ENFERMEDAD TROMBOEMBOLICA VENOSA

 


El término trombosis se refiere a la formación de una masa anormal dentro del sistema vascular a partir de los componentes sanguíneos en un animal vivo. El proceso de trombosis involucra diversos factores que predisponen a un individuo a sufrir de una oclusión  trombótica que fueron descritos por Virchow desde el siglo XIX y que se conocen hasta la fecha  como “Tríada de Virchow” que implica: lesión endotelial, estasis o alteración del flujo sanguíneo y un estado hipercoagulable de la sangre.

 

La enfermedad tromboembólica venosa (ETV) es la principal causa de morbilidad y mortalidad en personas hospitalizadas.Comprende la trombosis venosa profunda (TVP) y la tromboembolia pulmonar (TEP). La TEP es la tercera causa más común de muerte por enfermedad vascular, después de la enfermedad arterial coronaria y del accidente cerebrovascular. También es una causa prevenible de muerte hospitalaria y una de las principales causas de muerte materna.

 

Además de este impacto en la morbilidad y mortalidad, la ETE genera una carga económica considerable. Así la ETV es uno de los mayores problemas de salud pública en países desarrollados.

 

 

Los factores de riesgo más importantes para ETV son hospitalización por cirugía o enfermedades agudas, cáncer activo, enfermedades neurológicas con paresia en extremidades inferiores, confinamiento en asilo de ancianos, traumatismos o fracturas, trombosis venosa superficial; en mujeres en edad reproductiva el riesgo de trombosis es más frecuente después de una cesárea que de un parto vaginal, además del uso de anticonceptivos orales y terapia hormonal.

 

Aunque la profilaxis secundaria es efectiva en prevenir recurrencia, la duración del tratamiento de la etapa aguda no afecta el grado de recurrencia después de los 3 meses iniciales de anticoagulación profiláctica, lo que sugiere que la ETV es una enfermedad crónica recurrente.

 

El tratamiento principal del paciente con ETV es la anticoagulación, con lo cual se previenen las complicaciones agudas como la TEP o de largo plazo (síndrome postrombótico), por mencionar las más relevantes. Las opciones farmacológicas incluyen el uso de heparinas (convencional o de bajo peso molecular), los antagonistas de vitamina K y recientemente los anticoagulantes orales de acción directa como el ribaroxabán, dabigatrán, apixabán y edoxaban, los cuales se han posicionado como medicamentos con menos efectos secundarios y monitoreo.

 

La mujer en edad fértil está expuesta a factores de riesgo para trombosis durante el embarazo de 4 a 5 veces, el cual se incrementa significativamente en las primeras 6 semanas posparto; el segundo factor de riesgo relevante está asociado al uso de anticonceptivos, con una asociación directa entre dosis mayores de 30 µg de estrógenos. Ante este contexto es pertinente dedicar un apartado especial para el diagnóstico y manejo de la ETV durante el embarazo.



La ETV está ubicada en el tercer lugar como causa de muerte cardiovascular, después de la enfermedad coronaria e isquemia cerebral. Es un trastorno multifactorial (96% de las personas que tienen por lo menos un factor de riesgo, con una incidencia anual de 1-2 eventos por 1,000 personas/año, más frecuente en hombres y con una clara asociación con la edad, con incremento de la incidencia de 1 caso por 100 personas/año en mayores de 55 años.

 

La ETV tiene una incidencia de TVP y de TEP de 45 a 117 y de 29 a 78 por 100,000 personas por año respectivamente, la incidencia anual ajustada por edad es mayor para hombres (130 por 100,000) que para mujeres (110 por 100,000), así como mayor en mujeres en edad reproductiva de 16 a 44 años, comparado con hombres de misma edad.

 

Entre los factores predisponentes se encuentran la edad, índice de masa corporal, historia familiar de trombofilia, antecedentes familiares o personales de TVP, embarazo, cáncer entre otros.

 

La trombosis es responsable de aproximadamente una cuarta parte de las muertes a nivel  mundial. La enfermedad tromboembólica venosa (ETV) es la principal causa de muerte asociada a hospitalización y de discapacidad en países de bajos, medianos y alto ingresos, por lo que representa un reto a todos los sistemas de salud. Aunque una proporción importante de los eventos trombóticos son potencialmente prevenibles, estudios revelan un uso reducido de la tromboprofilaxis en pacientes con riesgo alto y moderado de trombosis.

 

Ante esta situación la sociedad internacional de trombosis y hemostasis (ISTH, por sus siglas en inglés) declaró a partir del 2014 el día 13 de octubre (fecha de nacimiento de Virchow) como el día mundial de la trombosis, como una manera de sensibilizar a la población acerca de la importancia y consecuencias de la trombosis.

El diagnóstico preciso de la TVP es importante para prevenir las complicaciones agudas potencialmente fatales de embolia pulmonar y las complicaciones a largo plazo como el síndrome postrombótico y la hipertesión pulmonar. Otro de los aspectos relevantes acerca del diagnóstico adecuado de la ETV es evitar una terapia anticoagulante injustificada, que implica un alto riesgo de hemorragias en pacientes mal diagnosticados con esta condición.

 

La guía separa algunos aspectos del diagnóstico y manejo de TVP y TEP por las implicaciones de morbimortalidad asociadas:

    1) El riesgo de muerte temprana (primer mes) debido a un primer evento de ETV recurrente, es mucho mayor si se presenta como una TEP, lo que justifica una  terapia inicial más agresiva que para una TVP.

    2) Los episodios recurrentes de ETV del tipo TEP son tres veces más frecuentes después de una TEP que de una TVP, un aproximado de 60% o 20% después de una TEP o una TVP respectivamente.

 

La segunda innovación a la presente guía reconoce el incremento de riesgo de trombosis en la mujer de hasta 21 veces en las dos semanas pos-parto y de 4 a 5 durante el embarazo, por lo que hace referencia al diagnóstico y manejo de ETV durante el embarazo y puerperio, así como a los eventos trombóticos asociados a diversos anticonceptivos.


Los factores de riesgo para un primer evento de Enfermedad Tromboembólica Venosa (ETV) pueden ser genéticos, adquiridos o ambientales. Cuadro 1.



 

Se recomienda que a la persona que presente un primer evento de ETV se investiguen los factores de riesgo para verificar si son genéticos, adquiridos o ambientales. Consignar en el expediente.

 

Se recomienda catalogar los factores de riesgo de la ETV en provocados y no provocados.Ver cuadro 2.


En cambio, los factores de tromboembolismo arterial, enfermedad cardiaca coronaria y la enfermedad arterial periférica, ocurren principalmente asociados a factores de riesgo modificables tales como hipertensión arterial, hiperlipidemia, diabetes y tabaquismo.

 

Todos los pacientes hospitalizados requieren de una estratificación de riesgo para presentar ETV. El método de estratificación debe ser simple, eficiente y costo efectivo.

Los factores de riesgo clásicos incluyen cáncer, cirugía, inmovilización prolongada, fracturas, puerperio, parálisis, uso de anticonceptivos orales, síndrome de anticuerpo antifosfolípido y otras condiciones trombofílicas adquiridas o hereditarias. La mayoría de los pacientes hospitalizados tienen cuando menos una condición de riesgo para ETV y las decisiones respecto al riesgo de ETV deben incluir consideraciones sobre riesgos trombóticos actuales y futuros.

 

La tromboprofilaxis no farmacológica incluye ambulación temprana, ya que incrementa el flujo sanguíneo venoso y reduce la estasis venosa. La ambulación temprana es una medida simple que se puede aplicar en la práctica. La profilaxis mecánica que incluye medias de compresión graduada y la compresión mecánica intermitente, para reducir estasis venosa y el estancamiento de sangre ya que promueven el flujo sanguíneo venoso por compresión externa.

 

Se recomienda reconocer los factores de riesgo para ETV y estratificarlo, sobre todo en el paciente quirúrgico y emplear un esquema de tromboprofilaxis ya sea mecánico,farmacológico o combinado. Así también clasificar el riesgo de acuerdo al grado de probabilidad de trombosis en riesgo alto, intermedio o bajo, de acuerdo a la razón de momios (OR). Cuadros 2, 3, 4 y 5

 




Al paciente sometido a cirugía ortopédica mayor se le recomienda tromboprofilaxis farmacológica y si tiene riesgo de hemorragia profilaxis mecánica. A todo paciente se le indicará deambulación temprana pos operatorio.Cuadro 6


 


Los viajeros con alto riesgo de presentar trombosis asociada a viajes, si este es >3 h, es importante que utilicen medias de compresión por debajo de las rodillas. En este grupo también se considerará tromboprofilaxis farmacológica.

 

Los viajes en avión >4 h de duración representan un factor de riesgo moderado y transitorio para ETV, por lo que se considera una trombosis asociada a viaje aéreo, si se presenta en las 4 semanas posterior al viaje y sin la presencia de otro factor de riesgo para trombosis. Se dará terapia anticoagulante por 3 meses y tromboprofilaxis para futuros viajes en este contexto de personas.

 

Se recomienda terapia anticoagulante por 3 meses y tromboprofilaxis para futuros viajes en persona que presente una trombosis asociada a viaje prolongado (>4 h),que se presente en las 4 semanas siguientes a este y sin la presencia de otro factor de riesgo para trombosis.


La Trombosis Venosa Profunda (TVP) presenta edema inexplicable de una extremidad, con dolor (referido como calambre en pantorrilla o muslo), aumento de calor local, eritema o cianosis y/o dilatación de venas superficiales, así como presencia de factor(es) de riesgo (s) para trombosis (en 75 a 96% de los casos presentan por lo menos un factor de riesgo), iguales para Tromboembolia Pulmonar (EP) y TVP.

 

Sospechar TVP en la persona que presenta en una extremidad edema inexplicable, con dolor, aumento de calor local, cambios de coloración (eritema o cianosis), dilatación de venas superficiales y signos clínicos de Homans, Lisker y/o Bancroft o Moses, positivos.

 

El 90% de los casos de TVP se presenta en piernas(principalmente pantorrilla, con extensión del trombo hacia venas proximales, por arriba de rodilla y muslo), 5% en brazos (o venas más centrales) y 5% en sitios inusuales (venas cerebral o visceral). El 50% no presenta datos clínicos y al menos 40% de los casos TVP proximal tendrán una Tromboembolia Pulmonar (TEP) que puede ser asintomática. Aproximadamente 2/3 de los casos de ETV se presentan con sospecha de TVP y un 1/3 con probable TEP, con o sin síntomas de TVP.

 

Se recomienda la búsqueda intencionada de TVP en miembros inferiores, principalmente pantorrilla y vigilancia estrecha de trayectos venosos proximales para detectar oportunamente una probable tromboembolia pulmonar.

 

Se recomienda utilizar el modelo de probabilidad clínica de Wells para clasificar el riesgo de TVP en bajo, intermedio o alto y evaluar (si están disponibles) en conjunto con los resultados del Dímero D (DD) y ultrasonido (USG). Cuadro 7


 


Se recomienda que en la persona con baja probabilidad clínica del modelo de Wells (puntaje ≤0) un DD negativo de alta sensibilidad descarta la TVP, sí el DD es positivo realizar USG dúplex a color. Si no se dispone del DD se sugiere realizar ultrasonido dúplex en toda la pierna.

 

En caso del ultrasonido dúplex, considerar como un estudioverdadero negativo si todos los segmentos de la pierna son negativos y libres de flujo Doppler, incluyendo la ilíaca externa, femoral común, femoral, poplítea y venas de pantorrilla.

 

En pacientes con probabilidad clínica intermedia del modelo de Wells (puntaje 1 a 2) se recomienda:

  1. USG por compresión positivo dar tratamiento anticoagulante.
  2. Sí el USG sólo se realiza en venas proximales y es negativo, se repite en una semana o agregar determinación del DD.
  3. DD negativo, no se requieren más estudios.
  4. USG de toda la pierna es negativo, se descara TVP.

 

En el paciente con alta probabilidad clínica de escala de Wells (≥3 puntos) se recomienda lo siguiente:

  • No determinar DD.
  • Con USG positivo, iniciar tratamiento anticoagulante.
  • Con USG, realizado solo en venas proximales:
  • Cuando es negativo realizar DD, si este es negativo suspender la anticoagulación, si es positivo repetirlo en una semana sin suspender anticoagulación;
  • repetir el USG en 3 días con alta sospecha y en 7 días con baja sospecha.
  • Si el USG de toda la pierna es negativo, no realizar más estudios.

 

El DD es un producto de degradación de la fibrina derivado de la proteólisis mediada por la plasmina, es un marcador indirecto de la activación de la coagulación y fibrinólisis.

Representa el mejor biomarcador reconocido para la evaluación inicial, ante la sospecha de una ETV.

Los niveles de DD se pueden elevar con la edad avanzada, infección, embarazo, inflamación crónica, cáncer, trauma y cirugía reciente, y pueden condicionar un resultado falso positivo, por lo que un resultado positivo aislado no establece el diagnóstico de ETV.

 

Se recomienda utilizar el DD para descartar TVP si el resultado es normal, en una persona con riesgo bajo de trombosis, el diagnóstico de ETV improbable. Se sugiere no considerar los niveles elevados de DD aislados (en edad avanzada, infección, embarazo, inflamación crónica, cáncer, trauma y cirugía reciente), para establecer el diagnóstico de ETV.

 

Se recomienda medir el DD con ensayos de alta sensibilidad(ELISA, inmunoabsorción asociado a enzimas en microplaca (ELISAs y por técnicas inmunoturbidimétricas) de no contar con estos utilizar los de sensibilidad moderada (aglutinación de glóbulos rojos en sangre total y ensayos semicuantitativos de aglutinación por látex).

 

Se recomienda utilizar el punto de corte de DD <1000 µg/L para excluir ETV en personas con baja probabilidad clínica y <500 µg/L para casos de riesgo intermedio. Otra opción es utilizar la edad del paciente, con un punto de corte de 500 µg/L, para excluir la ETV en personas ≤50 años y en las mayores de 50 años el punto de corte es el resultado de edad del paciente multiplicado por 10 (a los 75 años=75 X 10=750 µg/L Se sugiere tomar con precaución el valor del DD en personas con comorbilidades con elevación del mismo, por lo que en estos casos se recomienda optar por el USG con compresión.

Es importante tomar en cuenta los cortes del DD de cada laboratorio.

 

El ultrasonido (USG) es una técnica no invasiva, disponible y relativamente barata que ha reemplazado, como prueba de elección para el diagnóstico de TVP, a la venografía con contraste. Además de que ofrece la ventaja de evaluar otras patologías como parte del diagnóstico diferencial: quiste de Baker, hematomas, linfadenopatias, aneurisma femoral, tromboflebitis superficial o abscesos. Es un estudio accesible, se puede realizar con equipo de cualquier marca, frecuencia del transductor y fecha de fabricación.

 

Se recomienda el ultrasonido (USG) venoso como el estudio de imagen de elección para el diagnóstico de TVP.

 

Se recomienda realizar al ultrasonido dúplex completo (evaluando el sistema venoso profundo del miembro inferior, desde la femoral común hasta el tobillo, incluyendo la vena tibial posterior y peroneo de pantorrilla) para el diagnóstico de TVP aguda. No está indicado en personas obsesas, o con heridas, vendajes o inmovilizadas.

De no disponer de este equipo realizar el estudio con ultrasonido modo B.

 

Se recomienda la evaluación completa, por ultrasonido, del sistema venoso profundo desde la primera vez, ya que sí es parcial (por arriba o debajo de rodilla) puede requerir de una segunda evaluación en 5 a 7 días, dependiendo de los factores de riesgo y sintomatología.

 

La recomendación para un segundo estudio es para aquellos casos en los que el primer ultrasonido dúplex completo es  negativo y persisten o se incrementan los síntomas, sí hubo problemas técnicos en el primer estudio o los hallazgos fueron inconclusos.

 

La evaluación del sistema venoso profundo de miembros inferiores por ultrasonido debe de involucrar todo el miembro afectado con el equipo disponible en cada unidad médica.

 

La flebografía o venografía ascendente fue el estándar de oro para el diagnóstico de la TVP proximal, distal y de extremidades superiores. El signo clave es un defecto de llenado intraluminal en dos o más proyecciones, o un corte súbito de la vena profunda; esta técnica es costosa, invasiva, puede ser dolorosa y requiere la inyección de contraste radiográfico por lo que casi no se realiza, a excepción de casos de difícil diagnóstico o de trombosis de extremidades superiores, o por no contar con técnicas no invasivas como el USG y/o el DD.

 

La flebografía ascendente o venografía contrastada solo se recomienda en casos de difícil diagnóstico o trombosis de extremidades superiores, o si no se cuenta con técnicas no invasivas como el USG y/o el DD.

 

La venografía por tomografía (TC) o por resonanciamagnética nuclear (RMN) se recomienda para valorar sitios en los que el USG es inadecuado como es en venas pélvicas, vena cava inferior o superior, y/o vena innominada, asícomo para diferenciar por imagen trombosis reciente de la crónica.

 

La pletimosgrafia por impedancia es un estudio seguro y no invasivo, mide el cambio de energía eléctrica entre dos electrodos colocados en la pantorrilla. El flujo de sangre venosa normal produce un cambio en la impedancia, mientras que un retardo en el flujo por una trombosis ocasiona un cambio más gradual de ésta. La sensibilidad es muy baja para detectar trombos en pantorrilla y pequeños trombos en venas proximales. Es un estudio en desuso y sin evidencia de recomendación para el diagnóstico de TVP.

 

Considerar trombosis de miembro superior (TMS), independientemente de sí hay causas predisponentes o no.

En caso de TMS con compresión de la vena subclavia interrogar a la persona de si realizó movimientos repetitivos o enérgicos del brazo.

 

En personas con cáncer, catéter venoso central o con cirugías de la extremidad superior, se recomienda, vigilar datos de síndrome de salida de tórax (SST).

 

Las manifestaciones clínicas de la TMS incluyen dolor, inflamación y enrojecimiento del brazo acompañados de debilidad, parestesias, dilatación de venas colaterales sobre el brazo, cuello o tórax.

 

Se recomienda sospechar de Trombosis Miembro Superior (TMS) en la persona que presente en un miembro superior dolor, inflamación, enrojecimiento, debilidad, parestesias, dilatación de venas colaterales ya sea sobre el brazo, cuello o tórax.

 

Realizar dímero D, con punto de corte de 500 µg/ml. Si la probabilidad es baja y el DD negativo se descarta la trombosis sin necesidad de USG. Vigilar por 3 meses.

Aunque la probabilidad sea baja pero el DD está alterado realizar USG.

 

El DD tiene una sensibilidad del 92-100% y una especificidad muy baja (14-60%) para trombosis de miembros superiores debido al menor tamaño del trombo y

mayor prevalencia de comorbilidades, sin embargo un DD negativo conserva su alto valor predictivo negativo.

 

Se recomienda utilizar la escala diagnóstica de Constans en combinación de estudios de laboratorio y gabinete para descartar o confirmar la TMS, así como la determinación del DD y el USG para evaluar el sistema venoso profundo de brazo hasta la vena axilar y yugular y mediante USG a color la subclavia.

Si la probabilidad es baja y el DD negativo se descarta la trombosis sin necesidad de USG y se vigila por 3 meses; en caso de una baja probabilidad y DD alterado se realiza USG.

 

Se recomienda utilizar venografía, TC o RM, cuando la TVP se localiza en sitios anatómicos inaccesibles por US.

La venografía ascendente se recomienda para casos de difícil diagnóstico.


¿Para el diagnóstico de embolia pulmonar la combinación de escalas probabilísticas con estudios de laboratorio (dímero D) es superior que con estudios de imagen?

 

El diagnóstico se sospecha con base a disnea, dolor torácico, síncope o pre-síncope y/o hemoptisis. La hipotensión arterial y el choque, son raros, pero su presencia tiene significancia clínica ya que indica EP central con reserva hemodinámica muy reducida. Así también puede presentarse asintomática y ser un hallazgo incidental de estudios de evaluación general o en autopsias. Cuadro 8


 


El dolor torácico es un síntoma frecuente y por lo general esa causa de irritación pleural por émbolo distal que causa infarto pulmonar, este dolor también puede tener carácter de angina típico, posiblemente reflejando isquemia del ventrículo derecho, por lo que puede ser necesario realizar diagnóstico diferencial con infarto del miocardio.

 

Sospechar EP en paciente que presente dolor torácico pleurítico, hemoptisis y dato clínico de TEP manifestado por edema de una sola extremidad. Se recomienda aplicarle las escalas probabilísticas de Wells y de Ginebra. Cuadros 8, 9 y 10




 

Se recomienda realizar, a todo paciente con sospecha de EP, la determinación del DD; si el valor está en corte normal para la edad, se descarta la EP. Si está elevado, descartar otras causas que pueden ocasionar su elevación.

 

Entre los estudios de imagen se encuentran: angiografía pulmonar por tomografía computarizada (APTC), con el sistema multi detector, tiene alta resolución temporal y espacial, es el método de elección para valorar la vascularidad pulmonar en paciente con sospecha de EP, con una sensibilidad de 83% y especificidad de 96%.Gammagrafía de perfusión-ventilación pulmonar: es una prueba diagnóstica segura y con pocas reacciones alérgicas.

Se basa en aplicar una inyección intravenosa de partículas de macro agregados de albumina marcados con tecnecio 99, estos bloquearan una pequeña fracción de capilares pulmonares y así se da seguimiento a la función pulmonar.

Angiografía pulmonar: fue el estándar de oro para el diagnóstico de exclusión de EP, sin embargo hoy tiene poco uso al ser sustituida por el método menos invasivo de APTC.

Angiografía por resonancia magnética: técnica que aún está en investigación.

Ecocardiografía: como la EP aguda puede desencadenar alteración en la función del ventrículo derecho (VD) por sobrecarga lo que se puede detectar porecocardiografía.

No se requiere si el paciente está hemodinámicamente estable, normotenso y sin sospecha alta de EP; pero si cuando la sospecha de EP es alta.

Ultrasonografía por compresión venosa de miembros inferiores, en la mayoría de los casos la EP se desencadena a consecuencia de TEV de miembros inferiores, con esta técnica se puede diagnosticar hasta el 70% de TVP, si esta se encuentra en la parte proximal y existe sospecha clínica de EP, se confirma este diagnóstico, pero como si muestra la parte distal de la TVP se requieren más estudios para confirmar o descartar el diagnóstico de EP.

 

La técnica de imagen recomendada para confirmar diagnóstico de EP es Angiografía pulmonar por tomografía computarizada (APTC) sistema multi detector. El gammagrama pulmonar se recomienda en personas con baja probabilidad de EP, individuos jóvenes, en embarazadas, si existe un fuerte antecedente de alergia, si con medios de contrastes han presentado anafilaxia en insuficiencia renal grave y en personas con mieloma múltiple y paraproteinemia.


¿La terapia anticoagulante optima, de acuerdo a etiología y estado físico del paciente mejora la evolución?

 

La terapia anticoagulante es el tratamiento primario de la ETV, con el objetivo de prevenir la extensión del trombo, la  tromboembolia pulmonar aguda, la recurrencia y el desarrollo de complicaciones tardías como hipertensión pulmonar y/o el síndrome pos-trombótico.

 

Se recomienda la terapia anticoagulante como el tratamiento primario de la ETV, adecuando a las consideraciones clínicas de la persona el inicio de terapia.

 

Se sugiere evaluar la posibilidad de terapia ambulatoria en pacientes con TVP manteniendo una comunicación efectiva  por parte del personal de salud hacia el paciente y/o cuidador. Cuadro 11

 



A la persona con bajo riesgo para EP con vivienda en condiciones adecuadas se recomienda dar de alta tempranamente, en los primeros 5 días de tratamiento).

 

Cuando existe alta sospecha clínica de TVP aguda, y no se cuenta con los resultados de los estudios, se recomienda  iniciar terapia anticoagulante parenteral. Si la sospecha clínica es baja no se recomienda iniciar anticoagulación, hasta contar con los resultados.

 

Consideraciones para elección del régimen inicial de anticoagulación:

TVP de pierna o TEP sin cáncer dar terapia con Anticoagulantes Orales de Acción Directa (AOAD)(dabigatrán, rivaroxaban, apixaban o edoxaban) en lugar de los Antagonistas de Vitamina K (AVK) durante los primeros 3 meses.

TVP de pierna o TEP sin cáncer que no reciben AOAD se dará terapia anticoagulante con AVK en lugar una Heparina de Bajo Peso Molecular (HBPM).

TVP de pierna o TEP con cáncer se sugiere terapia anticoagulante con HBPM durante los 3 primeros meses, en lugar de AVK o los AOAD. Cuadro 12


 


En paciente con ETV sin cáncer iniciar y continuar en los primeros 3 meses con alguno de los AOAD (dabigatrán, ribaroxabán, apixabán) en lugar de los AVK, si no pueden recibir AOAD dar AVK y no HBPM.

En paciente con ETV y cáncer dar terapia anticoagulante con HBPM durante los 3 primeros meses. Utilizar una HBPM, en lugar de la heparina no fraccionada (HNF) ya sea intravenosa o subcutánea, considerar aspectos de costo, disponibilidad y familiaridad con el tratamiento. Cuadro 12, 13, 14 y 15.






 

Se recomienda calcular las dosis de HBPM por peso corporal en kg:

La dosis de enoxaparina es de 1 mg/kg vía subcutánea (SC) C/12 h o 1.5 mg/kg C/24 h. con aplicación diaria excepto en embarazadas que la recibirán C/12 h después de las 20 semanas de gestación (SEG).

Las dosis mayores de 400 mg/día requieren de monitoreo farmacológico.

 

Se recomienda utilizar la HNF por vía intravenosa (IV) o SC:

dosis para vía intravenosa en bolo inicial a 80 U/kg, seguido de una infusión continua (IC) de 18 U/kg por h.

Dosis para uso SC inicial de 333 U/kg, después 250 U/kg.

La duración óptima de HNF es de 5 días, considerando el inicio temprano de AVK y la obtención de niveles terapéuticos de INR.

 

Se recomienda emplear HNF en personas en espera de algún procedimiento invasivo, antecedente de hemorragia mayor reciente, insuficiencia renal grave, peso muy bajo u obesidad mórbida. Para terapia ambulatoria, los Anticoagulantes Orales de Acción Directa (AOAD) son los indicados.

 

Indicaciones para el inicio de la terapia anticoagulante con AVK: Persona con ETV aguda iniciar la terapia con AVK en el día 1 o 2 del tratamiento con HBPM o HNF.

Iniciar warfarina a la brevedad, usualmente al mismo tiempo de iniciada la heparina. No se recomienda la dosis de “carga” de warfarina, ya que puede provocar niveles por arriba de los niveles terapéuticos de INR, por lo que se inicia con una dosis de 5 mg/día por la tarde. Sí la persona utiliza medicamentos que tienen interacción con warfarina, o son de edad avanzada, o tienen falla cardiaca o hepática usar dosis diferentes a las de 5 mg.

Persona tratada con AVK mantendrá un rango terapéutico de International Naturalized Ratio (INR) entre 2.0 a 3.0 (objetivo 2.5), en lugar de niveles bajos (INR < 2) o altos (INR 3.0-5.0).

 

La persona en tratamiento con AVK, evitará el consumo de suplementos con vitamina K, así como tratamientos concomitantes con antiinflamatorios no esteroideos, incluyendo los inhibidores de la ciclooxigenasa 2 (COX-2) y ciertos antibióticos. Estudios reportan un incremento en el riesgo de hemorragia con cotrimazol y quinolonas, otros reportes sugieren que las cefalosporinas, metronidazol, amoxicilina con o sin clavulanato, doxiciclina y fluconazole pueden incrementar este riesgo.

 

Se recomienda iniciar la terapia anticoagulante con AVK en el día 1 o 2 del tratamiento con heparina (HBPM o HNF), con una dosis de 5 mg/día de warfarina por la tarde, sin utilizar dosis de “carga” de la misma.

Utilizar una dosis menor de 5 mg de warfarina en la persona que toma medicamentos que tienen interacción con esta, o tienen edad avanzada, falla cardiaca o hepática.

 

Mantener el rango terapéutico de International Naturalized Ratio (INR) entre 2.0 a 3.0 (objetivo 2.5), en lugar de niveles bajos (< 2) o altos (3.0-5.0). Suspender heparina una vez documentado que el INR se encuentra en nivel terapéutico.

 

Recomendar a la persona que toma AVK evitar el uso de suplementos con vitamina K, tratamientos que contengan antiinflamatorios no esteroideos, como los inhibidores de la ciclooxigenasa 2 (COX-2), así también antibióticos como cotrimazol, quinolonas, cefalosporinas, metronidazol, amoxicilina con o sin clavulanato, doxiciclina y fluconazole.

Evitar tratamientos concomitantes con antiagregantes plaquetarios, excepto en situaciones donde el beneficio sea mayor que el riesgo de hemorragia como personas con válvulas mecánicas, síndromes coronarios agudos, o con cirugía reciente de bypass o stent coronario.

 

Dar seguimiento a la persona anticoagulada con AVK como sigue: INR estable, realizar monitoreo cada 12 semanas, en lugar de cada 4.

Sí el INR está en rangos estables y presenta un solo reporte por debajo o por arriba de los niveles terapéuticos, se continuará la misma dosis y revalorar en 1 o 2 semanas. INR está entre 4.5 y 10, sin hemorragia, no dar vitamina K.

INR >10.0, sin hemorragia, iniciar vitamina K oral.

Con hemorragia mayor hacer reversión rápida del efecto anticoagulante con plasma fresco congelado (PFC), a dosis de 12-15 ml/kg de peso, una dosis y valorar respuesta.

Concomitantemente administrar de 5 a 10 mg vitamina Ken bolo intravenoso lento.

En persona elegible para suspender tratamiento con el AVK se hará de forma súbita y no con una reducción gradual de la dosis.

 

En persona con síndrome antifosfolípido con tromboembolismo arterial o venoso se recomienda terapia con AVK, manteniendo el INR en rango terapéutico entre 2.0 a 3.0.

 

Anticoagulantes orales de acción directa (AOAD): estos fármacos han demostrado efectividad para el tratamiento de ETV. Ofrecen la ventaja de administración oral, no requieren monitoreo por laboratorio y tienen menos interacciones con otros medicamentos.

 

Dabigatrán a dosis estándar tiene la misma efectividad que HBPM/warfarina en el tratamiento a corto plazo de ETV, se tendrá precaución para pacientes mayores por reportes de un aparente incremento en el riesgo de síndrome coronario agudo de acuerdo a un meta análisis.

Rivaroxaban es tan efectivo como la HBPM/warfarina en el manejo agudo y a corto plazo de ETV, sin incremento de síndrome coronario agudo, pero con un aparente mayor riesgo de sangrado del tubo digestivo (STD) en mayores de 75 años.

Apixaban es igual de efectivo como la HBPM/warfarina en el manejo agudo y a corto plazo de ETV, sin incremento desíndrome coronario agudo ni STD.

Edoxaban es tan efectivo como la HBPM/warfarina en el manejo agudo y a corto plazo de ETV, con menor riesgo de hemorragia.

Los AOAD dabigatrán o edoxaban requieren de anticoagulación parenteral 5 días previos, en contraste con rivaroxaban y apixaban que se pueden utilizar sin necesidad de tratamiento parenteral.

 

Se recomienda utilizar anticoagulantes orales de acción directa (AOAD), apixabán, dabigatrán o ribaroxabán, de acuerdo a causa y condiciones clínicas del paciente, en especial para anticoagulación indefinida en ETV asociada a cáncer o no provocada y quienes tienen bajo riesgo de hemorragia.

 

ETV no provocado: o idiopático, es el evento trombótico no asociado a un factor de riesgo ambiental o adquirido. La presencia de factores no ambientales (trombofilia, género o edad avanzada), no califican la trombosis como provocada, pero pueden influir en el riesgo de recurrencia.

-ETV provocado: se asocia a un factor de riesgo conocido para trombosis, ya sea transitorio o persistente. Los factores de riesgo transitorios son los que se resuelven posteriores al desarrollo de la ETV, como cirugía o terapia con estrógenos y tienen un bajo riesgo de recurrencia de trombosis posterior a la suspensión de la anticoagulación.

Los factores de riesgo persistentes como el cáncer confieren un alto riesgo de recurrencia posterior a la suspensión de la terapia anticoagulante.

 

Se recomienda categorizar los eventos trombóticos como provocados o no provocados.

 

La anticoagulación se divide en tres etapas:

Aguda o inicial: comienza en los primeros 7 días de tratamiento se emplea terapia parenteral durante la transición a los antagonistas de vitamina K (AVK), su  objetivo es abatir la generación de trombina y fibrina del coágulo, reduciendo los síntomas agudos de la ETV y previniendo la extensión y embolización del trombo.

 

Las opciones terapéuticas en esta fase son: HNF parenteral, HBPM SC, fondaparinux SC y/o anticoagulantes orales de acción directa (AOAD).

Largo plazo: período comprendido entre 7 días y 3 meses con opciones terapéuticas de AVK, HBPM SC (personas con cáncer) y/o AOAD.

Extendida: mayor de 3 meses sin suspensión, incluye AVK, HBPM SC (pacientes con cáncer), AOAD, aspirina o ninguno.

 

Se recomienda dividir el tratamiento en 3 etapas: aguda o inicial-primeros 7 días de tratamiento con heparina (HNF o HBPM), en transición a un AVK, o anticoagulantes orales de acción directa (AOAD). Largo plazo-entre 7 días y 3 meses,las opciones terapéuticas son AVK, HBPM SC (personas con cáncer) y/o AOAD.

Extendida-mayor de 3 meses sin suspensión, con opciones de AVK, HBPM SC (personas con cáncer), AOAD, aspirina o ninguno.

 

La duración de la terapia: de 4-6 semanas; para TEV provocada por cirugía, con riesgo transitorio de 3% de recurrencia a los 5 años. 3 meses, cuando es provocado por un factor de riesgo transitorio, no quirúrgico, como terapia con estrógenos, embarazo, traumatismo en miembros inferiores, viajes > 8h, con 15% de riesgo de recurrencia a 5 años

Más de 3 meses, pero con un curso limitado de tratamiento, de 6-12 meses, en eventos no provocados o idiopáticos y que no llenan los criterios de riesgo transitorio o por cáncer, con un riesgo de recurrencia a 5 años de 30%.

Extendida o indefinida, asociada a cáncer, con riesgo de 15% de recurrencia anualizada.


Se recomienda anticoagulación:

  • Por 3 meses en persona con TVP proximal de pierna o TEP provocada por un factor de riesgo transitorio no quirúrgico o seguido de una cirugía.
  • 3 meses en persona con TVP, no provocada, de pierna (proximal o distal aislada) o TEP, hay que evaluar el riesgo beneficio de una terapia extendida.
  • Terapia indefinida en persona con un primer evento no provocado de TVP proximal de la pierna o TEP y que tengan un riesgo bajo o moderado de sangrado con revaloración periódica (anual).
  • 3 meses en persona con un primer evento no provocado de TVP proximal de la pierna o TEP y con riesgo alto de hemorragia.

 

A la persona que ha sido sometida a una cirugía mayor se recomienda vigilar estrechamente, en las primeras 6 semanas post cirugía, para descartar tempranamente ETV, continuar de igual manera, en las primeras 12 semanas y no disminuir hasta los 12 meses pos operatorio.

 

Se recomienda dar la terapia anticoagulante por 3 meses o durante la permanencia del factor de riesgo en pacientes con ETV asociada a una comorbilidad médica (no quirúrgica).

 

Se recomienda que en personas que ameritan de una terapia anticoagulante extendida no cambiar el tratamiento elegido durante los primeros 3 meses, en caso de alguna modificación adecuarse a las circunstancias o preferencias del paciente.

 

Se recomienda elegir entre estas opciones de tratamiento para una anticoagulación extendida (≥3 meses):

• AVK (manteniendo INR entre 2-3).

• HBPM

• AOAD.

 

Se recomienda la aspirina (100 mg/día) en la persona con riesgo de recurrencia de ETV que no es candidata a terapia anticoagulante extendida o que desea suspender la anticoagulación.

 

Se recomienda la terapia anticoagulante en lugar de la trombolisis sistémica o dirigida por catéter o trombectomía venosa quirúrgica en todo paciente con TVP proximal de miembro inferior.

 

La terapia trombolítica sistémica o guiada por catéter se recomienda sólo en casos con TVP extensa de miembro inferior (iliofemoral) que con riesgo importante de complicaciones pos-trombótica, síntomas <14 días, buen estado funcional, expectativa de vida >1 año o con falla a la terapia inicial con anticoagulantes, además de bajo riesgo de hemorragia.

 

Verificar que la persona que fue sometida a algún procedimiento de remoción del trombo reciba terapia anticoagulante semejante a la de los no sometidos a uno de estos procedimientos.

 

Se recomienda la deambulación temprana una vez que se obtienen niveles terapéuticos de anticoagulación en persona con TVP aguda de miembro inferior. Si hay dolor y/o edema grave se diferirá y se dará terapia de compresión.

En el paciente con TVP aguda de miembro inferior no se recomienda el uso de medias de compresión.

 

La decisión del esquema de anticoagulación dependerá de las condiciones clínicas del evento trombótico (provocado, no provocado, recurrente, superficial) y se consideraran aspectos como: disponibilidad, costo y apego al tratamiento, y en caso necesario acceso de los estudios correspondientes para monitoreo.

 

Se recomienda vigilar la TVP distal aguda de miembro inferior (vena peronea, tibial posterior, anterior, gastrocnemio y soleo de pantorrilla) después de la semana del diagnóstico, para considerar opciones terapéuticas.

 

Tratamiento de TVP distal dependerá de la gravedad de los síntomas:

Sin síntomas graves y sin factores de riesgo para extensión del trombo como son: Dímero D (DD) positivo, trombo extenso (>5 cm de longitud, que involucre múltiples venas o >7 mm de diámetro máximo), trombosis cercana a las venas proximales, trombosis no provocada, cáncer activo,antecedente de ETV, persona hospitalizada. Solo se dará vigilancia por estudios como imágenes seriadas por USG Doppler de las venas profundas semanal o antes por 2 semanas.

 

Se recomienda tratamiento anticoagulante de la misma manera que una TVP proximal cuando:

  • El paciente tiene síntomas graves o factores de riesgo para extensión.
  • Sí hay extensión del trombo hacia las venas proximales o extensión dentro de venas distales, corroborado por USG Doppler.
  • Si no hay contraindicación para anticoagulación se vigilará con USG dúplex en una semana.

 

En pacientes sin síntomas graves y sin factores de riesgo para extensión del trombo se recomienda vigilancia con imágenes seriadas por USG Doppler de las venas profundas semanal o antes por 2 semanas.

 

En el paciente con TVP distal aislada de miembro inferior, provocada por cirugía o por un factor de riesgo no quirúrgico, transitorio se recomienda terapia anticoagulante por 3 meses

 

Se recomienda una anticoagulación por 3 meses en pacientes con TVP distal de pierna, no provocada, y posteriormente evaluar el riesgo beneficio de una terapia a largo plazo.


En persona con TVP de extremidad superior que involucre venas axilares o más proximales, se recomienda anticoagulación y no trombolisis. En anticoagulante recomendado es HBPM o fondaparinux en lugar de la HNF IV o SC.

 

En paciente con TMS asociada a catéter venoso central (CVC), que esté funcional, se recomienda anticoagular por lo menos 3 meses o el tiempo que permanezca el catéter (lo que sea mayor) en los siguientes casos:, sin remover el catéter si está funcional y existe la necesidad de su empleo.

 

Se recomienda anticoagular por 3 meses si la trombosis se asocia a marcapasos o implantes de desfibrilador y en personas sin cáncer que presentan la trombosis posterior a la remoción del CVC.

Igualmente en paciente con cáncer con TMS asociada a CVC, que es removido, se recomienda 3 meses de anticoagulación.

 

La terapia anticoagulante en aquellos casos de TMS posterior al retiro de catéter central en pacientes con cáncer activo se debe valorar de acuerdo a las condiciones clínicas de la neoplasia y factores de riesgo para trombosis y sangrado.

 

Pacientes con una TMS no asociada a catéter central o cáncer, se recomienda terapia anticoagulante por 3 meses.

 

Se recomienda la trombolisis guiada por catéter en personas con TMS en los siguientes casos:

- Síntomas graves

- Trombosis que involucre la mayor parte de las vena subclavia y axilar

- Síntomas menores de 14 días

- Buen estado funcional

- Expectativa de vida mayor de 1 año

- Bajo riesgo de hemorragia

Se continuará, posterior al procedimiento, con terapia anticoagulante semejante a las no trombolizados.

 

No se recomienda utilizar mangas de compresión ni medicamentos vasoactivos para personas con TMS sintomática.

 

Sospechar en persona con TMS no asociado a catéter central una alteración anatómica como causa de trombosis como son: el síndrome de salida de torácica (SST) y la trombosis inducida por esfuerzo (síndrome de Paget-von Schroetter).

 

La persona con TMS asociada al SST se recomienda tratarla 3 meses de anticoagulación con o sin tratamiento quirúrgico (resección de primera costilla o escalenectomía).


¿Para la embolia pulmonar aguda aplicar el tratamiento dirigido de acuerdo a la clínica tiene mejores resultados que dar tratamiento general?

 

El tratamiento de EP aguda va a depender de la estratificación del riesgo, el cual se determina de acuerdo al riesgo de mortalidad a corto plazo. Esta estratificación inicia identificando el estado hemodinámico del paciente, si está en choque se clasifica como de alto riesgo o EP masiva con un riesgo estimado de mortalidad a 30 días > 15%. Sí está hemodinámicamente estable existen diversas escalas de evaluación para distinguir los de bajo riesgo (<1%) de aquellos de riesgo intermedio (3–15%). Cuadros 16 y 17.





 

Para el paciente con EP de alto riesgo el tratamiento de inicio es la terapia trombolítica ya que permite resolver rápidamente la obstrucción con reducción de la presión arterial pulmonar mejorando la función del ventrículo derecho. Los resultados de un estudio sugieren que la mejoría clínica y por ecocardiograma se incrementa en más del 90% de los pacientes que son tratados con trombolisis.

Esta terapia por lo general se utiliza en personas con EP de alto riesgo que tienen inestabilidad hemodinámica sin alto riesgo de complicaciones hemorrágicas, sin embargo faltan estudios clínicos controlados aleatorizados que soporten esta evidencia.

 

Se recomienda que al paciente con EP de alto riesgo, el tratamiento de inicio sea la terapia trombolítica.

Recurrencia.

Se recomienda valorar recurrencia de la ETV temprana, (primeras 2 semanas), sobre todo en las personas con cáncer activo o que no alcanzan niveles terapéuticos de anticoagulación.

 

Los factores de riesgo independientes para recurrencia de la trombosis incluyen edad avanzada, alto índice de masa corporal, sexo masculino, cáncer activo y paresia de miembros inferiores. Otros factores predictivos son ETV no provocada, anticoagulante lúpico o síndrome de anticuerpo antifosfolípido, deficiencia de antitrombina, proteína S o C, hiperhomocistinemia, elevación persistente de Dímero D (DD) en ETV no provocada y posiblemente trombosis venosa residual.

 

Se recomienda vigilar datos de recurrencia, en especial en los primeros 6-12 meses posterior a la trombosis. Es necesario vigilar estrechamente a personas con edad avanzada, índice de masa corporal ≥30 Kg/m2, sexo masculino, cáncer activo y paresia de miembros inferiores.

 

Existen factores de riesgo que se presentan al momento de la ETV que están asociados con una disminución del riesgo de recurrencia de trombosis o no son predictivos de recurrencia como son embarazo o puerperio, anticonceptivos orales, terapia hormonal o cirugía ginecológica. Otros factores son cirugía reciente, trauma o fractura, inmovilización reciente, tratamiento con tamoxifeno.

 

Vigilar factores de riesgo para la recurrencia como son presencia factores protrombótico durante la ETV como:

  • Obesidad
  • Obstrucción de vena residual en ETV no provocada.
  • DD elevado en trombosis no provocada independiente del punto de corto de la lectura 500 vs. 250 µg/L
  • Condicionantes de falla a la anticoagulación como cáncer,
  • SAAF, trombocitopenia inducida por heparina o síndromes de compresión vascular.

 

Se recomienda documentar la recurrencia de la trombosis mediante los siguientes parámetros:

  • Afección de un territorio vascular no afectado previamente.
  • Incremento del diámetro del trombo ≥4 mm, en caso de incremento del trombo entre 1 a 3.9 mm repetir la imagen en 1 semana.
  • Una vez confirmada la recurrencia valorar la adherencia al tratamiento y, registrarlo en el expediente.

 

Se recomienda la anticoagulación con las mismas indicaciones que un primer evento por tres meses en una segunda trombosis espontánea y alto riesgo de hemorragia

 

Sí la persona presenta trombosis recurrente recibiendo tratamiento anticoagulante con un AVK a dosis terapéuticas o alguno de los AOAD, con buen apego, se recomienda cambiar temporalmente a una HBPM. Si la recurrencia es con HBPM es necesario incrementar la dosis, en una cuarta o tercera parte.

 

Se recomienda una terapia anticoagulante indefinida en aquellos casos de trombosis recurrente espontánea y riesgo de hemorragia bajo o moderado, con revaloración periódica, cuando menos anual.

 

Personas con ETV no provocada se recomienda considerar la anticoagulación de largo plazo, así como la búsqueda de un estado trombofílico, para el caso de trombosis provocada es importante determinar la permanencia del factor de riesgo precipitante.

 

Síndrome post trombótico

El síndrome postrombótico (SPT) es una complicación a largo plazo que se presenta entre 20 a 50% de las personas posterior a una TVP en un miembro, que se puede presentar en pocos meses hasta algunos años después de la trombosis. Se presenta en 1/3 de pacientes con TVP aguda y en más de 2/3 partes de pacientes que tuvieron una TVP iliofemoral.

 

Se recomienda realizar el diagnóstico de SPT con base a datos clínicos y después de 6 meses de pasado el evento trombótico agudo. Utilizar las escalas diagnósticas y de clasificación. Cuadro 18


 


Vigilar datos de SPT especialmente en personas con edad avanzada (≥65 años), índice de masa corporal >25, TVP recurrente ipsilateral, TVP extensa, que presente incremento de los síntomas al mes o con anticoagulación subterapéutica en el mes de la trombosis.

 

Se recomienda la tromboprofilaxis primaria en persona con alto riesgo de TVP para prevenir el SPT. Así también en el tratamiento inicial de la TVP es necesario anticoagular con intensidad y duración adecuada.

 

Recomendamos mantener monitoreo del INR regular y frecuente en persona con TVP anticoagulada con AVK, especialmente en el primer mes de tratamiento.

 

Si la persona con síntomas graves de SPT de miembro inferior que no mejora adecuadamente con medias de compresión, se recomienda probar con medidas de compresión intermitente.

 

El tratamiento con fármacos vasoactivos como son el rutoside, defibrotide o hidrosmine, no se recomienda para el tratamiento del SPT.

 

Se recomienda un programa de ejercicios supervisado, para fortalecimiento de pierna, y de actividad aeróbica, de por lo menos 6 meses, para pacientes con SPT que toleren la actividad física.

 

Manejo de ulcera venosa:

- Se deben de utilizar medidas de compresión, en lugar de vendaje no compresivo o no compresión.

- Los sistemas de compresión multicomponente son más efectivos que los sistemas de un solo componente.

- La pentoxifilina puede ser útil para tratar las úlceras venosas con o sin compresión.

- La reconstrucción valvular se puede considerar en pacientes con ulceras venosas postrombóticas refractarias.

 

 

Para el manejo de úlcera venosa pos-trombótica se recomiendan medidas de compresión con una mejor efectividad de los sistemas multicomponente.

La pentoxifilina puede ser de utilidad con o sin medidas de compresión; en caso de ulceras venosas postrombóticas crónicas se puede considerar el manejo quirúrgico con reconstrucción valvular.

 

En pacientes con SPT del brazo se sugiere el uso de bandas o mangas de compresión con fines sintomáticos. No está recomendado el tratamiento con agentes vasoactivos.

 

Hipertensión pulmonar

La hipertensión pulmonar asociada a tromboembolismo pulmonar crónico (CTEPH). Aunque poco frecuente, es una condición que pone en riesgo la vida con una morbilidad y mortalidad considerable. Se considera que es el resultado de una complicación a largo plazo de la embolia pulmonar que se caracteriza por la falta de resolución del trombo por a consecuencia de uno o más episodios de EP agudo.

 

La hipertensión pulmonar por tromboembolia pulmonar crónica es una complicación de la enfermedad tromboembólica venosa. A diferencia de otras clases dehipertensión pulmonar, esta es potencialmente curable con cirugía (tromboendarterectomía) o balón pulmonar por angioplastia.

 

Para el diagnóstico los estudios de imagen tienen un papel central. La combinación de técnicas como el gammagrama pulmonar, tomografía computarizada, y angiografía por resonancia magnética, estas técnicas no invasivas dan información sobre la anatomía y el funcionamiento. La angiografía pulmonar convencional con cateterización del corazón derecho se considera como el estándar de oro para diagnosticar la CTEPH.

 

Se recomienda mantener vigilancia clínica en la fase de recuperación de una EP aguda. Sospechar e investigar CTEPH si no hay una recuperación de la función pulmonar, en especial a medio año de esta haberse presentado.Vigilancia estrecha en persona con EP idiopática, EP previa o recurrente, o TEV previa con elevación de la presión sistólica arterial al diagnóstico. Dar seguimiento al perfil de lípidos, ancho de distribución de los eritrocitos, perfil tiroideo, y diabetes mellitus.

 

Trombosis asociada a cáncer, embarazo y uso de anticonceptivos

 

La TVP asociada a cáncer, embarazo, puerperio y uso de anticonceptivos el abordaje de prevención, diagnóstico y tratamiento es diferente que la relacionada a otros factores?

 

Existe asociación entre cáncer y trombosis. Los mecanismos implicados son: expresión del factor tisular por células tumorales y propiedad protrombótica de la mucina; así como factores asociados al cáncer; uso de catéteres intra venoso, quimio o radioterapia, cirugía y complicaciones infecciosas.

 

En cáncer activo, se recomienda mantener la terapia anticoagulante.

 

En el paciente ambulatorio que recibe quimioterapia sistémica, se recomienda clasificar el riesgo de trombosis en alto, intermedio o bajo de acuerdo a la información validada por Khorana y cols. Cuadro 19


 


Se recomienda realizar búsqueda de neoplasia primaria en casos de ETV no provocada de acuerdo factores de riesgo específicos como sexo y edad, ej., realizar colonoscopía en ≥50 años, mamografía en mujeres mayores de 40 a 50 años y Papanicolau a mujeres entre 21 a 65 años.

 

En la persona con cáncer y ETV se recomienda utilizar HBPM.

Se sugiere la anticoagulación con HBPM en lugar de un AVK en persona con ETV asociada a cáncer. Así como mantener la anticoagulación por más de 6 meses con cáncer metastásico o que reciben quimioterapia. No existe suficiente evidencia de superioridad en cualquiera de los AOAD como rivaroxaban, dabigatrán o apixabán para su aplicación en pacientes no tratados con HBPM.

 

Terapia inicial (fase aguda) ETV en personas con cáncer (PCC):

-HNF 80 UI/Kg. IV seguido de 18 UI/kg/h, ajustar dosis con TTPa.

 -Dalteparina 100 U/Kg C/12 h. o 200 U/kg/día

-Enoxaparina 1 mg/Kg C/12 h. o 1.5 mg/Kg/ día

-Tinzaparina 175 U/Kg/día

-Fondaparinux <50 Kg. 5.0 mg/día; 50-100 Kg. 7.5 mg/día; >100 Kg. 10 mg/día

 

Terapia a largo plazo:

-Dalterapina 200 U/kg/día por 1 mes, después 150 U/kg/día.

-Enoxaparina 1.5 mg/kg/día o 1 mg/kg C/12 h.

-Tinzaparina 175 U/kg/día

-AVK ajustar dosis para mantener INR entre 2 a 3. Se prefiere la HBPM sobre la HNF para los primeros 5 a 10 días de anticoagulación en PCC y diagnóstico reciente de ETV, sin afección renal grave (depuración de creatinina <30 ml/min.)

 

Tratamiento de ETV en pacientes con cáncer (PCC) Terapia inicial (fase aguda):

-HNF 80 UI/Kg. IV seguido de 18 UI/kg/h, ajustar dosis con TTPa.

 -Enoxaparina 1 mg/kg C/12 h. o 1.5 mg/kg/día Terapia a largo plazo:

-Enoxaparina 1.5 mg/kg/día, o 1 mg/kg cada 12 h.

--AVK ajustar dosis para mantener INR entre 2 a 3

 

Se recomienda la terapia anticoagulante indefinida con HBPM o AVK en aquellos casos de ETV asociado a cáncer activo y/o metastásico con riesgo de hemorragia leve o moderada; para los que tienen alto riesgo de hemorragia la recomendación es terapia extendida.

 

Considerar la tromboprofilaxis en persona ambulatoria con cáncer activo y alto riesgo de trombosis, considerando riesgo de hemorragia, estado y voluntad del paciente.

Persona hospitalizada con cáncer activo o de reciente diagnóstico recibirá tromboprofilaxis durante su permanencia en hospital en ausencia de hemorragia u otra contraindicación, así como aquellos con algún padecimiento agudo o reducción en su movilidad. La tromboprofilaxis no está recomendada sí la persona está hospitalizada para procedimientos menores, infusión de quimioterapia ambulatoria, o sometidos trasplante de médula ósea

 

Para personas de bajo riesgo de trombosis con mieloma múltiple, que reciben talidomida o lenalidomida con o sin dexametasona, se recomienda tromboprofilaxis con aspirina o HBPM, y para aquellos con riesgo alto se sugiere HBPM si no existe contraindicación. La anticoagulación a dosis profiláctica o terapéutica no se recomienda para prevenir trombosis asociada a catéter, ni para prolongar la sobrevida en PCC sin antecedente de ETV.

 

No se recomienda la tromboprofilaxis en personas, sin antecedente de ETV, que reciben terapia hormonal adyuvante para cáncer (tamoxifeno). Si se recomienda en los casos de trombosis asociada a cáncer y que ameriten de terapia hormonal a largo plazo y continuar con la anticoagulación el mismo lapso de tiempo del tratamiento adyuvante

 

En PCC sometido a cirugía mayor se considerará la tromboprofilaxis farmacológica, ya sea con HNF o HBPM, la cual iniciará en el período preoperatorio. Un régimen combinado de tromboprofilaxis (mecánico y farmacológico) mejora la efectividad, especialmente en persona con alto riesgo de trombosis.

 

La tromboprofilaxis farmacológica, para PCC sometida a cirugía mayor, se continuará por lo menos 7-10 días. La profilaxis extendida con HBPM por más de 4 semanas pos operatorio. Se considerará en pacientes sometidos a cirugía abdominal o pélvica por cáncer con factores de alto riesgo, restricción en la movilidad, obesidad, antecedente de ETV. En las de bajo riesgo la duración de la profilaxis se debe individualizar.

 

Se recomienda en persona con cuenta de plaquetas entre 25 a 50,000/µL vigilancia estrecha y valorar uso de HBPM. Plaquetas <50,000/µL es una contraindicación relativa para la profilaxis farmacológica. En el período inmediato seguido de la trombosis sí la cuenta de plaquetas <50,000/µL transfundir concentrados plaquetarios (CP) para elevar la cifra a >50,000/µL, - En personas con cuenta de plaquetas <25,000/µL está contraindicada la anticoagulación.

 

Se recomienda que a la persona con ETV incidental (detectada por estudios de gabinete) se le indique anticoagulación terapéutica. Valorar riesgo beneficio para tratar trombosis esplénica o de venas viscerales.

 

Vigilar datos de recurrencia de ETV en PCC activo sí la neoplasia está localizada en: páncreas, cerebro, pulmón, ovario, y en casos de síndrome mieloproliferativo o mielodisplásico, estadio IV, cáncer con progresión, paresia de miembro inferior, sexo femenino y antecedente de ETV.

 

El manejo de trombosis asociada a cáncer debe involucrar al equipo multidisciplinario que brinda los cuidados oncológicos, valorando el riesgo beneficio de hemorragia y/o retrombosis y considerando la voluntad de paciente y familiares.


Trombosis y embarazo

 

El embarazo es un factor de riesgo independiente y adquirido para ETV a través de los mecanismos fisiopatológicos para trombosis de la triada de Virchow: el más importante es un estado pro-coagulante en preparación para el parto mediante un incremento de la generación de fibrina, de los factores de coagulación II, VII, VIII, X y de von Willebrand, y una reducción de los mecanismos anticoagulantes (resistencia adquirida a la proteína C activada, disminución de la actividad de la proteína S y antitrombina) y una inhibición de la fibrinolisis mediante el incremento en los inhibidores del activador del plasminógeno 1 y 2. La estasis vascular es resultado de la vasodilatación por efecto de la progesterona y por la obstrucción del flujo venoso por el útero grávido hacia las venas iliacas y cava inferior, por último el daño endotelial puede ocurrir al momento del parto o por hipertensión venosa

 

Se recomienda vigilar datos de TVP en la embarazada, en especial, en las 2 semanas previas al parto y en las 6 primeras semanas del postparto.

 

Se recomienda investigar en embarazada factores de riesgo y consignarlos en el expediente. Valorar los pre-existentes al embarazo como antecedente familiar o personal de trombosis y diagnóstico previo de trombofilia, así como hipertensión (probablemente por pre eclampsia), inmovilidad y cesárea.

 

Los síntomas de TEP son los mismos que para mujeres no embarazadas: disnea (87%), dolor pleurítico (61%), taquicardia, taquipnea, hipoxemia, hemoptisis, síncope, tos e hipotensión inexplicable.

Durante el embarazo se recomienda documentar edema unilateral de miembros inferiores, medir diámetro de circunferencia a nivel de músculos gemelos, sospechar trombosis si la diferencia es > 2cm. Cuando existe dolor a nivel de glúteos, ingle o abdomen, considerar trombosis de vena iliaca. No aplicar los criterios clínicos de Wells.

 

Se recomienda sospechar TEP en presencia de disnea, dolor pleurítico, taquicardia, taquipnea, hipoxemia, hemoptisis, síncope, tos e hipotensión inexplicable.

 

Ante la sospecha clínica de TVP se recomienda realizar ultrasonido de compresión completa (UCC) de miembro inferior. Si es negativo o inconcluso, se recomienda repetir en 3 a 7 días. Para valoración de venas ilíacas el USG Doppler a color es la técnica recomendada. Si la sospecha clínica es de trombosis de vena iliaca y con el ultrasonido no se concluye el diagnóstico, se recomienda la venografía con resonancia magnética sin contraste y de manera muy restringida.

 

Para el diagnóstico de TEP en el embarazo se recomienda realizar estudios de angiografía por tomografía axial computarizada (ATAC) y el gammagrama de ventilación/perfusión (gV/P). El gV/P se recomienda a dosis bajas de perfusión en embarazada con radiografía de tórax normal. Si la radiografía de tórax es anormal y no se dispone del gV/P o no es concluyente se realiza la ATAC. Ninguno de estos estudios está contraindicado categóricamente.

 

Debido al incremento fisiológico del dímero D durante el embarazo, un resultado negativo será menos probable en este grupo. Utilizando los rangos de referencia convencionales para no embarazadas, un resultado de dímero D normal excluye el diagnóstico de ETV con la misma probabilidad en la mujer embarazada. Hasta el momento no se ha determinado un nivel de corte máximo de dímero D en el embarazo por lo que no debe de utilizarse de manera aislada para descartar la trombosis.

 

Se recomienda excluir el diagnóstico de ETV sí el resultado de dímero D es normal.

Los AOAD (rivaroxaban, dabigatrán, apixaban, edoxaban) pueden cruzar la barrera placentaria y son secretados en leche materna por lo que no son una opción durante el embarazo o lactancia.

 

Se recomienda utilizar las HBPM para la ETV durante el embarazo y puerperio. En caso de contraindicación utilizar HNF como alternativa, en casos con alto riesgo de hemorragia, insuficiencia renal o durante la fase inicial del manejo de TEP confirmada y descompensación hemodinámica candidatas a trombolisis. No utilizar AVK en el embarazo, pero si en la lactancia. Los AOD se pueden utilizar durante el embarazo y lactancia.

 

Se recomienda el uso de HBPM a dosis terapéuticas para el tratamiento agudo de ETV durante el embarazo. Enoxaparina aplicación subcutánea 1.5 mg/Kg/día o 1 mg/Kg C/12 h El tratamiento anticoagulante con HBPM continuará en el trascurso del embarazo y puerperio a misma dosis terapéutica y solo se puede considerar el uso de dosis intermedias en caso de alto riesgo de hemorragia o bajo riesgo de re-trombosis

 

La HNF se puede utilizar cuando exista alguna ventaja sobre las HBPM como son:

- ETV después de las 36 SEG

- Sospecha o TEP masiva confirmada

- Alto riesgo de hemorragia

- Insuficiencia renal

 

Se recomienda el uso de HNF en mujeres embarazadas solo en estas condiciones:

- ETV después de las 36 SEG

- Sospecha o TEP masiva confirmada

- Alto riesgo de hemorragia

- Insuficiencia renal

 

La dosis inicial IV es de 80 UI/Kg, seguido de infusión continua de 18 U/Kg/h con monitoreo a las 4-6 h del bolo inicial y después de cada cambio de la dosis de infusión. Mantener el TTPa de 1.5 a 2.5 por encima del valor control. Se puede aplicar de manera subcutánea C/12 h, con monitoreo del TTPa a las 4-6 h de aplicada la inyección y posterior a cada cambio de dosis.

 

En la embarazada anticoagulada por ETV, se recomienda la resolución del embarazo por parto vaginal. La cesárea solo se recomienda para casos con una clara indicación obstétrica

 

Se recomienda suspender la HBPM 24 hrs. antes de la inducción electiva del período de labor o de cesárea, o en cuanto inicie el período de labor (ruptura de membranas o inicio de contracciones). A partir de las 37 SEG se recomienda aplicación de HBPM C/12 hrs. Se recomienda una dosis profiláctica o intermediaria de heparina (HNF) en caso de proceso de labor prolongado y un riesgo de retrombosis alto y considerando el tiempo probable para el parto

 

En la embarazada con terapia anticoagulante a dosis terapéuticas está contraindicada la anestesia neuroaxial. Se recomienda suspender la HBPM por lo menos 24 h antes de la punción y reiniciarla 4 h después de su retiro.

 

En el caso de utilizar HNF intravenosa, se suspenderá 4 a 6 h previo a la punción, y de 8 a 12 hrs. sí la aplicación fue SC, y con TTPa normal. La HNF se puede reiniciar después de 1 h de retirado el catéter o de 4 a 6 hrs. después del parto si no hay complicaciones hemorrágicas. Se recomienda vigilancia estrecha para detectar hematoma espinal.

 

Anticoagulación post-parto

Dependiendo de las pérdidas sanguíneas y el riesgo de retrombosis, se recomienda reiniciar la terapia anticoagulante no antes de 6 a 12 hrs. después de parto vaginal y de 12 a 24 hrs. posterior a una cesárea. La anticoagulación se puede realizar con HBPM con ajuste de dosis de acuerdo al peso de la mujer pos-parto o con warfarina, una vez que el sangrado vaginal ha disminuido y utilizando ambos medicamentos (HBPM y warfarina) por un lapso de 3 a 5 días hasta obtener un INR terapéutico entre 2.0 a 3.0.

 

Se recomienda una terapia anticoagulante de por lo menos 6 semanas pos-parto y una duración mínima total de anticoagulación de 3 meses. Para mujeres de alto riesgo y con persistencia de los factores de riesgo se sugiere una profilaxis por más de 6 semanas posteriores al parto.

 

Profilaxis de ETV y embarazo

El colegio americano de médicos de tórax (ACCP, por siglas en inglés) recomienda la profilaxis con HBPM a todas las embarazadas con antecedente de ETV y trombofilia documentada, así como aquellas con antecedente de >2 eventos de TVP.

 

Se recomienda tromboprofilaxis durante el embarazo y puerperio con HBPM en mujeres con antecedente de ETV y trombofilia documentada y/o más de 2 eventos de TVP.

Con antecedente de un evento de TVP sin trombofilia o con un factor de riesgo para trombosis transitoria se recomienda vigilancia durante el embarazo y profilaxis postparto

 

Se recomienda la anticoagulación post-parto en mujeres con trombofilia, hereditaria o adquirida, sin antecedente de ETV, con vigilancia estrecha previa al parto. Solo en casos documentados de deficiencia de antitrombina se dará tromboprofilaxis en el embarazo y puerperio.

 

Profilaxis de ETV en embarazadas con trombofilia sin antecedente de trombosis: Las trombofilias hereditarias incrementan el riesgo de ETV asociada a embarazo hasta 34 veces con mayor riesgo durante las 6 semanas post-parto. Un reciente meta análisis actualizó el riesgo de un primer evento trombótico asociado a embarazo en mujeres con trombofilia ya documentada.

 

Con base a este meta análisis se recomienda tromboprofilaxis en embarazadas con trombofilia sin antecedente de trombosis, en las siguientes condiciones: Antes del parto y hasta 6 semanas pos-parto en deficiencia de antitrombina y proteína C, mutación del factor V de Leiden (homocigotas), con antecedente familiar de trombosis y con factores de riesgo adicionales para ETV. Deficiencia de proteína S y antecedente familiar de trombosis venosa se utilizará la tromboprofilaxis con HBPM hasta por 6 semanas post-parto A las heterocigóticas para el factor V de Leiden o para la mutación 20210 del gen de protrombina se recomienda solo vigilancia.

 

Se recomienda detección de Síndrome de Anticuerpos Antifosfolípido (SAAF): pérdidas de producto temprano (tres o más abortos antes de la semana 10 de gestación. A la embarazada que reúne los requisitos para diagnóstico de SAAF, se recomienda antes del parto la administración de dosis profilácticas o intermedias de heparina no fraccionada o dosis profiláctica de HBPM combinada con aspirina de 75 a 100 mg/día.

 

Se recomienda en embarazada sometida a cesárea valorar riesgo de trombosis para dar tromboprofilaxis. Sin factores de riesgo sólo deambulación temprana. Con un factor de riesgo mayor o dos menores, dar HBPM, y sí tienen contraindicación de anticoagulantes, se dará profilaxis mecánica (medias elásticas o compresión neumática intermitente) mientras permanece hospitalizada. Con múltiples factores de riesgo que persisten en el puerperio, la profilaxis será combinada (HBPM y medias elásticas y/o compresión neumática intermitente).

 

Se recomienda que en mujeres anticoaguladas con un AVK por ETV y se embarazan cambiar a HBPM.

A la mujer que toma un AVK e intenta embarazarse, se recomienda realizarle prueba de embarazo frecuente y cambiar a HBPM tan pronto se confirme el embarazo. La que usa dosis bajas de aspirina y desea dar seno materno puede continuar con este medicamento.

 

Para prevención de tromboembolismo en embarazada con válvula cardiaca mecánica se recomienda cualquiera de los siguientes esquemas anticoagulantes:

a) Dosis ajustadas de HBPM, dos veces al día obteniendo el pico de anti factor Xa señalado por el proveedor a la 4 h posterior a la administración SC.

b) Dosis ajustada de HNF administrada SC cada 12 h, manteniendo TTPa al doble del control o un nivel de heparina anti factor Xa de 0.35 a 0.70 U/ml.

c) HNF o HBPM hasta la semana 13, con sustitución de AVK hasta cerca al embarazo, cuando la HNF o HBPM se reinicia.

 

Se recomienda que durante el embarazo, si existe alto riesgo de tromboembolismo y poca respuesta a HNF o HBPM a dosis terapéuticas, cambiar a un AVK, y cercano a la resolución del mismo remplazarlo por HNF o HBPM. Adicionar aspirina a dosis de 75 a 100 mg/día, si tiene prótesis valvular con alto riesgo de tromboembolismo.

 

Valorar con precaución utilizar filtros de VCI para prevenir TEP durante el embarazo.

El uso de filtro de VCI durante el embarazo deberá ser evaluado por un equipo multidisciplinario de atención obstétrica y su colocación por personal experimentado.

 

No existe evidencia suficiente para recomendar la trombolisis dirigida por catéter durante el embarazo o puerperio y sólo se puede considerar en aquellos casos en que la trombosis ponga en riesgo la vida de la paciente o la integridad de una extremidad, posterior al manejo conservador de anticoagulación y/o la colocación de filtro en VCI.

 

Se recomienda tomar en cuenta el riesgo-beneficio para madre y producto en aquellos casos de ETV que no responda al tratamiento conservador y que requiera de procedimientos invasivos o de exposición a radiación, para tomar la mejor decisión terapéutica mediante la participación informada de pacientes y familiar.


Trombosis y terapia hormonal

 

Se recomienda que en caso de indicar el uso de un AOC se utilice el de menor riesgo de trombosis, como es levonorgestrel con 30µg de etinilestradiol.

 

Se recomienda, indistintamente, los anticonceptivos en parche, anillo vaginal y AOC. Así como los que contienen solo progestágeno ya sea vía oral (levonorgestrel 1.5 mg “píldora del día siguiente”), inyectables, implantes o de manera intrauterina.

 

Se recomienda el uso de anticonceptivos a base de progestágenos en la mujer con antecedente de ETV o que estén cursando con un evento trombótico de tipo venoso.

 

Se recomienda que la mujer que desee utilizar AOC, se le indique iniciarlo después del primero o segundo trimestre posterior al parto, con una contraindicación clara en los primeros 21 días del puerperio

 

Se recomienda utilizar métodos anticonceptivos con solo progestágenos en mujer mayor de 35 años, fumadora activa o con menos de 1 año de haber suspendido el hábito, o con IMC ≥ 35 Kg. En estos casos está contraindicado utilizar AOC.

 

Se recomienda que sí la mujer toma AOC y será sometida a un procedimiento electivo de cirugía mayor que requiera inmovilización prolongada, suspenderlo y utilizar un método anticonceptivo sin estrógenos por lo menos 4 semanas antes de la cirugía. No es necesario sí la cirugía es menor sin inmovilización. En cirugía mayor de urgencia valorar la tromboprofilaxis mecánica o farmacológica.

 

En la mujer con trombofilia primaria se recomienda algún método anticonceptivo con sólo progesterona. Está contraindicado utilizar AOC.


El filtro de vena cava inferior (VCI) se ha utilizado en pacientes con TVP aguda proximal de miembro inferior (<4 meses) y contraindicaciones absoluta para el uso de anticoagulantes

 

Las principales indicaciones son:

Hemorragia mayor que ponga en riesgo la vida, no reversible con intervención quirúrgica o médica, incluyendo en sitios críticos (intracraneal, pericárdico, retroperitoneal, intraocular, intra-articular, intraespinal).

-Hipertensión maligna

-Coagulopatía descompensada (ej., falla hepática)

-Disfunción plaquetaria grave o coagulopatía hereditaria

-Trombocitopenia grave persistente (<20,000/µL)

-Cirugía o procedimiento invasivo, incluyendo punción lumbar, anestesia espinal y/o colocación de catéter epidural.

 

En el paciente TVP aguda proximal de miembro inferior (< 4 meses) y contraindicación absoluta para terapia anticoagulante, se recomienda, valorar de manera estricta, colocar filtro en vena cava inferior (VCI). En especial en los casos de hemorragia mayor que ponga en riesgo la vida o la función, no reversible con intervención quirúrgica o médica, hipertensión maligna, coagulopatía descompensada disfunción plaquetaria grave o coagulopatía hereditaria, trombocitopenia grave persistente (<20,000/µL), cirugía o procedimiento invasivo (punción lumbar, anestesia espinal y/o colocación de catéter epidural)

 

Se recomienda remover el filtro una vez resuelta la contraindicación para la anticoagulación y dar terapia anticoagulante de acuerdo a las características del paciente.

 

Vigilar complicaciones asociadas al filtro de VCI como hematoma o TVP sobre el sitio de inserción, migración, erosión a través de la pared de la vena cava, embolización del filtro y trombosis/obstrucción de VCI. No se recomienda el uso de filtro de VCI para TVP distal, tromboflebitis superficial, ETV mayor de 1 mes o TVP de miembro superior

 

Se recomienda que la colocación de filtro de VCI la realice personal capacitado y valorando riesgo-beneficio de cada caso clínico específico.





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