Tuberculosis: diagnostico y tratamiento de casos nuevos
La tuberculosis pulmonar es un problema de salud pública viejo
y permanente, se calcula que el 32% de la población mundial ha tenido una
infección por Mycobacterium
tuberculosis, se
presentan aproximadamente 8 a 10 millones de casos por año y mata a 1.6
millones de personas por año.
Las medidas más importantes para prevenir la transmisión de
nuevos casos de tuberculosis pulmonar son: contar con las condiciones que
permitan mantener una alta sospecha de esta enfermedad, la identificación
temprana y el aislamiento de los casos de tuberculosis pulmonar (TBP) activos.
El objetivo primordial de las intervenciones en el control de
la tuberculosis es reducir o eliminar el impacto adverso de los factores epidemiológicos
de riesgo para la progresión de la enfermedad a través de:
1. El tratamiento adecuado de tuberculosis para disminuir el
riesgo de muerte por esta enfermedad al restaurar la salud, curar la enfermedad
y reducir el riesgo de transmisión de la bacteria a susceptibles en la
comunidad.
2. El tratamiento profiláctico para prevenir la infección con M. tuberculosis desde su posible ocurrencia.
3. La aplicación de la vacuna BCG antes de la adquisición de la infección por M. tuberculosis prepara al sistema inmune para evitar el riesgo de progresión a partir de una forma subclínica y de una forma latente, a una diseminada.
4. La quimioterapia preventiva, que es el tratamiento de las
formas subclínicas o latentes en el humano para reducir la progresión a formas
diseminadas.
La reducción de la incidencia de infecciones por M. tuberculosis se puede lograr mediante la identificación
de transmisores potenciales de esta bacteria como son los pacientes que tienen
altas concentraciones de bacilos tuberculosos en vías respiratorias, por lo
cual se debe identificar tempranamente a estos individuos y tratarlos hasta su
negativización rápida y permanente, lo que facilita el control de la
tuberculosis, que incluye también la quimioprofilaxis a personas expuestas no
infectadas. Para la reducción de la prevalencia de la
tuberculosis se debe incidir en la quimioprofilaxis de personas expuestas no
infectadas y efectuar la vacunación con BCG antes de la adquisición de M. tuberculosis para disminuir en lo posible el daño
permanente y la muerte.
El propósito del tratamiento antifímico es interrumpir la
transmisión de M.
tuberculosis, prevenir
la adquisición de resistencia a drogas y curar al paciente. Los principios
generales para el tratamiento antifímico son:
Terapia
inicial con cuatro drogas con diagnóstico clínico y/o de laboratorio de
tuberculosis pulmonar, esencial para minimizar el riesgo de desarrollo de resistencia
a fármacos.
Nunca
tratar tuberculosis activa con una sola droga.
Nunca
agregar un medicamento antifímico ante la falla a un esquema.
Todos
los medicamentos antifímicos deben ser administrados bajo supervisión estrecha
para asegurar la adherencia terapéutica y reducir la emergencia de resistencia.
La importancia de la adherencia al tratamiento es el punto clave para llevar a la curación al paciente, ya que las consecuencias de su abandono pueden ser:
1) el paciente tendrá pobre oportunidad de curar
2) el paciente
permanecerá como infeccioso y podrá transmitir la infección
3) evolucionará hacia
la multirresistencia.
El aseguramiento de la
adherencia al tratamiento se puede realizar mediante diversas estrategias, la
más importante es la establecida por la OMS, a través de la supervisión
estrecha y la observación directa de la ingesta de los medicamentos,
ajustándose a las necesidades de los pacientes. El programa en México que sigue
estas recomendaciones es el “Tratamiento acortado estrechamente supervisado”
(TAES).
Se entiende por Tuberculosis pulmonar a la enfermedad infecto-contagiosa
producida por micobacterias del complejo Mycobacterium
tuberculosis (M. hominis, M. bovis, M. africanum), que afecta el parénquima pulmonar con
alto grado de contagiosidad, pero que sin embargo, es prevenible y curable.
Caso nuevo de tuberculosis pulmonar: paciente en quien se diagnostica
tuberculosis pulmonar y nunca ha recibido tratamiento antifímico.
La investigación de contactos es un componente crítico para el
control de la tuberculosis posterior a la detección de un caso de tuberculosis así
como su tratamiento.
Es indispensable efectuar escrutinio de TB para personas que
se consideran contactos estrechos de pacientes con TB con cavernas activas.
Identificación de grupos de riesgo
Entre el 30% al 40% de las personas identificadas
como contactos cercanos con pacientes con TBP desarrollan TBP latente.
Es indispensable efectuar escrutinio de TB para personas que
se consideran como contactos estrechos de pacientes con TBP activa.
Se recomienda analizar el contexto de las necesidades
sociales, la movilización de los sistemas de salud, la educación a la comunidad
y la estrecha comunicación con el paciente y la familia para evaluar el
pronóstico del apego a las recomendaciones efectuadas.
Pruebas de tamizaje
Tienen alta prioridad para escrutinio de TB:
1) Las personas con factores de riesgo para desarrollar TB
2) lactantes y niños menores de 4 años
3) Contactos cercanos familiares o de congregaciones
4) personas que se encuentran durante procedimientos médicos en personas con TB activa
5) Todas las personas nombradas por el paciente como contactos cercanos durante el periodo infeccioso.
Los síntomas clínicos en el diagnóstico de TBP son ambiguos,
sin embargo se requiere la búsqueda intencionada en niños de: Tos ≥ 2 semanas en ausencia de otra causa, fiebre, pérdida
de peso o falla para crecer.
En adultos: Tos
persistente ≥ 2
semanas, productiva,
en ocasiones acompañada de hemoptisis, con síntomas adicionales como fiebre vespertina
o nocturna, sudoración nocturna, pérdida de peso, astenia, adinamia.
En personas con tos sin explicación y ataque al estado general
y en pacientes con neumonías adquiridas en la comunidad que no mejoraron después
de 7 días de tratamiento.
La prueba de la tuberculina (PPD) se considera positiva con ≥ 5 mm, de acuerdo a las siguientes
características:
1) Contacto estrecho con un caso de TB activo
2) Co-infección con VIH independientemente de su estado
3) Otras condiciones de inmunocompromiso
4) Uso de corticoesteroides sistémicos (prednisona 15 mg por
un mes o más)
5) Historia de transplante de órganos o de otra terapia
inmunosupresora
6) Cambios fibrosos en radiografía de tórax sugestivos de TBP
inactiva
7) Radiografía o hallazgos clínicos de TB activa
La prueba de la tuberculina se considera positiva con 10 mm o
mas para sospecha de TB activa, cuando no reúne las características anteriores.
Es indispensable efectuar como escrutinio la prueba de tuberculina
tomando en cuenta el tipo de huésped con las siguientes consideraciones:
Si la prueba de tuberculina inicial es negativa,
puede realizarse una segunda entre 1 a 3 semanas después. Si la segunda es
negativa la persona se considera no infectada.
Si la segunda prueba es positiva, el
paciente debe clasificarse como infectado para iniciar manejo antifímico.
Pruebas diagnosticas
El examen microscópico del esputo, es un estudio altamente
específico para el
diagnóstico de TBP, por tres razones.
1) Método más
rápido para determinar si una persona tiene TBP.
2) Identifica
a los pacientes con mayor riesgo de morir por esta enfermedad.
3) Identifica
los pacientes con mayor riesgo de transmitir la enfermedad.
El examen de esputo para la búsqueda de Bacilos ácido-alcohol
resistentes (BAAR) es la prueba diagnóstica más importante en aquellos pacientes
en los que se sospecha TBP.
Los siguientes resultados de laboratorio deben ser reportados
al clínico en forma inmediata:
Tinción con bacilos ácido-alcohol resistentes
o cultivo positivo
Identificación de M. tuberculosis en cualquier muestra
Sensibilidad antimicrobiana de M. tuberculosis, especialmente cuando los aislamientos sean resistentes
El estudio microscópico del esputo para la búsqueda de bacilos
ácido alcohol resistentes, sigue demostrando una alta sensibilidad (51.8%) y especificidad
(97.5%) con valor predictivo positivo de 73.3% y negativo de 93% comparado
con el cultivo.
Se requieren al menos tres muestras de esputo para estudio
microscópico y búsqueda de BAAR, las muestras deben enviarse al laboratorio dentro
de las primeras 24 horas de su emisión.
Se requiere un control de calidad muy estricto en los cultivos
para la investigación de tuberculosis, tanto en medios líquidos y sólidos,
sobre todo en relación con pacientes con infección por el VIH.
La nebulización con solución salina
estéril hipertónica (3%) puede ser utilizada para obtener la muestra de esputo
en pacientes con sospecha de TBP y que no sea posible obtener ésta de manera
espontánea.
La PCR es una técnica altamente sensible para detectar
micobacterias en esputo, aún cuando el cultivo es negativo, sin embargo no debe
ser utilizada para monitorización del tratamiento.
Tratamiento farmacológico
Cuando la prevalencia de resistencia inicial a HAIN es ≥ 4%, se recomienda usar en pacientes no tratados
previamente un esquema de cuatro drogas bactericidas durante la primera fase de
tratamiento para asegurar su eficacia y de acuerdo al esquema seleccionado puede
administrarse diariamente o tres veces por semana durante dos meses. La continuación
en la segunda fase se realiza con al menos dos drogas para completar seis
meses.
El manejo supervisado verificando la ingesta de los medicamentos
logra una tasa elevada de curación.
Tratamiento no farmacológico
Es indispensable efectuar el seguimiento clínico y radiológico
en forma estrecha, para detectar en forma oportuna complicaciones o fracaso
terapéutico que requieran de otro tipo de intervenciones.
- Evidencia de falta de respuesta clínica y persistencia de positividad bacteriológica en las muestras de esputo a pesar de tratamiento farmacológico adecuado.
- Pacientes con VIH o SIDA y coinfección con tuberculosis pulmonar.
- Pacientes con TBP inmigrantes, que provienen de áreas de alta endemicidad.
Cada Institución de Salud que prescribe tratamiento antifímico,
debe contar con un sistema que brinde supervisión de la toma de medicamentos y
apoyo para el conocimiento de la enfermedad y la importancia del apego del
paciente al tratamiento.
Todos los pacientes con tuberculosis pulmonar deben ser
monitorizados para evaluar la respuesta terapéutica mediante el estudio microscópico
del esputo, al menos dos muestras al completar la fase inicial (dos a tres meses),
a los 5 meses y al término del tratamiento.
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