HIPOTIROIDISMO PRIMARIO Y SUBCLINICO
El
hipotiroidismo primario, es la segunda enfermedad endocrina más frecuente, después
de la diabetes mellitus; causa cambios metabólicos, fisiológicos y bioquímicos,
que afectan a la mayoría de los sistemas en el organismo.
La deficiencia
de yodo, continúa siendo la primera causa de hipotiroidismo a nivel mundial,
nuestro país se ha considerado como una zona suficiente en yodo, siendo la
tiroiditis de Hashimoto la que origina el mayor número de casos de
hipotiroidismo. Su presencia incrementa con la edad, es más común en mujeres y
en aquellos que tienen antecedentes de autoinmunidad personal o familiar.
Hasta el 90% de
estos pacientes tendrán detectables anticuerpos contra la peroxidasa tiroidea
(anti-TPO) y contra la tiroglobulina (anti-Tg). Estos son útiles para confirmar
el diagnóstico de autoinmunidad y predecir la progresión a hipotiroidismo clínico
o manifiesto en pacientes con hipotiroidismo subclínico.
En la mayoría
de los pacientes con hipotiroidismo la sintomatología es poco específica, con
frecuencia es compartida con otras entidades como menopausia, depresión y
síndrome de fatiga crónica. Es importante conocer que la presencia o ausencia
de la sintomatología severa influenciada por la severidad de la enfermedad, la
edad y la sensibilidad a la deficiencia hormonal.
Si sospechamos
de hipotiroidismo, la herramienta más útil para confirmar el diagnóstico, es la
cuantificación de la hormona estimulante de tiroides (TSH), la cual debe
acompañarse con la tiroxina libre (T4L).
Una vez
establecido el diagnóstico debe iniciarse tratamiento, ya que es una condición
permanente y se encuentra ligada a cambios metabólicos como dislipidemia,
coagulopatía, disfunción endotelial, trastornos menstruales, hipertensión y
otras alteraciones cardiovasculares, las cuales aumentan el riesgo
cardiovascular, causan morbilidad y son reversibles con el inicio de la terapia
de reemplazo.
El hipotiroidismo en adultos mayores es subdiagnosticado, debido a que la sintomatología puede ser confundida con efectos adversos de fármacos, cambios propios de la edad o por la poca cantidad de síntomas en este grupo etario al compararse con el adulto joven. En el adulto mayor se presenta una elevación normal o fisiológica de TSH, con niveles bajos de triyodotironina libre (T3L) y T4L en límite normal bajo.
El
sobretratamiento con levotiroxina se asocia a incremento del riesgo de fibrilación
auricular, osteoporosis y fracturas.
El
hipotiroidismo es una enfermedad endocrina común, causada por una inadecuada acción
de las hormonas tiroideas, principalmente por disminución en la síntesis y secreción
de estas y ocasionalmente por resistencia periférica a las hormonas tiroideas.
Se puede
dividir en primario, originado por falla en la glándula tiroides, representando
el 99% de los casos y en menos del 1% de origen secundario o central, por
deficiencia en TSH, debido a alteraciones hipotalámicas o hipofisarias
El hipotiroidismo primario puede ser clínico, definido por concentraciones de TSH elevada (usualmente mayor de 10mUI /L) con niveles séricos de T4L baja, o subclínico por elevación de TSH fuera del rango de normalidad (mayor de 4.5 Ml /L) con niveles séricos de T4L normal. Los pacientes con hipotiroidismo subclínico se pueden clasificar en leve cuando presentan niveles de TSH mayor de 4.5 pero menor de 10 mUI/L y severo los que presentan niveles de TSH mayores de 10mUI/L
El
hipotiroidismo secundario será definido por una concentración de TSH
inapropiadamente normal o baja, con niveles bajos de T4L.
Una población
especial es la mujer embarazada donde los criterios diagnósticos para
hipotiroidismo clínico se definen con concentraciones de TSH mayor de 10 mUI/L
independientemente de las concentraciones de T4L
Mientras que
hipotiroidismo subclínico en esta población se define como un nivel de TSH
mayor de 2.5mUI/l pero menor de 10mUI/L con niveles normales de T4L.
En adultos
mayores, los límites de normalidad para TSH, serán de 5.9 mUI/L en sujetos de
70 a 79 años y de 7.5 mUI/L en mayores de 80 años, esto de acuerdo a los
reportes del NHANES III
El
hipotiroidismo se clasifica en:
- Hipotiroidismo
primario.
- Hipotiroidismo secundario.
El hipotiroidismo
primario corresponde al 99% de todas las causas y es ocasionado por
una baja producción de hormonas tiroideas por la glándula tiroidea.
El hipotiroidismo
secundario, se debe a una estimulación inadecuada de la glándula
tiroidea por una insuficiente concentración de TSH a nivel hipotalámico o
hipofisaria.
La causa más común
de hipotiroidismo primario en áreas suficientes de yodo es la enfermedad
tiroidea autoinmune (tiroiditis de Hashimoto).
Se recomienda
realizar el interrogatorio y exploración física en busca de signos o síntomas
sugestivos que orienten el diagnóstico clínico, por ejemplo:
- Historia de tratamiento con yodo radioactivo o tiroidectomía.
- Fármacos que afectan la síntesis o función de hormonas tiroideas.
- Antecedentes de deficiencia o exceso de yodo.
- Cicatriz en cuello por tiroidectomía.
- Crecimiento tiroideo.
Se deben de
considerar las siguientes condiciones clínicas y considerarse como población de
riesgo para hipotiroidismo:
- Historia personal o familiar de enfermedad tiroidea autoinmune.
- Enfermedad endocrina autoinmune (diabetes mellitus 1, insuficiencia adrenal, falla ovárica).
- Enfermedad no endocrina autoinmune (enfermedad celiaca, vitíligo, anemia perniciosa, síndrome de Sjogren, esclerosis múltiple, hipertensión pulmonar primaria).
- Postparto.
- Antecedentes de enfermedad tiroidea, hipofisaria o hipotalámica.
- Tratamientos que lesionen tejido tiroideo.
- Radioterapia externa en cabeza y cuello.
- Síndrome de Turner, síndrome de Down.
- Antecedentes o consumo actual de tabaco.
- Pacientes sometidos a trasplante de médula osea.
Se debe evaluar
manifestaciones clínicas condicionadas por acumulación de matriz de
glucosaminoglucanos en el espacio intersticial, tales como:
- Cabello y piel gruesa.
- Facies abotagada.
- Macroglosia.
- Ronquera.
Estos síntomas
son fáciles de reconocer en el joven, pero pueden ser atribuidos al
envejecimiento en el adulto mayor.
- Movimientos lentos.
- Lenguaje
lento.
- Intolerancia
al frio.
- Constipación.
- Bradicardia.
- Retardo
en la relajación de reflejos osteotendinosos.
- Aumento
de peso (no obesidad mórbida).
Ante la
presencia de las siguientes patologías se debe de investigar la presencia de
hipotiroidismo ya que ocurren generalmente de manera simultánea:
- Síndrome
de túnel del carpo.
- Síndrome
de apnea obstructiva del sueno.
- Hiperprolactinemia.
- Hiponatremia.
El diagnóstico
de hipotiroidismo muchas veces no es evidente y se requiere de alto índice de
sospecha. Para establecer el diagnóstico se requiere la determinación
de
TSH debido
a la falta de especificidad de las manifestaciones clínica y a la ausencia de
signos patognomónicos.
En los
pacientes con los siguientes signos y síntomas sugestivos de hipotiroidismo se
recomienda realizar TSH:
- Edema palpebral y facial.
- Retardo en reflejo Aquileo.
- Voz ronca y profunda.
- Intolerancia al frío.
- Alteración en la memoria.
- Piel seca.
- Edema pretibial.
- Movimientos lentos.
- Bradicardia.
Las
recomendaciones para la detección difieren sustancialmente entre las
asociaciones de profesionales y grupos de expertos. No existe consenso de
tamizaje en la población general (Ver Anexo 5.3, Cuadro 1).
Se recomienda
realizar TSH en mujeres de 50 años o más asociado a síntomas sugestivos de
enfermedad tiroidea (ver previamente).
Se recomienda realizar un tamizaje con TSH (especialmente en mujeres) a partir de los 60 años. En caso de un resultado normal repetir con una periodicidad de cada 5 años.
Se recomienda
solicitar TSH y T4L en población de riesgo:
- Síntomas y signos clínicos de hipotiroidismo.
- Exploración física anormal de la glándula tiroidea.
- Antecedente de enfermedad endocrina autoinmune (diabetes mellitus 1, insuficiencia adrenal, insuficiencia ovárica).
- Antecedente de enfermedad no endocrina autoinmune (vitíligo, artritis reumatoide, lupus eritematoso sistémico, síndrome de Sjogren, enfermedad celíaca, esclerosis múltiple, hipertensión pulmonar primaria).
- Tener familiares de primer grado con enfermedad tiroidea autoinmune.
- Antecedente
de radiación en cuello (yodo radioactivo o radiación externa).
- Antecedente de cirugía o enfermedad tiroidea.
- Enfermedad psiquiátrica.
- Medicamentos que afecten la función tiroidea (litio, amiodarona, interferon alfa, estavudina).
- Asociado con otras condiciones clínicas (alopecia, arritmia cardiaca no especificada, cambios en la textura de la piel, falla cardiaca, constipación, demencia, alteraciones menstruales, infertilidad, hipertensión, miopatia no especificada, intervalo QT prolongado).
- Síndrome
de Turner.
- Síndrome
de Down.
- Síndrome de apnea obstructiva de sueño.
- Resultados anormales en pruebas de laboratorio (hiponatremia, anemia, hiperprolactinemia, hipercolesterolemia, hiperhomocisteinemia, elevación de creatinina fosfocinasa (CPK).
Se recomienda
considerar como rango de normalidad valores de TSH entre 0.45-4.5 mUI/L en población
general.
El diagnóstico
de hipotiroidismo
primario se establece con:
TSH elevada con
T4L baja.
El diagnóstico
de hipotiroidismo
subclínico con:
TSH
elevada con T4L normal.
Se debe
utilizar los valores de normalidad de niveles de TSH según el estudio NHANES
III donde las curvas de distribución de TSH se ajustan de acuerdo a la edad
(percentil 97.5), en pacientes con anti-TPO negativos:
- Entre 50-59 años 4.2 mUI/L.
- Entre 60-69 años 4.7 mUI/L.
- Entre 70-79 años 5.6 mUI/L.
- En mayores de 80 anos 6.3 mUI/L.
En el adulto
mayor de 80 años se considera normal una concentración de TSH menor o igual a
7.5 mUI/L.
No se
recomienda realizar de manera rutinaria anti-TPO en pacientes con hipotiroidismo
clínico.
El uso de gammagrafía
tiroidea no se recomienda como parte del estudio de hipotiroidismo.
No se
recomienda el uso rutinario de ultrasonido tiroideo en pacientes con
hipotiroidismo primario o subclínico.
El ultrasonido
tiroideo debe ser considerado cuando a la palpación se encuentra nódulo
tiroideo o crecimiento de la glándula tiroides.
Los
tratamientos utilizados para el hipotiroidismo son:
- Levotiroxina (monoterapia).
- Levotiroxina/Liotironina (terapia combinada).
- Liotironina (monoterapia).
Se recomienda
el uso de levotiroxina como el tratamiento de elección de hipotiroidismo debido
a su eficacia y seguridad a largo plazo, fácil administración, buena absorción
intestinal, vida media larga y bajo costo.
Los objetivos
del tratamiento recomendados son:
- Resolver los síntomas de hipotiroidismo.
- Normalizar los niveles de TSH y las concentraciones de hormonas tiroideas.
- Evitar sobre tratamiento especialmente en el adulto mayor. (Tirotoxicosis iatrogenica).
Se recomienda
considerar las siguientes situaciones que influyen en la dosis total de
levotiroxina:
- Peso del paciente y masa corporal.
- Edad.
- Comorbilidades en especial la enfermedad cardiaca.
- Embarazo.
- Etiología del hipotiroidismo.
- Concentración sérica de TSH.
En adultos con
hipotiroidismo primario sin comorbilidad cardiovascular, se recomienda calcular
la dosis inicial de levotiroxina de 1.6-1.8 mcg/kg/día en base al peso
corporal
actual.
En población
mayor de 65 años o con comorbilidad cardiovascular, se recomienda iniciar la
levotiroxina a dosis bajas (12.5–25 mcg/dia), con titulación gradual con base a
las concentraciones de TSH.
Para determinar
la adecuada sustitución con levotiroxina, no se recomienda evaluar solo con
base a los síntomas clínicos ya que tienen baja sensibilidad y especificidad,
por
lo que se
sugiere la cuantificación de TSH en conjunto.
Se recomienda
administrar levotiroxina 60 minutos antes del desayuno o 3 horas después de la
cena, debido a que la administración concomitante de levotiroxina con alimentos
puede alterar su absorción.
Se recomienda
en pacientes con hipotiroidismo sin embarazo, una meta de tratamiento de TSH
entre 0.45– 4.12 mUI/L en áreas geográficas suficientes de yodo.
Se recomienda
iniciar el reemplazo con levotiroxina a dosis completa o con reemplazo parcial
con incrementos graduales, usando la TSH como meta.
Se recomienda
realizar mediciones de TSH cada 6-8 semanas después de cualquier cambio de
dosis hasta lograr la meta de TSH.
Se sugiere
administrar la levotiroxina separada de otros medicamentos y suplementos (por
ejemplo, carbonato de calcio y sulfato ferroso), con una diferencia de 4 horas.
Se sugiere en
pacientes con altos requerimientos de levotiroxina, evaluar trastornos gastrointestinales
como infección por Helicobacter pylori,
gastritis atrófica, o enfermedad celíaca, ya que se asocian a una disminución
en la absorción.
Si dichos
trastornos son detectados y tratados con eficacia, se recomienda nueva evaluación
de TSH y reajuste de dosis de levotiroxina.
Se recomienda
evaluar la TSH 4 a 6 semanas después en pacientes que inician o suspenden
tratamiento con:
- Estrógenos, andrógenos, o inhibidores de tirosina cinasa
- Fenobarbital, fenitoína, carbamazepina, rifampicina y sertralina.
- Ya que pueden alterar los requerimientos de levotiroxina.
Debe evitarse
concentraciones de TSH por debajo de 0.1 mUI/L, en adultos mayores y mujeres
postmenopáusicas, debido a que la tirotoxicosis iatrogénica se asocia a osteoporosis
y fibrilación auricular.
Se debe
realizar ajustes de dosis cuando hay grandes cambios en el peso corporal, en
ancianos y en el embarazo, con evaluación de TSH en 4 a 6 semanas y después de
cualquier cambio de dosis.
En cáncer
diferenciado de tiroides se recomienda una dosis promedio de levotiroxina es de
2.1-2.7 mcg/kg/día para lograr supresión de TSH (TSH menor 0.1 mUI/L). Las
metas de supresión de TSH son:
- TSH menor 0.1 mUI/L en pacientes de alto riesgo.
- TSH de 0.1-0.5 mUI/L en pacientes de riesgo intermedio.
- TSH de 0.5-2.0 en pacientes de bajo riesgo.
En adultos
mayores de 70 años con hipotiroidismo preexistente, se recomienda como meta de
tratamiento concentraciones de TSH entre 4–6 mUI/L.
No se
recomienda el tratamiento con levotiroxina en pacientes con obesidad sin hipotiroidismo debido a que no se ha demostrado su eficacia.
En poblaciones
con depresión, obesidad o dislipidemia con hipotiroidismo preexistente, no se
recomienda llevar a concentraciones de TSH en rango normal bajo o T3 en rango
normal alto.
No se
recomienda el tratamiento de primera línea con LT3 en pacientes con
hipotiroidismo primario.
No se
recomienda la terapia con LT3 sintética en pacientes con obesidad sin
hipotiroidismo, debido a la falta de eficacia del tratamiento que acredite
datos controlados para esta indicación.
No se
recomienda el tratamiento combinado de primera linea en pacientes con
hipotiroidismo primario.
Se recomienda
solicitar TSH y realizar ajuste de la terapia en caso de TSH elevada, en
pacientes hospitalizados (pero no críticamente enfermos), con antecedente de
hipotiroidismo preexistente. Asimismo, se debe considerar factores tales como
el grado de hipotiroidismo clínico, bioquímico y las comorbilidades del
paciente para el reajuste de dosis.
En caso de
establecer el diagnostico de hipotiroidismo durante la hospitalización (no críticamente
enfermos) se recomienda evaluar si existen datos clínicos y bioquímicos de
insuficiencia suprarrenal y en caso de estar presentes iniciar terapia empírica
para la insuficiencia suprarrenal previo al inicio de tratamiento con
levotiroxina.
No se
recomienda el uso de suplementos dietéticos y nutricionales en hipotiroidismo.
Para llevar a
cabo un adecuado seguimiento del tratamiento, se recomienda:
- Evaluar TSH en 6 a 8 semanas, durante el ajuste de dosis hasta lograr la meta de tratamiento.
- Con TSH en meta revalorar en 4 a 6 meses y después anualmente.
El
hipotiroidismo subclínico se define por concentraciones de TSH elevada con T4L
normal y se clasifica en:
- Leve TSH entre 4.5-10.0 mUI/L.
- Severo TSH mayor de 10 mUI/L.
- El leve representa cerca del 90% de los casos.
- La causa más frecuente es la autoinmune.
Se debe
realizar un diagnóstico diferencial en presencia de elevación de TSH y
descartar causas transitorias, fisiológicas o de otra índole distinta al
hipotiroidismo subclínico. (Ver Anexo 5.3, Cuadro 2).
Los factores de
riesgo para progresión de hipotiroidismo subclínico a hipotiroidismo clínico
son:
- Niveles de TSH mayor de 10 mUI/L.
- Género femenino.
- Anticuerpos Anti-TPO positivos.
Se recomienda
iniciar tratamiento con levotiroxina en hipotiroidismo subclínico en el caso
de:
- TSH
mayor a 10 mUI/L con o sin síntomas.
- En pacientes con hemitiroidectomía.
Se recomienda
iniciar tratamiento con levotiroxina en hipotiroidismo subclínico en el caso
de:
- TSH entre 4.5- 10 mUI/L con síntomas de hipotiroidismo en menores de 65 años.
- En pacientes con bocio nodular o difuso.
En pacientes
solo con obesidad, sin otros síntomas, con TSH menor a 10mUI/L y T4 libre
normal (hipotiroidismo subclínico), no se recomienda la terapia con
levotiroxina por no contar con evidencia suficiente para un efecto favorable en
el peso corporal.
Se recomienda
iniciar terapia de reemplazo con levotiroxina en pacientes con hipotiroidismo subclínico
y cualquiera de las siguientes condiciones:
- Hipotiroidismo subclínico sintomáticos.
- Aquellos que tengan factores de riesgo cardiovascular.
- Mujeres embarazadas.
- Sujetos con bocio y anti-TPO positivos.
- Infertilidad.
Para el manejo
del hipotiroidismo subclínico, se recomienda una dosis inicial de levotiroxina
de 1.1–1.2mcg/kg/día.
Se recomienda
en pacientes mayores de 80 años con concentraciones de TSH menores o iguales de
10 mUI/L mantener una estrategia de vigilancia, evitando por lo general el
tratamiento hormonal.
Se recomienda
en pacientes que no son candidatos a tratamiento continuar el seguimiento con
TSH, T4L y anti- TPO, a los 6 meses.
Se considera
hipotiroidismo en el embarazo con:
- TSH mayor de 10 mUI/L independientemente de las concentraciones de T4L.
- Se considera hipotiroidismo subclínico en el embarazo.
- TSH mayor a 2.5 mUI/L con anti TPO positivos.
Para evaluar la
función tiroidea durante el embarazo, se recomienda utilizar la concentración
de TSH y T4L.
Se recomienda
iniciar tratamiento con levotiroxina en hipotiroidismo en el embarazo al
presentar:
TSH mayor o
igual a 2.5 mUI/L con T4L disminuida.
Todas las
mujeres con TSH mayor o igual a 10.0 mUI/L independientemente de los niveles de
T4L.
Se recomienda
iniciar tratamiento con levotiroxina en hipotiroidismo subclinico con anti-TPO
positivos.
La dosis
inicial recomendada de levotiroxina en el embarazo es de 1.2 mcg/Kg/dia.
Se recomienda
una ingesta diaria de yodo durante el embarazo y lactancia de 200 a 500 mcg.
No se
recomienda el tratamiento combinado (levotiroxina- Liotironina) en el embarazo.
Las metas de
tratamiento que se recomiendan son en base a las concentraciones de TSH durante
el embarazo
y
cambian de acuerdo a cada trimestre:
- Primer trimestre: 0.1-2.5 mUI/L.
- Segundo trimestre: 0.2-3.0 mUI/L.
- Tercer trimestre: 0.3-3.0 mUI/L.
Posterior a la resolución
del embarazo debe realizarse una determinación de TSH a las 6 semanas.
Las mujeres con
hipotiroidismo subclínico en el embarazo deben ser reevaluadas a los 6 y 12
meses después del parto, para asegurar los requerimientos de levotiroxina.
En las mujeres
con hipotiroidismo que desean embarazarse se recomienda mantener una TSH menor
a 2.5 mUI/L.
En mujeres con
hipotiroidismo preexistente y que se embarazan se recomienda aumentar la dosis de levotiroxina en un 25 a 30% al
momento de la evaluación prenatal.
Se recomienda
la referencia de primer a segundo nivel en las siguientes situaciones
relacionadas con hipotiroidismo:
- Pacientes en tratamiento en los que no se logra mantener el estado eutiroideo.
- Embarazo.
- Mujer que planea embarazo.
- Pacientes con enfermedad cardiaca.
- Pacientes con nódulo tiroideo mayor a 1 cm y/o bocio.
- Pacientes con otra enfermedad endocrina (insuficiencia adrenal, enfermedad hipofisaria).
- Pacientes con hipotiroidismo inducido por medicamentos.
Otras
situaciones de referencia son:
- Hipotiroidismo en cáncer diferenciado de tiroides.
- Dosis de levotiroxina mayor de 2.5 mcg/kg/día, con ingesta adecuada del fármaco
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