INFECCIÓN DEL TRACTO URINARIO BAJO DURANTE EL EMBARAZO

  



La infección urinaria es una de las complicaciones médicas más frecuentes del embarazo, la cual si no es diagnosticada y tratada de manera oportuna, conlleva a un incremento significativo en la morbilidad tanto en la madre como en el feto.


El riesgo de padecer infección de vías urinarias aumenta a lo largo del embarazo desde el inicio hasta el término de la gestación. En mujeres embarazadas sin enfermedades concomitantes, el riesgo se incrementa para las de edad avanzada, nivel socioeconómico bajo y multíparas, sobre todo para aquellas con historia previa de infecciones urinarias.


La complicación más frecuente debido a infección de vías urinarias bajas en la mujer embarazada es el parto prematuro siendo una de las causas de morbilidad y mortalidad perinatal; representa el 75% de las muertes perinatales y el 50% de las secuelas neurológicas atribuibles directamente a la prematurez. Su frecuencia se estima en 5 al 10% de todos los embarazos y de acuerdo a publicaciones la cifra es de 6.73%.



Infecciones del tracto urinario: Existencia de microorganismos patógenos en el tracto urinario con o sin presencia de síntomas. Son clasificadas de diversas formas: alta o baja, aguda o crónica, no complicada o complicada, sintomática o asintomática, nueva o recurrente y comunitaria o nosocomial.


Infecciones del tracto urinario bajo: Colonización bacteriana a nivel de uretra y vejiga que normalmente se asocia a la presencia de síntomas y signos urinarios, como urgencia, disuria, polaquiuria, turbidez y olor fétido de la orina. Incluye:

 · Bacteriuria asintomática: Colonización de la orina por un mismo germen generalmente mayor que 100 000 UFC//mL de orina en dos o más muestras y en ausencia total de síntomas urinarios

· Cistitis aguda: Infección bacteriana de la vejiga. Es causada por gérmenes, por lo regular bacterias que ingresan a la uretra y luego a la vejiga.

· Cistouretritis aguda: Es una infección del tracto urinario que se caracteriza por disuria, polaquiuria y en ocasiones tenesmo vesical. Se acompaña de bacteriuria entre 102 y 105 colonias/mL de orina.



El antecedente de infecciones del tracto urinario confirmadas, es un predictor de bacteriuria asintomática durante el embarazo.

Se debe investigar el antecedente de infección de vías urinarias previas confirmadas en las embarazadas.

La frecuencia de las relaciones sexuales, el uso de espermicidas, nuevas parejas sexuales y elevada paridad son factores de riesgo para infección del tracto urinario.

Se recomienda evitar contacto con múltiples parejas sexuales y uso de preservativo.

Evitar lavados vaginales.

Se recomienda el vaciamiento completo de la vejiga en forma frecuente y después de tener relaciones sexuales, aseo genital adecuado y uso de ropa interior de preferencia de algodón.}


Durante el embarazo, hasta el 90% de las mujeres desarrollan dilatación del sistema colector (ureteros y pelvis renal) y disminución del peristaltismo de los ureteros y vejiga, hechos que facilitan la colonización bacteriana debido a la estasis urinaria.

Se recomiendan modificaciones en el estilo de vida: micción frecuente y completa, la micción después de mantener relaciones sexuales, consumo de líquidos en forma abundante (>2000 ml) y técnicas de limpieza urogenital.

El agente patógeno causal del 70-80% de las bacteriurias asintomáticas (BA) e infecciones del tracto inferior bajo en mujeres embarazadas es Escherichia Coli, menos frecuente es aislamiento de Klebisella Sp. Proteus V.

Después de defecar u orinar se debe hacer limpieza de adelante hacia atrás.

El uso de lactobacilos probióticos no son suficientes para prevenir IVU recurrentes


Las pacientes embarazadas deben ser evaluadas para detectar la bacteriuria asintomática en la primera atención del embarazo para disminuir el riesgo de pielonefritis así como para disminuir las complicaciones maternas y fetales.

Realizar tamizaje para bacteriuria asintomática con Examen General de Orina (EGO) entre las 12 y las 16 semanas de la gestación.

La prueba con tira reactiva no debe utilizarse para el tamizaje de bacteriuria, ya que tiene una sensibilidad baja, misma que disminuye ante la presencia de leucorrea.

En la primer consulta de atención prenatal los laboratorios que se deben solicitar son: BH completa, grupo Rh, glucosa, creatinina, ácido úrico y EGO; indicar urocultivo para buscar bacteriuria asintomática

El EGO se realizará en seguimiento a las 18 - 20 semanas y entre la 32 – 34 semanas de gestación.

 



El urocultivo es el estudio de elección para el diagnóstico de bacteriuria asintomática (aislamiento de más de 100,000 UFC/ml del agente patógeno).

Se deberá solicitar urocultivo para confirmar el diagnóstico de bacteriuria asintomática o cistitis.

Se recomienda realizar la toma adecuada de la muestra, que consiste en colectar el chorro medio de la orina, previo aseo.

Se deberá solicitar urocultivo para el adecuado diagnóstico y tratamiento.

Una infección del tracto urinario bajo es una combinación de síntomas significativos como bacteriuria, disuria y la frecuencia urinaria.

Buscar de manera intencionada signos y síntomas de infección urinaria en cada consulta.





El tratamiento con antibiótico para la bacteriuria asintomática durante el embarazo en un régimen de 4 a 7 días, es considerado como el período más recomendado, en la prevención de complicaciones como APP y pielonefritis en el embarazo

El tratamiento con antibiótico para la bacteriuria asintomática durante el embarazo solo está indicado al comienzo del segundo trimestre del embarazo (12-16 semana) y la elección del antibiótico se hará según el resultado del antibiograma.

Los tratamientos antimicrobianos en la bacteriuria asintomática en el embarazo se recomienda no sean menores de 4 a 7 días para su mayor efectividad en esta entidad.


La elección del tratamiento antimicrobiano durante el embarazo, debe representar seguridad para la madre así como para el feto, dado que la mayoría de los agentes farmacológicos atraviesan la barrera placentaria.

No existe diferencia significativa para el uso de antimicrobianos (penicilinas cefalosporinas, clindamicina, amoxicilina, nitrofuranos) en la bacteriuria asintomática en el embarazo.

La elección del antibiótico debe realizarse en función de la susceptibilidad del paciente, la resistencia local o geográfica documentada y la disponibilidad de medicamentos

El uso de amoxicilina a dosis de 500 mgs cada 6 horas durante el período de 4 a 7 días es el esquema recomendado, como monoterapia o en combinación con nitrofuranos.


El uso como monoterapia de la nitrofurantoína a dosis de 100 mgs cada 6 horas por un lapso de 4 a 7 días o en combinación con amoxicilina a dosis de 500 mgs cada 6 horas por 4 a 7 días, es un esquema terapéutico recomendable en nuestro medio.





Que no responda a tratamiento antimicrobiano de primera línea de recomendación.

Infecciones del tracto urinario bajo, recurrentes y refractarias al tratamiento farmacológico.

Paciente con hematuria persistente, en ausencia de patología vaginal.

En sospecha de urolitiasis, alteraciones estructurales u otros padecimientos subyacentes que dificulten la respuesta al tratamiento instaurado.

Diagnóstico clínico de pielonefritis.

Complicaciones obstétricas secundarias a infección del tracto urinario bajo.

Alergia a antibióticos prescritos en primer nivel de atención.








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