QUERATOCONO


 

El queratocono es una enfermedad corneal bilateral, no inflamatoria, con una incidencia de aproximadamente 1/2000 habitantes en la población general, sin embargo los casos menos obvios como el queratocono frustro son más comunes.

 

El queratocono es caracterizado por incremento progresivo de la curvatura corneal, con adelgazamiento apical y astigmatismo corneal irregular con un desarrollo cónico de la superficie de la córnea y disminución de la visión por defectos astigmáticos irregulares secundario a estos cambios biofísicos. En estadios avanzados puede presentarse la intolerancia a la corrección óptica (gafas o lentes de contacto) y requerir de una cirugía. Afectando así diversos factores psicológicos, cosméticos, prácticos y económicos en la calidad de vida.

 

Existe además el queratocono forma “fruste” (del latín: “frustum-fruste”: rudimentario, primitivo) este se refiere a la presencia de datos topográficos anormales sugestivos de queratocono en sus fases iniciales cuando aún no habrían hecho aparición los hallazgos clínicos. Indicaría la presencia de una debilidad estructural y una posible predisposición a desarrollar un queratocono clínico. Puede

tener una base hereditaria o concurrir otros factores en la patogénesis del queratocono.

 

Otras denominaciones empleadas en la literatura serían: Keratoconus Suspect, Keratoconus Subclinical, Low Expression Keratoconus y Subtle keratoconus. La palabra fruste, no existe en castellano y con frecuencia se emplea también “fruste o frusto” o frustrado, por calco semántico del latín “frustrum”, pero su uso no es correcto.

 

Estos casos presentan una prevalencia de solo 0.5-1% de la población normal y tienen topografías con signos de sospecha de queratocono. Este es un escalón en la evolución natural de queratocono, el siguiente paso sería el queratocono incipiente para llegar finalmente al queratocono clínico y entonces clasificarlo en estadios de Amsler.

 

El queratocono es una enfermedad que se presenta desde edades tempranas de la vida, los pacientes con queratocono reportan frecuentemente disminución de la visión (distorsión, deslumbramiento, diplopía monocular o imágenes fantasmas) con múltiples intentos insatisfactorios de obtener corrección óptima con lentes.

 

 La detección temprana permite mejoría visual del paciente, y en casos de queratocono avanzado existen alternativas quirúrgicas para la mejoría visual y la reintegración del paciente a sus actividades cotidianas. Por lo cual se convierte en prioridad, el objetivo de lograr la mejor capacidad visual de estos pacientes, con cualquiera de los tratamientos establecidos de manera oportuna.


El queratocono es una enfermedad en la que la superficie de la córnea normalmente ronda se vuelve más delgada y comienza a abultarse en forma de cono.

 

Esto cambia las propiedades físicas normales de la córnea, y se produce un error de refracción, que suele ser un cambio miópico. A menudo se asocia a astigmatismo. También puede ser iatrogénica (llamado queratectasia), por ejemplo, como resultado de láser in situ queratomileusis (LASIK).

 

 Afecta comúnmente a niños y adultos jóvenes y puede ser progresivo Usualmente lentes o lentes de contacto pueden ayudar a la gente con casos menos severos de queratocono. Eventualmente algunos pacientes pueden necesitar de trasplante de córnea.



Varios exámenes clínicos han sido definidos como cruciales para el diagnóstico de queratocono, entre los que se incluyen biomicroscopia, topografía corneal, y paquimetría corneal.

 

Se deben realizar exploración oftalmológica a todos los pacientes con disminución de la agudeza visual  Biomicroscopia en la que debemos buscar intencionadamente: Estrías de Vogt, anillo de Fleischer, signo de Rizzuti y nervios corneales prominentes, además de astigmatismo irregular alto en las queratometrías.

Refracción: que puede mostrar miopía alta y astigmatismo irregular y que pueden no mejorar totalmente.

 

El queratocono subclínico se diagnostica mediante criterios que incluyen: topografía corneal con elevación anormal localizada o asimétrica con modelo de moño inclinado, córnea con aspecto normal en la biomicroscopia con lámpara de hendidura y por lo menos una de las siguientes signos: curvatura queratométrica pronunciada (>47.00 D), cilindro oblicuo mayor de 1,50 D, espesor corneal en el centro de menos de 500 μm, o de queratocono en el otro ojo.

 

 

Se recomienda realizar queratometría en los pacientes que se sospecha de queratocono. Los valores queratométricos que apoyan este diagnóstico son valores por arriba de 47.00 D.

 

Todos los pacientes con sospecha clínica de queratocono, tienen que realizarse paquimetría con escáner ocular integral y la paquimetría ultrasónica, con cifras por debajo de 500 μm son altamente sospechosas de queratocono.

 

Se enumeran cinco criterios para la detección del queratocono:

1) ápice del cono descentrado hacia el M VI,

2) el cono redonda sobre el mapa tangencial,

3) queratometría >45.00 dioptrías,

4) el espesor corneal en el vértice del cono es de aproximadamente 30 micras más delgada que la distancia correspondiente sobre el centro de la pupila, y

5) los patrones topográficos no son simétricos

 

Todos los pacientes con sospecha de queratocono clínico o subclínico tienen que realizarse topografía de elevación, espesor y volumen corneal para establecer el diagnóstico definitivo y estatificación de la enfermedad para determinar el mejor tratamiento. Así como para hacer diagnóstico diferencial con un queratocono fruste y con un ojo normal. (Ver anexo 5.3.1.)


Se recomienda realizar corrección refractiva en el paciente con queratocono.

Inicialmente puede realizarse mediante gafas aéreas, cuando la aberración se incremente o la mejoría visual sea insuficiente es conveniente cambiar a lente de contacto rígido permeable a gas

 

La evidencia actual sobre la seguridad y eficacia de entrecruzamiento fotoquímico con riboflavina y luz ultravioleta A (UVA) en el colágeno corneal para queratocono son insuficientes en cantidad y calidad.

 

No hay evidencia que suficiente para realizarlo en forma rutinaria. No se recomienda en los casos avanzados de queratocono, porque el beneficio refractivo de los anillos es demasiado pequeño para ser útil.

No se recomienda para corregir defectos refractivos en pacientes sin queratocono



El médico familiar deberá enviar a valoración oftalmológica ordinaria a todo paciente con disminución de la agudeza visual que no corrige con lentes. El médico familiar deberá enviar al paciente con intolerancia a lente de contacto para realizar estudios específicos para diagnóstico de certeza, estatificación y tratamiento quirúrgico.

 

El médico familiar deberá enviar al paciente con diagnóstico de queratocono a valoración semestral con el oftalmólogo para vigilancia del queratocono, estudios de seguimiento y actualizar refracción

 

El médico familiar y el médico oftalmólogo deberán ofrecer información al paciente sobre el riesgo que representa el frotamiento palpebral sobre el globo ocular con queratocono por la posibilidad de acelerar el proceso y requerir mas rápidamente de un trasplante de cornea




No hay comentarios.:

Publicar un comentario