EMBARAZO MULTIPLE
El embarazo múltiple ha sido motivo de
intriga para las civilizaciones a través de los siglos; con los avances alcanzados
en los últimos años por la obstetricia, la genética clínica y la biología
molecular, es posible entender porque esta forma de embarazo ha ocupado un
lugar preponderante en la práctica obstétrica desde el principio de la
humanidad.
Así pues, el clínico debe advertir que
cuando se encuentra frente a un embarazo múltiple, existe un incremento en el
riesgo de complicaciones perinatales, como una mayor incidencia de prematurez,
restricción del crecimiento fetal, malformaciones congénitas y muerte fetal,
entre otras. Además, se deberá tener en cuenta que existen complicaciones
propias del embarazo múltiple, como crecimiento discordante entre los fetos de
la gestación, muerte de alguno de los gemelos, síndrome de transfusión
feto-fetal, gestaciones monoamnióticas (fetos que comparten el mismo saco
amniótico) y perfusión arterial reversa (secuencia TRAP). Por otra parte, se ha
demostrado en embarazos gemelares que existe un mayor riesgo de morbimortalidad
materna.
El embarazo múltiple no sólo está
asociado con un aumento significativo en la morbilidad materna sino también con
los costos de salud. La mujer con embarazo múltiple tiene 6 veces más riesgo a
ser hospitalizada por complicaciones, (preeclampsia, síndrome HELLP, parto
pretérmino, ruptura prematura de membranas, desprendimiento prematuro de
placenta, pielonefritis, cesárea y hemorragia postparto). En mujeres mayores de
35 años de edad con problemas de infertilidad y con el uso de técnicas de
reproducción asistida, existe un aumento en el riesgo de malformaciones
cromosómicas, entre ellas las trisomías.
Embarazo múltiple
Presencia de dos o más fetos dentro del
útero; de acuerdo con el número de cigotos puede ser monocigótico, dicigótico,
etc. Los gemelos monocigóticos o idénticos son los que provienen de la
duplicación de un solo huevo o cigoto. Son monocigotos también, los trillizos y
cuatrillizos que provienen de la división de un mismo cigoto. Estos gemelos,
trillizos o cuatrillizos monocigóticos no siempre son idénticos, dependiendo
del momento de la división celular del cigoto Si la división se realiza:
a. Antes de que se forme la capa externa
del blastocisto (corion), es decir antes de 72 horas post fecundación, se
desarrollarán 2, 3 ó 4 embriones; 2, 3 ó 4 amnios; y 2, 3 ó 4 corion; por lo
tanto, cada embrión desarrollará su propio amnios y su propia placenta. Será
embarazo múltiple monocigótico, multiamniótico y multicoriónico.
b. Entre el 4to y 8vo día posterior a la
fecundación, se desarrollará un embarazo múltiple monocigoto, en donde cada
embrión tiene su propio saco amniótico pero todos dependientes de una sola
placenta, será un embarazo múltiple monocigótico, multiamniótico y
monocorionico.
c. 8 días posterior a la fecundación, el
embrioblasto se divide formando 2, 3, o 4 embriones, dentro de un saco
amniótico común, y todos dependientes de una sola placenta, será un embarazo
monocigótico, monoamniótico y monocorionico.
Si el embrioblasto se divide en forma
incompleta se genera gemelos siameses.
Es importante desde el punto de vista
clínico que se maneje la siguiente nomenclatura:
- Embarazos gemelares bicoriales: cada feto tiene su placenta y saco amniótico.
- Embarazos gemelares monocoriales biamnióticos: ambos fetos comparten una placenta, pero tienen distinto bolsas amnióticas.
- Embarazos monocoriales monoamnióticos: ambos fetos comparten la placenta y saco de líquido amniótico.
- Embarazos de trillizos tricorionicos: cada feto tiene su placenta y saco amniótico.
- Embarazos trillizos bicoriales triamnioticos: un feto tiene su placenta y dos de los fetos comparten una placenta; cada feto tiene diferente bolsa amniótica.
- Embarazos trillizos bicoriales biamnióticos: un feto tiene su placenta y saco amniótico; dos de los fetos comparten placenta y saco amniótico.
- Embarazos trillizos monocoriónicos triamnióticos: los tres fetos comparten una sola placenta, pero cada uno tiene su propio saco amniótico.
- Embarazos trillizos monocoriónicos biamnióticos: los tres fetos comparten una sola placenta, un feto tiene un saco amniótico separado y dos fetos comparten un saco amniótico.
- Embarazos trillizos monocoriónicos monoamnióticos: los tres fetos comparten una placenta y un saco amniótico.
Reproducción
asistida
Las principales causas del incremento en
el embarazo múltiple, y particularmente el de alto orden, son consecuencia del
uso cada vez mayor de medicamentos inductores de ovulación, así como técnicas
de reproducción asistida (TRA), incluyendo a la fertilización in vitro (FIV).
La manipulación de la zona pelúcida o
movimiento lento a través de las trompas de Falopio pueden provocar gemelos
monocigóticos; ambas situaciones pueden ocurrir durante tratamientos para
lograr la fertilidad.
Los gemelos monocigóticos no sólo
aumentan la incidencia de embarazos múltiples de alto orden, (es decir, 3
embriones se implantan pero resultado 4 fetos) también dificultan el
crecimiento y desarrollo fetal y pueden provocar complicaciones como: el
síndrome de transfusión feto-fetal o feto acárdico. Otro aspecto que aumenta la
morbilidad puede ser un procedimiento de reducción selectiva fetal.
A toda mujer en tratamiento de
infertilidad deberá de otorgarse un consejo preconcepcional adecuado y que contemple
el riesgo de que se presente un embarazo múltiple y sus posibles consecuencias.
Deberá procurarse establecer un manejo
conservador para llevar a cabo una estimulación ovárica, además de una
monitorización cautelosa durante la reproducción asistida.
Se debe de informar a las mujeres sobre
los riesgos del embarazo múltiple de alto orden, antes de iniciar cualquier
tratamiento de reproducción asistida.
EDAD
MATERNA
El riesgo a priori de un resultado perinatal
adverso en embarazos múltiples de alto orden se incrementa aún más por la edad
de la mujer. La creciente proporción de mujeres mayores con éxito en
tratamiento de fertilidad ha dado como resultado un aumento en embarazos
complicados con hipertensión, diabetes, anormalidades del trabajo de parto e
incremento en la proporción de resolución del embarazo mediante cesárea
Predisposición
familiar y raza
Existe predisposición familiar para el
embarazo gemelar dicigótico, los factores hereditarios intervienen por medio
del genotipo femenino, las gemelas tienen dos veces más gemelos que la
población en general.
Se ha demostrado que existe una mayor
proporción de embarazo gemelar dicigótico en poblaciones de raza negra en
comparación con la asiática.
Otros
El embarazo gemelar dicigótico se
incrementa con la paridad, y de forma independientemente a la edad materna.
También se ha asocia con el peso materno
de forma directamente proporcional, observándose en mayor proporción en mujeres
obesas; esta hallazgo se debe probablemente a una elevación en la concentración
de FSH.
Teóricamente, de continuar el aumento en
la proporción de mujeres obesas en edad reproductiva, existirá en los próximos
años un aumento en el número de embarazos gemelares dicigóticos.
El embarazo múltiple está asociado a un
mayor riesgo para la integridad de la Madre y el recién nacido.
Las mujeres con embarazos múltiples
tienen un riesgo mayor de aborto, anemia, trastornos hipertensivos, hemorragia,
cesárea y complicaciones post-parto; también son más propensas a tener
sintomatología más severa (náuseas y vómitos) que las mujeres con embarazos
únicos.
El riesgo de preeclampsia en mujeres con
embarazos gemelares es casi 3 veces mayor que en los embarazos con feto único,
mientras que el riesgo se incrementa 9 veces en los embarazos triples.
La mayor incidencia de parto pretérmino
en embarazos múltiples se asocia con un mayor riesgo de mortalidad neonatal y
de morbilidad a largo plazo (especialmente discapacidad del desarrollo
neurológico y enfermedad pulmonar crónica).
La prematuridad representa el 65% de las
muertes neonatales entre nacimientos múltiples, en comparación con el 43% de
nacimientos únicos.
Una quinta parte de los embarazos triples
y la mitad de los embarazos cuádruples tienen como resultado al menos un niño
con discapacidad mayor a largo plazo, como la parálisis cerebral.
La parálisis cerebral ocurre 17 veces más
frecuente en embarazos triples y 4 veces más frecuente en gemelares tras su comparación
con la gestación única. Este riesgo no se relaciona exclusivamente con el parto
pretérmino; después de realizar comparaciones entre recién nacidos de la misma
edad gestacional al momento del parto, los que provienen de embarazos múltiples
tienen un riesgo casi 3 veces mayor de parálisis cerebral que los que nacieron
de gestaciones únicas. (Tabla 1)
El crecimiento subóptimo (restricción del
crecimiento) y la prematurez son variables independientes al número de fetos en
la gestación, que se encuentran asociadas con un riesgo significativamente
mayor de morbilidad (incluyendo un neuro-desarrollo anormal). (Tabla 1)
Morbilidad
materna
Los embarazos múltiples también se
asocian significativamente con una mayor morbilidad materna.
Las mujeres con embarazos múltiples
tienen casi 6 veces más probabilidades de ser hospitalizadas por
complicaciones, incluyendo: preeclampsia, parto pretérmino, parto pretérmino,
ruptura prematura de membranas, desprendimiento prematuro de placenta,
pielonefritis y hemorragia posparto.
Costos
de la atención médica
Los costos de hospitalización de mujeres
con embarazos múltiples son en promedio un 40% mayor que las embarazadas con
feto único, esto se debe a una mayor estancia hospitalaria y al mayor número de
complicaciones obstétricas que se presentan.
Los médicos y las mujeres deben estar
conscientes de que los embarazos gemelares monocoriales tienen mayores tasas de
pérdida fetal que los bicoriales, debido principalmente a la pérdida espontánea
durante el segundo trimestre; por otro lado, los sobrevivientes, tienen un
riesgo mayor de presentar anomalías en el
neuro-desarrollo.
Los gemelos unidos o siameses
corresponden a una anomalía congénita exclusiva de embarazos gemelares y afecta
a uno de cada 200 embarazos monocigóticos.
El diagnóstico de esta anomalía debería
realizarse de forma prenatal y su manejo dependerá de un equipo
multidisciplinario. El pronóstico de los gemelos siameses depende
principalmente del sitio de unión y del número y tipo de órganos que comparten.
Algunos padecimientos de la gestación
monocorial se deben a que las placentas se encuentran compartidas (anastomosis
vasculares placentarias).
Una de las complicaciones asociadas con
una placenta compartida es el síndrome de transfusión feto-fetal (STFF), el
cual ocurre con mayor frecuencia en embarazos gemelares. Sin embargo, también
puede ocurrir STFF en embarazos triples monocoriales y bicoriales.
El STFF afecta al 15% de los embarazos
monocoriales y es responsable de alrededor del 20% de las muertes fetales de
los embarazos múltiples. También está asociado con un riesgo significativamente
mayor de morbilidad del neuro-desarrollo en los sobrevivientes.
Los riesgos adicionales para los fetos
que nacen de una gestación múltiple incluyen la restricción del crecimiento
intrauterino (RCIU) y las anomalías congénitas.
En los embarazos múltiples, el 66% de las
muertes fetales no explicadas se asocian con un peso al nacer inferior al
percentil diez, en comparación con el 39% de los nacimientos únicos.
Las anomalías congénitas mayores son 4.9%
más frecuentes en los embarazos múltiples que en embarazos únicos.
La edad materna por sí sola incrementa el
riesgo de trisomías fetales, tales como el síndrome de Down. Lapresencia de
fetos múltiples aumenta matemáticamente la probabilidad de que 1 o más fetos
estén afectados, y por lo tanto, resulta en un mayor riesgo para una posible
afectación fetal que sólo el cálculo basado en la edad materna.
Todos
los gemelos monocoriales deben tener una ecografía detallada que incluye vistas
amplias del corazón fetal.
El número de complicaciones
fetales/neonatales y de secuelas a corto, mediano y largo plazo en individuos
que comparten la placenta durante la gestación se encuentran importantemente
aumentadas. Estas complicaciones también pueden estar presentes en los que
cuentan con su propia placenta, aunque en ellos, la posibilidad de que existan
es muy baja. La diferencia en la proporción de complicaciones que se presentan
de acuerdo a si se comparte placenta o sacos amnióticos se muestra en la Tabla
2.
Por este motivo, una estrategia
fundamental para establecer un plan de vigilancia durante el embarazo y que
realmente tendrá un impacto favorable en la disminución de la morbilidad y
mortalidad en individuos que provienen de una gestación múltiple será
establecer de forma temprana si la placenta es única o se encuentra compartida
con su hermano(s). Este aspecto también se aplica al número de sacos
amnióticos.
El ultrasonido es una herramienta
establecida para determinar con mayor precisión la edad gestacional de los
embarazos con feto único.
El conocimiento preciso de la edad
gestacional es la herramienta más valiosa con la que cuenta el clínico, permite
evitar partos pretérmino electivos o para planear el parto o intervenciones en
el momento oportuno y evitar complicaciones tardías.
Los embarazos gemelares o triples tienen
un mayor riesgo de parto pretérmino que los embarazos únicos, lo que hace
esencial determinar con exactitud la edad gestacional.
Las siguientes recomendaciones han sido
identificadas como prioritarias para su implementación en la atención del
embarazo múltiple:
a. Ofrecer en el primer trimestre del
embarazo un estudio ultrasonográfico, cuando las medidas de la longitud
cráneo-caudal (LCC) se encuentran entre 45 mm y 84 mm (aproximadamente 11,0 a
13,6 semanas) para:
- Estimar la edad gestacional,
- Determinar número de fetos y corionicidad,
- Evaluar marcadores del síndrome de Down.
Las tres determinaciones idealmente deben
realizarse durante el mismo estudio.
b. Utilizar al feto más grande para
estimar la edad gestacional.
Tras la identificación temprana (primer
trimestre) es necesario emprender varias acciones que se describen en el
Algoritmo 1.
De forma tradicional, la fecha de última
menstruación se ha utilizado para estimar la edad de la gestación. En la gestación
múltiple, es determinante conocer con la mayor precisión posible la edad del
embarazo puesto que la gran mayoría de las intervenciones del personal de salud
se llevarán a cabo acorde a este parámetro.
La LCC por el momento la herramienta más
precisa con la que cuenta el clínico para determinar la edad gestacional. Tras
la determinación entre las 11 y 13.6 semanas de esta medición, se sugiere
corregir la edad que hasta el momento se tenía en cuenta para “datar” el
embarazo de acuerdo a la nueva valoración observada.
Los riesgos del embarazo, el manejo clínico y los resultados subsecuentes son muy diferentes para embarazos gemelares monocorial y bicorial, y embarazos triples monocorial, bicorial y tricorial.
El protocolo de manejo del embarazo
múltiple de acuerdo al número de fetos y placentas se muestra en la Figura 1.
Determinar la corionicidad en el momento
de la detección del embarazo gemelar o triple por ultrasonido, utilizando el
número de masas placentarias, tras la búsqueda sistemática de los signos:
“lambda” o “de la T”. (Figura 2)
Otro parámetro que puede contribuir a
determinar la corionicidad es la medición del espesor de las membranas
amnióticas.
Asignar nomenclatura a los fetos
(superior e inferior o derecha e izquierda) del embarazo gemelar o triple y
documentarlo claramente en el expediente clínico de la mujer, para asegurar una
coherencia durante el embarazo.
Una buena estrategia tras realizar el
ultrasonido de primer trimestre y determinar que existe un embarazo múltiple es
realizar un dibujo, diagrama o esquema en el cual se describa la posición que
guardan los fetos dentro del útero, el sitio en el cual se inserta cada
placenta y a quién le pertenece cada una de las mismas.
En este momento del embarazo, es
relativamente sencillo si se cuenta con la experiencia suficiente, determinar
la placenta correspondiente a cada feto mediante el seguimiento del cordón
umbilical.
Sí una mujer con embarazo gemelar o
triple se presenta después de la 14ª semana, es necesario determinar la
corionicidad en la primera oportunidad que se tenga por ultrasonografía,
utilizando lo siguiente:
- Número de masas placentarias
- La lambda o signo de la T
- Espesor de la membrana
- Sexo fetal discordante.
El mejor momento para determinar la
corionicidad es entre las 11 y 13,6 semanas. Después de este momento, conforme
avanza el embarazo disminuye la precisión para establecer el número de
placentas. Los signos clásicos (lambda y T) podrían no ser adecuados para
determinar la corionicidad después de las 16 semanas. La discordancia en el
género de los fetos en un embarazo gemelar, asegura que se trata de una
gestación bicorial; pero lo contrario, cuando ambos fetos son del mismo género,
no permite afirmar que se trate de una monocorial.
Es fundamental solicitar asesoría al
personal con mayor experiencia y entrenamiento para establecer o confirmar
según sea el caso el número de fetos, placentas y sacos amnióticos, y
particularmente cuando se establece el diagnóstico de embarazo múltiple después
de las 16 semanas.
Sí no es posible determinar la
corionicidad por ultrasonido en el momento de la detección del embarazo gemelar
o triple, busque una segunda opinión, de un especialista con mayor experiencia
o envíe a la embarazada a un hospital con mayor capacidad resolutiva (con mejor
equipo y personal médico con mayor experiencia), lo más pronto posible para
determinar la corionicidad por ultrasonografía.
Sí es difícil determinar la corionicidad,
incluso después de la remisión (porque la paciente llegó al final del
embarazo), manejar el embarazo como monocorial, mientras no se pruebe lo
contrario.
Realizar un seguimiento clínico en forma
periódica para evaluar con exactitud la determinación de corionicidad.
Sí las revisiones ultrasonográficas son
pobres debido a una retroversión uterina o a un alto índice de masa corporal
(IMC), realice un estudio transvaginal para determinar la corionicidad.
No se recomienda utilizar la
ultrasonografía tridimensional para determinar corionicidad.
Es importante proporcionar capacitación
en forma periódica a los médicos que realizan ultrasonografía obstétrica para
que puedan identificar la lambda o el signo de la T con precisión y confianza.
(Figura 2) Los médicos que realizan ultrasonografía obstétrica deben de contar
con el apoyo de colegas con mayor experiencia o del nivel con mayor capacidad
resolutiva.
La capacitación debe cubrir las medidas de
análisis de ultrasonido necesarias para las mujeres que llegan después de la
14ª. semana de gestación y se debe de insistir en que se determinen los riesgos
asociados con el embarazo gemelar o triple por corionicidad y no por cigocidad.
Los algoritmos para el manejo del
embarazo múltiple deben contener los flujos para el embarazo gemelar o triple,
además de tener en cuenta el número de placentas, para garantizar que cada
mujer tenga un plan de atención en el nivel de atención apropiado y acorde con
la corionicidad del embarazo.
En la Figura 1 se muestra el protocolo de
vigilancia del embarazo múltiple.
Explicar con sensibilidad los objetivos y
los posibles resultados de todas las evaluaciones y pruebas diagnósticas a las
mujeres con embarazo múltiple contribuye a minimizar su ansiedad.
Dar a la mujer con embarazo múltiple la
misma consejería sobre dieta, estilo de vida y suplementos nutricionales, como
en la atención prenatal rutinaria de la gestación única.
Tener en cuenta la mayor incidencia de
anemia en mujeres con embarazo múltiple en comparación con mujeres con embarazo
único.
Realizar una biometría hemática completa
entre 20 y 24 semanas de gestación para identificar a las mujeres con embarazo
múltiple que necesitan suplementación temprana con hierro y ácido fólico y
repetir a las 28 semanas, de igual forma que en la atención prenatal rutinaria
de la gestación única.
El médico debe de proporcionar la información y apoyo emocional a la mujer con embarazo múltiple desde su primera visita y propiciar la comunicación y el asesoramiento, incluyendo:
- Salud mental prenatal y postnatal
- Nutrición prenatal
Riesgo, síntomas y signos de parto
pretérmino y la posible necesidad de corticosteroides para la maduración
pulmonar fetal
Fecha probable y posibles vías de la
resolución del embarazo
- Lactancia y
- Crianza de los hijos
El diagnóstico de embarazo múltiple
representa un importante impacto psicológico para la pareja. El personal de
salud deberá estar consciente de esta situación, y particularmente durante la
consejería, ser cuidados en la información que otorga para evitar malos
entendidos. La consejería debería ser lo más equilibrada posible, de acuerdo
con las condiciones de cada gestación, sin desbordar optimismo, pero tampoco
sin mostrar un pesimismo extremo.
La atención clínica para las mujeres con
embarazo múltiple debe ser proporcionada por un equipo multidisciplinario,
conformado por:
a. Médicos que cuenten con experiencia en
el manejo del embarazo gemelar o triple de las siguientes especialidades:
Ginecología y obstetricia,
Perinatología o Medicina Materno-Fetal,
Neonatólogo o Pediatra
b. Profesionales de la salud mental y
nutriólogo o dietista especialista en alimentación infantil.
Debe de existir una coordinación en la
atención médica de la mujer con embarazo múltiple para:
Minimizar el número de visitas al
hospital,
Proporcionar atención médica lo más cerca
posible al domicilio de la mujer,
Propiciar la continuidad de la atención
médica en su UMF u hospitalaria.
Ofrecer a la mujer con embarazo gemelar
monocorial biamniótico sin complicaciones, al menos 9 citas prenatales con el
Médico Familiar. Las últimas dos citas con el Médico no Familiar
Gineco-Obstetra.
Interconsulte con el Médico no Familiar (perinatólogo o medicina fetal), entre las 11 y 13,6 semanas para la medición de la longitud cráneo-caudal (45 mm a 84 mm), y luego a las siguientes citas prenatales a las semanas de gestación: 16 18 20 22 24 28 32 34
La vigilancia del embarazo monocorial
biamniótico se muestra en el Algoritmo 2.
El embarazo gemelar monocorial
biamniótico cuenta con riesgo de presentar diversas complicaciones. Tras su
identificación es conveniente que el equipo multidisciplinario de salud
establezca un plan de vigilancia individualizado y acorde con las
características de riesgo de cada mujer. Sin embargo, la frecuencia de las
evaluaciones médicas no debería exceder los 14 días puesto que bajo este
esquema es el único que permite identificar posibles padecimientos fetales de
forma oportuna.
Según los hallazgos, la vigilancia
incluso podría llevarse a cabo en intervalos más cortos de tiempo. En cada
evaluación es fundamental realizar un ultrasonido y describir si existe
discordancia del peso fetal o de líquido amniótico o incluso ambos.
Ofrecer a la mujer con embarazo gemelar
bicorial sin complicaciones, al menos 8 citas prenatales con el Médico
Familiar. Las últimas dos citas con el Médico no Familiar Gineco-Obstetra.
Interconsulte con el Médico no Familiar
(perinatólogo o medicina fetal), entre las 11 y 13,6 semanas para la medición
de la longitud cráneo-caudal (45 mm a 84 mm), y luego a las siguientes semanas
de gestación 20 24 28 32 34
Ofrecer la atención médica sin
ultrasonografía entre las 16 y 34 semanas de gestación.
El nivel de atención en el que se llevará
a cabo la vigilancia del embarazo múltiple (mono o bicorial) dependerá de la
presencia de complicaciones o sospecha de las mismas.
Es difícil generalizar un esquema de
manejo para el embarazo múltiple. Por lo que es recomendable que el personal
con mayor experiencia deje constancia por escrito del esquema de vigilancia y
sitio ideal para llevarlo a cabo en el expediente clínico.
El nivel de atención en el que se llevará
a cabo la vigilancia del embarazo múltiple (mono o bicorial) dependerá de la
presencia de complicaciones o sospecha de las mismas.
Es difícil generalizar un esquema de
manejo para el embarazo múltiple. Por lo que es recomendable que el personal
con mayor experiencia deje constancia por escrito del esquema de vigilancia y
sitio ideal para llevarlo a cabo en el expediente clínico.
Ofrecer a la mujer con embarazo trillizo
monocorial triamniótico y bicorial triamniótico sin complicaciones, al menos 11
citas prenatales con el Médico Familiar.
Las últimas dos citas con el Médico no
Familiar Gineco- Obstetra.
Interconsulte con el Médico no Familiar
(perinatólogo o medicina fetal), entre las 11 y 13,6 semanas para para la
medición de la longitud cráneo-caudal (45 mm a 84 mm), y luego a las siguientes
semanas de gestación 16 18 20 22 24 26 28 30 32 34
Ofrecer a la mujer con embarazo trillizo
tricorial triamniótico sin complicaciones, al menos 7 citas prenatales con el
Médico Familiar. Las últimas dos citas con el Médico no Familiar
Gineco-Obstetra.
Interconsulte con el Médico no Familiar
(Perinatólogo o Medicina Fetal), entre las 11 y 13,6 semanas para la medición
de la longitud cráneo-caudal (45 mm a 84 mm), y luego a las siguientes semanas
de gestación 20 24 28 32 34
Ofrecer la atención médica sin
ultrasonografía a las 16 semanas de gestación.
A la mujer con embarazo múltiple con
amnios compartido debe de ofrecérsele una atención individualizada con el
Médico no Familiar, Gineco- Obstetra o Perinatólogo o Medicina Fetal, en un
hospital de tercer nivel de atención.
En todo embarazo múltiple se deberá darle
un nombre de acuerdo a la siguiente nomenclatura:
a. Número de fetos: gemelar, triple,
cuádruple, etc.
b. Número de placentas: monocorial,
bicorial, tricorial, etc.
c. Número de sacos amnióticos:
monoamniótico, biamniótico, triamniótico, etc.
Ejemplo: Embarazo gemelar monocorial
biamniótico.
El esquema de vigilancia del embarazo
múltiple se muestra en la Figura 1.
Información
sobre las pruebas
Un médico no Familiar con experiencia en
la atención de la mujer con embarazo gemelar o trillizo debe de ofrecer
información y asesoramiento antes y después de cada prueba de detección.
Informar a la mujer con embarazo gemelar
o trillizo acerca de la complejidad de las decisiones que se tenga que hacer en
función de los resultados de evaluación así como de las diferentes opciones
existentes, de acuerdo a la corionicidad del embarazo.
Detección
de Cromosomopatías
A mujeres con embarazo múltiple, antes de
iniciar cualquier prueba de detección del cromosomopatía, se les debería
ofrecer una amplia consejería que incluya los siguientes aspectos:
La mayor probabilidad de Síndrome de Down
en embarazos gemelares y trillizos,
Las diferentes opciones para la
detección,
La tasa de falsos positivos de las
pruebas de detección,
Que es existe mayor probabilidad de
ofrecer pruebas invasivas en embarazos gemelares o trillizos,
Que es mayor la probabilidad de
complicaciones de las pruebas invasivas,
De los riesgos físicos e implicaciones
psicológicas en el corto y mediano plazo relacionadas con la reducción fetal
selectiva.
El Médico no Familiar con el propósito de
realizar tamizaje de cromosomopatías en el embarazo gemelar debe:
Asignar de forma inequívoca las
posiciones fetales,
Utilizar la edad materna, marcadores
ecográficos (translucencia nucal, hueso nasal, ductus venoso, etc.) y bioquímicos
(Dúo-Test: Gonadotropina beta coriónica humana, Proteína A plasmática asociada
al embarazo tipo A [PAPP-A]), cuando la longitud cráneo-caudal mida de 45 mm a
84 mm.
Calcular el riesgo de Síndrome de Down
para el embarazo gemelar monocorial (mismo riesgo para ambos fetos), y
Calcular el riesgo de Síndrome de Down
para cada feto en embarazo gemelar bicorial.
El Médico no Familiar con el propósito de
realizar tamizaje de cromosomopatías en el embarazo triple debe:
Asignar las posiciones fetales,
Utilizar la translucencia nucal y edad
materna para la detección del Síndrome de Down cuando la longitud cráneo-caudal
mida de 45 mm a 84 mm,
Calcular el riesgo de Síndrome de Down
para el embarazo triple monocorial,
Calcular el riesgo de Síndrome de Down
por cada feto en embarazo triple bicorial (el riesgo del feto que tiene su
placenta es independiente al de los que la comparten la misma) y tricorial.
Cuando no es posible realizar pruebas de
detección para cromosomopatías a la mujer con embarazo gemelar en el primer
trimestre del embarazo (la mujer llegó con una edad gestacional avanzada), se
recomienda considerar llevar a cabo las mismas en el segundo trimestre,
(marcadores ecográficos de segundo trimestre y pruebas bioquímicas).
Se debería explicar a la mujer que los
resultados obtenidos bajo este esquema, se asocian con un menor porcentaje de
detección y mayor número de falsos positivos.
Cuando no es posible realizar pruebas de
detección para cromosomopatías a la mujer con embarazo gemelar en el primer
trimestre del embarazo (la mujer llegó con una edad gestacional avanzada), se
recomienda considerar llevar a cabo las mismas en el segundo trimestre,
(marcadores ecográficos de segundo trimestre y pruebas bioquímicas).
Se debería explicar a la mujer que los
resultados obtenidos bajo este esquema, se asocian con un menor porcentaje de
detección y mayor número de falsos positivos.
Los programas de tamizaje de
cromosomopatías en el embarazo múltiple requieren personal de gran experiencia
para la correcta interpretación de las pruebas realizadas, la consejería a
otorgar, y en su caso, la realización de pruebas invasivas.
La interpretación de los resultados
obtenidos con las pruebas bioquímicas en el embarazo gemelar, requieren con
anterioridad como requisito la “normalización” de las concentraciones séricas
encontradas de acuerdo a valores de medianas construidas en estudios realizados
en poblaciones similares a la de la paciente que se está estudiando (Múltiplos
de la Mediana; MoM).
El punto de corte para determinar a
partir de qué valor existe un alto riesgo de cromosomopatías debería ser fijado
bajo consenso en cada Unidad de Diagnóstico Prenatal.
Detección
de anomalías estructurales
Se recomienda realizar un estudio
ultrasonográfico, habitualmente entre la semana 18 y 21 semanas de la
gestación, para buscar anomalías fetales en embarazos con feto único. El
diagnóstico oportuno de anomalías fetales permite determinar el método de
elección, para preparar, planificar el acceso de la terapia intrauterina y el
nacimiento, en su caso.
Las anomalías estructurales
(especialmente cardíacas) ocurren con más frecuencia en embarazos gemelares y
triples que en los embarazos con feto único. El manejo del embarazo múltiple
discordante para anomalías fetales (donde existe alguna anomalía estructural en
alguno de los fetos) suele plantear complicaciones para el personal de salud.
El diagnóstico oportuno de anomalías
otorga a los padres y personal médico una amplia gama de opciones para el
manejo del embarazo. Sin embargo, la presencia de dos o más fetos, puede
algunas veces, extender el tiempo necesario para realizar tal análisis y al
mismo tiempo, reducir su exactitud diagnóstica.
Ofrecer la detección de anomalías
estructurales (con énfasis en la anatomía cardiaca) en embarazos gemelares o
triple como en la atención prenatal de rutina.
En embarazos gemelares o triples,
considerar la posibilidad de programar la detección por ultrasonido, a una edad
gestacional un poco más tardía que la de embarazos con feto único y tener en
cuenta que las exploraciones necesitarán más tiempo para realizarlas
Si bien es cierto que existen
recomendaciones de algunos organismos internacionales respecto al tiempo que se
debe dedicar a realizar la evaluación estructural de los fetos en la gestación
múltiple, cada unidad médica debería de procurar otorgar el tiempo suficiente
para la evaluación anatómica detallada del feto que se encuentra en una
gestación múltiple.
Procedimientos
invasivos
Los procedimientos invasivos en el
embarazo múltiple, como la amniocentesis, biopsia de vellosidades coriales,
entre otros, pueden ser técnicamente difíciles de realizar en pacientes con
embarazos múltiples. Entre los problemas más frecuentes se encuentran:
La necesidad de atravesar el saco de otro
feto para llegar al feto diferente para tomar la muestra;
La obtención de un cariotipo fetal
incorrecto, causado por la contaminación cruzada con otros sacos,
La dificultad en el mapeo preciso de los
fetos y la determinación de cual feto se está muestreando,
La dificultad en determinar con exactitud
si alguno de los fetos son gemelos monocoriales
La dificultad en la localización y
reducción solamente del feto afectado en el caso de diagnóstico de aneuploidía
y se haya optado por una terminación.
El riesgo de realizar procedimientos
invasivos es inversamente proporcional a la experiencia del operador. Solamente
los médicos con experiencia deben realizar estos procedimientos en los
embarazos múltiples.
Las alteraciones del crecimiento fetal en
el embarazo múltiple pueden ser más fáciles de reconocer, dado que no todos los
fetos se ven afectados por igual.
El crecimiento fetal discordante es
frecuente en el embarazo múltiple y por lo general se define por una diferencia
entre el 15 al 25% del peso fetal estimado del feto más pequeño cuando se
compara con el del más grande.
La discordancia de pesos entre fetos en
el embarazo gemelar puede estar asociada con malformaciones estructurales,
muerte fetal, Restricción en el crecimiento intrauterino(RCIU), parto
pretérmino y nacimiento por cesárea.
Estimar la discordancia en el peso fetal
entre los fetos utilizando dos o más parámetros biométricos en cada estudio
ultrasonográfico a partir de la 20ª semana.
Se sugiere tratar de realizar las
exploraciones ecográficas a intervalos menores de 28 días.
Hay que considerar una diferencia del 25%
o más en tamaño entre gemelos o trillizos como un indicador clínicamente
importante de RCIU y referir a un tercer nivel de atención con servicio
perinatología o de medicina fetal de ser posible.
No utilizar la palpación abdominal o las
mediciones sínfisis del pubis-fondo uterino para predecir la RCIU en el
embarazo gemelar o triple.
No utilizar la arteria umbilical para
identificar trastornos del crecimiento fetal o diferencias de peso en los
embarazos gemelares o triples.
El manejo de la restricción del
crecimiento fetal discordante o la muerte de un feto en un embarazo múltiple de
alto orden debe ser individualizado, teniendo en cuenta el bienestar del(os)
otro(s) feto(s).
La evaluación del crecimiento fetal en el
embarazo múltiple no es sencilla y plantea un reto para el clínico.
El abordaje más utilizado es mediante la
comparación de peso entre los fetos y calcular la diferencia en porcentaje
entre los mismos. Existen otras formas, como la consulta de curvas de
crecimiento que describen rangos de referencia para cada edad gestacional, y
así establecer el percentil de peso. Si el percentil de peso es menor al 10, se
determina que existe una restricción del crecimiento. De utilizar rangos de
referencia para el peso de los fetos de acuerdo a la edad gestacional, será
importante utilizar curvas elaboradas con datos de embarazos gemelares,
triples, etc. que sean acordes con el feto en evaluación.
Los trastornos del crecimiento en la
gestación monocorial tienen un comportamiento clínico diferente y son más
graves, dado que los fetos que comparten la placenta se encuentran
“comunicados” mediante vasos sanguíneos a nivel placentario. En este tipo de
gestación, la muerte de algún feto implica una disminución abrupta en la
tensión arterial en su hermano al existir una “exanguinación”, lo que puede
producirle la muerte o lesiones neurológicas.
Esta complicación de la gestación
monocorial se le conoce como retraso selectivo del crecimiento (CIR) y se
describe más adelante.
La vigilancia y seguimiento de la
gestación monocorial se describe en el Algoritmo 2.
EL STFF es una situación patológica en la
que se establece una transfusión crónica de sangre de un feto hacia el otro a
través de anastomosis vasculares placentarias.
El feto que da sangre se le denomina
“donante”, el feto que la recibe “receptor”.
En todo embarazo en que dos fetos o más
comparten la placenta existe una constante transfusión de sangre entre los
mismos, aunque generalmente existe un equilibrio entre la sangre que donan y
reciben.
En el STFF, que se presenta
exclusivamente cuando se comparte la placenta, por motivos no del todo
reconocidos, esta pase de sangre entre los fetos es inequitativo y
desbalanceado, por lo que existe clínicamente manifestaciones de un feto que
dona (donante) y un feto que recibe sangre (receptor).
El STFF se caracteriza por una
discordancia en el crecimiento progresivo con hipovolemia, oliguria y
oligohidramnios en el feto donante y sobre carga de volumen, poliuria,
polihidramnios de alto rendimiento, insuficiencia cardiaca e hidropesía en el
feto receptor.
El hallazgo clínico fundamental para establecer
el diagnóstico de STFF es la discordancia de líquidos amnióticos entre ambos
fetos.
El criterio antes señalado para
establecer el diagnóstico suele ser aplicado para gestaciones menores a las 20
semanas. Después de este momento suele aplicarse el criterio de que el bolsillo
mayor exceda a los 10 cm.
Es importante que el clínico establezca
el diagnóstico de STFF sólo si se cumplen con los criterios antes señalados. Si
existe una tendencia hacia la elevación en el volumen de líquido amniótico en
un saco y disminución en el otro, sólo se puede establecer que existe una
discordancia de líquidos amnióticos, para estos casos, debería de incrementarse
la frecuencia de las evaluaciones, puesto que existe una alta posibilidad de
que en los días o semanas siguientes se cumplan completamente los criterios
para establecer el diagnóstico.
Uno de los datos precoces de un STFF en
el primer trimestre es encontrar valores discordantes entre las 11 y 13,6
semanas en la translucencia nucal y longitud cráneo-caudal entre fetos
monocoriales, por lo que el personal de salud deberá estar atento ante este
hallazgo y tenerlo en consideración en futuras evaluaciones.
Iniciar la vigilancia por ultrasonido en
búsqueda de datos sugestivos de STFF a partir de la 16ª semana.
Repetir el seguimiento quincenalmente
hasta la 24ª semana de gestación.
El STFF severo que se presenta antes de
las 26 semanas de gestación debe ser tratado con una fetoscopia con coagulación
láser de las anastomosis en lugar de por amniorreducción (amniodrenaje) o
septostomía (ruptura de la membrana interfetal).
Debido a la baja disponibilidad de
centros médicos con experiencia en el manejo con fetoscopia, entre las opciones
de manejo se encuentran el amniodrenaje e incluso la septostomía.
La decisión de realizar alguno de estos
procedimientos debería llevarse a cabo tras agotar todas las posibilidades de
referencia a un nivel de atención médica con manejo de mayor complejidad,
además de ser conducido por el personal médico con mayor experiencia, dado que
se pueden llegar a asociar con complicaciones, entre las que destacan la
formación de bandas amnióticas y una consecuente amputación de extremidades.
El embarazo gemelar monocorial requiere una
mayor vigilancia del crecimiento de los fetos. El crecimiento se evalúa
mediante la estimación del peso a partir de la obtención de parámetros
biométricos fetales. Se debe iniciar a las 16 semanas.
El crecimiento subóptimo de uno de los
fetos se explica por alguna de las siguientes condiciones:
a. Una repartición inequitativa de la
placenta entre los fetos.
b. Anomalías en la inserción placentaria
del feto con crecimiento anormal (velamentosa).
c. Alteraciones en la distribución dentro
de la placenta de los vasos placentarios.
La clasificación del CIR-s se expone en
la Tabla 4. Mediante esta clasificación, realizada a partir de la forma de la
onda de la arteria umbilical mediante ultrasonido Doppler en el feto pequeño,
es posible establecer la evolución clínica, pronóstico, manejo y riesgo de
muerte.
Esta clasificación además permite agrupar
a los casos con características similares para determinar la eficacia de
manejos instalados con fines de investigación clínica.
Tras la identificación en la gestación
monocorial de un CIR-s es necesario su envío a una unidad médica de mayor
capacidad resolutiva y que cuente con experiencia en el manejo de estos casos.
Como se puede apreciar, por el momento, su manejo plantea un reto para el
clínico, además de que será necesario un equipo neonatal con experiencia en el
manejo de la prematurez y sus complicaciones asociadas.
El manejo de la gestación monocorial se
describe en el Algoritmo 2.
La mayoría de los embarazos
monoamnióticos existe entrecruzamiento de los cordones umbilicales, por lo que
se recomienda finalizar de forma electiva a las 32 semanas de gestación
mediante cesárea tras la conclusión de un ciclo de inductores de madurez pulmonar.
A pesar de que parece una conducta agresiva
la finalización del embarazo monocorial monoamniótico de forma electiva a las
32 semanas, los centros que cuentan con la mayor experiencia en este tipo de embarazos
han reportado que tras esta semana el número de accidentes relacionados con el entrecruzamiento
de cordones se incrementa de forma exponencial. Se recomienda no intentar ir
más allá de este punto de la gestación cuando existen fetos compartiendo saco
amniótico.
La hipertensión inducida por el embarazo
es una importante causa de morbilidad y mortalidad para el binomio. Los
embarazos múltiples están asociados con un mayor riesgo de hipertensión
inducida por el embarazo; el embarazo gemelar se asocia con un riesgo dos a
tres veces mayor de desarrollar hipertensión arterial.
A un mayor número de fetos presentes en
el embarazo, se incrementa la posibilidad de que se presente preeclampsia,
además con una presentación clínica más agresiva y menos convencional que en el
embarazo único.
El tratamiento de las complicaciones
hipertensivas en embarazos múltiples no ha sido estudiado de forma prospectiva.
Aunque a muchas mujeres con embarazos múltiples de alto orden se les indica
guardar reposo en cama, este manejo no se ha asociado con la prolongación de la
gestación o útil para evitar complicaciones hipertensivas, el único beneficio reportado
es un aumento en el peso fetal.
Si existe antes del término de la
gestación un cuadro como preeclampsia severa, síndrome de HELLP u otra complicación
hipertensiva grave, la referencia a un tercer nivel de atención puede mejorar
los resultados, tanto para la mujer como para sus fetos.
No está claro si los riesgos asociados
con posponer la resolución del embarazo múltiple cuando existen trastornos
hipertensivos para administrar esteroides se vean compensados por los
beneficios de la exposición prenatal a inductores de madurez pulmonar.
La medición de la tensión arterial y el
análisis de orina en búsqueda de proteinuria en cada consulta prenatal debe ser
una práctica rutinaria del personal de salud en los embarazos múltiples y
contribuirá a detectar trastornos hipertensivos asociados al embarazo.
Asesorar a las mujeres con embarazo
múltiple que deben tomar 75 mg de aspirina todos los días, desde la 12ª semana
hasta la resolución del embarazo si tiene uno o más de los siguientes factores
de riesgo para hipertensión:
· Primer
embarazo
· Edad
40 años o más
· Intervalo
entre embarazos de más de 10 años
· Índice
de masa corporal (IMC) mayor a 35 Kg/m2 en la primera visita
· Historia
familiar de pre-eclampsia.
La incidencia de la diabetes gestacional
en embarazos gemelares es mayor que en los embarazos con feto único, y la
incidencia en embarazos triples es mayor que en los embarazos gemelares.
En la asociación entre embarazo múltiple
y diabetes gestacional, no existe suficiente evidencia para emitir recomendaciones
en los siguientes aspectos:
· Momento
ideal para la prueba de detección,
· Número
ideal de ingesta calórica por día,
· Ganancia
óptima de peso de la Madre,
· Prolongación
hacia el embarazo del manejo con hipoglucemiantes orales en mujeres con
síndrome de ovario poliquístico,
· Forma
óptima del uso de insulina,
· Método
ideal de vigilancia fetal,
· Momento
oportuno para la resolución del embarazo.
El manejo del embarazo múltiple con diabetes
gestacional es multidisciplinario, entre los personajes de salud que deberían
intervenir se encuentran:
· Gineco-obstetra,
· Endocrinólogo
que tenga experiencia en el tratamiento de mujeres embarazadas con diabetes,
· Médico
materno-fetal o Perinatólogo y
· Nutriólogo
o Dietista.
La anticoagulación rápida y sostenida es
necesaria para la ETV confirmada. Debido a que el volumen sanguíneo se incrementa
en una mayor proporción en el embarazo múltiple, puede ser difícil alcanzar un
nivel terapéutico óptimo de anticoagulación.
Por otro lado, dada la mayor probabilidad
de resolución de urgencia en el embarazo múltiple, la forma de la anticoagulación
elegida debe ser fácilmente reversible.
En estos casos el manejo
interdisciplinario con la inclusión del personal de mayor experiencia es fundamental.
Reducción
embrionaria
El embarazo múltiple de alto orden crea
un dilema médico y ético. En un embarazo con 4 o más fetos, la probabilidad de que
sobrevivan todos, además de permanecer intactos hasta el final de la gestación
es baja; por otro lado, seguramente la mujer experimentará seria morbilidad.
Sin embargo, en este caso, la reducción embrionaria a embarazo triple o gemelar
se asocia con un riesgo significativo de perder o bien otro feto o todo el
embarazo.
La mayoría de los estudios concluyen que
los riesgos asociados con un embarazo cuádruple o de mayor orden superan con claridad
a los riesgos de realizar una reducción embrionaria.
La reducción fetal del embarazo múltiple
de alto orden se asocia con un incremento en el riesgo de restricción del
crecimiento intrauterino (RCIU) en los fetos restantes.
A los padres de un embarazo múltiple de
alto órden fetal (3 o más fetos) se les debería otorgar una amplia consejería
acerca de los riesgos para la madre y sus hijos que existen en este tipo de
gestación y se les debería de ofrecer la posibilidad de realizar una reducción embrionaria
en centros que cuenten con experiencia en el procedimiento.
A pesar de que existen recomendaciones de
grupos internacionales para practicar una reducción embrionaria en embarazos
múltiples a partir de tres fetos, por el momento no existe evidencia proveniente
de ensayos clínicos aleatorizados que muestre que tal práctica sea de beneficio
y se asocie con menos morbilidad y/o mortalidad para la Madre y sus hijos.
El manejo de embarazos múltiples de alto
orden debería de llevarse a cabo en unidades médicas con experiencia y las
decisiones llevadas a cabo bajo el consenso del personal de salud y con la
participación de los Padres en este proceso.
Feticidio
selectivo
Consiste en aplicar una técnica de
reducción fetal de forma selectiva a un feto anómalo o aneuploide en un embarazo
múltiple.
Los riesgos de este procedimiento son
superiores a los asociados con la reducción embrionaria.
La técnica a utilizar dependerá si se
trata de una gestación mono o bicorial. En el caso de gestación monocorial se
deberá recordar que al estar los fetos “unidos” mediante vasos sanguíneos a
nivel placentario, toda sustancia que entre en la circulación sanguínea de unos
de los fetos, ingresará en la de su hermano.
Este manejo con feticidio selectivo sólo
se debe llevar a cabo en centros de con experiencia en medicina Fetal. Como se
mencionó con anterioridad en la sección de CIR-s, en algunas circunstancias el
manejo con oclusión de cordón es la única opción disponible para evitar la muerte
o lesión neurológica de fetos sobrevivientes.
El parto pretérmino espontáneo y
pretérmino iatrogénico son más frecuentes en los embarazos múltiples.
Más del 50% de los gemelos y casi todos
los trillizos nacen antes de las 37 semanas de gestación.
Entre el 15 al 20% de los ingresos a las
Unidades de Terapia Intensiva Neonatal se asocian a gemelos o trillizos
prematuros.
La prematurez extrema (nacimientos antes
de las 28 semanas de gestación), también se presenta con más frecuencia en los
embarazos múltiples.
La prematuridad es la principal causa de
los resultados adversos neonatales e infantiles entre los gemelos y trillizos.
La predicción y prevención del parto
pretérmino son los objetivos más importantes para mejorar los resultados perinatales
en embarazos múltiples.
No se recomienda utilizar como única
prueba a la medición de fibronectina fetal en secreciones vaginales para
predecir el riesgo de parto pretérmino espontáneo en embarazos múltiples.
No se recomienda utilizar la vigilancia
domiciliaria de la actividad uterina para predecir el riesgo de parto pretérmino
espontáneo en embarazos múltiples.
Medición de la longitud cervical por
ecografía
La longitud cervical corta, evaluada
mediante ecografía endovaginal, es un fuerte predictor de parto pretérmino en
el embarazo gemelar.
En embarazos gemelares, una longitud
cervical menor a 25 mm a las 24 semanas, es el mejor predictor para nacimiento
espontáneo a las 32, 35 y 37 semanas.
Los estudios que evalúan la capacidad de
predecir parto pretérmino en el embarazo múltiple mediante la medición de la
longitud cervical, muestran una gran heterogeneidad en cuanto al momento idóneo
para realizar la prueba, el punto de corte a utilizar y las intervenciones
realizadas tras conocer el resultado. Por esta razón, en este momento no se
puede recomendar una estrategia de predicción que realmente tenga un impacto
favorable en la actividad clínica.
No se recomienda utilizar a la longitud
cervical (con o sin fibronectina fetal) rutinariamente para predecir el riesgo
de parto pretérmino espontáneo en embarazos múltiples.
Los mismos factores que contribuyen en el
parto pretérmino en embarazos con feto único afectan embarazos múltiples, entre
los más comunes se encuentran:
· Infección
del tracto genital superior e inferior,
· Sobredistensión
uterina,
· Incompetencia
ístmico-cervical,
· Complicaciones
médicas maternas;
· Estrés
materno y
· Anormalidades
fetales, placentarias y uterinas.
Sin embargo, la identificación de estos
factores de riesgo, no han conducido al desarrollo de protocolos o terapias
eficaces para prevenir el parto pretérmino.
No se recomienda la realización de un
cerclaje en el embarazo múltiple, ya que existen algunas evidencias que
sugieren que puede ser perjudicial y podría asociarse con un incremento en
parto pretérmino y perdida gestacional.
Los beta-miméticos se asocian con aumento
del estrés cardiaco materno y fetal y diabetes gestacional, estas complicaciones
ocurren con más frecuencia en embarazos múltiples, incluso en terapias sin β-
mimético.
No hay pruebas suficientes que soporten o
contraindiquen el uso de betamiméticos orales profilácticos para prevenir el
parto pretérmino en mujeres con embarazo gemelar.
No utilizar las siguientes intervenciones
(solas o en combinación) rutinariamente para prevenir el parto pretérmino
espontáneo en embarazos múltiples:
· Reposo
en cama domiciliario u hospitalario,
· Progesterona
intramuscular o vaginal
· Cerclaje
cervical
· Tocolíticos
orales.
Está bien establecido que la
administración prenatal de corticoesteroides reduce las complicaciones
neonatales en los recién nacidos prematuros de embarazos con feto único.
En los recién nacidos de mujeres que
recibieron varios ciclos de corticoesteroides, se ha demostrado una reducción
en el peso al nacer y de la circunferencia cefálica, en comparación con las que
recibieron sólo un ciclo. Además, no existe evidencia sobre beneficios y riesgos
a largo plazo
Estudios retrospectivos han mostrado que
los corticoesteroides son menos efectivos en los embarazos múltiples que en los
embarazos con feto único.
Se recomienda que a las mujeres con
amenaza de parto pretérmino, sin contraindicaciones para el uso de esteroides,
se les dé un ciclo de maduración pulmonar, sin tener en cuenta el número de
fetos.
No utilizar uno o múltiples ciclos
rutinarios de corticoesteroides, en embarazos múltiples.
Informar a las mujeres que no se obtiene
ningún beneficio con la administración “profiláctica” de corticoesteroides.
El personal de salud debería reconocer
que los riesgos de muerte fetal o alteraciones en el desarrollo neurológico no
se limitan a embarazos complicados con STFF.
Ante la muerte de uno de los fetos en
embarazos gemelares se recomienda:
· Buscar
signos de amenaza de aborto y parto pretérmino.
· Vigilancia
fetal del sobreviviente.
· Maduración
pulmonar en caso de que se anticipe la posibilidad de parto pretérmino.
· Rhogam
profiláctico si la Madre es Rh negativo.
· Medición
de fibrinógeno y recuento plaquetario si la edad gestacional es mayor a 20
semanas y la muerte se produjo hace 4 o más semanas.
· Consejo
y apoyo psicológico a la paciente y su familia.
Ante la muerte de uno de los fetos en
embarazos gemelares monocoriales se recomienda:
· Referir
al centro de Medicina Fetal regional.
· Evaluar
la velocidad sistólica máxima de la arteria cerebral media mediante ultrasonido
Doppler para detectar anemia y predecir el riesgo de daño cerebral.
· Seguimiento del feto sobreviviente mediante ultrasonido, de ser normal, considerar la posibilidad de realizar una resonancia magnética cerebral fetal 2 a 3 semanas después de la muerte de su hermano.
Es comúnmente reconocido por los médicos especialistas
que los embarazos múltiples tienden a llegar a su fin antes que los embarazos
con feto único.
También es ampliamente reconocido, aunque
a menudo impugnado entre los médicos, que los resultados perinatales en embarazos
múltiples empeoran con el aumento de la edad gestacional después de las 37 semanas.
Como resultado, a las mujeres con embarazos múltiples se les aconseja a menudo
someterse a un parto electivo, sin ninguna indicación obvia aparente.
Todas las mujeres que tienen un embarazo
múltiple tienen la necesidad de que se les sea otorgada una información específica
respecto a la decisión del momento del nacimiento, las evaluaciones del
bienestar de los neonatos tras el nacimiento e incluyendo aspectos relacionados
con la lactancia materna.
La decisión de terminar de forma electiva
del embarazo debe considerar el incremento en el riesgo que implica practicar
una cesárea, así como los riesgos potenciales para los recién nacidos asociados
con el parto prematuro, incluyendo el síndrome de distrés respiratorio, y la
necesidad de admisión a la unidad de terapia intensiva neonatal. Deberían
considerarse los puntos de vista de las mujeres sobre el parto electivo versus
la supervisión prenatal continua.
Ofrecer parto electivo a las gestaciones
múltiples sin complicaciones:
· En
gemelares monocoriales a partir de las 36 semanas, después de haber recibido un
ciclo de corticoesteroides prenatal.
· En
gemelares bicoriales a partir de las 37 semanas.
Para embarazos triples, se recomienda
practicar una finalización electiva a partir de las 35 semanas, después de
haber recibido un ciclo de inductores de maduración pulmonar.
Las recomendaciones para decidir la vía
de finalización del embarazo gemelar se describen en el Algoritmo 3.
A las 37 semanas es necesario determinar
la presentación de ambos fetos mediante ultrasonido para determinar la conducta
clínica.
En las siguientes situaciones se
recomienda practicar una cesárea electiva para resolver un embarazo gemelar:
· Primer
feto presentación no-cefálica, segunda feto cualquier presentación.
· Embarazo
monoamniótico.
· Gemelos
unidos.
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