ENTEROCOLITIS NECROTIZANTE
La
enterocolitis necrosante (ECN) se define como un proceso inflamatorio
intestinal agudo que se produce fundamentalmente en neonatos con bajo peso al
nacer: está caracterizado por necrosis. isquémica de la mucosa gastrointestinal
y puede conducir a peritonitis y perforación. Es la patología digestiva
adquirida más frecuente y grave en el periodo neonatal. La etiología es
multifactorial e involucra isquemia, hiper-crecimiento bacteriano y respuesta
inflamatoria sistémica
Existen
diversas clasificaciones para la ECN, la más aceptada mundialmente y que se
utiliza en esta guía es la clasificación del Bell modificada (Apéndice A). Se
han propuesto diversos mecanismos fisiopatológicos para el desarrollo de
enterocolitis necrosante (figura 1) y, con base a ello, se ha propuesto
diversos tratamientos que se encuentran actualmente en revisión (tabla 1)
Se
recomienda que en presencia de corioamnionitis con involucro fetal se vigile al
neonato por el posible desarrollo de ECN.
Se recomienda evitar el tabaquismo durante el embarazo, debido a que aumenta el riesgo de desarrollar ECN.
Se debe
considerar como factores de riesgo para ECN los siguientes:
- Prematurez
- Ventilación asistida
- Sepsis
- Hipotensión
- Ruptura prematura de membranas Nacimiento extra-hospitalario
En
recién nacidos con peso al nacer <1501 g se recomienda considerar como
factores de riesgo para desarrollar ECN estadio > Il:
- Uso de surfactante
- Mayor edad materna
- Neumonía congénita
- Uso de indometacina para cierre de PCA
Como
factores de riesgo que aumentan mortalidad se recomienda considerar a las
anomalías congénitas asociadas y la sepsis confirmada.
Se
recomienda considerar como factor de riesgo de desarrollar ECN la realización
de tres o más transfusiones en niños de peso muy bajo al nacimiento (< 1500
g).
Se
sugiere considerar como factores de riesgo para desarrollo de ECN en los niños
de pretérmino tardío y niños de término los siguientes:
- Cultivos positivos en sepsis
- Niños pequeños para edad gestacional
- Enfermedad cardiaca congénita
- Encefalopatía hipóxico isquémica
Los
factores de riesgo para muerte son:
1.
Tratamiento quirúrgico
2.
Neumoperitoneo
3.
Trombocitopenia
4.
Acidosis metabólica
5.
Hipotensión
En los
menores de 33 SDG con los siguientes factores de riesgo: pequeño para edad
gestacional, uso de narcóticos los primeros 3 días de vida, nacimiento
extra-hospitalario, uso de esteroides postnatales y anomalías congénitas, se
sugiere vigilar el desarrollo de ECN temprana (promedio día 7) o tardía (promedio
día 32) con un riesgo de mortalidad similar en ambos grupos
El uso
de ranitidina u omeprazol en los neonatos prematuros o con peso < 1500 g no
ha mostrado fuerte asociación con el desarrollo de ECN; sin embargo, se sugiere
utilizar con precaución en recién nacidos menores de 30 SDG y menores de 1250
g.
Se debe
iniciar tempranamente la alimentación enteral en neonatos < 34 SDG y
pequeños para la edad gestacional (debajo de percentil a 10) ya que no
incrementa el riesgo de ECN y disminuye los días de alimentación parenteral y
sus complicaciones.
En los
neonatos menores de 1500 g, la malposición del catéter venoso umbilical (en la
vena porta) aumenta el riesgo de ECN, por lo que se debe vigilar el desarrollo
de la misma durante las 4 semanas S subsecuentes al retiro del catéter.
Se
recomienda vigilar el desarrollo de sepsis en recién nacidos <28 SDG con
catéter arterial umbilical, aunque no incremente directamente el riesgo de ECN.
Se
recomienda evitar el uso de antibióticos por más de 4 ías en ausencia de
diagnóstico de sepsis pues incrementa el riesgo de enterocolitis y la
mortalidad. En los neonatos con diagnóstico de sepsis se debe iniciar
tempranamente el tratamiento antibiótico para disminuir el riesgo de ECN.
Se
recomienda que los neonatos que hayan recibido gammaglobulina intravenosa
hemolítica en enfermedad por aloinmunización al Rh incompatibilidad a grupo
sanguíneo sean vigilados por el riesgo de desarrollar ECN.
Se
sugiere evitar que los recién nacidos desarrollen anemias severas (hemoglobina
menor a 8 mg/dl), ya que la anemia severa es un factor de riesgo para el
desarrollo de ECN, y se sugiere tener precaución en las 48 horas siguientes a
la transfusión, sobre todo en los pacientes que tienen anemia severa.
En recién nacidos que van a ser transfundidos se sugiere dejar en ayuno previo, durante y post transfusión para disminuir el riesgo de desarrollar ECN.
No se
recomienda el uso de pentoxifilina como prevención de ECN.
se
sugiere el aporte de liquidos restringidos en recién nacidos prematuros para
prevenir ecn y mortalidad. (cuadro 3)
Se
sugiere que el uso de combinaciones de probióticos podría disminuir el riesgo
de ECN con cepas tales como: Bifidobacterium lactis Bb12/B94, Lactobacillus
reuteri ATCC55730/ DSM 17938, Lactobacillus rhamnosus GG, Bifidobacterium
bifidum. Bifidobacterium infantis, Bifidobacterium longum, Lactobacillus
acidophilus, Streptococcus thermophilus TH4. Se requieren más estudios con
evidencia directa para hacer una recomendación específica para el uso de
probióticos en la prevención de ECN
El
uso de probióticos puede considerarse en el cuidado del prematuro ≤ 32 SDG o
1.500 g. incluidos los menores de se g. El uso rutinario de probióticos implica
una estrecha monitorización. Las evidencias existentes nos hacen preferir, en
cuanto a tipo de género, una combinación de Bifidobacterium y Lactobacillus, ya
que disminuyen la incidencia de ECN. Se debe plantear cuál o cuáles son los
probióticos más adecuados para cada situación, dosis y la duración óptima de
administración, comenzar lo antes posible su administración y mantenerla al
menos 6 semanas o hasta el alta. No se deberían administrar probióticos en
presencia de ECN o patología intestinal.
Se recomienda no usar prebióticos como prevención de ECN. Hay evidencia de prevención de ECN con el uso de probióticos, arginina y lactoferrina pero aún no se definen dosis ni días de tratamiento.
En
prematuros no se recomienda el uso de agentes terapéuticos orales o
intra-rectales para acelerar la eliminación del meconio como prevención de ECN,
debido que la respuesta intestinal es pobre por inmadurez en la motilidad
intestinal.
Se
sugiere estandarizar el esquema de alimentación en recién nacidos de menos de
1500 g, para disminuir la frecuencia de ECN y la mortalidad asociada a ECN.
Inicio: cuando no se requieran fármacos vasoactivos, haya buena perfusión en las últimas 24 horas y sin asfixia Método: alimentación en bolo durante el periodo de alimentación trófica y en caso de ventilación con presión positiva intermitente nasal, y en los demás casos alimentación continua.
Tipo de leche: calostro o leche de banco Periodo de alimentación trófica: alto riesgo 0.3 ml/kg/h 3 días, 0.5 ml/kg/h 3 días, 1 ml/kg/h un día; en niños de 750 a 1000 g. 0.5 ml/kg/h 3 días y luego 1 ml/kg/h 3 días; en niños de 1000 a 1500 g 1 ml/kg/h por 5 días).
Incrementos posteriores: 10 ml/kg cada 12 h en menores de 1000 g. 15 ml/kg cada 12 h en mayores de 1000 g
Volumen
máximo: 160 ml/kg/día Duración trófica: 5 a 7 días Fortificante: desde 100
ml/kg. 100 ml: 1g%, 120 ml:2g%, 140 ml:3g%, 160 ml:4g%, individualizar por BUN
Se
recomienda el inicio de la alimentación en menores de 32 semanas o con peso
menor a 1500 g al nacimiento, antes del cuarto día de vida, ya que no aumenta
el riesgo de ECN, incluso en los prematuros con datos de flujo circulatorio
fetal anormal por ultrasonido
No hay evidencia que permita recomendar el estímulo enteral para la prevención o el desarrollo de ECN, por lo que se sugiere analizar cada caso.
No hay
evidencia para sugerir la suplementación temprana de hierro (antes de 4
semanas) vs tardía (después de 4 semanas) ya que no influye en el desarrollo de
ECN en los recién nacidos.
No hay evidencia suficiente para recomendar el uso de IgG ni IgA oral en la prevención de ECN.
Se
recomienda el ordeñamiento del cordón umbilical como medida para prevenir el
desarrollo de ECN en neonatos menores de 32 SDG.
Se debe
implementar y aumentar el uso de mejores prácticas de lactancia, para que
significativamente disminuya la ECN, así como la morbilidad y los costos en
cuidados de salud.
En los
centros que cuenten con la medición de i-FABP en sangre y orina se sugiere
utilizarlo para identificar a los niños con riesgo de ECN estadio 22.
Considerar el diagnóstico de ECN estadio I si los niveles séricos de i-FABP son
mayores de 0.69 ng/ml, estadio Il si es mayor de 0.76 ng/ml estadio III si es
mayor de 0.84 ng/ml.
Se
recomienda tomar radiografía simple de abdomen cada 6 hante la sospecha de ECN
durante la fase aguda de la enfermedad para establecer el diagnóstico; sin
embargo, los datos radiográficos iniciales son poco específicos y cuando se
encuentra neumatosis intestinal o portal y neumoperitoneo generalmente la
enfermedad se encuentra en estado avanzado.
Durante
los últimos años se ha recomendado utilizar el ultrasonido abdominal para
establecer el diagnóstico de ECN en forma más temprana ya que permite valorar
cambios en el grosor y ecogenicidad de la pared de asas intestinales, la
presencia de colecciones abdominales pequeñas y valorar en tiempo real la
peristalsis. Con Doppler color es posible ver en etapas iniciales aumento en la
vascularización de asas intestinales y en etapas tardías ausencia de flujo
vascular que es sugestivo de isquemia de la pared intestinal.
Se
recomienda considerar el diagnóstico de ECN con los siguientes hallazgos
ultrasonográficos abdominales que tienen más de 90% de especificidad:
- Gas en vena porta
- Neumatosis intestinal Aire libre
- Adelgazamiento de la pared intestinal
- Ausencia de peristalsis
- Ascitis simple y colección focal de líquido (aunque sensibilidad menor al 50%)
Se
recomienda considerar manejo quirúrgico cuando se encuentre neumatosis y
engrosamiento de la pared intestinal. Los hallazgos de neumoperitoneo, ecogenicidad
de la pared intestinal, engrosamiento de la pared intestinal, adelgazamiento de
la pared intestinal, ausencia de perfusión, ausencia de peristalsis, ascitis
compleja, colección focal de líquidos y dilatación intestinal sugieren
necesidad de manejo quirúrgico y riesgo de muerte
Se
recomienda considerar el score de <3 de la escala sugerida por Munaco y
cols., para realizar intervención quirúrgica ante la incertidumbre en la
realización de someter a intervención o no en el neonato con ECN, sin que haya
datos clínicos o radiológicos de perforación intestinal (la escala se puede
consultar en https://www.ingentaconnect.com/content/sesc/tas/2015/00000081/00000005/art00021)
Se
recomienda realizar espectroscopía cercana al infra-rojo, en caso de que esté
disponible, para identificar disminución de la oxigenación regional esplácnica
en niños con riesgo de ECN. Se recomienda realizar el ultrasonido doppler
espectral durante el primer día de vida ya que tiene mediciones que pueden
predecir el desarrollo de ECN, las cuales son:
Indice
de pulsatilidad alto
Aumento
de la velocidad final de la diástole en la arteria mesentérica superior.
Se
recomienda realizar laparoscopía en el diagnóstico y prevención de
complicaciones de los recién nacidos con ECN cuando se cuente con el recurso y
personal con entrenamiento, que puede contribuir para la toma de decisiones
según los hallazgos encontrados. El uso de insuflación con gas se realizará en
pacientes que respiratoriamente lo permitan, en caso de distensión importante
of retención de CO₂ se recomienda el uso de laparoscopía sin gas. La presión de
insuflación se sugiere oscile entre 5 a 8 mmHg para evitar complicaciones por
aumento de la presión intraabdominal. La fluoresceína puede ser de utilidad
para identificar la viabilidad y perfusión del intestino. La visualización del
intestino o zona de lesión identificada por vía laparoscópica puede ser de
ayuda para dirigir el sitio donde realizar la insición de minilaparotomía para
el manejo de derivación intestinal o resección y anastomosis.
Se
sugiere monitorizar los niveles de PCR en los neonatos con ECN por el riesgo de
desarrollo de estenosis intestinal.
Se
recomienda evitar el uso rutinario de la medición del residuo gástrico; puede
ser una medida selectiva en pacientes con distensión abdominal mayor de 2 cm, y
ante la presencia de residuos mayores del 40%, con estrías de sangre o
hemorrágico considerar la probabilidad de una progresión a ECN más severa.
En
neonatos con ECN estadio 1, la evaluación clínica con una escala específica
para ECN y el monitoreo estrecho de la frecuencia cardiaca con atención en la
variabilidad y desaceleraciones de la misma, podrían ser de utilidad para
anticiparnos a la progresión de la enfermedad. (Descripción de la escala en la
ligahttps://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4420242/pdf)
En los recién nacidos con diagnóstico definitivo de ECN (estadio II), ¿cuáles son las intervenciones más eficaces o efectivas para evitar las complicaciones y favorecer la recuperación?
Se
recomienda utilizar tratamiento empírico con antibióticos y escalonar de
acuerdo a días de vida y sensibilidad de los gérmenes. No se recomienda usar
metronidazol ni clindamicina en estadio Il ya que no modifica la progresión de
la gravedad ni la mortalidad en pacientes con ECN. En el estadio III se sugiere
cubrir con metronidazol más que con clindamicina por la asociación a estenosis
de esta última.
Se recomienda usar morfina (10 a 20 mcg/kg/h), fentanil (3 mcg/kg/dosis máximo 6 dosis/día) y midazolam (0.1 a 0.25 mg/kg/h) como analgésicos en neonatos con dolor medido por escala COMFORTneo (214 puntos), NRS-dolor (≥4 puntos) y NRS-distrés (24 puntos) antes y después de la cirugía.(Algoritmo 3)
En los recién nacidos con diagnóstico
definitivo de ECN (estadio III), ¿cuáles son las intervenciones más eficaces o
efectivas para evitar la mortalidad y las secuelas?
Se
recomienda la colocación de drenaje peritoneal (inserción de tubo de látex en
cuadrante inferior derecho o izquierdo, o ambos) en los recién nacidos con peso
menor de 1000 g con ECN y perforación intestinal como tratamiento inicial.
Aunque la posibilidad de requerir intervención quirúrgica en los siguientes
días es de hasta un 50%. En los recién nacidos con más de 1000 g. si están
hemodinámicamente estables se sugiere realizar laparotomía (drenaje, resección
y anastomosis, resección y ostomía o abrir y cerrar y según evolución y
hallazgos volver a explorar) de primera intención.
Debido
a que algunos autores han reportado mayor mortalidad en los pacientes sometidos
sólo a drenaje peritoneal, se recomienda colocar inicialmente drenaje
peritoneal en los neonatos con ECN que tengan inestabilidad hemodinámica o
metabólica y realizar intervención quirúrgica en cuanto se logre estabilidad,
independientemente del peso del neonato.
Se
recomienda la resección intestinal de zonas de perforación, necrosis o
segmentos isquémicos con anastomosis en un plano con sutura monofilamento.
Cuando
el sitio de lesión intestinal se encuentre limitado a una porción del intestino
delgado y se tiene la certeza de que la parte distal al segmento lesionado se
encuentra viable y permeable, y si el neonato tiene estabilidad hemodinámica y
metabólica durante el proceso anestésico-quirúrgico, se recomienda realizar
resección intestinal y anastomosis primaria término-terminal.
Considerando
que algunos autores han reportado que la mortalidad no está directamente
relacionada con el procedimiento realizado entre derivación intestinal vs
resección y anastomosis, el Colegio Mexicano de Cirugía Pediátrica recomienda
las siguientes acciones con base a los hallazgos transoperatorios:
▸ En los casos de LESIÓN FOCAL
en intestino delgado realizar resección intestinal y anastomosis primaria
término-terminal. Tomar en cuenta la extensión de la lesión y si ésta involucra
o no la válvula ileo-cecal
En los casos de LESIÓN MULTIFOCAL realizar:
Resección
intestinal y anastomosis de los segmentos involucrados, o
Derivación
intestinal proximal al sitio de lesión
Considerar
la extensión a resecar y el número de anastomosis a realizar según los
segmentos afectados por la ECN. Realizar preferentemente derivación intestinal
tipo cañón de escopeta que permita corroborar permeabilidad distal en un tiempo
posterior.
Si se
encuentra involucrada gran parte de intestino delgado, se someterá a juicio del
cirujano el beneficio de una derivación en yeyuno proximal.
En los
casos de LESIÓN PAN-INTESTINAL colocar drenaje peritoneal y valorar
reintervención quirúrgica en las siguientes 24 o 48 h según el estado clínico,
hemodinámico y abdominal del neonato.
Consideraciones generales: En el caso de resección y anastomosis se deberá tener la certeza de viabilidad de los segmentos a anastomosar.
Realizar
anastomosis de preferencia con sutura monofilamente en un solo plano.
Siempre se debe corroborar la permeabilidad y viabilidad del intestino distal.
Considerar
la extensión a resecar y el número de anastomosis a realizar según los
segmentos afectados por el riesgo de fuga, estenosis, desarrollo de síndrome de
intestino corto, número de anastomosis y tiempo quirúrgico empleado.
En caso de anastomosis múltiples, éstas se realizarán en intestino delgado.
Si hay
compromiso de colon se realizará derivación intestinal para evitar la resección
de la válvula ileocecal y del colon
Considerar
la estabilidad o gravedad del paciente así como sus condiciones hemodinámicas y
metabólicas durante el proceso anestésico-quirúrgico. Es necesario realizar
estudios de seguimiento más amplios en cuanto a sobrevida, complicaciones y
muerte en pacientes con ECN que se someten a uno u otro procedimiento
quirúrgico para dar recomendaciones más fuertes.
El
tiempo ideal de cierre de la derivación intestinal no está establecido, pero
los expertos proponen 4 semanas; sin embargo, se sugiere que en los pacientes
con derivación intestinal alta y que presenten complicaciones o alta
posibilidad de presentarlas como pérdidas elevadas con desequilibrio
hidro-electrolítico, baja ganancia ponderal, sepsis, dificultad para la
alimentación, etc., se realice cierre de la derivación en un tiempo más corto.
En los pacientes con derivaciones que permiten equilibrio hidro-electrolítico,
crecimiento y desarrollo del neonato, se podrá realizar el cierre programado de
6 a 8 semanas post-derivación intestinal.
Se
recomienda realizar estudio contrastado en los neonatos que presentaron ECN y
derivación intestinal para verificar permeabilidad intestinal distal e
identificar zonas de estenosis intestinal que podrían condicionar repercusión
clínica posterior. En los pacientes que tuvieron ECN con PCR mayor a 40 mg/l,
en caso de presentar datos de intolerancia a la alimentación o suboclusión
intestinal, la estenosis intestinal deberá ser buscada con estudio radiológico
contrastado.
Debido
a que la ECN es un padecimiento agudo que puede evolucionar rápidamente a la
gravedad es importante que los recién nacidos con este diagnóstico sean
referidos inmediatamente a un hospital donde se cuente con terapia intensiva
neonatal y cirugía pediátrica.
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