DESPRENDIMIENTO DE RETINA REGMATOGENO
El
desprendimiento de retina (DR) afecta una de cada 10.000 personas por año. Se
trata de un problema visual grave que puede ocurrir a cualquier edad, aunque
normalmente suele darse en individuos de edad media o en personas de la tercera
edad.
Suele
ser más frecuente en personas que son miopes o en aquellos que han tenido
anteriormente algún trastorno en retina o traumas oculares.
También
corresponde a una de las complicaciones de la cirugía de cataratas. El
tratamiento debe ser inmediato para evitar el deterioro o pérdida irreversible
de la visión. El pronóstico con tratamiento quirúrgico es bueno si el
desprendimiento no incluye a la mácula.
El
abordaje del DR regmatógeno no traumático en una GPC está justificado debido a
que la población joven puede verse afectada y repercutir de forma importante en
el costo de la enfermedad cuando la visión se pierde por un mal diagnóstico y/o
tratamiento. En los últimos años, ha habido numerosos intentos alrededor del
mundo por cuantificar los costos asociados con el deterioro de la visión.
El DR
es en la separación de la retina neurosensorial del epitelio pigmentario, que
produce una rápida pérdida de la agudeza visual (AV) sin presencia de dolor
El DR
permite la acumulación de líquido subretiniano en el espacio entre la retina
neurosensorial y el epitelio pigmentado de la retina. El término regmatógeno se
deriva de la palabra griega rehgma la cual refiere a una pérdida de continuidad
de la retina o ruptura.
La miopía es considerada un factor de riesgo de acuerdo a su magnitud para el desarrollo de DR. De –1 y –3 dioptrías tiene 4 veces más riesgo de DR regmatógeno en comparación con un ojo no miope; si el error refractivo supera las 3 dioptrías, el riesgo se incrementó diez veces.
El
antecedente de cirugía ocular incluyendo cirugía de catarata o lente
intraocular incrementa el riesgo para desarrollar DR 6 a 7 veces comparado con
el ojo fáquico. El riesgo es mayor dependiendo de la técnica quirúrgica usada.
Otros
factores de riesgo son:
- Historia familiar de DR
- Retinopatía diabética
- Vítreo retinopatía hereditaria
- Enfermedad congénita ocular
- Prematurez
Lesiones
precursoras o predisponentes con riesgo de DR:
- Degeneración en empalizada
- Diálisis retinal: El riesgo de progresar a DR es de 20%.
- Desprendimiento del vítreo posterior (DVP) sintomático
- Agujero retinal: tiene 7% de riesgo de progresar a DR.
- Desgarro de opérculo retinal.
- Roturas en herradura sintomáticas.
Los
pacientes con historia de DR no traumático en un ojo tienen un incremento de 5
a 10% en el riesgo de presentar DR el ojo contralateral, especialmente si el
ojo es afaco o pseudofáquico.
En
población con factores de riesgo se recomienda individualizar los signos y
síntomas sugestivos de DVP, ruptura retiniana, hemorragia vítrea o DR
regmatógeno
Durante
la evaluación oftalmológica es de vital importancia buscar antecedentes
familiares de DR, antecedentes personales de DR en el ojo contralateral,
miopía, cirugía ocular, lesiones degenerativas o predisponentes en la retina
así como degeneración vítrea.
El
examen ocular incluye la evaluación del vítreo y retina por medio de
oftalmoscopia indirecta con indentación escleral o lente de Goldman,
documentando las lesiones desde hemorragia, desprendimiento y células pigmentarias.
No hay
síntomas que puedan distinguir el DVP con desgarro de retina asociado o sin el;
por lo tanto, es necesario el examen periférico de la retina. El método preferido
para evaluar la patología vitreoretiniana periférica es con oftalmoscopia
indirecta, con la depresión escleral.
Pueden
presentarse síntomas de DVP manifestadas por en la mayoría de los casos con
fotopsias y miodesopsias, como alteraciones del campo visual. La evolución
aguda puede detenerse o progresar hacia el polo posterior del ojo con alto
riesgo de alcanzar la mácula y presentar baja visual importante.
Con el
paciente bajo midriasis medicamentos buscar en forma intencionada desgarros
periféricos, opérculos, lesiones en empalizada, DVP, sinéresis vítrea, células
pigmentadas con la lámpara de hendidura y lente de Goldman. Si se cuenta con
oftalmoscopio indirecto la indentación escleral permite localizar lesiones
ubicadas en la periferia.
Durante
el interrogatorio de pacientes con factores de riesgo en importante realizar
vigilancia de signos y síntomas de tracción vítrea retiniana: miodesopsias,
fotopsias y disminución de AV con escotoma. Ver anexo 6.3.1. al 6.3.4.
Cuando
no es posible evaluar la retina la ultrasonografía B Scan puede establecer la
presencia de desgarros, DR y otras causas de hemorragia vítrea.
Cuando
existen medios opacos que no permiten la evaluación de la retina es
recomendable realizar ultrasonografía para determinar la presencia de DR, número
y localización de los desgarros
TRATAMIENTO PROFILACTICO
El
paciente que acude por signos y síntomas de tracción vítrea retiniana: como
miodesopsias y/o fotopsias en el que se encuentra desgarro en herradura durante
su exploración es conveniente realizar tratamiento con fotocoagulación láser de
la lesión y mantener en vigilancia.
Se
recomienda realizar aplicación de fotocoagulación láser en pacientes
sintomáticos con hallazgo de desgarro en herradura.
El
tratamiento con fotocoagulación láser para lesiones retinianas diferentes al
desgarro en herradura sintomático no ha demostrado ser de utilidad. Ver anexo
6.3.5.
Aun
cuando no hay evidencia suficiente en la literatura mundial para emitir una
recomendación de uso rutinario de la fotocoagulación con láser como tratamiento
profiláctico del DR. Existe una tendencia general a utilizarla. Las
recomendaciones actuales para el tratamiento, están basadas en una opinión
especializada consensuada y están en contradicción con la mejor evidencia
disponible. Ver anexo 6.3.5.
El
tratamiento profiláctico de desgarros y áreas de degeneración retiniana con
micro agujeros son tratadas con fotocoagulación láser, aplicando tres anillos
continuos que rodean la lesión.
TRATAMIENTO
QUIRURGICO
Se
recomienda tratamiento quirúrgico durante los primeros 10 días de desprendida
el área macular.
Al
paciente con respeto de la visión central y macula aplicada deberá ofrecérsele
tratamiento antes de que se desprenda el área macular igualmente debe contar
con evaluación sistémica previa.
La
retinopexia neumática es una alternativa en el tratamiento del DR regmatógeno
no complicado en casos seleccionados como en desgarros únicos superiores.
El
cerclaje escleral realizado con implante o exoplante es igualmente efectivo
para tratar el DR regmatógeno y con la diferencia de reducción de tiempo
quirúrgico al utilizar exoplante
Todas
las técnicas quirúrgicas han demostrado ser útiles en el manejo del DR
regmatógeno no complicado. Sin embargo parece existir más beneficio en ojos
fáquicos tratados con cerclaje escleral y en ojos pseudofáquicos tratados
mediante vitretomía. La retinopexia neumática queda reservada para casos
seleccionados con desgarros únicos superiores.
Para
determinar qué técnica quirúrgica elegir, hay una gran variedad de datos a
considerar: características clínicas como ubicación y tamaño de los desgarros, opacidad
o claridad de los medios y presencia de VRP entre otros. Además de la
experiencia del cirujano.
Cada
caso debe ser evaluado por separado considerando características clínicas,
factores de riesgo para recidiva, experiencia y habilidad del cirujano, y
ventajas y desventajas de la técnica quirúrgica a utilizar.
Es de
suma importancia que el médico de primer contacto detecte los signos y síntomas
que el paciente refiera para realizar su canalización a oftalmología en el
segundo nivel para diagnóstico de certeza y tratamiento oportuno.
El
medico de primer nivel deberá realizar envío urgente de pacientes que acuden
con baja visual súbita, o fotopsias y miodesopsias de menos de una semana de
aparición brusca con rápida evolución.
El
medico de primer nivel deberá realizar envío ordinario de paciente que refiere
cursan con fotopsias o miodesopsias de mas de un mes de evolución.
Los
pacientes sin hallazgos en el examen inicial deben ser evaluados de acuerdo a
las recomendaciones emitidas en la guía clínica Comprehensive Adult Medical Eye
Evaluation 2005.
Todos los pacientes con factores de riesgo deben mantener seguimiento con el oftalmólogo y acudir a valoración inmediata cuando aparezcan fotopsias, nuevas miodesopsias, perdida de campo visual periférico o disminución de la AV Ver anexo 6.3.6.
El médico de primer nivel deberá detectar los factores de riesgo, enviar a evaluación oftalmológica anual e informar al paciente sobre la importancia de realizar una detección temprana en caso de presentar DR para recibir un tratamiento temprano y mejorar su pronóstico visual.
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