AMENAZA DE ABORTO




La amenaza de aborto se define como la presencia de sangrado trasvaginal, que puede estar acompañado o no de dolor abdominal, así como ausencia de dilatación cervical antes de la semana 22 de gestación.

La amenaza de aborto temprana se define cuando existe un embarazo de menos de 14 semanas de gestación.

La amenaza de aborto tardía es aquella que se presenta entre la semana 14 a 22

Aproximadamente 50% de todos los casos de pérdida temprana del embarazo se deben a anomalías cromosómicas fetales.

Los factores de riesgo más comunes identificados en las mujeres con pérdida temprana del embarazo son: la edad materna avanzada y el antecedente de pérdida temprana del embarazo.

Para el diagnóstico y pronóstico debe existir reporte de ultrasonido que demuestre actividad cardiaca fetal, hormona gonadotropina coriónica humana cuantitativa seriada, y datos clínicos. El tratamiento debe estar enfocado en la etiología, las semanas de gestación y sintomatología, teniendo como objetivo principal evitar la pérdida de la gestación


La suplementación de vitaminas antes y durante del embarazo ayuda a prevenir el aborto espontáneo. La suplementación con vitamina A y C no ayudan a prevenir el aborto espontáneo.

Cada consulta prenatal debe tener una estructura y un enfoque. Las primeras consultas en el embarazo deben ser extensas para proporcionar información y tiempo para la discusión acerca del cribado y la toma de decisiones informadas.

 

La consulta de control prenatal (idealmente a las diez semanas), debe incluir detecciones y pruebas encaminadas a:

  • Identificar a las mujeres que necesitan cuidados adicionales y el plan de atención para el embarazo
  • Medir altura, peso y calcular el índice de masa corporal
  • Comprobar, por medio del análisis de sangre, el tipo de grupo sanguíneo, el estado RhD, así como detectar anemia, hemoglobinopatías, aloanticuerpos de glóbulos rojos, el virus de la hepatitis B, el VIH, susceptibilidad a la rubéola y sífilis
  •  Detectar bacteriuria asintomática
  • Informar a las mujeres menores de 25 años, la alta prevalencia de infección por Chlamidia en su grupo de edad
  • Ofrecer información y asesoría oportuna sobre los diversos tipos de pruebas cromosómicas necesarias
  • Detectar y evaluar la edad gestacional con la ecografía exploratoria temprana y detectar anomalías estructurales con la ecografía de seguimiento
  • Preguntar acerca de cualquier enfermedad mental grave pasada o presente o tratamiento psiquiátrico
  • Preguntar sobre el estado de ánimo para identificar la posibilidad de depresión
  • Preguntar acerca de la ocupación de la mujer, para identificar riesgos potenciales

 

En la primera consulta prenatal el profesional médico debe proporcionar información específica sobre:

  • Los suplementos con ácido fólico
  • Higiene de los alimentos, incluyendo la forma de reducir el riesgo de una infección adquirida
  • El estilo de vida, incluyendo el abandono del tabaco, el uso de drogas recreativas y el consumo de alcohol
  • Todo el examen prenatal, incluyendo los riesgos, beneficios y limitaciones de las pruebas de detección
  • Cómo se desarrolla el bebé durante el embarazo
  • La nutrición y la dieta, incluyendo suplementos de vitamina D
  • El ejercicio, incluidos los ejercicios del piso pélvico
  • Lugar de atención del parto

 

 

La inmunoglobulina humana anti-D, se debe administrar en las mujeres Rh negativo que pretendan embarazarse o que estén embarazadas, excepto si el padre del recién nacido es Rh negativo.

Dosis: 100 mg (500 UI) en el primer embarazo. Se sugiere consultar la GPC IMSS 373-12.

Se debe administrar la inmunoglobulina humana anti-D, en las mujeres Rh negativo que pretendan embarazarse o que estén embarazadas, excepto si el padre del recién nacido es Rh negativo.


El sangrado vaginal durante las primeras 20 a 22 semanas de gestación, con o sin dolor lumbopélvico y cérvix cerrado, se conoce como amenaza de aborto involuntario. Esto se puede presentar en forma de manchas de sangre al choque potencialmente fatal. Una vez que la dilatación del cuello uterino ha comenzado el aborto involuntario es inevitable.

 

Se sugiere en todo cuadro clínico de sospecha de amenaza de aborto comenzar con historia clínica y examen físico completo. La exploración de la paciente debe incluir especuloscopia para visualizar y evaluar el cérvix, para descartar cualquier otra lesión capaz de producir sangrado trasvaginal (eversión glandular, lesiones cervicales malignas, pólipo cervical, entre otras).

 

Asesorar e indicar a la mujer que presenta sangrado transvaginal y embarazo intrauterino confirmado con latido fetal que:

  • Si el sangrado se incrementa o persiste debe regresar para ser evaluada
  • Si el sangrado se detiene comenzar o continuar con la atención prenatal de rutina


Los marcadores ultrasonográficos que predicen aborto en mujeres con viabilidad fetal confirmada son:

  • Bradicardia fetal (con FCF < 110 lpm, entre la 6 a 14 SDG)
  • Hematoma intrauterino
  • Diferencia entre MGSD y LCC
  • Saco de Yolk con forma irregular, alteraciones de ecogenicidad o ausencia

Se recomienda realizar USG en mujeres con sospecha de amenaza de aborto, para determinar el sitio y la viabilidad del embarazo (identificar actividad cardíaca fetal, saco gestacional, saco vitelino y polo fetal).

Repetir el estudio cuando exista algún marcador ultrasonográfico de mal pronóstico. Se recomienda obtener la FCF en todas las pacientes con sospecha de amenaza de aborto.

 

Se recomienda repetir el estudio ultrasonográfico con un intervalo de 7 a 10 días, cuando existan marcadores ultrasonográficos de mal pronóstico o embarazo con viabilidad incierta. 









Se sugiere usar progesterona para evitar la urgencia y procedimientos médicos innecesarios, además de la tranquilidad de la paciente.

 

Los tocolíticos o relajantes musculares uterinos, han sido evaluados por su papel en el tratamiento de la amenaza de aborto. La presencia de la actividad uterina ha sido propuesta como un contribuyente potencial al riesgo de amenaza de aborto; por lo tanto, la relajación de las células del músculo liso uterino potencialmente reducirá la motilidad uterina y el riesgo de progresión al aborto inevitable.

Los tocolíticos que han sido evaluados incluyen la atropina, agentes escopolaminas e hioscinas (por su actividad antiespasmódica) y betas agonistas (terbutalina, entre otros).

 

Se sugiere el reposo absoluto, hasta 48 horas, tras el cese del sangrado, suplementar con ácido fólico, uso de sedante, el tratamiento hormonal con la administración de una dosis de gonadotropina coriónica humana (GCH) hasta la semana 12, y 17α-hidroxiprogesterona después de la semana 12.

 

TRATAMIENTO NO FARMACOLÓGICO

 

Se sugiere el reposo en cama, tomando en cuenta que la evidencia disponible por el momento es insuficiente para demostrar el efecto benéfico para prevenir el aborto.

 

Aunque no existe suficiente sustento con evidencia científica para indicar el reposo en cama, esfuerzo físico excesivo y actividad sexual. En la práctica médica es una indicación frecuente que se realiza en el tratamiento de la amenaza de aborto, que brinda estabilidad emocional a la paciente y permite continuar con el curso adecuado del embarazo. 


Se necesita la evaluación exhaustiva para hacer el diagnóstico definitivo. La historia clínica completa junto con la exploración física adecuada en combinación con el ultrasonido y las pruebas de β-hCG.

 

La paciente en edad reproductiva con datos clínicos de dolor lumbosacro y sangrado trasvaginal, debe referirse para confirmar o descartar el diagnóstico a través de estudios de gabinete y laboratorio.



 



No hay comentarios.:

Publicar un comentario