LARINGOTRAQUEITIS AGUDA



La laringotraqueitis es una enfermedad infecciosa aguda que afecta predominantemente a la población pediátrica de 6 meses a 3 años de edad y es una causa común de obstrucción de la vía respiratoria alta. La incidencia anual es de 1.5 a 6 por cada 100 niños menores de 6 años. Su mayor prevalencia es en los meses de otoño e invierno y afecta en forma predominante al sexo masculino en relación al femenino.

El niño con infección de la vía aérea alta presentan una amplia variedad de manifestaciones clínicas que pueden suponer deferentes diagnósticos y por lo tanto requerir de diferentes tratamientos. En muchas ocasiones la dificultad respiratoria se incrementa rápidamente, por lo que se requiere una evaluación  integral con una alta sospecha clínica.

 

La Laringotraqueitis es una enfermedad que puede llegar a un grado de gravedad que ponga en riesgo la vida del paciente y puede culminar en su muerte si no se identifican los datos de alarma tanto por el personal de salud como por los familiares.

 

La laringotraqueitis es una enfermedad benigna y se autolimita en la mayoría de los casos por lo que el diagnóstico y tratamiento oportuno disminuye la morbimortalidad.



La laringotraqueitis es una enfermedad respiratoria aguda, casi siempre de inicio súbito, de presentación en edad pediátrica. Caracterizada por tos traqueal, estridor laríngeo inspiratorio y disfonía, estos datos clínicos conforman la triada característica de la enfermedad. (Ver cuadro 1)


Los agentes causales más frecuentes son el virus parainfluenza tipo 1 y 3; con menor frecuencia; adenovirus, sincitial respiratorio, influenza., A y B, Echovirus, Micoplasma y excepcionalmente: enterovirus, sarampión, parotiditis, rhinovirus y difteria. Se considera una enfermedad que se autolimita, sin embargo en algunos casos puede evolucionar a dificultad respiratoria grave.




Expertos que el diagnóstico de laringotraqueítis aguda (LTA) se base en la triada clínica:

Disfonía

Estridor laríngeo inspiratorio

Tos traqueal

Debido a que no existen estudios que sustenten el diagnóstico de la laringotraqueitis aguda en datos clínicos evaluados como prueba diagnóstica.

 

Se recomienda realizar el diagnóstico de laringotraqueítis aguda basados en las manifestaciones clínicas de disfonía, estridor laríngeo y tos traqueal; aunados a los siguientes antecedentes:

Inicio súbito

Fase prodrómica de 12 a 48 horas previas con: rinorrea, fiebre y tos no traqueal.

 

La clasificación de la gravedad de la LTA en leve, moderada, grave y que amenaza la vida; se basa en los siguientes datos clínicos: (cuadro 1)

  1. estado mental
  2. Estridor laringeo inspiratorio
  3. Dificultad respiratoria
  4. Frecuencia cardiaca
  5. Frecuencia respiratoria
  6. Saturación de oxígeno
  7. Palidez
  8. Hipotonía
  9. Cianosis

 

No se recomienda el uso de sistemas de evaluación de la gravedad para la LTA en la práctica clínica.


El diagnóstico de LTA es confiable basado en el cuadro clínico, historia clínica completa y un examen físico cuidadoso.

No se ha demostrado en estudios metodológicamente bien realizados la utilidad de la evaluación radiológica y de laboratorio en el diagnóstico de laringotraqueitis.

 

No se sugiere utilizar la radiografía de cuello en forma rutinaria para apoyar el diagnóstico de laringotraqueitis aguda en niños. Realizar en caso de duda diagnóstica y/ó diagnóstico diferencial.

 

No se sugiere utilizar la biometría hemática en forma rutinaria para apoyar el diagnóstico de laringotraqueitis aguda en niños. En caso de realizarse debe ser justificada, recordando evitar procedimientos invasivos que incrementen el estrés o ansiedad en el niño.



El diagnóstico diferencial de la laringotraqueitis aguda debe realizarse en presencia de signos clínicos y en presencia de evolución atípica.

 

En todo niño con sospecha de laringotraqueítis aguda que presenten signos clínicos y/o un curso clínico atípico, realizar diagnóstico diferencial. (cuadro 2)

 



En niños con signos compatibles de obstrucción de vía aérea superior y sospecha de laringotraqueitis, en presencia de:

  1. Fiebre alta
  2. Mal estado general “apariencia tóxica”
  3. Pobre respuesta a la epinefrina nebulizada

Descartar la posibilidad de traqueítis bacteriana.

 

En niños con signos compatibles con obstrucción de vía aérea superior y sospecha de laringotraqueitis, en presencia de:

  1. Inicio súbito de los síntomas y fiebre alta
  2. Ausencia de tos
  3. Disfagia
  4. Sialorrea
  5. Angustia
  6. Sedestación en posición de “trípode”

Descartar la posibilidad de epiglotitis.

 

En niños entre los 12 y 36 meses de edad con signos compatibles con obstrucción de vía aérea superior y sospecha de laringotraqueitis, en presencia de:

  1. Estridor de inicio súbito
  2. Ausencia de fiebre
  3. Sibilancias espiratorias
  4. Pérdida de la voz

Descartar la posibilidad de inhalación de cuerpo extraño.


De acuerdo a opinión de expertos se recomienda utilizar los datos clínicos para la clasificación de la gravedad de la LTA:

  1. Alteración en el estado de alerta
  2. Estridor laringeo
  3. Dificultad respiratoria
  4. Frecuencia cardiaca
  5. Frecuencia respiratoria
  6. Saturación de oxígeno
  7. Palidez
  8. Hipotonía
  9. Cianosis

La clasificación de la LTA en leve, moderada, grave y que amenaza la vida auxilia en la toma de decisión para el manejo.

 

Los niños clasificados con LT leve (cuadro 1), deben manejarse en forma ambulatoria, con glucocorticoide. Se sugiere dar información verbal y por escrito, con especial atención en los signos de alarma, ante su presencia acudir a revaloración médica.

 

Los niños clasificados con LT moderada, (cuadro 1), iniciaran manejo con glucocorticoide permanecerán en observación en urgencias de 2 a 4 horas.

Se evaluará su egreso con manejo ambulatorio si:

revierte el estridor laríngeo

Ausencia de signos de dificultad respiratoria

 

Todos los niños clasificados con LT grave (cuadro 1) permanecerán en el servicio de urgencias para su manejo y valoración continua.

 

Todos los niños clasificados con LTA que amenaza la vida (cuadro 1), deben ingresar a la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátrica.

 

Indicaciones relativas para la permanencia de los niños con laringotraqueitis en observación en el servicio de urgencias, sin tomar en cuenta su clasificación:

  1. Difícil acceso a un servicio de urgencias
  2. Padres ansiosos
  3. Padres incapaces de reconocer signos de alarma
  4. Niños con LT que hayan visitado 24h previas un servicio de urgencias

 

Los familiares que cuiden al niño deben recibir información acerca del manejo y datos de alarma, con el objetivo de solicitar atención médica:

  1. Persistencia o exacerbación del cuadro clínico
  2. Cianosis
  3. Somnolencia y/ó irritabilidad persistente
  4. Incremento del estridor
  5. Aumento de la dificultad respiratoria


En niños con Laringotraqueitis, se recomienda una sola dosis de glucocorticoide.

Considerar ante la persistencia de los síntomas o mala evolución diagnósticos diferenciales.

 

La budesonida inhalada ha mostrado efectividad y equivalencia con la

dexametasona, sin ser superior. Se sugiere como alternativa en los casos de:

Dificultad respiratoria grave administrar conjuntamente con epinefrina

Intolerancia a la vía oral

 

La L-epinefrina 1:1000 es efectiva y segura como la forma racémica en la mejoría de la puntuación de gravedad de la LTA

 

Considerar el uso de los glucocorticoides en el manejo de la LTA de primera elección debido a que se demostró una mejoría significativa en:

  1. Las puntuaciones de gravedad de la LTA:
  2. Menor número de revaloraciones o reingresos
  3. Estancia hospitalaria más corta
  4. Menor uso de epinefrina
  5. Reducción en el número y duración de la intubación
  6. Disminución de eventos de reintubación
  7. Reducción en la frecuencia de revaloraciones médicas por síntomas persistentes
  8. Disminución del estrés en los padres y el paciente en las siguientes 24h

Por lo que se considera a los glucocorticoides la piedra angular en el manejo de la LTA, leve, moderada, grave y que amenaza la vida al inicio del tratamiento.

 

A falta de pruebas adicionales se propone una dosis única de dexametasona 0.60mg/Kg. Vía oral, debido a su seguridad, eficacia, costo y efectividad.

En niños con vómito puede ser preferible:

dexametasona 0.6mg/Kg. Intramuscular

ó budesonida nebulizada 2mg inhalada

 

Se reconoce que el uso de budesonida inhalada y dexametasona vía oral son equivalentes en su eficacia.

Sin embargo el uso rutinario de budesonida inhalado se considera causa ansiedad en el niño y está limitado su uso por su costo.

De preferencia utilizar dexametasona vía oral si esta disponible.

 

La fluticasona ha mostrado en relación a la dexametasona y budesonida ser discretamente menos efectiva en la disminución de la puntuación de Westley a seis horas de iniciado el tratamiento. Por lo que no se recomienda como la elección óptima de tratamiento.

 

Se recomienda iniciar manejo con dexametasona 0.6mg/Kg. y la prednisolona 1mg/Kg. en LTA de leve a moderada vía oral.

 

Está indicada la epinefrina nebulizada en niños con LTA grave y que amenaza la vida como tratamiento de primera elección, con los objetivos de:

disminuir la dificultad respiratoria en forma inmediata

reducir la necesidad de intubación de la vía aérea.

 

La L-epinefrina 1:1000 es efectiva y segura como la forma racémica en la mejoría de la puntuación de gravedad de la LTA. Está indicada su uso en LTA grave y LTA que amenaza la vida y/ó falla al tratamiento.

Epinefrina nebulizada: 4 ámpulas de 1ml (total de 4 ml) de 1 mg en 1ml (1:1000) sin diluir, de ser posible administrar con oxígeno.

Se recomienda Epinefrina racémica nebulizada 0.5ml de la solución al 2.25% diluida en 3 ml de solución salina o agua estéril.

Dosis por Kg. de peso de 0.05 a 0.1ml/Kg./dosis.

No se cuenta con ésta presentación en el cuadro interinstitucional. (Ver Algoritmo)

 

Se recomienda el uso de budesonida inhalada como alternativa en los casos de LTA con:

Dificultad respiratoria grave administrada conjuntamente con epinefrina

No tolerancia a la vía oral

 

En niños con laringotraqueitis que presenten fiebre o malestar general, se recomienda el uso de antipiréticos o analgésicos.

 

No se recomienda en niños con Laringotraqueitis aguda el uso de antibióticos.

 

No se recomienda el uso de antitusígenos o descongestivos en niños con Laringotraqueitis aguda.

                                                         

 

Tratamiento no farmacológico

 

Debe permitirse que el niño adopte la posición que desee y permanezca con su madre para favorecer su tranquilidad.

 

Debe proveerse un ambiente propicio que favorezca la tranquilidad del niño y evitar en lo posible procedimientos invasivos no justificados.

 

Se debe proporcionar oxigeno a todos los niños con estado grave o que amenaza la vida con hipoxia: saturación < 92%.

 

La nebulización y humidificación del aire no han demostrado ser efectivas en el tratamiento de niños con laringotraqueitis aguda por lo que no se recomienda su uso.

La exposición al aire frío no esta recomendada en niños con LTA

 

Por consenso del grupo se decide no recomendar la aspiración nasofaringea en niños con LTA

 

Se recomienda indicar las siguientes medidas de bienestar para los pacientes que presentan enfermedades respiratorias:

Reposo de acuerdo a las necesidades de cada paciente.

Mantener la dieta habitual del paciente con incremento del aporte de líquidos (volumen y frecuencia) sobretodo en caso de fiebre y con mal manejo de secreciones, si la dificultad respiratoria lo permite.

Existe poca evidencia sobre la efectividad del oxígeno en niños con LTA, sin embargo su uso se justifica de acuerdo al estado clínico del paciente.

No existe evidencia con base en investigación clínica que examine la efectividad de la posición corporal del niño con LTA, sin embargo es razonable que el niño este confortable para favorecer su tranquilidad.

Los niños con LTA deben mantenerse en calma y evitar al mínimo procedimientos que los alteren, de lo contrario puede incrementarse la obstrucción de la vía aérea.



Si el niño con sospecha de LTA moderada es llevado a un primer nivel de atención y no se cuenta con sala de observación, debe ser referido a un servicio de urgencias.

 

Los niños con LTA moderada, grave o que amenaza la vida sin respuesta a los glucocorticoides debe ser referido a un servicio de urgencias de segundo ó tercer nivel de atención.

Considerar a los niños con LTA de cualquier gravedad con evolución insidiosa y/ó recurrencia envío al segundo nivel

 

Los niños con LTA con:

Anormalidad de la vía aérea preexistente ya conocida

Enfermedad crónica

Comorbilidad relevante

Deben ser referidos a un servicio de urgencias de segundo ó tercer nivel de atención, de acuerdo a la enfermedad de base.

 

Los niños con LTA leve ó moderada sin datos de obstrucción de la vía aérea superior evaluar su egreso de observación, con manejo ambulatorio e información sobre los datos de alarma. (anexo 3 cuadro 3)

 

Los familiares que cuiden al niño deben recibir información acerca del manejo y datos de alarma, con el objetivo de solicitar reevaluación médica:

Persistencia o exacerbación del cuadro clínico

Cianosis

Somnolencia y/ó irritabilidad persistente

Incremento del estridor

Aumento de la dificultad respiratoria

 

Los niños con LTA con datos de alarma ó sospecha de diagnóstico diferencial debe ser evaluado en la unidad médica que cuente con el equipo multidisciplinario: pediatra infectólogo, neumólogo pediatra, otorrinolaringólogo pediatra y pediatra (anexo 3 cuadro 3)





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