudio genético (cariotipo), ya que aporta información de aneuploidías de los cromosomas sexuales, y de otras alteraciones autosómicas que se relacionan con infertilidad.
Uno de
los objetivos de la evaluación del hombre en el estudio de fertilidad es
orientar la estrategia terapéutica, proponiendo las mejores alternativas de reproducción
asistida.
Otro
objetivo es identificar anomalías genéticas transmisibles a la descendencia.
Por último, la evaluación permite identificar anomalías relevantes para la
salud del hombre.
Cuando
se sospechan antecedentes que puedan comprometer la fertilidad masculina está
indicado proceder a la evaluación del hombre, sólo si éste está interesado.
La
evaluación mínima del hombre deben ser dos análisis de semen realizados según
las directrices de la OMS.
Es
aconsejable el estudio andrológico completo, especialmente si se observan
anomalías en el semen, en la esterilidad de origen desconocido, o en parejas
que se han tratado sin éxito por esterilidad de causa femenina.
Es
aconsejable el estudio serológico del hombre de sífilis, VIH, hepatitis B y
hepatitis C.
El estudio
del semen se considera básico para orientar la investigación de la esterilidad
masculina.
Se
indicará la determinación de FSH en el varón en caso de oligozoospermia severa
y azoospermia, especialmente en esta última.
La LH y
la testosterona se solicitarán en caso de disfunción sexual asociada,
disminución del volumen testicular o sospecha de endocrinopatías.
La
ecografía y la ultrasonografía Doppler escrotal están indicadas para confirmar
la sospecha de varicocele y para examinar el parénquima testicular y los
epidídimos.
También
están indicadas en casos de exploración física difícil o ante la sospecha de
una tumoración testicular, dada la más alta incidencia de riesgo de cáncer testicular
entre los varones afectos de esterilidad.
La
ecosonografía transrectal está indicada en casos de oligospermia con o sin
azoospermia, en presencia de hemospermia y ante la presencia de síntomas que
sugieran infección prostática.
Se
indicará estudio bacteriológico del semen en pacientes con clínica sugestiva de
infección urinaria o prostatitis.
Se debe
hacer cariotipo de forma obligatoria en todos los casos de azoospermia de
origen testicular y debe recomendarse en oligozoospermias con menos de 5
millones/mL.
En
pacientes con azoospermia y oligozoospermia de origen secretor se recomienda el
estudio de microdeleciones Yq.
En
pacientes con agenesia uni o bilateral de conductos deferentes está siempre
indicado el estudio de mutaciones de CFTR.
La
pareja debe ser informada de que el estrés puedecontribuir negativamente en su
fertilidad al reducir la libido y la frecuencia de sus relaciones sexuales.
El apoyo psicologico deberia ser ofrecido a todas las parejas que afrontan una esterilidad, ya que tanto su situacion inicial como las pruebas a que son sometidos y los fracasos inherentes a las mismas pueden agravarles su estrés.
El
apoyo psicológico puede hacerse en cualquier momento, independientemente del
resultado de los procedimientos, y por profesionales que no esten implicados
directamente en el tratamiento médico.
El
tratamiento asistido de la infertilidad con técnicas de baja complejidad
implica modificar los factores que dificultan la fertilidad, teniendo
necesariamente que contar con reserva ovárica, permeabilidad tubaria, adecuada
función de las salpinges, cavidad uterina adecuada, función endometrial sin
alteraciones y adecuada calidad del semen.
Tras
estas acciones, se procede a estimular el ovario para asegurar la ovulación, o
inducirla si no se produce naturalmente; una vez logrado el crecimiento y
desarrollo folicular, se procede a recomendar el coito programado si la calidad
del semen así lo permite o se realizan inseminaciones intrauterinas de semen
capacitado en el laboratorio.
Ventajas del uso de clomifeno:
• Bajo
costo comparado con las gonadotropinas y buena respuesta para restablecer la
ovulación hasta en el 70% de casos.
• Es
sencillo de administrar ya que se administra porvía oral.
• Se
debe comenzar el 3er. al 5to. día del ciclo durante 5 días, con dosis de 50-250
mg. La dosis variará de acuerdo a la edad, nivel de FSH basal, IMC y tiempo de
la infertilidad; lo más prudente es comenzar con 50 mg, y si no se logra la
respuesta adecuada, se van incrementando las dosis en los ciclos posteriores.
En ocasiones se requieren hasta 250 mg para lograr la ovulación.
A las
dosis recomendadas (50-100 mg) existe una baja tasa de efectos secundarios,
siendo estos, como es lógico, dosis-dependientes.
En
mujeres con esterilidad de origen desconocido puede indicarse el clomífero como
tratamiento de primera elección, pero se debe advertir de los riesgos, principalmente
de la posibilidad de embarazo múltiple.
El
tratamiento de elección de las pacientes que no han logrado embarazo con
citrato de clomífero es el uso de gonadotrofinas.
Se debe
de informar a la paciente del riesgo de hiperestimulación ovárica y de la
posibilidad de embarazo múltiple.
La
gonadotropina menopáusica humana, la urinaria y la recombinante son igualmente
efectivas para inducir la ovulación.
La
incidencia de cáncer de ovario no parece estar incrementada en pacientes
infértiles tratadas. Estas parece que tienen una menor incidencia de cáncer de ovario
que las pacientes infértiles no tratadas.
Se
deben de realizar varios controles ecosonográficos durante el tratamiento.
En las
pacientes con PCOS, la metformina es capaz de inducir la ovulación y regular
los ciclos menstruales.
Por lo
tanto, la metformina podría mejorar las tasas de embarazo y de nacidos.
La
metformina podría emplearse como fármaco de primera elección en el tratamiento
del PCOS.
Cuando
se indique el tratamiento con metformina, las pacientes deben de ser informadas
de que no existen datos con respecto a la seguridad de su uso a largo plazo en
mujeres jóvenes.
Hiperprolactinemia
Posterior
al diagnóstico de hiperprolactinemia, el protocolo de estudio debe excluir la
presencia de un adenoma hipofisiario o tumores extra hipofisiarios, lo que
requeriría el manejo específico antes de proceder con el tratamiento de
fertilidad.
Los
agonistas dopaminérgicos son ampliamente utilizados en el tratamiento de
hiperprolactinemia.
Existen varios agonistas de la dopamina nuevos, pero los efectos de estos sobre los resultados reproductivos no han sido evaluados completamente y su seguridad en las mujeres que desean quedar embarazadas no se ha establecido.
Las
pacientes con hiperprolactinemia y anovulación deben ser tratadas con agonistas
dopaminérgicos como la bromocriptina.
En las
pacientes con cifras de prolactina superiores o iguales a 50 ng/mL debe
descartarse el adenoma hipofisario.
Se debe
informar a la paciente de que el 10% presentan efectos secundarios leves como
náuseas o cefalea.
Antes
de realizar una instrumentación intrauterina,como la histerosalpingografía,
debe realizarse un estudio para descartar la presencia de Chlamydia
trachomatis.
En los
casos en los que se detecte Chlamydia trachomatis deberá efectuarse el oportuno
tratamiento antibiótico a ambos miembros de la pareja.
Si no
se ha descartado la presencia de Chlamydia trachomatis, se efectuará profilaxis
antibiótica con doxiciclina o azitromicina antes de la instrumentación intrauterina.
Histerosalpingografia
Antes de cualquier análisis de la funcionalidad o permeabilidad tubarica deberían conocerse las características del semen. Existen indicaciones ligadas al factor masculino que obvian la necesidad de conocer el estado de las trompas. El manejo de la mujer con sospecha de daño tubario se presenta en el Algoritmo 2.
En
mujeres sin historia de endometriosis, embarazo ectópico, EPI o antecedentes
quirúrgicos potencialmente lesivos para la función de las trompas uterinas, la
histerosalpingografia es la prueba diagnóstica de elección.
En
casos determinados si se tiene experiencia suficiente, puede sustituirse la
histerosalpingografía por la histerosonografía, en pacientes sanas.
Puede
indicarse la laparoscopia en lugar de la histerosalpingografía cuando se
sospeche una patología como la endometriosis, EPI, etcétera, en las que el abordaje
laparoscópico permita a su vez la corrección quirúrgica.
La
laparoscopía debe indicarse en aquéllas mujeres con patología conocida
(endometriosis, antecedentes quirúrgicos, EPI, etcétera), ya que el abordaje
laparoscópico en estos casos puede ofrecer la oportunidad de tratar
quirúrgicamente algunos procesos.
En las
pacientes con endometriosis grado I/II a las que se les realiza una
laparoscopia, se debe realizar la ablación de los focos endometriósicos ya que
esto mejora sus probabilidades de embarazos. La decisión de realizar
laparoscopia debe tomarse en función de la edad de la paciente, duración de la
esterilidad, historia familiar de endometriosis y la presencia de dolor pélvico.
En las
mujeres con endometriomas se debe plantear la resección de los mismos por
laparoscopia ya que se ha comprobado que mejora sus probabilidades de embarazo.
En
mujeres estériles con endometriosis moderada o severa se debería de ofrecer un
tratamiento quirúrgico pues parece mejorar las perspectivas de embarazo.
Por el
momento, no parece justificado establecer una relación casual entre la
presencia de miomas y esterilidad. Sin embargo, éstos pueden ser considerados cuando
no exista otra causa que la justifique, dependiendo de su localización y
tamaño. Las tasas de embarazo y aborto son similares tras la miomectomía por
laparoscopia o laparotómia. Sin embargo, se recomienda la laparoscopia por su
menor tasa de complicaciones postoperatorias.
En
general, en mujeres con miomas, si no existe otra causa de infertilidad, la
miomectomía parece aumentar las tasas de embarazo. El manejo de la mujer en la
que exista sospecha de daño uterino se presenta en el Algoritmo 3
Tratamiento del factor tubárico bilateral
El
tratamiento inicial de elección del factor tubarico bilateral debe ser la
fecundación in vitro.
Si se
sospecha la presencia de hidrosalpinx, se recomienda la extirpación, o en su
caso el aislamiento del hidrosálpinx de la cavidad uterina mediante la oclusión
tubarica proximal, previa a la iniciación de los tratamientos de fecundación in
vitro
Para el manejo de problemas de fertilidad relacionados con endometriosis, se acepta ampliamente realizar acciones desde formas mínimas y leves, ya que podrían ser causas de infertilidad inexplicable.
En la actualidad el manejo médico en casos asintomáticos y sin presencia de dolor pélvico, no es universalmete aceptado. El tratamiento basado en la ablación de las lesiones de endometriosicas y/o extirpación de endometriomas, es un enfoque cada vez más aplicado. Muchas de las mujeres con endometriosis de todas las severidades tienden por optar por el tratamiento de fertilización in vitro.
A los
hombres con hipogonadismo hipogonadotrófico se les debe de ofrecer las
gonadotrofinas, ya que estas son eficaces para mejorar la fertilidad. El
estudio del factor masculino se presenta en el Algoritmo 4
A los
hombres con anomalías del semen idiopática no se les debe de ofrecer los
antiestrógenos, gonadotrofinas, andrógenos, bromocriptina o medicamentos para
mejorarla como la quinina ya que no se ha demostrado su eficacia.
A los hombres con leucocitos en el semen no se les debe de ofrecer tratamiento con antibióticos a menos que se haya identificado una infección, porque no hay evidencias de que esto mejore las tasas de embarazos.
Cuando el conocimiento y la capacidad técnica se tengan en la unidad, a los hombres con azoospermia obstructiva debe ofrecerse la corrección quirúrgica de la obstrucción epididimal porque es probable que restaurando la permeabilidad de la vía mejore la fertilidad.
A los
hombres no se les debe de ofrecer la cirugía para el varicocele como una forma
de tratamiento para lafertilidad porque no mejoran las tasas de embarazo.
Una
buena práctica clínica nos obliga a solicitar estudios genéticos pertinentes a
la pareja en el momento considerado como oportuno.
Ninguna
ICSI por factor masculino severo debería llevarse a cabo sin conocer el
cariotipo masculino.
El
consejo genético es obligado en parejas con anomalías genéticas detectadas y en
pacientes con el potencial de heredar la misma anomalía.
El
consejo genético debe ofrecerse en los casos de factor masculino severo, y que
requieran ICSI para detectar posibles anomalías.
Referencia
del primer al segundo. nivel de atención:
Pareja
que no se ha embarazado con actividad sexual regular, sin anticoncepción
durante un año.
Alteraciones
menstruales con probable infertilidad en pacientes con IMC <20 o >30.
Establecer
la sospecha diagnóstica de infertilidad y enviar al 2do nivel de atención si es
posible con Ultrasonido pélvico endovaginal y glucemia.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario