ESTREÑIMIENTO FUNCIONAL
Uno de los problemas claves en
el estudio del estreñimiento es la falta de una definición aceptada
universalmente. Ello deriva principalmente del hecho que el estreñimiento es un
síntoma más que una enfermedad.
Para llegar al diagnóstico de
estreñimiento funcional o idiopático es necesario descartar datos clínicos que
sugieran un problema orgánico (anormalidades anatómicas o fisiológicas). Los
pacientes que cumplen con los criterios clínicos Roma III, para estreñimiento
funcional o idiopático, no requieren de pruebas diagnósticas
Los criterios de Roma son un
sistema desarrollado para clasificar las alteraciones gastrointestinales
funcionales, estas condiciones clínicas en las cuales los síntomas no pueden
ser explicados por la presencia de anormalidades estructurales basados en
sintomatología clínica. Algunos de los prototipos de estas alteraciones
gastrointestinales funcionales son:
• colon irritable
• dispepsia funcional
• estreñimiento funcional
• reflujo gastroesofágico
fisiológico
Es indispensable que el médico
de primer contacto conozca los criterios de Roma e identifique oportunamente
los datos de alarma (conocidas como banderas rojas). Es necesario reconocer las
diferentes manifestaciones clínicas del estreñimiento como: encopresis,
manchado e impactación fecal.
En el primer contacto con el
paciente estreñido, en consulta externa o en el servicio de urgencias es
indispensable identificar si el paciente presenta alguna de las características
clínicas por exploración física o por paraclínicos de impactación fecal.
Al diagnosticar la impactación
fecal es indispensable iniciar su tratamiento en forma inmediata, en el caso de
otorgar terapia de mantenimiento, es posible empeorar los síntomas.
Si el paciente está impactado
se recomienda iniciar con la fase de desimpactación por vía oral. Para estas recomienda ofrecer de 3 a 7 días de acuerdo al acúmulo fecal.
En el escolar y adolescente con
estreñimiento funcional y manifestaciones clínicas de impactación sin datos de
alarma ofrecer el siguiente régimen de vía oral:
• Tratamiento de primera línea
con el Polietilenglicol 3,350 (PEG 3350) con o sin
electrolitos, en régimen de
dosis creciente gradual: iniciar 1-1.5 g/ kg por 3-6 días es la primera opción. (ver tabla de dosis recomendada).
• El PEG 3,350 + electrolitos
se pueden mezclar con una líquidos fríos
En caso de no conseguir el
efecto terapéutico de desimpactación o intolerancia dentro de las 2 semanas
siguientes con el uso de PEG 3350 con o sin electrolitos, evaluar el uso de un
laxante estimulante como la leche de magnesia (Hidróxido de Magnesio)solo o en
combinación con un laxante osmótico como lactulosa, evaluando la respuesta clínica
de este esquema. (Ver tabla de dosis recomendada).
El médico tratante informará la
eficacia de las diferentes alternativas y conjuntamente con los padres o
tutores del paciente deben considerar la tolerancia y los efectos secundarios
tanto del PEG, laxantes estimulantes, osmóticos y enemas así como la
preferencia del paciente favoreciendo la adherencia terapéutica.
Existen reportes sobre la
desimpactación oral con dosis altas de aceite mineral, lactulosa y senósidos,
sin embargo, los estudios son de baja calidad metodológica, por lo tanto no es
posible recomendarlos.
El PEG 3350 con electrolitos es
más efectivo en comparación al resto de los tratamientos médicos disponibles
vía oral así como de la intervención bajo anestesia. Incluyendo que es mejor
tolerado y con menos efectos adversos, por lo que constituye la primera línea
de tratamiento y con mayor seguridad.
Sin embargo algunos países no
tienen disponibilidad del medicamento En este caso las guías recomiendan un
laxante osmótico alternativo como lactulosa, la leche de magnesia o hidróxido
de magnesio o el aceite mineral, considerando los efectos secundarios de cada
uno. (Ver tabla de dosis recomendada).
No se recomienda usar los
medicamentos vía rectal como los enemas de citrato de sodio a menos que todos
los medicamentos orales hayan fallado y bajo el consentimiento del paciente y
de su tutor
No se aconseja el uso de enemas
de fosfato, a menos que esté bajo la supervisión de un especialista en un
hospital y ante la falta de respuesta al tratamiento vía oral y los enemas de
citrato de sodio.
No se recomienda realizar la
evacuación manual del intestino bajo anestesia, evaluar solo ante la falla del
tratamiento oral y rectal
Realizar seguimiento a los
niños después del tratamiento de desimpactación a la semana del inicio del
manejo
La opción óptima de manejo
depende de la eficacia clínica y de su aceptación, lo que garantizará la
adherencia al tratamiento tanto en la fase de desimpactación como de
mantenimiento.
El PEG sin electrolitos es un
laxante osmótico, inodoro e insípido, está disponible en forma de polvo y se
disuelve bien cuando se mezcla en jugo o agua, no conlleva riesgo de
desequilibrio electrolítico. Sin embargo, se añadió electrolitos al PEG, esto
con el
objetivo de no alterar el equilibrio hidroelectrolítico por las posibles pérdidas mínimas, considerando la posible administración de grandes volúmenes entre 3 a 5 litros.
Los efectos de PEG comienzan
dentro de la primera semana de tratamiento.
La dosis de mantenimiento del
PEG es entre 0.4 g/kg/día a 1g/kg/día, la cual ha mostrado ser efectiva. Una
causa frecuente de falta de respuesta es el uso de una dosis inadecuada.
Una vez resuelta la impactación fecal, el tratamiento se debe enfocar a prevenir la recurrencia y mejorar la consistencia y regularidad de las evacuaciones mediante la fase de mantenimiento, la cual incluye manejo farmacológico, adecuaciones dietéticas, y modificación de hábitos.
Reconocer que existe evidencia
sobre la eficacia y la seguridad del PEG sobre otros laxantes para el
tratamiento de mantenimiento de los niños con estreñimiento funcional.
Por lo que se recomienda el uso
del PEG 3350 con electrolitos, vía oral por más de 7 días para la fase
de mantenimiento del estreñimiento funcional. (Ver tabla de dosis recomendada)
La prescripción del PEG hasta
la dosis altas 1g/kg/día y su posible incremento o reajuste es de acuerdo a
dosis respuesta.
El PEG también se ha evaluado y
utilizado para preparación intestinal de rutina de endoscopia y en
desimpactación en niños.
Se recomienda el uso de
lactulosa como tratamiento de primera línea si PEG no está disponible.
Por consenso de expertos, el
uso de leche de magnesia, aceite mineral y laxantes estimulantes puede
considerarse como segunda línea terapéutica.
Por consenso de expertos, el
uso de leche de magnesia, aceite mineral
y laxantes estimulantes puede considerarse como segunda línea terapéutica
Basado en la opinión de expertos, el tratamiento de mantenimiento debe continuar durante al menos 2 meses, con la disminución de dosis (forma gradual)en respuesta a la frecuencia y consistencia de evacuaciones. Todos los síntomas de estreñimiento funcional deben resolverse durante al menos 1 mes antes de suspender el tratamiento. No suspenderse los laxantes de manera abrupta.
No recomiendan la adición de
enemas al manejo de mantenimiento con PEG, en niños con estreñimiento con
manifestaciones clínicas leves.
Reconocer que la aplicación del
enema en comparación con PEG solo se recomienda en niños con estreñimiento
grave.
En la opinión de expertos, en
la etapa de entrenamiento de control de esfínter, el tratamiento deberá
suspenderse cuando el niño aprenda a ir al baño y tenga control de esfínteres
Con cualquier laxante se debe
recomendar a los padres ajustar la dosis de acuerdo a la respuesta; aumentando
la dosis cada 2 días hasta que el niño tenga de una a 2 heces blandas por día,
así como disminuir la dosis si el niño tiene heces sueltas.
Los padres deben ser advertidos de que algunas pérdidas de heces o manchado pueden persistir al inicio del tratamiento. Y que se debe continuar con el régimen de mantenimiento hasta que los movimientos intestinales sean regulares, lo cual puede lograrse dentro de varios meses.
El médico conjuntamente con los
padres establecerá un plan de emergencia en los casos de impactación, donde se
consultara al médico tratante para el aumento paulatino y gradual de la dosis
de laxante osmótico y sobre los datos de alarma. Reiniciar la terapia de
mantenimiento, al resolverse la impactación fecal.
EL PEG 3350 con electrolitos es
más efectivo que los demás tratamientos disponibles vía oral, así como es mejor
tolerado por sus menores efectos adversos, por lo tanto son seguros. Constituye
la primera línea de tratamiento tanto en la fase de desimpactación como en la
de mantenimiento.
Se recomienda individualizar y
ajustar dosis de acuerdo a síntomas y respuesta de cada paciente, basados en la
tabla de dosificación.
No se recomienda el uso de
aceite mineral en niños <de 1 año e incluso algunos grupos lo recomiendan en
niños > de 4 años. Considerarlo solo en pacientes sin daño neurológico o
reflujo gastroesofágico, con adecuado
desarrollo psicomotriz por el riesgo de bronco aspiración y neumonía lipoídica.
El aceite mineral posee
glucósidos que al ser hidrolizados por
las bacterias en el intestino grueso liberan antraquinonas, substancias que
tienen propiedades catárticas al irritar la mucosa intestinal.
Promoviendo la acumulación de
agua y electrolitos en el colon.
Se ha demostrado que los
medicamentos son más efectivos que solamente el cambio conductual, en el
tratamiento del estreñimiento funcional.
La fibra de la dieta, es la
porción comestible de los vegetales que las enzimas gastrointestinales humanas
no pueden digerir. Se clasifican según la solubilidad en agua y sus efectos
fisiológicos son los siguientes:
Soluble, es fermentada por la micro flora colónica, produciendo ácidos grasos de cadena corta (acético, propiónico y butírico) que son el sustrato energético fundamental del colonocito. Esta hidrólisis produciría, además, gases que aumentarían el bolo fecal, incremento en el que participan también las bacterias.
Insoluble, es escasamente
fermentable, parece que esta fracción no hidrolizable en el colon atraparía
agua en la luz intestinal y actuaría como una esponja, lo que produciría un
aumento del bolo fecal, que sería menos consistente e incremento de la
frecuencia de la evacuación por estimulación mecánica de la motilidad
intestinal.
Fuentes dietéticas de fibra:
• Soluble: se encuentra, sobre todo, en las frutas, legumbres y cereales como cebada y avena.
• Insoluble: sus principales fuentes son los cereales integrales, el salvado predominantemente en trigo, centeno, arroz y vegetales.
Los hidratos de carbono y
especialmente el sorbitol, que se encuentran en algunos jugos tales como
ciruela, pera y manzana, puede causar aumento de la frecuencia y contenido de
agua de las heces
Como ya se mencionó, el vaciado
intestinal, limpieza o desimpactación es la parte inicial del tratamiento.
No se recomienda iniciar el
tratamiento del estreñimiento “con una dieta rica en fibra”, en la primera fase
del tratamiento, debe ir asociada a una dieta pobre o ausente de fibra, incrementando
la ingesta de líquidos, fundamentalmente agua y zumos colados.
El manejo dietético debe
llevarse a cabo en forma conjunta con el tratamiento con laxantes y terapia
conductual.
Los niños deben consumir una
dieta equilibrada, que incluya alimentos que contengan fibra de acuerdo a su
grupo etario. (Ver Cuadro 4. Contenido de fibra de acuerdo al grupo de alimentos)
Existe controversia en alentar
a los niños a comer más fibra, si ya se consume una dieta sana y equilibrada
con suficiente fibra, debido a que esto puede ser contraproducente. Un alto
consumo de fibra en este caso podría exacerbar los síntomas y aumentar
potencialmente el manchado.
Se recomienda que los niños
> de 2 años de edad consuman una cantidad mínima de fibra dietética
equivalente a la edad más 5 g/ día hasta un máximo de 30 g/día
El uso de fibra dietética y
granos enteros como tratamientos para el estreñimiento infantil, se basa en
recomendaciones actuales para la ingesta de fibra en niños, las cuales varían sustancialmente
entre las organizaciones y asociaciones. Existen pocos ensayos controlados
aleatorios han examinado el efecto de la fibra dietética.
La academia Americana de
pediatría recomienda para la ingesta de fibra en la infancia y en la
adolescencia: 0.5 g/kg de peso hasta los 10 años de edad.
La Fundación Americana de la
Salud recomienda la relación edad (en años) +5 -10 gramos, hasta un máximo de
25-35 gramos.
Otro cálculo puede realizarse
sobre la ingesta calórica: 10-12 g de fibra/1000 kcal.
A pesar que la evidencia es
limitada, valorar el uso de suplementos de fibra en el tratamiento del
estreñimiento, como:
• ciruela
• salvado de trigo
• cáscara de cacao
Se recomienda, que la cantidad
de fibra se alcance mediante el consumo de alimentos que aporten también
minerales y vitaminas, como son las frutas, vegetales, legumbres y cereales,
más que con suplementos de fibra purificados.
La introducción de fibra en la
dieta debe ser progresiva, en caso contrario se producirán gases, borborigmos y
dolor abdominal.
El aumento de la ingesta de líquidos a lo recomendado es esencial. Sin una ingesta suficiente de líquidos, el uso de laxantes osmóticos dará lugar a la deshidratación que puede contribuir al estreñimiento.
Se considera que el aumento en
la ingesta de fibra ha de acompañarse de un aumento en la ingesta de líquidos,
para favorecer el incremento en la retención de agua en el bolo fecal. Si se
aporta la fibra, pero la ingesta de líquidos no es suficiente, se perpetuara el
estreñimiento.
Se aconseja que se ingiera
líquido suficiente, por lo menos 2 onzas que no sean lácteos por cada gramo de
fibra.
World Gastroenterology
Organization (WGO) recomienda una dieta rica en fibra e ingesta de una cantidad
abundante de líquidos, así como evitar el consumo excesivo de leche. El
abordaje graduado del tratamiento se basa en recomendar cambios en el estilo de
vida y la dieta. Generalmente se recomienda un aumento gradual de la fibra (ya
sea como suplementos estandarizados o incorporada en la dieta) y un aumento de
la ingesta de líquidos.
La modificación de la dieta puede consistir en agregar fibras para lograr una dieta rica en fibras (25 g de fibras) y suplementos de líquidos (hasta 1.5–2.0 L/día); puede mejorar la frecuencia de las evacuaciones y disminuir la necesidad de laxantes.
Existen controversia que tanto
las medidas vinculadas a la dieta y al estilo de vida tengan ningún efecto
sobra el estreñimiento en los individuos de edad, mientras que los suplementos
de fibra y los laxantes osmóticos simples habitualmente constituyen un manejo adecuado
para el estreñimiento en estos pacientes.
No existe evidencia robusta que
sustente la prescripción de probióticos para el manejo del niño con
estreñimiento.
No utilizar las intervenciones
en la dieta como tratamiento de primera línea en los niños con estreñimiento
funcional.
No se recomienda el uso rutinario de un programa de conducta protocolizado ni intensivo conjuntamente al tratamiento médico en el estreñimiento en niños.
No se recomienda el uso de bioretroalimentación como un tratamiento adicional del estreñimiento, así como el uso rutinario de un tratamiento multidisciplinario para el tratamiento de estreñimiento.
De acuerdo en la opinión de expertos es aconsejable la desmitificación, explicación y orientación para el entrenamiento del control de esfínteres en los niños con una edad de desarrollo de por lo menos 4 años, esto pudiera particularmente coadyuvar en el tratamiento de estreñimiento infantil.
No referir de manera rutinaria
al niño con estreñimiento funcional al psicólogo o servicio de higiene mental a
menos que se identifique que el niño pudiera beneficiarse de recibir dicha
intervención.
Se han utilizado terapias
alternativas como el masaje abdominal, hipnoterapia, homeopatía en niños con
estreñimiento funcional, sin embargo hasta el momento no existe evidencia
robusta que sustente su recomendación
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