CONSECUENCIAS DEL CONSUMO DE TOXICOS DURANTE EL EMBARAZO
La
detección de tóxicos en meconio puede ser un buen índice de consumo de la madre
durante los dos últimos trimestres de la gestación; en el cabello es indicador
del consumo durante el último trimestre, y en la orina de 1 a 4 días antes del
parto.
La
necesidad o no de tratamiento, así como la evolución del síndrome de
abstinencia, se puede valorar de forma clínica con la escala de Finnegan.
El
inicio de los síntomas de abstinencia aguda varía desde del nacimiento hasta
dos semanas después. Tienen mayor gravedad si la adicción materna es a varias
drogas y, dentro de éstas, la abstinencia a metadona.
Opiáceo
actualmente más usado (75-90 %), tanto como analgésico opioide como para el
tratamiento de pacientes adictos a heroína. La gravedad depende de la dosis
recibida en la madre (<20 mg/día dará lugar a mínimos síntomas). Produce una
abstinencia tardía a las 2-4 semanas, con o sin manifestaciones al nacimiento que mejoran rápidamente.
Clínica
RCIU, alteraciones del sueño, conducta hiperactiva, temblor, hipertonía, convulsiones, respiración anormal y mayor incidencia de muerte súbita del lactante.
Tratamiento
Sintomático (lugar tranquilo, en penumbra, mecerlo). En función de la clínica se administrará morfina y si precisa dosis de ésta superiores a 2 mg/kg/día se asociará fenobarbital. Si se sospecha una drogadicción múltiple, el tratamiento de elección es el fenobarbital. La irritabilidad, los temblores y las alteraciones del sueño pueden prolongarse durante 6 ó más meses, lo que no induce a continuar con la medicación.
Sigue en frecuencia a la metadona. El síndrome de abstinencia suele comenzar a las 48 horas de vida. Depende de las dosis diarias de heroína, duración de la adicción y de cuándo fue la última dosis. Disminuye la incidencia de ictericia y enfermedad de membrana hialina; en cambio aumenta el riesgo de muerte intraútero y muerte súbita del lactante. No existe mayor riesgo de malformaciones congénitas.
Clínica
Similar
a la metadona, siendo más raras las convulsiones.
Efecto anorexígeno. Produce: RCIU, prematuridad, abortos espontáneos, DPPNI y sufrimiento fetal. Existe una mayor incidencia de malformaciones congénitas, microcefalia, hemorragias intracraneales, muerte súbita del lactante, alteraciones neurológicas y alteraciones de la conducta. El tratamiento es sintomático aunque en ocasiones se administra fenobarbital o loracepam para conseguir disminuir los síntomas.
RCIU
simétrico cuyo grado depende de la dosis y duración del consumo, otras drogas
asociadas y del estado nutricional. Incluye: microcefalia, rasgos faciales
dismórficos (hipoplasia facial, puente nasal bajo, aplanamiento surco subnasal,
labio superior delgado,
epicanto, hendiduras palpebrales cortas), alteraciones cardíacas,
hidronefrosis, retraso mental, trastornos motores y de la conducta.
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