TRASTORNO ESPECIFICO DEL DESARROLLO PSICOMOTOR
La detección
oportuna de trastornos del desarrollo psicomotriz ofrece la posibilidad de
intervenir en forma temprana, lo que permite corregir la mayoría de las
alteraciones y atenuar otras, siendo los grandes beneficiados el niño, la
familia y la sociedad.
La prevalencia
estimada de alteraciones del desarrollo psicomotor es de un 12 a un 16% en
países industrializados, cifra que aumenta significativamente cuando se
incluyen los problemas de comportamiento y dificultades escolares.
La identificación
temprana de los niños con retraso en el desarrollo es una tarea importante para
los médicos de atención primaria.
El Trastorno
Específico del Desarrollo Psicomotor se debe tener presente durante la
evaluación habitual del lactante y del preescolar.
El Trastorno
Específico del Desarrollo Psicomotor es el retraso del desarrollo de la
coordinación de los movimientos, que no puede explicarse por un retraso
intelectual general o por un trastorno neurológico específico, congénito o
adquirido (distinto del implícito en la anomalía de coordinación).
Lo más frecuente
es que la torpeza de movimientos se acompañe de un cierto
grado de déficit
en la resolución de tareas cognoscitivas viso-espaciales, así lo define La
Organización Mundial de la Salud en el Código Internacional de Enfermedades
(CIE 10).
Esta afección
también es conocida como: Trastorno Neuromotor Leve, Trastorno del Desarrollo
de la Coordinación, Síndrome del Niño Torpe o Parálisis Cerebral Mínima.
El Trastorno Específico del Desarrollo Psicomotor forma parte de
los Trastornos de la Motricidad en el Desarrollo que se define como
alteraciones de la motricidad que forman parte de un Retraso en el Desarrollo
Global, los trastornos de la motricidad pueden ser provocados por hipotonía y o
por trastorno neuromotor leve, se definen a continuación:
Retraso en el
Desarrollo Global.- en el primer año de vida los daños motrices más f de reconocer
que las alteraciones cognitivas. Los retrasos en las habilidades motrices o las
diferencias cualitativas en el movimiento pueden ser el primer signo de un
problema en aquellos niños en quienes después se diagnostica un daño cognitivo.
Hipotonía.- Dificulta que
el niño mantenga su postura, reduciendo así la potencia muscular y retrasando
la adquisición de habilidades motrices. La inestabilidad para sentarse y estar de
pie, pueden extenderse a problemas con la motricidad fina o en el aprendizaje.
Trastorno neuromotor leve (Trastorno Especifico del Desarrollo
Psicomotor).- Los niños con esta afección muestran capacidades motoras finas o
gruesas significativamente por debajo del nivel esperado según la función
cognitiva.
A continuación
hacemos mención de algunas definiciones que ayudaran esclarecer la patología
que estamos tratando.
El Desarrollo Motriz se define como la progresión de etapas cada vez más complejas a través de las cuales los niños logran controlar el uso de sus músculos para la postura erguida, el equilibrio y la movilidad (desde mantener la cabeza erguida hasta darse vuelta, sentarse, gatear y estar de pie), así como la manipulación de objetos para la interacción con el entorno.
En general, el
desarrollo motriz incluye:
Habilidades motrices gruesas.- habilidades de los grandes músculos como
controlar la cabeza, sentarse, pararse y desplazarse.
Habilidades
motrices finas.
- habilidades de
los músculos pequeños como agarrar, soltar y manipular objetos.
Habilidades
orales-motoras.- comer, tragar, producir sonidos y hablar.
Por ejemplo, la
falta de logros en algunas habilidades motrices finas puede relacionarse con
alteraciones de la cognición y del control motriz.
Los Problemas del
Desarrollo los define La Academia Americana de Pediatría como todos aquellos
cuadros crónicos, de inicio precoz que tienen en común dificultad en la
adquisición de habilidades motoras, de lenguaje, sociales o cognitivas que
provocan un impacto significativo en el progreso del desarrollo de un niño.
Se presentan si
existe fracaso en el logro de las conductas esperadas para la edad. Si bien
algunos problemas del desarrollo pueden ser transitorios, los retrasos a
temprana edad pueden estar asociados a posteriores discapacidades, tales como
retardo mental, parálisis cerebral, autismo, alteraciones del lenguaje y otros
problemas del aprendizaje.
Dado que la
detección basada en el juicio clínico no es suficiente, es necesario
desarrollar estrategias de detección sistemática y dirigida, mediante la aplicación de pruebas de detección
específicas. Por lo que deberá ser evaluado por médicos especializados en la
aplicación de estas pruebas.
Para evaluar la
función psicomotriz el médico debe tener bien sistematizado lo que va a hacer y
debe reunir los conocimientos suficientes para realizarlo de acuerdo a la edad
del niño
Una evaluación
completa de las capacidades funcionales debe incluir:
Evaluación de la
función motriz por medio de Pruebas estandarizadas y validadas del desarrollo psicomotriz
Así como:
Evaluación
Integral (física y funcional).
Otros autores
sostienen que el término de retraso del desarrollo no deberá utilizarse más
allá de los 3-5 años de edad, cuando ya se pueden realizar los “test”.
Las alteraciones
del desarrollo son frecuentes en la población infantil, por lo que se debe
realizar una evaluación sistemática la cual debe ser incorporada en la rutina
de los controles del niño sano.
Se deberán buscar
en forma intencionada los siguientes signos de alerta en el desarrollo psicomotor.
A continuación se
detallan los principales signos de alerta por edad
1 mes de edad
Irritabilidad persistente
Trastornos de succión
No fija la mirada momentáneamente
No reacciona a los ruidos
2 meses de edad
Persistencia de irritabilidad
Sobresalto exagerado ante ruido
Aducción del pulgar
Ausencia de sonrisa social
3 meses de edad
Asimetría de actividad con las manos
No sigue con la mirada
No respuesta a los sonidos
No sostén cefálico
4 meses de edad
Pasividad excesiva
Manos cerradas
No emite risas sonoras
Hipertonía de aductores (ángulo inferior a 90º)
No se orienta hacia la voz.
6 meses de edad
Presencia de hipertonía en miembros e
hipotonía de
cuello y tronco
No se rota sobre sí mismo
Persistencia de reacción de Moro
No sedestación con apoyo
Ausencia de prensión voluntaria
No balbucea ni hace “gorgoritos”
9 meses de edad
No desplazamiento autónomo
Hipotonía de tronco
No se mantiene sentado
Ausencia de pinza manipulativa
No emite bisílabos
12 meses de edad
Ausencia de bipedestación
Presencia de reflejos anormales
No vocabulario de dos palabras con/sin significado
No entiende órdenes sencillas
15 meses de edad
No camina solo
Ausencia de pinza superior
No arroja objetos
No tiene un vocabulario de tres o cuatro palabras
Pasa de manera continua de una actividad a otra
18 meses de edad
No sube escaleras
No tiene un vocabulario de 7/10 palabras
No conoce partes del cuerpo
No garabatea espontáneamente
No bebe de un vaso
No hace una torre de dos cubos
24 meses de edad
No corre
No construye torres de 3 ó 6 cubos
No asocia dos palabras
No utiliza la palabra “NO”
Presencia de estereotipias verbales
Incapacidad para el juego simbólico
Signos de alarma a cualquier edad
Movilidad, tono o postura anormal
Movimientos involuntarios (actitud distónica de manos, hiper-extensión cefálica)
Movimientos oculares anormales
Retraso en la adquisición de los ítems madurativos
Macrocefalia, microcefalia, estancamiento del perímetro del cráneo
En la actualidad existe una gran cantidad de pruebas para evaluar el desarrollo psicomotor de acuerdo a la edad del niño, mismas que deben ser realizadas por profesionales ya sea médicos o psicólogos con capacitación suficiente para realizarlos con eficiencia.
A continuación mencionamos algunos de los mas conocidos:
DDST7(Denver developmental screening test)
Test de Knobloch (derivado de Gesell)
Stycar de Sheridan
Tabla de desarrollo de Haizea-Llevant
Ante la duda que se trate del Trastorno Específico del Desarrollo Psicomotor se deberá realizar diagnóstico diferencial con las siguientes patologías:
Parálisis cerebral
Retraso mental
Trastornos metabólicos o genéticos
Patología de médula espinal como: Espina bífida
Displasia congénita de cadera
Investigar antecedente de:
- Infección intrauterina, posnatal (meningitis o sepsis)
- Lesión cerebral traumática
- Abandono o abuso infantil
Patología ocular
Alteraciones musculo-esqueléticas
Enfermedad por reflujo Gastro-esofágico
Convulsiones
El diagnostico es básicamente clínico, sin embargo las pruebas específicas deben ser contempladas para confirmar o rechazar el diagnóstico.
Los estudios neuropsicológicos son los que habitualmente son necesarios.
El Médico Pediatra o el Neuropsicologo que realizo las pruebas específicas valorara la necesidad que el niño sea valorado por neuropediatria o por alguna otra subespeciaidad que considere necesario
El niño con
sospecha de Trastorno Específico del Desarrollo Psicomotor debera ser referido
al Neuropsicólogo o al Médico Pediatra con adiestramiento en en la aplicación
de las pruebas específicas, en cuanto se detecte el trastorno psicomotor
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