ATRESIA DE VIAS BILIARES
La
atresia de vias biliares es la causa de ictericia neonatal por obstrucción
progresiva del flujo biliar que conduce a cirrosis hepática temprana y es la
causa más frecuente de colestasis crónica quirúrgica del lactante menor y la
indicación más frecuente de trasplante hepático en niños.
El
pronóstico mejora cuando el diagnóstico se hace antes de los 45 a 60 días de
vida, seguido del tratamiento quirúrgico derivativo. Sin la cirugía de Kasai,
la mortalidad es del 100% antes de los 3 años de edad. El pronóstico mejora en
un 90% si como consecuencia de la cirugía derivativa, hay coloración de las
heces en el postoperatorio y presencia de ductos biliares en el porta-hepatis
mayores de 150μm.
Si se
considera una incidencia global de todas las causas de colestasis de 1:2500 a
1:5000 nacidos vivos proyectado a la tasa de natalidad en nuestro país en donde
de acuerdo a cifras del INEGI nacen 2,000,000 de niños por año se podría
esperar tener anualmente alrededor de 400 a 800 casos nuevos de atresia de vías
biliares.
En
nuestro país no existe información epidemiológica detallada y confiable,
solamente se cuenta con la experiencia publicada de series de casos de centros
hospitalarios pediátricos de alta especialidad.
Atresia de Vías Biliares:
colangiopatía fibro-esclerosante inflamatoria progresiva del lactante menor que
variablemente afecta a los conductos biliares intrahepáticos y extrahepáticos,
que tiene como resultado la obliteración y destrucción del tracto biliar.
Atresia de vias biliares extrahepaticas:
destrucción progresiva o la ausencia parcial o total de los conductos biliares
extra hepáticos que tiene como resultado el impedimento al flujo de bilis al
duodeno y que conducen a cirrosis biliar temprana. La atresia biliar
extrahepática contribuye aproximadamente con un tercio o hasta la mitad de los
casos de ictericia colestática.
Ictericia: Es la manifestación
clínica de hiperbilirrubinemia caracterizada por el color amarillo de la piel,
de las mucosas y la esclerótica; la clínica usualmente es un signo disfunción
hepática.
Colestasis:
impedimento al flujo de la bilis debido a disfunción de hepatocitos o por la
obstrucción de los conductos biliares pequeños (colestasis intrahepática) por
obstrucción de los conductos biliares extrahepáticos (colestasis
extrahepática).
La
atresia de vías biliares es una colangiopatía obliterativa fibro-inflamatoria
progresiva presente en la etapa de lactante.
Los
lactantes más afectados por la atresia de vías biliares se encuentran comprendidos
edades entre las 4 semanas a los 4 meses de vida; es más común en niñas que en
niños y es dos veces más frecuentes en Afro-Americanos que en niños Caucásicos.
Hay
tres hipótesis que pudieran explicar la causa de la atresia de las vías
biliares, y estás son:
- Por infección.
- De origen congénito.
- Por lesión isquémica del porta hepático.
Todo
recién nacido con ictericia persistente después de la segunda semana de vida
con o sin heces pálidas (acolia) y orina obscura (coluria) debe ser evaluado D
por un médico.
El médico del primer o segundo nivel de atención debe informar a los padres del lactante la pronta referencia a un hospital de tercer nivel o de alta especialidad para que sea clasificado. La clasificación de la atresia de vías biliares está basada en Clasificación de la Asociación Japonesa de Cirugía Pediátrica y es la siguiente:
- Tipo I Atresia del colédoco.
- Tipo II Atresia del conducto hepático común.
- Tipo III Atresia del colédoco, vesícula biliar, hepático común, conducto hepático derecho e izquierdo así como oclusión a nivel del porta hepatis.
Entre
los posibles factores de riesgo para sospechar la atresia de las vías biliares
están:
Polimorfismo
del CD14, en su porción del gen para receptor de endotoxina, cual está asociada
a la atresia biliar.
Al
utilizar el concepto de colestasis neonatal idiopática, poner énfasis en la
atresia biliar y en antecedentes infecciosos por parte de la madre.
Existen
algunas teorías propuestas para explicar la C etiología de la atresia de vías
biliares. Ninguna de ellas ha sido confirmada y por tanto la causa de la
enfermedad es aún desconocida.
La
etiología genética para explicar la enfermedad no C ha sido aún bien
identificada a pesar de que la atresia de vías biliares ha sido reportada en
gemelos.
Entre
el 10 y el 20 % de los casos reportados, la patología forma parte de un complejo
sindrómatico con otras malformaciones congénitas como son: vena porta
preduodenal, vena cava inferior interrupta, mal rotación intestinal, cardíacas,
poliesplenia, entre otros.
Las
mutaciones de ciertos genes como el CFC-1 en algunos pacientes con la entidad
solo han sido identificadas.
HISTORIA CLINICA
El
lactante con atresia de vías biliares generalmente se presenta con ictericia,
acolia y coluria sin evidencia de enfermedad hepática crónica.
Más de
la mitad de estos pacientes tendrán evacuaciones coloridas en los primeros días
de vida, poco después y progresivamente presentaran heces pálidas.
El clínico debe preguntar a los familiares del paciente datos de síndrome de malabsorción, ya que estos lactantes lo presentan específicamente a grasas (evacuaciones brillantes o aceitosas) y a vitaminas liposolubles.
Otros
signos que hay que interrogar en etapas tardías de la enfermedad incluyen:
presencia de palidez, distensión abdominal, dolor abdominal y de eventos de
hematemesis o de melena.
Como
conclusión hay que preguntar de manera intencional la historia de:
- Ictericia de piel y mucosas con evolución entre las dos y seis semanas después del nacimiento, en un lactante de menos de 60 días de vida aparentemente sano.
- Acolia.
- Coluria.
- Desnutrición.
EXPLORACION FISICA
En la
exploración física se comprueba lo dicho por los padres y que es el motivo de
la consulta de control mensual del lactante.
El
clínico debe buscar intencionadamente la acolia, la coluria y la ictericia en
un lactante aunque la exploración física y el estado nutricional sean normales
o de lo contrario observar a un lactante muy desnutrido que hace sospechar que
la enfermedad hepática esta avanzada.
En la
exploración física de lactantes con sospecha de atresia de vías biliares, se
debe buscar:
- Ictericia en piel
- Ictericia en mucosas
- Hepatomegalia
- Esplenomegalia
Otros
hallazgos en la exploración fisica en etapas tardías incluyen: la presencia de
anemia, ascitis, visceromegalias y por endoscopia la presencia de varices
esofágicas que constituyen al síndrome de hipertensión portal.
Todo
recién nacido con ictericia persistente después de la segunda semana de vida
con o sin heces pálidas e (acolia) y orina obscura (coluria) debe ser evaluado.
por un médico; en etapas iniciales la exploración fisica puede ser normal; en
las tardías, puede haber hepatoesplenomegalia y ascitis.
ESTUDIOS DE LABORATORIO E IMAGEN
Los
estudios de laboratorio iniciales para investigar al lactante con sospecha de
atresia de vías biliares son:
- Biometría Hemática.
- Química Sanguínea.
- Examen General de orina..
- Tiempos de Coagulación.
- Pruebas de función hepática completa, preferentemente con gamma-glutamil transpeptidasa.
Entre
otros estudios de laboratorio que pueden considerarse en el segundo nivel de
atención medica están:
- Pruebas de escrutinio
- galactosemia/tirosinemia (tabletas Clinitest en orina).
- Prueba de Coomb's.
- Pruebas de escrutinio de substancias reductoras en orina (Clinitest).
La
hiperbilirrubinemia directa con o sin elevaciones de las enzimas hepáticas,
está relacionada con un grado determinado de lesión hepática.
Los niveles
séricos de la enzima gamma-glutamil transpeptidasa están elevados en 90% de los
C lactantes afectados por atresia de vías biliares (>300 unidades/L).
Los
estudios de imagenología que se deben solicitar en el segundo nivel de atención
son: Ultrasonido abdominal con foco en cuadrante superior derecho y cuadrante
superior izquierdo; tiene una sensibilidad del 85% y una especificidad del 80%
para atresia de
El especialista radiólogo debe buscar vías biliares. intencionadamente por ultrasonido: la presencia o ausencia de vesícula biliar, la presencia o ausencia de dilatación de la vía biliar intrahepática, incremento de la ecogenicidad del parénquima hepático y el signo del cordón fibroso (aumento de la ecogenicidad de forma triangular en la pared posterior de la bifurcación de la vena porta), así mismo la presencia de bazo y vena porta.
El
gammagrama hepatobiliar puede ser de un valor determinado, para descartar
atresia de via biliar, si el ultrasonido no apoya la sospecha de la enfermedad.
Este estudio se hace en hospitales del tercer nivel de atención o de alta
especialidad. Tiene una sensibilidad para la patología de casi 100% y una
especificidad de 85% a 95%.
La
hiperbilirrubinemia persistente después de las 2 semanas de vida requiere
investigación profunda para aplicar los diagnósticos diferenciales.
El 20% al 30% de los casos. atresia de vía biliar de origen fetal/embrionario, se asocia con malformaciones en otros órganos, como son corazón, aparato digestivo o en el bazo.
Las malformaciones más frecuentes del desarrollo que se encuentran en estos pacientes son las siguientes.
El 60%
de los lactantes pueden presentar:
defectos del canal arteriovenoso, tetralogía de Fallot o conducto arterioso permeable; riñón en herradura; hipospadias; divertículo de Meckel, volvulus intestinalis.
Otro 30 % pueden padecer combinaciones de malformaciones.
El 10% restante, presenta solamente anomalías de la rotación intestinal.
En los
lactantes con sospecha de atresia de vías biliares, se deben de descartar entre
otros los siguientes diagnósticos diferenciales:
- Complejo infeccioso TORCH (infecciones congénitas como toxoplasmosis, rubeola, citomegalovirus y herpes).
- Deficiencia de alfa-1- antitripsina.
- Hepatitis neonatal
- Sepsis bacteriana
- Enfermedades hemoliticas
- Hipotiroidismo
- Hipoplasia de las vías biliares
- Quiste de colédoco
- Bilis espesa
- Galactosemia
- Tirosinemia
- Síndrome de Alagille
- Síndrome de Byler
- Síndrome de Selweger
El
diagnóstico inicia con la sospecha clínica en lactantes con ictericia
persistente a los 14 días de vida o bien con coluria y/o hipocolia y con la
determinación de hiperbilirrubinemia a expensas de la bilirrubina directa.
Se
deben descartar causas de ictericia susceptibles de tratamiento médico mediante
estudios de laboratorio e imagen.
El
clínico informara a la familia del lactante afectado que en el centro de tercer
nivel o de alta especialidad se realizaran los estudios pertinentes para
confirmar la sospecha
La
colorimetría fecal, descrita como un método de tamizaje para la atresia de vías
biliares, se aplica ya en la actualidad en algunos países.
Se les
pide a los padres que observen diariamente el color de las evacuaciones de sus
hijos y las comparen con una escala del color de las evacuaciones marcadas como
normal y anormal en una cartilla, asignando el color que más que se le parezca.
Deben
acudir de inmediato al médico si observan que la evacuación corresponde al
rango de color marcado como anormal o bien llevarla y mostrarla al médico en la
visita después de los 7 y los 28 días de vida.
Debe
informarse a la familia del lactante afectado con atresia de vías biliares que
el tratamiento es quirúrgico y secuencial las modalidades de tratamiento son:
el
tratamiento quirúrgico inicial (cirugía de Kasai) se recomienda se realice a
temprana edad (menos de 60 días de vida).
el
tratamiento médico, es complementario y se inicia de inmediato.
En los
escalones de primero y segundo nivel, estos lactantes deben ser evaluados y
manejados inicialmente por médicos especialistas en pediatría los cuales pueden
dar inicio de manejo al aspecto nutricional agregando a este vitaminas A,D,E y
K.
Después
del procedimiento de Kasai el Cirujano Pediatra en coordinación con el
gastroenterólogo pediatra darán seguimiento en forma periódica a los lactantes
en cuanto:
- Al estado nutricional
- Profilaxis antibiótica
- Estudios de laboratorio
Detección
oportuna de datos de deterioro de la función hepática así como de hipertensión
portal.
El
mejor factor para predecir el pronóstico en la atresia de vías biliares, es el
tiempo de referencia a centros médicos de tercer nivel o de alta especialidad,
las anomalías asociadas y la experiencia quirúrgica del centro hospitalario.
El tipo I de la Clasificación Japonesa, antes llamada "forma corregible", es la que mejor pronóstico tiene.
La
atresia de vías biliares es fatal sin un procedimiento quirúrgico, con una
sobrevida media hasta los 8 meses.
En un
estudio de casos en investigación en salud, fueron analizados algunos
parámetros de laboratorio, aspectos clínicos y demográficos para determinar la
presencia de cualquier variable predictiva del pronóstico pre y postoperatorio
del paciente con atresia de vías biliares; estos reportan que: lactantes con
cirrosis hepática, hipertensión hipoalbuminemia, cifras séricas de portal,
aspartato transferasa altas y tiempos de protrombina alargados fueron
predictores de un mal pronóstico para cualquier procedimiento operatorio.
Una
biopsia hepática con:
- Necrosis lobulillar.
- Necrosis focal.
- Parches de parénquima con necrosis.
- Colangitis.
Ausencia de conductos biliares empobrecen el pronóstico para la vida.
Los
lactantes que viven después de un procedimiento operatorio, pueden tener
complicaciones a largo plazo como son:
- Colangitis.
- Cirrosis.
- Esplenomegalia.
- Hipertensión portal.
- varices esofágicas, gastropatía portal hipertensiva o sindrome hepatopulmonar.
- Osteoporosis, osteopenia, fracturas.
Con un
seguimiento en la consulta externa pediátrica, se observa que pacientes vivos,
mayores de 10 años que se operaron de procedimiento de Kasai tienen
hipertensión portal medicamentos, muestran una y que controlada con función
hepática buena, con coeficiente intelectual normal y una buena calidad de vida.
El
médico del primer nivel de atención debe referir al segundo o tercer nivel al
lactante con ictericia dependiente de bilirrubina directa en cuanto lo detecte,
preferentemente antes de los 60 días de vida.
Para la detección y referencia oportuna de los casos de atresia biliar y otros síndromes colestáticos la tarjeta del colorimetria fecal tiene una sensibilidad del 97.1%, una especificidad del 99.9% y una valor predictivo positivo del 28.6%.
El lactante menor de los 2 meses de edad, es llevado a consulta con el médico pediatra del primer o segundo nivel de atención. Además de explorar al menor comparara el color de las evacuaciones del paciente con las de la tabla de colorimetría fecalcomo método de escrutinio y referencia temprana.
Los
padres o las personas que cuidan al paciente, así como los médicos del primer o
segundo nivel de E atención deben de leer las instrucciones de la tabla i de
colorimetría fecal y acudir de inmediato si e detecta color de las evacuaciones
en el rango marcado en color rojo como anormal. Debe informarse a los padres
del lactante que los criterios de referencia que afectan el resultado final de
el procedimiento quirúrgico en caso de que lo necesite son:
- La edad del paciente con ictericia (debe ser menor de 2 meses).
- Tipo de atresia de vía biliar.
- La asociación con otras malformaciones congénitas.
- El grado de cirrosis hepática.
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