PROBLEMAS ASOCIADOS A LOS PARTOS TRAUMATICOS


 

Los principales factores de riesgo de parto traumático son: macrosomía, desproporción céfalo-pélvica, distocias, parto prolongado, presentación de pélvica y RNPT.



Craneal

En el cefalohematoma habrá que hacer diagnóstico diferencial con el meningocele (masa pulsátil que aumenta de tamaño con el llanto y que asocia a defecto óseo).

La hemorragia subgaleal del cuero cabelludo no está delimitada por suturas, por lo que puede provocar anemia e ictericia.

 

Las fracturas más frecuentes son las lineales, no requieren tratamiento y suelen ser asintomáticas. Las fracturas deprimidas o en “ping-pong”, si son extensas, pueden asociar afectación del parénquima subyacente y precisar tratamiento quirúrgico. Las fracturas que tienen peor pronóstico son las occipitales.

 

Hemorragia intracraneal

Secundaria a traumatismos, asfixia, coagulopatías o alteraciones vasculares congénitas. 


 


Subdural

Típica en RNT por trauma de parto; suele localizarse en la convexidad y ser asintomática. El diagnóstico se realiza por ECO/TC y el tratamiento es conservador. La hemorragia sintomática (en RNT de gran tamaño) debe ser tratada mediante punción y evacuación del líquido subdural a través de la fontanela anterior. 

Suele asociarse a hipoxia-isquemia.

 

Subaracnoidea 

Típica del RNPT; puede ser primaria o secundaria a coagulopatías o por extensión de hemorragias localizadas en otras zonas.

Suelen ser asintomáticas y el diagnóstico se realiza mediante punción lumbar. El tratamiento es sintomático y el pronóstico favorable.

 

Columna vertebral y médula espinal

Las lesiones vertebrales más frecuentes tienen lugar a nivel de la 4.ª vértebra cervical en presentaciones cefálicas y en las vértebras cervicales bajas o dorsales altas en las presentaciones pélvicas.

 

La sección de la médula espinal puede ocurrir sin fractura vertebral; dará lugar a parálisis completa de los movimientos voluntarios por debajo de la lesión, arreflexia y disminución de la sensibilidad. El diagnóstico de confirmación se realiza mediante ultrasonido o RM y el tratamiento es de soporte.

 

Lesiones en nervios periféricos

Parálisis braquial de Erb-Duchenne

Es la más frecuente. Afecta a las raíces C5-C6. El brazo se mostrará inmóvil y pegado al cuerpo, con hombro en aducción y rotación interna, codo en extensión, antebrazo en pronación y muñeca en flexión (actitud en propina de camarero).

 

El reflejo bicipital y estilorradial, así como el reflejo de Moro, están ausentes, mientras que el reflejo de prensión palmar permanece intacto.

Se puede asociar a alteraciones del nervio frénico (C4), dando lugar a dificultad respiratoria. Tiene buen pronóstico. El tratamiento es la inmovilización parcial intermitente durante 1-2 semanas.

 

Parálisis de Déjerine-Klumpke

Afecta a las raíces C7-C8, y deja inmóviles los músculos intrínsecos de la mano y flexores largos de muñeca y dedos (actitud de beso en mano). Los reflejos bicipital y estilorradial, así como el reflejo de Moro, son normales mientras que el reflejo de prensión palmar ha desaparecido. Se puede asociar a lesiones de D1, dando lugar al síndrome de Horner (miosis y ptosis homolateral), por afectación del simpático cervical.

Tiene peor pronóstico que la parálisis superior y el tratamiento es similar.

 



Parálisis facial

Lo más frecuente es la parálisis periférica asociada al parto instrumentado con fórceps, que suele ser unilateral. La parálisis central hay que distinguirla del síndrome de Moebius (agenesia del núcleo facial con parálisis bilateral).


 


Lesiones viscerales

 

- Hepática (1.ª víscera más lesionada).

Riesgo de hematoma subcapsular que puede acumular la hemorragia, siendo asintomático los primeros 1-3 días de vida, apareciendo después signos inespecíficos tales como rechazo de las tomas, apatía, palidez, ictericia, taquipnea o taquicardia.

Puede palparse una masa a nivel hepático o estar el abdomen azulado. Si el hematoma se rompe provocará choque y fallecimiento del niño.

 

El diagnóstico se realiza mediante ultrasonido. El tratamiento es conservador mientras no exista rotura, en cuyo caso se realizará tratamiento quirúrgico.

 

- Esplénica (2.ª víscera más lesionada).

Sola o asociada a la del hígado. El manejo es similar a ésta.

- Hemorragia suprarrenal.

El 90 % son unilaterales (75 % derecho); suele ser secundaria a traumatismos del parto, aunque también a anoxia o infecciones fulminantes. Los factores predisponentes son los partos pélvicos o los grandes para la edad gestacional.

 

•Clínica.

Los recién nacidos pueden estar desde asintomáticos hasta padecer choque con hipotensión, hipoglucemia e hiponatremia.

Puede existir una tumoración en el costado con cambios de coloración de la piel subyacente o ictericia. El diagnóstico se realizará por ultrasonido. Tratamiento: reposición hidroelectrolítica.

Puede estar indicado el tratamiento quirúrgico en caso de insuficiencia suprarrenal aguda (hipoglucemias).

 

Fracturas

- Clavícula.

La más frecuente; asociada a presentación de vértex y extensión de brazos en las presentaciones pélvicas. El niño presentará el brazo inmóvil, con Moro abolido unilateral, pudiendo palparse crepitación o irregularidades de la superficie ósea.

No precisa tratamiento aunque en ocasiones puede inmovilizarse. A la semana aparece un callo de fractura exuberante que puede ser el 1.er signo de la fractura.

 

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