ASCITIS DEBIDA A CIRROSIS HEPATICA
La retención de líquido en un
paciente con cirrosis hepática representa un desenlace importante en la
historia natural de la enfermedad crónica del hígado: aproximadamente 15% de
los pacientes que desarrollan ascitis fallece en 1 año y 44% sucumbe a los 5 años.
La
ascitis es la más común de las tres principales complicaciones de la cirrosis:
las otras complicaciones son la encefalopatía hepática y la hemorragia por
ruptura de várices esófago-gástricas.
Las
manifestaciones clinicas de la hipertensión portal pueden aparecer cuando el
gradiente de presión portal respecto de la presión de las venas hepáticas, de
acuerdo a estudios en que se ha evaluado clinicamente, aumenta por encima del
umbral de 10 mm Hg, valor en el que se define la hipertensión portal clinicamente
significativa (HPCS).
La
presencia de ascitis, várices o hemorragia por várices es indicativa de HPCS.
Aproximadamente
50% de los pacientes con "cirrosis compensada", que no han presentado
ninguna de estas complicaciones, desarrolla ascitis durante un periodo de
observación de 10 años. La tendencia actual es referir al siguiente nivel de
atención a los pacientes para considerar el trasplante hepático una vez que
aparecen signos de "descompensación" de la cirrosis, como lo es la
presencia de ascitis.
La
cirrosis hepática es una de las 10 principales causas de muerte de personas
adultas en México (cuarta en la población en edad productiva, y sexta en la
población general).
La
ascitis debida a cirrosis (CIE-10 R.18, Ascitis; K.70 Enfermedad alcohólica del
hígado, K.74, Fibrosis y cirrosis del hígado) se define como la acumulación
patológica de liquido en la cavidad peritoneal.
Aproximadamente
85% de los pacientes con ascitis es portador de cirrosis. En el restante 15% la
retención de liquido obedece a causas ajenas al hígado.
Estilo
de vida
Los
pacientes con ascitis en quienes se sospecha hepatopatía por el consumo de
alcohol, deberán abstenerse de consumirlo en forma definitiva.
EDUCACIÓN PARA LA SALUD
El
apego a las medidas no farmacológicas (abstinencia de alcohol, plan de
alimentación, evitar automedicación) y el apego a los medicamentos prescritos
para la condición subyacente retrasan la aparición de complicaciones y reducen
los daños a la salud.
Se
recomienda en los pacientes con insuficiencia hepática crónica indicar una
dieta hipercalórica (30 a 40 Kcal/kg/dia), con un aporte proteico entre 0,8
hasta 15 g/kg de predominio vegetal, rica en fibra aporte de sodio de l a 2 g
con restricción de líquidos si se presenta hiponatriemia <125 mEq/1.
Portador
de cirrosis hepática.
Aquellos
pacientes que no cuentan con una causa aparente de cirrosis, deberán ser
interrogados sobre su evolución ponderal, los antecedentes sobre diabetes,
cáncer, tuberculosis e insuficiencia cardiaca, aspectos que son relevantes.
Ante un
abdomen abultado, la matidez a la percusión en los flancos sugiere colección de
liquido peritoneal.
Deberá
realizarse paracentesis abdominal en todos los pacientes con ascitis de novo
grado 2 o 3 y en todos los pacientes hospitalizados con agravamiento de ascitis
o con complicaciones de cirrosis.
Deberá
medirse la cantidad total de proteinas en el liquido peritoneal obtenido; si es
menor de 15 g/l, existe un aumento en el riesgo de desarrollar peritonitis
bacteriana espontánea, y podrá beneficiarse de profilaxis antibiótica.
La
punción puede hacerse en el cuadrante inferior izquierdo (o derecho) del
abdomen, dos traveses de dedo hacia arriba (3 cm) y dos traveses de dedo hacia
la linea media.
La
evaluación de laboratorio del liquido peritoneal deberá incluir una citometria
con diferencial, determinación de proteinas totales y el cálculo del gradiente
sérico-ascitico mediante la sustracción del nivel de albúmina en liquido de
ascitis del nivel de albúmina sérica tomada el mismo dia. Un valor >1.1 g/di
[11 g/1] sugiere hipertension portal.
Si
existe la sospecha de infección deberán tomarse muestras para cultivo a la
cabecera del paciente, como medio de transporte deberán emplearse frascos para
hemocultivo
Podrán
solicitarse otros estudios fundamentados en la probabilidad preprueba de
enfermedad: glucosa, deshidrogenasa láctica, amilasa, cultivos y tinción de
Gram
Los
pacientes con ascitis debida a cirrosis que no muestran hemorragia
gastrointestinal también podrán recibir durante la hospitalización, o a largo
plazo en forma ambulatoria, norfloxacina por vía oral o
trimetoprim/sulfametoxazol (TMP-SMX), si el citoquímico del líquido peritoneal
muestra un nivel de albúmina s1g/dl, y al menos una de las siguientes
determinaciones: creatinina 21.2 mg/dl, Na sérico 130 mEq/l o valoración de
Child-Pugh 29 puntos con bilirrubina sérica 23 mg/dl.
Cada
vez que un paciente con ascitis sea hospitalizado deberá ser sometido a
paracentesis abdominal. Ésta deberá ser repetida (aun cuando hayan sido dados
de alta) en aquellos pacientes con sospecha de infección (por ejemplo dolor
abdominal, fiebre, encefalopatía, falla renal, acidosis, o leucocitosis en
sangre periférica).
Los
pacientes con cuenta de neutrófilos >250 cel/mm (0.25 X 10' /), en el
liquido peritoneal, deberán recibir en forma empírica terapia antimicrobiana;
por ejemplo, cefotaxima 2 g cada 8 horas, en tanto se tiene disponible el
informe del cultivo,
Los
pacientes con cuenta de neutrófilos <250 cel/mm' (0.25 X 109 /1), en el
liquido peritoneal, y signos y síntomas de infección (fiebre mayor de 38 °C,
dolor abdominal) también deberán recibir en cefotaxima 2 g cada 8 horas, en
tanto se tiene disponible el informe del cultivo.
La ofloxacina
oral (400 mg cada 12 h) puede sustituir a la terapia parenteral en pacientes
que no muestran intolerancia gástrica, estado de choque, o encefalopatia
hepática grado Il o mayor, o elevación de la creatinina sérica >3 mg/d.
Los
pacientes con cuenta de neutrófilos >250 cel/mm (0.25 X 109/1), en el
liquido peritoneal, y sospecha clinica de peritonitis bacteriana espontánea
(PBE) y que también tienen creatinina sérica >Img/d, nitrógeno ureico
>30mg/d, bilirrubina total >4 mg/dl deberán recibir 1.5 g/kg de peso de
albúmina al momento de la detección, y 1.0 g/kg de peso el dia 3.
Aquellos
pacientes que han sobrevivido a un episodio de PBE deberán recibir profilaxis
por largo plazo con norfloxacina oral (o TMP/SMZ).
No se
recomienda el empleo intermitente de antimicrobianos debidi a la emergencia de
resistencia bacteriana.
Los
pacientes con hemorragia gastrointestinal deberán recibir ceftriaxona
endovenosa por 7 dias o norfloxacina por vía oral dos veces al dia en un plazo
de 7 dias para prevenir las infecciones bacterianas.
El
marcador CA 125 en suero no es útil en el diagnóstico diferencial en pacientes
con ascitis, por lo que su empleo no es recomendado en pacientes con ascitis de
cualquier tipo
En
pacientes con síndrome hepatorrenal tipo I, deberá considerarse la infusión de
albúmina asociada a la administración de agentes vasoactivos como el octreotido
y la terlipresina
Aquellos
pacientes con ascitis debida a cirrosis portadores de síndrome hepatorrenal
tipo I, deberán ser evaluados para trasplante.
El
propranolol protege a los pacientes con cirrosis hepática de la peritonitis
espontánea cuando se administra a dosis de 40 mg cada 12 horas, independientemente
de su efecto hemodinámico.
El
tratamiento de primera línea para los pacientes con cirrosis y ascitis consiste
en la restricción de sodio a 2 g/día [88 mmol/dia] y diuréticos
En
pacientes con primer episodio de ascitis moderada (grado 2) debe iniciarse
terapia con espironolactona a una dosis de inicio de 100 mg día con un
incremento de la dosis de 100 mg cada 7 días hasta un máximo de 400 mg al día.
En
pacientes que no responden a la aldosterona deberá agregarse un diurético de
asa, como la furosemida, a dosis de 40 mg al día incrementándose 40 mg cada 7
dias hasta un máximo de 160 mg/dia.
Los pacientes con ascitis tensa (grado 3) deberán someterse a paracentesis de largos volúmenes en sesiones únicas.
Se deberá administrar albúmina (8 g/1) para prevenir la disfunción después de la paracentesis, en los pacientes con volúmenes extraídos >5 litros.
No se requiere la restricción de líquidos en tanto el sodio sérico sea menor de 120-125 mEq/l. El paciente con cirrosis que desarrolla ascitis deberá ser evaluado para trasplante hepático.
Promover
una alimentación adecuada, actividad física regular, evitar el consumo de
alcohol y revisar el perfil de toxicidad hepática y renal cada vez que se
indique algún tratamiento farmacológico.
Los pacientes que responden a diuréticos idealmente deberán ser manejados sin paracentesis seriadas.
Los
inhibidores de prostaglandinas, como los AINE (antiinflamatorios no
esteroideos) pueden reducir la excreción urinaria de sodio e inducir azoemia.
Estos medicamentos pueden convertir a una ascitis sensible a diuréticos en
ascitis refractaria y deberán evitarse. El uso de medicamentos que disminuyen
la presión arterial y el flujo renal, como IECA, ARAIL O bloqueadores de los receptores
alfa, no se recomienda en pacientes con ascitis, debido a que incrementan el
riesgo de falla renal, al igual que los aminoglucósidos.
Pacientes con ascitis recurrente deberán tratarse con una combinación de antagonistas de la aldosterona más furosemide.
Los
diuréticos deberán ser discontinuados en caso de hiponatriemia severa (120
mmol/l), falla renal progresiva, agudización de la encefalopatía hepática o
calambres incapacitantes.
La primera linea de tratamiento en pacientes con ascitis refractaria es la extracción de grandes volúmenes, más albumina. Los diuréticos deben ser discontinuados en pacientes con ascitis refractaria que no excreten más de 30 mmol/día. No es necesaria la infusión de albúmina cuando la paracentesis es única y se obtienen menos de 4 a 5 litros.
En caso
de haber sustraído un volumen mayor podrá considerarse la infusión de 6 a 8 g
de albúmina por via endovenosa por cada litro de ascitis extraído.
La
colocación transyugular de una prótesis o derivación percutánea transyugular
intrahepática (TIPS) se debe indicar en pacientes que requieran frecuentemente
paracentesis de largos volúmenes, o en quienes la paracentesis es inefectiva.
Las
TIPS no se recomiendan para pacientes con falla hepática severa (bilirrubina
>5 mg/dl, INR >2 o Child- Pugh >11, encefalopatía hepática crónica o
encefalopatía recurrente mayor de grado 2, infección activa concomitante, falla
renal progresiva o enfermedad cardiopulmonar severa).
La
derivación portosistémica quirúrgica para pacientes con ascitis refractaria
deberá ser considerada en pacientes que no son candidatos a paracentesis
seriada, DPTI o trasplante.
Una vez que se ha considerado refractariedad al manejo médico rutinario, deberá considerarse el trasplante hepático entre las opciones de tratamiento para el paciente con ascitis. La evaluación para trasplante hepático deberá ser expedita en pacientes con ascitis refractaria.
Ante la
presencia de liquido de ascitis el paciente deberá ser referido al segundo
nivel para evaluar la paracentesis abdominal, diagnóstico diferencial,
estadificación de la descompensación, planes de manejo dietético y evaluar su
referencia a tercer nivel (ascitis refractaria, sindrome hepatorrenal,
evaluación de trasplante)
En el
paciente con cirrosis hepática compensada se recomienda evaluar clínicamente
cada 2 meses; cada 6 meses con exámenes de laboratorio: biometría hemática
completa, química sanguínea, tiempo de protrombina, pruebas de funcionamiento
hepático en el primer nivel de atención médica.
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